-Creí que sus habitaciones eran del estilo más interesantes- me dijo ella, sin titubeos, le sonreí galantemente, solo la miraba, de arriba abajo
-¿Qué quieres de tomar?- le pregunté, ella levanto una de sus manos y se sentó sobre la cama, yo la seguí y le ofrecí un poco de jugo, me senté a su lado y comenzamos a ver la televisión
-Para ser una chica bonita que esta en mi habitación no-
-Jamás había estado sola con un chico- me dijo bajando la mirada- no sé que puedo decirte ni que podemos hacer.
A mi solo se me vino una idea a la cabeza, pero ella... estaba tan triste ...
-Podemos hablar- le dije apagando la televisión y sentándome frente a ella – hablame de ti
-Soy Robín Bellamy, no tengo padres ni hermanos, solo a mi abuelo y a Óscar, siempre he vivido en Toledo, no sé que quiero ser cuando sea grande, ni cuales son mis opciones
-Yo soy Tom- le dije interrumpiéndola bruscamente, ella levantó la cara y me miro con el ceño fruncido- Tengo un gemelo, mis padres viven en Alemania y casi nunca los veo. Me gustan mucho los animales, cuando estoy aburrido escucho musica, veo la televisión, hablo por teléfono, me duermo o leo un buen cuento. También me gustan los vídeojuegos, o tocar la bateria ¿tu tocas algun instrumento?
-Me gusta el violín- dijo con una sonrisa- y también el piano, toco esos dos y también el chelo
-Odio la escuela- le dije riendo pícaramente- Bill y yo no vamos desde hace tiempo
-Yo jamás he ido a una... bueno, cuando era pequeña y vivía en Canadá, con mis padres, pero desde que llegué acá mi abuelo me ha puesto institutrices
-¿Te gusta?- le pregunté
-A veces- parecía avergonzada- lo único bueno es que se me ha permitido estar junto a Shara, pero las clases a veces son muy pesadas y las maestras un tanto impacientes. He de admitir que si no soy una ignorante es por ellas
-Tus padres ¿donde están?- le pregunté, un segundo después me arrepentí
-Ellos murieron cuando yo era muy pequeña, nuestro auto se volcó en la calle- me dijo, yo apenas y pude parpadear- a veces los extraño mucho
-Yo... lo lamento mucho- fue lo que pude decirle, de manera torpe y sintiéndome terriblemente estúpido
-Gracias- me dijo ella con una sonrisa- ¿Sabes? Ahora que lo recuerdo, nadie me dio un abrazo cuando pasó y al llegar a Toledo, mi abuelo solo dijo llévenla a su habitación
-Ven aquí- le dije en un susurro, yo ya la abrazaba, ella se quedó inmóvil, su respiración era pausada y su corazón latía exageradamente. Después de 5 minutos, tal vez más, ella puso sus manos en mi espalda y recargó su cabeza en mi hombro
-Gracias- me dijo, yo sonreí y la abracé más fuerte, ella lo hizo igual.
No me di cuenta del momento en el que el abrazo termino, pero comenzamos a hablar, de todo, de cualquier cosa, de nada. Ella y yo solos en mi habitación de hotel, entre coca cola y una cena exquisita.
-Siempre creí que serías un rubio tonto- dijo con una carcajada, salía del baño de mi cuarto, ambos listos para bajar a desayunar
-Yo creí que tu serías una amargada ¡oh, espera! Lo eres- le dije abrazándola por el hombro.
Ella se burló de mi metiendo una rasta en mi oreja. Salimos de ahí y nos encontramos con los demás en medio pasillo. Nadie hizo preguntas. Nosotros no dijimos nada, pero ahora creo que ella es mi amiga. Y yo soy su amigo.
Que extraño, solo nos pusimos a hablar.
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