Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.

¡Bienvenido seas alma perdida!

Anteriormente, hablando del año 2009, este espacio estaba dedicado a la publicación de sandeces, aka fan fiction de la banda alemana de poprockpunknoseque Tokio Hotel.

Sin embargo, después del tiempo que ha sucedido, la temática ha cambiado y, aunque en los archivos están aún esas sandeces, probablemente los escritos que aparecerán próximamente sean más de otros temas, que de la misma banda.

Éste sigue siendo su espacio, éstas siguen siendo sus letras, y esta siempre será la agonía de las palabras.


martes, 9 de agosto de 2011

Capítulo 46 – Eres más bella que las flores

-¿Y mi mamá?- pregunto Rob de pronto.

-No lo sé cariño, ellos deben venir ya en camino- le respondí apartando mi mirada de la televisión. Observándola detenidamente, su cabello, sus rasgos, sus ojos brillantes. Ése misterio por el cual Matt se había casado con su madre estaba impregnado por cada poro del cuerpo de su pequeña hija.

-Me duele mi corazón Tía Mei -dijo parpadeando rápidamente, su vocesita hacía un eco tan hermoso. Tanto que por poco no le prestaba atención a lo que me decía.

-Disculpa cariño, ¿Qué es lo que sucede?- me levante del sofá y me hinqué frente a ella, me miraba atenta con sus enormes ojos, poblados de pestañas. La determinación era algo fabuloso en su gesto.

-¿Por qué mis abuelos jamás quisieron venir aquí?- me preguntó decidida - El otro día vino un hombre muy apuesto, sus ojos eran como el mar y su perfume era muy rico, habló con mi mamá de mis abuelos. Ella después se puso a llorar en el suelo, mi papá la abrazaba y a mi me dolía mucho mi corazón. Como ahorita...

-Primero deberías responderme tu los misterios del universo - le digo asombrada y sin creerme aún la capacidad del dialogo que tiene a sus cortos 6 años.

-Mi Mamá me lee muchos libros, pero jamás me ha hablado del Universo ni las estrellas. Eso lo ha hecho mi Papá – responde con una sonrisa tan hermosa.

-Y ambos te han enseñado muchas cosas- le decía, tratando de que su dolor se alejara o se le olvidara.

-Ya soy una niña grande - dijo orgullosa – se leer y escribir. También puedo marcar por teléfono y cerrar la llave del agua cuando se esta tirando. Puedo llevarle el desayuno a mi papa y encender la televisión y poner los canales. Mis maestras también me han enseñado muy bien, dicen que soy una niña muy educada.

-Lo eres pequeña Robín, casi podrías vivir sola - quise bromear con ella, yo me reí pero ella no. Su gesto se endureció de pronto y agacho la cabeza.

-Cumpliré pronto los 7 años Tía Mei, no puedo vivir sin mis papas y además no quiero. Me gusta mi casa, amo mi casa, mi jardín, la comida de mamá, el canto de papa. Ellos no deben de tardar

-¿A donde crees que hayan ido? - Le pregunté sin saber porque. Yo sabía la razón, pero ...

-Ellos fueron por mi regalo de cumpleaños- dijo y sus ojos volvieron a iluminarse- yo no quería que fueran, no creo que un regalo me haga más feliz que ver a mis papas – y pauso por un momento- además de que hace muchos años un día como hoy mis papas se enamoraron.

-Sabes que es lo que significa eso ¿Verdad?- sonreí, parece Miranda contándome sobre su vida diaria, con ese ensueño en su voz, tan gentil.

-Pues sí – me responde con orgullo, otra vez – es cuando haces bebés – y me echo a reír. Sí, era una niña increíble, inteligente, muy astuta. Pero una niña al fin. Ni siquiera nosotros los adultos conocemos este tema del amor.

-Que pequeña tan lista eres- acaricié su cabeza. Ella me sonrío y volvió su cara a los libros para colorear. Horas más tarde la llevé a su cama, se encontraba agotada.

-¿Donde están par de enamorados, vagos? - pregunté para mi misma, viendo el reloj de la sala que marcaba casi la media noche. Hace más de doce horas que ellos se fueron. Solamente buscaban un regalo, algo especial para su pequeña.


Me quedé dormida en el sofá de la sala, podía ver a través de mis ojos cerrados finas flamas danzarinas por doquier, un sueño, porque estoy dormida... ¿Verdad?

-¡Mamá! - Escuché su voz, aterrador grito que me hizo sudar y tener miedo. Mucho miedo.

-¿Robín? Pregunté poniéndome de pie. Esperando honestamente que se tratase solo de un sueño. Su voz se detuvo. Ya no había flamas saltarinas. No había ecos ni sonidos - Fue un sueño – suspiré aliviada

-¡Papá! - Gritó otra vez. Corrí hacía su habitación. Ella se revolcaba en la cama, sudaba, grueso sudor que caía por su hermoso rostro.

-Robín, despierta cariño – le dije acercándome con cuidado, meciéndola un poco. Abrió sus ojos de golpe, su boca entre abierta, sus pupilas dilatadas

-¿Donde están mis papás? - preguntó desesperada, casi a punto de llorar. No podía decirle que no sabía. Mire el reloj de mi mano. Tres de la mañana, esto no podía ser posible. Algo les había pasado - ¿¡Donde!? - Gritó y no supe responder. Ella se levantó de la cama como una bala y echó a correr fuera de su habitación.

Me encontraba en shock, pero aún así mi cuerpo me exigió ponerme de pie y seguirla. Ella había salido a la calle, descalza, indefensa.

-¡Robín! - le grité. Mi voz sonó en todos los rincones del mundo, ronca por la pesadez de la hora, por la inexplicable angustia que sufría. Y corrí tras ella, iba a media calle, su cabello se mecía con rapidez, como olas de mar en un día agitado, las flamas danzantes colmaban mi mente y corazón. Hasta que le di alcance, no porque corriera más rápido.

Ella se había detenido a media calle. La gente alrededor nos gritaba y nos alejaba.

-¡No...! - dijo en un grito que se ahogo por el aturdidor momento. Su auto estaba volcado a media calle. Vidrios por todos lados, sangre y muy poco fuego.

-La ambulancia ya viene en camino – escuché a un hombre, preocupado igual, los vecinos de los Bellamy eran muy amables.

De pronto pudimos verlos. Ambos cuerpos habían sido sacados del auto, estaban posados juntos. Robín corrió otra vez, al lado de sus padres.

-Mami, Papi ¿Están bien? - les preguntó hincándose en medio de los dos, ellos apenas y respiraban, sus cuerpos estaban muy heridos, rodeados de pequeños charcos con su hermosa sangre carmesí. La pequeña estaba ahí, sin llorar. Acariciaba su rostro constantemente, hasta que ambos abrieron sus ojos, a la par.

-Robín, mi hermosa bebé- dijo Mattew, acaricio el rostro de su hija – hace mucho frío y es muy tarde ya.

-Perdón Papi – le responde, sonriendo- es que se tardaron mucho y no podía dormir.

-Lo lamentamos mucho, terroncito -contestó esta vez Mine, mirándola con ternura- nos entretuvimos viendo las bellas flores en el camino.

-¿Eran flores bellas? -preguntó de nuevo. Todo parecía sacado de un sueño. Ellos tres ahí, la pequeña sonriendo, sus padres también. Para los ojos de los tres todo era muy hermoso, ya que solo se veían entre ellos. La verdad no era nada hermosa.

-Mi amor -le dijo Miranda- tu abuelo es un hombre muy bueno, seguro el cuidará de ti muy bien.

-¿Vamos a ir a verlo?- preguntó la niña ilusionada.

-Vive en un castillo hermoso, tiene muchos animales, tu nueva casa te gustará – completó Matt- debes prometer que te portarás muy bien con él.

-¿Viviremos con el abuelo? - preguntó de nuevo. Ellos comenzaron a decirle mil y un cosas hermosas, la niña reía. No se daba cuenta de lo que en verdad estaba pasando.


-Ellos...- se acercó a mi un hombre vestido de blanco, un paramedico.

-Lo sé – lo interrumpí. Todos veíamos desconsolados esta escena – No hace falta que se los lleven.

-Llegamos demasiado tarde – se lamentó, yo también. Ni siquiera podía acercarme a ellos tres. Tan perfectos, tan... unidos y felices.

-Promete que siempre vas a mantener esa bella sonrisa, pase lo que pase – le dijo Minerva otra vez- prometeselo a mamá, anda.

-Lo juro con mi vida mami – le respondió la niña de manera veloz.

-Mi amor, júrame a mi que vas a ser muy feliz, que vas a enamorarte de una persona tan hermosa como tu - le pidió su padre. Un empedernido amante del amor y enamorado de Minerva

-Te lo juro con mi vida papi- le responde de nuevo, ellos se mueven lentamente, y arropan a su hija entre sus brazos. La niña sollozo.. los amaré por siempre, siempre brillaran en mi corazón...

Se quedó dormida a los pocos minutos. Sus padres besaron su frente y al fin me acerqué. Comprendía lo que pasaba. Ellos también.

-Mi padre, por favor...- tosió Miranda.

-No digas nada más- le pedí y una lágrima resbaló por mi rostro- Yo lo haré todo.

-Seguramente Felipe sigue aquí, ese rufián- se ríe Matt – deja que te encuentre Mei, por favor

-Sí...- respondí tratando de evitar el llanto, pero fue inútil – Yo lo haré todo, por favor no se preocupen... - lloré a cantaros, con Robín entre mis brazos. Había caído rendida

-Asegurate de que ella tenga presente que la amaremos siempre, que es lo mejor que la vida nos ha dado, que es hermosa, valiente, frágil...

-Lo haré, lo haré.... - sollozaba aún

-Gracias por darme a mi hija – le dijo Matt a Mine, perdiéndose en sus ojos

-Gracias por darme a mi hija - le dijo esta vez Mine a Matt, ambos amándose hasta en ese momento
– No quisiera decirte adiós mi amor.

-¿Bromeas? - le dijo risueño – Nos vamos a ver del otro lado, solo será un pequeño parpadeo.

-Voy a extrañarla mucho – Mine comenzó a llorar. Nos partía el corazón. Ellos se estaban yendo.

-Yo también – confesó Matt, tomó el rostro de Mine, apenas y lo acarició – Pero siempre la amaremos, ella siempre lo sabrá.

-Te amo – le dijo Mine, lo miró, le sonrió.

-Te amo – le contestó Matt. Ambos se unieron en un beso. Y ahí expulsaron su último aliento. Sus manos cayeron a sus costados. El sol salía, tramposo jugador que dejaba expuestas todas las heridas.

Qué importaba ya. Ellos se habían marchado. Nadie sabía como había sucedido, en realidad no interesaba. Pero yo tenía a su hija entre mis brazos. Muy pequeña para vivir sin sus padres.

-Yo me haré cargo de ella – dijo un hombre, con los ojos azules como el mar.

-Felipe – dije su nombre, el me hizo una reverencia – Cuidarás de ella con tu vida y harás llegar siempre los mensajes que sus padres han dejado para Robín. Siempre debe ser feliz.

-La llevaré a Toledo. Gracias – dio la vuelta y se perdió de la vista de todos. Nadie sabía como le explicaría a la pequeña que sus padres la habían ... amado hasta morir.

jueves, 16 de junio de 2011

Capítulo 45 – Mataste a mi padre

-Mi más sentido pésame- me dijo el primer ministro, yo asentí levemente con la cabeza estrechando su mano

Y así fueron todos los demás, entre miradas tristes, lamentos, muchas mujeres han venido aquí, jamás antes las había visto, pero lucían más tristes que yo.

-Se dice que son sus amantes- escuché a un hombre, yo caminaba a su costado. De pronto se quedó callado y me miro avergonzado agachando la cabeza.

-Le pediré por favor que guarde respeto a mi marido y a mi casa, de lo contrario tendrá que marcharse – le dije parándome frente a él

-Lo lamento mucho – me dijo haciéndome una reverencia- no volverá a pasar

Sin decirle nada me retiré de lugar caminando al estudio, rodeada de mucha gente que me miraba tristemente, yo vi a esas mujeres, de pies a cabeza. No había pensado que Guillermo necesitaba también un tipo de desahogo físico y ellas podían darle lo que conmigo era obvio no disfrutaba, ya que después de nuestra noche de bodas, estuvimos juntos tan pocas veces, me sobrarán dedos. 8 años de matrimonio. Pocas caricias, muchos abusos, y golpes... también nos ignoramos. Pero jamás nos amamos, o por lo menos no que yo lo recuerde.

Entro al estudio y sigilosamente cierro la puerta, el lugar esta intacto, aun parece que veo su figura caer tras el escritorio. Su sangre aún se encuentra ahí. Hace apenas dos días, y la sangre esta tan fresca que parece acaba de suceder. Muy pocas personas han entrado a este lugar, para ser exactos, mis hijas, su abuela y yo. Aquí fue donde Julia me maldijo por haber matado a su padre, un rato después de enterarse que accidentalmente su papá había muerto. Se la pasa pegada a la falda de su abuela, Rene por el contrario, ha estado con Óscar, me alegra que ella este aquí. Mis hijas son las que realmente necesitan un consuelo, no yo.

-¿Rob?- escuché una voz, venía del pasillo. No podía ser posible...

-Aquí- contesté en un murmullo, pensando que esa voz imaginaria no me escucharía y así yo poder comprobar que solo me estaba engañando

-Por Dios...-dijo agitado entrando al lugar con paso veloz. Yo lo miré atentamente, esperando que fuera verdad que él estaba ahí. Para mi. Como siempre.

Me abrazó y acaricio mi espalda con suavidad, yo estaba tan sorprendida que con trabajo respiraba, hasta que de pronto también lo abracé y recargué mi cabeza en su pecho, suspirando y después sonriendo.

-Hola- le dije con una risa apenas y audible

-¿Cómo estás?- pregunto presionando mi cabeza con su mano

-Estoy viva- le contesté y me puse a llorar. Recordé que él ya no estaba vivo, que se suicidó frente a mi y ni siquiera sé por qué... que murió maldiciendo haberme conocido ...

-Ya preciosa, no llores - besó mi frente y me consoló otra vez...- Todo estará bien

-Gracias - le respondí y quedé viendo sus ojos, Tom me miraba también. Se acercó y me dio un beso más. Otro a nuestra historia, uno lleno de dolor. Mi dolor.

-Así que se trataba de esto ¿No? - mi suegra azotó la puerta del estudio, con dolor en la voz se acercó a nosotros y nos fulminó con la mirada- mataste a mi hijo para poder estar con éste- y miró a Tom de la manera más despectiva posible. Yo estaba tan confundida por lo que me decía que no le contestaba nada y Tom menos. Solo nos estábamos abrazando como buenos amigos que somos - ¿Son buenos amigos? - preguntó esta vez, acercándose a mi y separándome de él con un jalón - Dime a cuantos más piensas engañar con esa basura – y me empujó, yo me moví un poco y después solté un bufido lleno de ironía y risa - ¿¡Dime que es tan gracioso!? - me gritó y comencé a reír, me limpié las lágrimas y seguía riendo

-¿Qué es lo que crees que esta pasando?- le regresé la pregunta, ella me miró más que furica – Así que eres tu la que le esta metiendo ideas en la cabeza a mis hijas

-No son ideas- dijo recobrando la compostura- Mataste a su padre para poder estar con ese bueno para nada- y lo señaló, Tom solo la miro sin decir o hacer algún movimiento

-Alejate de mis hijas Olga, ya suficiente has hecho estos días como para arruinar sus vidas por completo – le advertí, parándome frente a ella

-Parece que tu amante te da agallas- dijo burlándose

-Esta de más querer discutir contigo de manera racional, no estás en tus cabales – y suspiré. A pesar de tener muchas ganas de decirle tantas cosas, me quedé callada. Sé que sufre, después de todo ha perdido a su único hijo.

-Quiero a este fuera de mi casa- dijo otra vez con ese tono de autoridad que siempre usaba conmigo

-Esta es mi casa, que no se te olvide – levanté mi voz, como nunca en mi vida para con ella, abrió sus ojos demostrando lo asombrada que estaba por mi atrevimiento, inclusive yo me sorprendí – y así como te pido que respetes mi casa, te pediré que respetes el luto de mi esposo, tu hijo y padre de tus nietas, y que las respetes a ellas y a mi en nuestro dolor

-Como si esto en verdad te importara – dijo más molesta que nunca, con sus ojos asesinos, sin dejar de mirarme – Voy a llevarme a mis nietas de aquí quieras o no

-¡Con mis hijas no te metas!- la jalé del brazo y la obligué a dar una vuelta, ella ahora me veía asustada- Ya suficiente tengo contigo y con toda la gente allá afuera como para que ahora me amenaces con eso

-Voy a hacer que te odien – dijo con una sonrisa macabra

-¿Mami?- escuché la voz de Rene entrar al lugar, al verme corrió hacía mi y me abrazó fuertemente, al voltear a mi derecha, ya no encontré a Tom, no tengo idea del momento en el que se fue de aquí.

-Ven mi amor, vamos a despedirnos de papá – le dije y caminé ignorando a Olga, olvidando todo lo que ha dicho

-No voy a olvidar que tu mataste a mi padre – dijo Juia con su voz severa, parada a un costado de la puerta del estudio, sumergida en la oscuridad. Rene se tapó los oídos y se puso a llorar.
Yo sin saber que decir extendí mi mano a mi pequeña y ella la tomó sin preámbulos. Caminé con mis dos hijas al lugar donde el impresionante féretro estaba.

Puse a Rene en el suelo, Shara la tomó de la mano, ella hipaba. De lado de Julia se puso Tom, la tomó de la mano, ella no opuso resistencia, ni siquiera lloraba.

Mi suegra estaba al frente, llorando a cantaros, le hacían coro las mujeres de mi ahora fallecido marido.

Comenzaron los sermones, del otro lado pude ver a Bill, a Georg y a Gustav. Agachando la mirada y sufriendo a nuestro lado. Ahora yo tenía que estar al frente de Toledo. Que curiosa vida la mía. Al morir mi abuelo Guillermo me salvo de yo quedar a cargo, pero el destino me dice que debo hacerlo yo misma, ahora me quitó a mi marido.

El hilo de mis pensamientos es interrumpido por los sollozos amargos de mis dos niñas que se abrazan desconsoladas frente a mi, Tom se agacha y las envuelve entre sus brazos

-¡No intentes parecer su padre!- gritó mi suegra. Aventándole un ramo de flores. Todos nos quedamos callados.

viernes, 20 de mayo de 2011

Capítulo 44 – Reden

-Creí que sus habitaciones eran del estilo más interesantes- me dijo ella, sin titubeos, le sonreí galantemente, solo la miraba, de arriba abajo

-¿Qué quieres de tomar?- le pregunté, ella levanto una de sus manos y se sentó sobre la cama, yo la seguí y le ofrecí un poco de jugo, me senté a su lado y comenzamos a ver la televisión

-Para ser una chica bonita que esta en mi habitación no-

-Jamás había estado sola con un chico- me dijo bajando la mirada- no sé que puedo decirte ni que podemos hacer.
A mi solo se me vino una idea a la cabeza, pero ella... estaba tan triste ...

-Podemos hablar- le dije apagando la televisión y sentándome frente a ella – hablame de ti

-Soy Robín Bellamy, no tengo padres ni hermanos, solo a mi abuelo y a Óscar, siempre he vivido en Toledo, no sé que quiero ser cuando sea grande, ni cuales son mis opciones

-Yo soy Tom- le dije interrumpiéndola bruscamente, ella levantó la cara y me miro con el ceño fruncido- Tengo un gemelo, mis padres viven en Alemania y casi nunca los veo. Me gustan mucho los animales, cuando estoy aburrido escucho musica, veo la televisión, hablo por teléfono, me duermo o leo un buen cuento. También me gustan los vídeojuegos, o tocar la bateria ¿tu tocas algun instrumento?

-Me gusta el violín- dijo con una sonrisa- y también el piano, toco esos dos y también el chelo

-Odio la escuela- le dije riendo pícaramente- Bill y yo no vamos desde hace tiempo

-Yo jamás he ido a una... bueno, cuando era pequeña y vivía en Canadá, con mis padres, pero desde que llegué acá mi abuelo me ha puesto institutrices

-¿Te gusta?- le pregunté

-A veces- parecía avergonzada- lo único bueno es que se me ha permitido estar junto a Shara, pero las clases a veces son muy pesadas y las maestras un tanto impacientes. He de admitir que si no soy una ignorante es por ellas

-Tus padres ¿donde están?- le pregunté, un segundo después me arrepentí

-Ellos murieron cuando yo era muy pequeña, nuestro auto se volcó en la calle- me dijo, yo apenas y pude parpadear- a veces los extraño mucho

-Yo... lo lamento mucho- fue lo que pude decirle, de manera torpe y sintiéndome terriblemente estúpido

-Gracias- me dijo ella con una sonrisa- ¿Sabes? Ahora que lo recuerdo, nadie me dio un abrazo cuando pasó y al llegar a Toledo, mi abuelo solo dijo llévenla a su habitación

-Ven aquí- le dije en un susurro, yo ya la abrazaba, ella se quedó inmóvil, su respiración era pausada y su corazón latía exageradamente. Después de 5 minutos, tal vez más, ella puso sus manos en mi espalda y recargó su cabeza en mi hombro

-Gracias- me dijo, yo sonreí y la abracé más fuerte, ella lo hizo igual.
No me di cuenta del momento en el que el abrazo termino, pero comenzamos a hablar, de todo, de cualquier cosa, de nada. Ella y yo solos en mi habitación de hotel, entre coca cola y una cena exquisita.

-Siempre creí que serías un rubio tonto- dijo con una carcajada, salía del baño de mi cuarto, ambos listos para bajar a desayunar

-Yo creí que tu serías una amargada ¡oh, espera! Lo eres- le dije abrazándola por el hombro.

Ella se burló de mi metiendo una rasta en mi oreja. Salimos de ahí y nos encontramos con los demás en medio pasillo. Nadie hizo preguntas. Nosotros no dijimos nada, pero ahora creo que ella es mi amiga. Y yo soy su amigo.

Que extraño, solo nos pusimos a hablar.

viernes, 13 de mayo de 2011

Capítulo 43 - Bebés

-¿Ese que esta allá no es Tom?- me pregunta Shara señalando una de las mesas que esta detrás nuestro

-No lo creo- le digo sin voltear, metiéndome el pedacito de melón a la boca

-Ni siquiera has volteado- me dice molesta- Voltea o le grito

-¡No!- digo atragantándome un poco. Discretamente volteo la cabeza para... encontrarme con un Tom Kaulitz metido en el menú del desayuno, acompañado de sus amiguitos los Tokio Hotel – carajo....- digo volteando rápidamente

-¿Te gustan las coincidencias? - me dice con un tono burlón – A mi si

-Esto no puede estar pasándome a mi... - Digo llevando mis manos a mi cara, esperando que se fueran sin reconocernos ni nada parecido

-¿No lo extrañas?- me pregunta tomando una de mis manos- Eran los mejores amigos hasta que te casaste

-Me case- le digo suspirando- y antes le rompí el corazón

-Y te lo rompiste tu misma, ese mismo día al decir que “Sí”- me ve críticamente

-No puedo dar la vuelta a ese episodio y pretender que nada ha pasado....- me entristezco- ni siquiera sé como verlo a la cara después de lo que pasó entre nosotros

-Tal vez deberían hablarlo- sugiere con una sonrisa en su rostro

-No sé que decirle- le admito

-Pero te mueres por escuchar su voz otra vez- dice de nuevo, con esa mirada llena de comprensión- Te casaste hace un mes y medio, ya es tiempo de que lo saludes, jamás has soportado tanto sin verlo...

-Pero él- le digo señalándola con un dedo

-Él te ha buscado, te ha llamado y lo sabes... Es tu turno de hablarle- dice y yo me quedo callada, con la cabeza baja.... - ¡Tom!- escucho que grita y volteo a verla exasperada - ¡Hola!

-Maldita sea- le digo sin saber donde meterme, hasta que no me quedo de otra que voltear a mirarlo, el me sonríe y yo le digo hola con mi mano. Se levanta de su asiento y comienzan a temblarme las manos, se acerca lentamente con su caminar chueco y llega...

-Hola- dice sonriente- Me da gusto verlas- me extiende su mano y me levanto de la silla, me acerco a él y lo abrazo, me recargo en su pecho, cierro mis ojos...

-Hola- le digo suspirando y viéndolo- También nos da gusto verte- el me sonríe y acaricia mi cabello

-¿Les molestaría que nos vengamos con ustedes?- pregunta y yo le sonrío negando.

Los chicos caminan rápidamente mientras nos acomodan una mesa en algún lugar lejos de la multitud, nos saludan como siempre, llenos de sonrisas, pero honestamente siento ese rechazo hacía mi...

-¿Como estás?- me pregunta Bill, se cruza de brazos y se recarga en la pared que esta a nuestro costado

-Bien, gracias- le respondo apenas mirándolo- ¿Y tú?

-Bien también- contesta intentando sonreír- ¿Qué tal tu matrimonio?

-Hace tres semanas no veo a Guillermo- le contesto resoplando y enmarcando una sonrisa- el estado lo tiene muy ocupado

-Pero eso es una tontería- sonríe- si apenas llevan un mes y medio, la mitad de ese tiempo se la ha pasado

-Más de la mitad- lo interrumpo- regresando a casa se puso como loco y aunque vivimos bajo el mismo techo pocas veces pude verlo

-No quiero ser grosero Rob pero- se acerca a mi y recarga mi cabeza en su pecho mientras acaricia mi cabello- me da gusto verte y que estés bien....

-Eso no tiene nada de grosero Bill- le digo riendo y enredando mis brazos en su cintura- pero se bien lo que quieres decir....

Me sonríe, no hay necesidad de más palabras, el no estar juntos simplemente quería decir que no había tocado mi cuerpo desnudo... Y era así, desde la noche de bodas que él no me toca. Nos sentamos alrededor de una mesa y conversábamos entre todos, como si jamás nos hubiéramos herido. Todos mirábamos los ojos de todos, nos sonreíamos, reíamos. Amigos siempre amigos.

Toda la tarde estuvimos juntos, porque una vez más el destino nos acomodo en el mismo piso de hotel. Ellos, Tokio Hotel, gran banda mundialmente famosa. Nosotras, simples mujeres tratando de no llamar la atención de los espectadores, porque yo.... pertenezco a la monarquía española... y mi esposo podría volverse loco de celos de vernos con otros y ninguno es él...
Llegó la noche y todos seguíamos riendo, de pronto un cansancio extremo hizo que comenzara a parpadear muy rápido

-¿Te sientes bien Robbie?- pregunto Geo poniéndome una mano en la cabeza

-Sí- le respondí sonriendo- es solo que ya me dio sueño, creo que es muy tarde

-Vamos abuela, te llevaré a tu habitación- dijo Tom levantándose de su asiento y poniéndome en sus brazos sin preguntarme, yo no me opuse, estaba muy cansada para hacerlo.
Abrió la puerta de mi habitación y la cerró tras él.

-Me ha dado mucho gusto verte- susurro en mi oído cuando me recostaba sobre la cama

-A mi también- le contesté acariciando su rostro, el se sentó a mi lado, viéndome, yo me sentía cohibida, hasta que sin decirme nada más, se acercó a besarme. Y ese fue el comienzo de todo.
Otra vez hicimos el amor, tan maravillosamente....

-por favor disculpame con ella, espero que podamos vernos más tarde- escuché su voz, entre mis sueños. Supuse que le hablaba a Óscar.

-Ya despierta mustia- me dijo dejándose caer sobre mi- ya se fue tu príncipe

-Esto definitivamente no estaba planeado- le dije hundiendo mi cabeza en la almohada- soy una pu

-Ya cálmate- me interrumpió precipitadamente

-No tengo palabras para explicar lo maravilloso que ha sido, tanto que ni siquiera me siento arrepentida- le confesé acostándome boca arriba y viendo el techo

-No es necesario que digas nada, con tu cara es más que suficiente- me dijo riendo y acomodándose a mi lado- te llegó el resultado del médico

-Que rápidos- le dije tomando el sobre. Ayer antes de desayunar sufrí de un desmayo y el doctor mandó hacerme análisis de no se cuantas cosas – veamos – y comencé a leer.... y había algo que definitivamente no cuadraba nada...

-¿Qué?- me preguntó moviéndome del hombro, hasta que me quitó la hoja y leyó por ella misma lo que me había dejado así – pero Robbie...- fue lo único que pudo articular

-No lo puedo creer- le dije tapándome la cara con ambas manos- Vámonos, regresemos a casa.
Nos levantamos de la cama, ordenamos nuestras cosas y llamamos a recepción, dos boletos con destino a Toledo, eso era lo único que deseaba en este momento, irme a casa.

-¿A donde van?- pregunto Georg, se veía desconcertado- creí que estaríamos juntos todo el fin de semana

-Asuntos del estado- respondí sin dejar de caminar, el iba a nuestro costado, hasta que llegamos al ascensor

-¿No te vas a despedir de Tom?- preguntó. Al cerrarse las puertas del ascensor, solo pude
llorar.

viernes, 29 de abril de 2011

Capítulo 42 – Después del entierro.....

-Acercate a mi, preciosa esposa – dijo extendiéndome una mano, yo camine hacía él lentamente y comenzamos a bailar nuestro vals.

Sonreía sin saber porque, mi boda era mi condena y yo no dejaba de bailar, recordaba con detalle las últimas 24 horas de mi vida, mi última oportunidad para ser feliz... Con él.

-Tom-

-Vamos hermano, debemos irnos de aquí- me dice Georg tocándome el hombro con extremo cuidado – no sirve de nada solo estar mirando

-¿Puedes verla Georg?- le pregunto sin quitar la vista de la ventana- Como esta bailando en ese vestido blanco... parece

-Un ángel – dice Bill caminando con sigilo hacía nosotros dos- ¿No es eso ella Tom?

-Sí- le digo titubeando, sin mirarlo a él. Sabía que no podría soportarlo... - Pensé que ella aceptaría venir conmigo...- siento como mi voz se quiebra poco a poco

-Todos lo pensamos- dice ahora Gustav – Pero no todo nos sale a veces como deseamos...

-No queremos saberlo Tom- dice Bill palmeandome la espalda- no es tiempo de que nos digas que pasó.

-No lo soportaría- le digo admitiéndolo- me pondría a llorar como una bebé sin su paleta

-Ven, Tom- me dice acercandose a mi

-No, Bill- le digo deteniéndolo con mi voz ronca- No quiero dejar de mirar lo feliz que se ve bailando... Seguro no volveré a verla más...

-Ella te ama- dice una voz al fondo de nuestra habitación, todos hacen ruidos exagerados para que no repita eso que dijo

-Lo sé- le digo sonriendo- me lo dijo antes de irse

-Amarte e irse contigo es una traición a su patria, son cosas que nosotros jamas entenderemos- dice de nuevo, Bill luce enfadado

-Ambos somos traidores- digo suspirando- Fui un idiota, jamás debí poner mis ojos en ella

-Pero el amor es ciego- dice su voz nuevamente- ella se dejó iluminar por la razón equivocada, pero pensará en ti todo el tiempo

-Y yo en ella- digo volteando a mirarla- deberías estar allá acompañándola

-Ella sabe que estoy ahí, además – se acerca caminando a mi lentamente – Tu necesitas un abrazo

-No necesito nada ahora Shara- le digo tratando de ser cordial- Solo a ella

-Ella baila para ti, lo sé... Aunque suene estúpido- dice acariciándome el rostro

-Pero esta bailando con otro- debate Bill

-Pero esta pensando en mi- digo volteando a verlo, el suspira y niega con sus ojos cerrados

-Debemos irnos a otro hotel- dice agarrándome un brazo suavemente pero con firmeza

-No- le dije zafándome de él

-No te pregunte Thomas- dice tomándome de nuevo del mismo brazo

-¡He dicho que no!- le grito moviéndome rápidamente y haciendo un escandalo. Todos se nos quedan mirando- No me voy a ir de aquí hasta que ella se vaya

-Eres un idiota- dice cansado- ¡Te vas a ir conmigo en este instante y no lo voy a decir otra vez!- grita de nuevo poniéndome histérico. Volteo a verlo enojado y antes de que pueda decirle
cualquier cosa... me abraza...- No voy a dejar que te mates así ¡Vive!- dice a mi oído, trato de zafarme, me muevo pero es imposible, al final dejo de pelear y hago lo único que puedo... llorar....

-Yo creí que moriría al verla caminar hacía el altar...- le digo hipando, con mis lágrimas descontroladas- Y solo logré ... vivir sin ella....

viernes, 22 de abril de 2011

Capítulo 41 – Y coincidir...

-Mamá, estoy enamorada de un hombre- dice Julia a mi espalda, yo leía un libro sobre la fabricación del chocolate. La voz de mi hija se me hace tan cargada de emociones que no puedo evitar voltear a verla con una sonrisa

-¿De quién, pequeña?- le pregunto, ella se acerca a mi con una revista en la mano

-Pero no te vayas a reír- me advierte- ni vayas a decir que es muy grande para mi y que podría ser mi padre

-Muestrame mi amor- le pido impaciente

-Es él- me señala la fotografía.... más que una sonrisa, ahora tenía una carcajada- ¿Qué?-
pregunta fastidiada

-¿Por qué te enamoras de ese guitarrista?- le pregunto tratando de dejar de reír

-Ash, te dije que no dijeras nada.... Yo sé que tiene cara de niña... pero es tan guapo...- seguía en su sueño

-Amor, no puedo creerlo... Ya lo conoces...- trato de que recuerde, ella me ve con confusión....- Ese fantástico hombre que ves ahí, es el Tío Tom

-No es cierto- me dice incrédula – el Tío no tiene así el cabello

-El tío es famoso, debe cambiar de imagen cada tres semanas. Seguro no lo recuerdas

-Tengo 10 años, no estoy retrasada mental- me dice con su tono retador

-Yo jamás dije eso- le digo besando su frente- Pero hace tiempo que no lo ven... tal vez dos años, y tienen demasiadas cosas en la cabeza como para recordar al hombrecillo

-¿Tienes tanto tiempo sin verlo?- pregunta estupefacta

-No- le respondo con una sonrisa- ¿recuerdas la vez que fuimos a Las Maldivas hace un par de meses y que ustedes se fueron a explorar la costa?- me dice con su cabeza que si, deja la revista a un lado- Pues ese día, Tom se iba del hotel y pude saludarlo

-Le hubieras dicho que se quedara un poco más- me dice un poco entristecida- así tal vez lo amaría como a mi tío y no como al padre de mis hijos

-¡Pero que barbaridad estás diciendo Juls!- le digo seguido de una carcajada, ella también se ríe...

-Jamás imagine que aquí también podría encontrarte- me dice abrazándome

-Yo tampoco- le digo observando como es que el tiempo lo ha mantenido igual en todos estos años

-Te ves muy bien- dice acariciando mi mejilla- ¿Y las niñas?

-Fueron a explorar la costa, están con Shara, me gustaría que te saludaran, hace tiempo que no te ven y no quisiera que te olvidaran- le digo tomando su mano

-¿Tardarán mucho?- pregunta con pesadez- No tenía planeado quedarme más allá de que oscureciera, debo alcanzar a Bill en LA- me dice de nuevo, parece entristecido

-No, seguro ya no tardan- le digo tomando su mano

-¿Como va lo de Guillermo?- pregunta tocándome la mejilla

-Va mejor- le respondo – gracias. ¿Sabes? El viaje no estaba planeado, estábamos las tres sin nada interesante que hacer y de pronto llego Shara con los boletos, insistió mucho, decidí que era una buena idea, las niñas podrían distraerse de todo el ambiente hostil en el que estamos, y las niñas accedieron ....

-Me alegra saberlo- contesta suspirando - ¿Aún no saben nada del por qué...?

-No, aún no... Shara cree que descubrió que tenía una enfermedad terminal- le digo viéndolo incrédula

-¿Por qué?- pregunta sorprendido

-Pues el último lugar en el que estuvo, fue con su doctor particular. Pero no hemos podido dar con él....- le digo tratando de yo misma creerlo...

-Pobres niñas, seguro han de extrañar mucho a su papá- asiento con mi cabeza lentamente y volteo a ver a la costa, imaginando como juegan con el agua cristalina- ¿Tu lo extrañas?- pregunta volteando mi rostro para que lo vea

-No- le respondo sin dudar- sonará cruel, pero yo ya no lo amaba... tu sabes que ese matrimonio fue un.... mal paso. Lo mejor de el fueron mis hijas

-Si que lo son- dice riendo- son un encanto... Pero seguro a ellas les hará falta un padre

-Eso no puedo decidirlo ahora- lo interrumpo poniendo mi dedo sobre sus labios- Aunque no fue un buen esposo, merece que respete el tiempo, es muy pronto para pensar en una pareja...

-Sí- dice soltándome de pronto- ¿Puedo invitarte una copa?

-Claro- le sonrío, él lo hace igual... tomada de su brazo caminamos al restaurante, conversamos un momento, de como iba su vida desde aquella última vez que lo vi, en el funeral de Guillermo...

-Debo ir por mis maletas a mi habitación- dice de pronto viendo su reloj

-Te acompaño, veré si las niñas ya están en nuestra habitación

Caminamos de nuevo juntos, para nuestra sorpresa, nuestras habitaciones eran contiguas. Entre a la mía, sin rastro alguno de mis hijas, después Tom entro a mi habitación dejando sus maletas afuera

-Creo que se convirtieron en sirenas- le digo con una sonrisa, el de pronto me toca con sus dedos los míos, al voltear... el cierra la puerta lentamente y mi mano se entrelaza a la suya...

-No tienes idea las veces que he soñado con besarte de nuevo...- me dice acariciando mis labios, en automático, siento como mi cuerpo se deja llevar por su aliento, sin siquiera moverme, Tom pega su boca a la mía... recuerdo como son sus besos... lo mucho que siempre me han gustado, lo abrazo, él a mi.... me clavo nuevamente en su perfume

-Solo en tu sombra puedo brillar- le digo sumergiéndome en sus labios...

“Lamento no poder quedarme para verte al despertar, espero encontrarnos pronto. Saludos a las niñas y a Shara. Cuidense mucho. Te amo... recuerdalo, siempre lo haré. Tom.”..-


-¿Mamá?- dice Juls tocándome la cara- ¿Te sientes bien?

-Sí, lo siento- le digo parpadeando... - creo que es una buena idea llamarle

-¡Hazlo ahora!- grita emocionada, y yo lo hago. Saco el teléfono, aquel donde solo él me llama o viceversa...

-¿Hallo?- contesta

-Hola- le digo sonriendo como estúpida

-¿Robbie?- pregunta, se escucha confundido

-¿Alguien más te llama desde este teléfono?- le cuestiono también confundida...

-No, lo siento... es que no vi el número...- incoherencia más grande no pudo haber dicho... siempre sonaba nuestra canción cuando le marcaba...- Iba a llamarte- otra mentira, pensé ...- Es que... verás... han pasado muchas cosas, necesito que vengas a Alemania

-¿Esta todo bien?- pregunto de inmediato, olvidándome por un momento de mi confusión - ¿Los chicos están bien?

-- responde suspirando- es sobre mi...

-¿Estás enfermo?- le pregunto ahora preocupada

-No.... me voy a casar....- dice... yo me quedo sin habla por unos cuantos segundos... y en cuanto escucho que menciona mi nombre... le cuelgo.

-¿Cuando viene el tío?- pregunta Juls ansiosa

-No lo sé, mi amor- le respondo acariciando su carita llena de emoción- no lo escuchaba bien, se cortó la llamada.... veré si puedo marcarle más tarde...- salí del lugar, mientras corría por los pasillos, el teléfono no dejaba de vibrar en mi mano. Lo apagué.... me metí a la que era casa de Óscar... y ahí me quedé...

-No puedes....- digo llorando....- Señorita, quiero tres lugares en el próximo vuelo a México...

jueves, 7 de abril de 2011

Capítulo 40 – Abuelito...

...Robín...

-Sé que jamás han sido asuntos míos señorita, pero...- me dice ella, preocupada

-Si lo son Pepa, estuviste con mi abuelo más tiempo del que yo, así que tu vendrás conmigo como amiga...- le digo tomándola de la mano

-Gracias, señorita- me dice limpiándose las lágrimas con su hermoso pañuelo color azul turquesa.

Hace tres días mi abuelo falleció en un frío hospital, ese mismo día Guillermo me pidió matrimonio, estoy tan ofuscada... aún no sé que debo hacer.
La muerte de mi abuelo significa muchas cosas, la única familia que me queda... nadie.
Tengo a Shara, a Pepa y a mis Tokio Hotel... y todos estamos tan lejos... jamás me sentí tan sola en el mundo como ahora...

-Señorita de Azbaje- entra un hombre rubio de ojos claros, detrás de él viene Felipe que me sonríe nostálgico, me da un abrazo y toma una posición seria- Disculpe que la moleste en estos momentos, pero el estado necesita saber cual será su decisión

-No la diré ahora, el estado tendrá que esperar- le contesté viéndolo fijamente, sé que me maldijo en su pensamiento

-Disculpe que insista, Señorita pero...

-No lo disculpo- lo interrumpí- he dicho que tendrán que esperar, mi abuelo acaba de morir y el tiempo de luto se llevará acabo tal y como lo dicen las tradiciones de nuestra familia, se le respetará quiera o no el estado. Él merece éste tiempo, y ustedes han de comprenderlo

-Sí- dijo más a fuerza que de ganas- disculpe la molestia...

-No deberías sen tan dura con ellos, están preocupados por el rumbo que tomará nuestra patria ahora, sabías que tendrías que tomar este cargo algún día- me dice Felipe de manera condescendiente

-Lo sé, pero aún es muy pronto. Quiero por lo menos despedirme de él...- le digo sentándome tras el escritorio- tengo muchas cosas en la cabeza

-Sé que no es asunto mío- me dice acomodándose frente a mi- pero Guillermo es un buen hombre, te ama y te respeta, seguro es él el tipo de hombre con el que debes casarte

-Eso no me tranquiliza en lo más mínimo- le digo bufando- necesito tiempo para pensar

-Ramón de Azbaje ya esta en casa, señorita- informo un chico de seguridad

-Gracias- le respondo y suspiro... camino con serenidad hasta el lugar donde se encuentran todos aquellos hombres que esperan de mi solo una palabra...

...Shara...

Apenas y he llegado, en el Gran Salón hay muchas personas, todos muy formales, de negro... algunos tristes, otros aliviados.... mi padre esta aquí también, me hace una seña en forma de saludo, se la contesto tratando de ser discreta y la busco entre la multitud...

-Ella debe estar...- él seguro es Guillermo, alto, guapo y formal

-Sé dónde esta- le respondo de mala gana

-Seguro eres Óscar- me dice en un tipo de risa irónica- soy Guillermo, prometido de Robín

-¿Prometido?- le pregunto riendo- Más vale que ni lo menciones ahora, no es el momento

-Lo digo para que no te tome por sorpresa- dice advirtiéndome de manera cortés- sé que Robín y tú son muy buenas amigas, me gustaría que tu y yo lo fuéramos también

-Si me disculpas, debo salir- le digo sintiéndome muy confundida por lo que él me esta diciendo ... El hombre solo se queda mirándome.

Salgo al jardín, camino unos minutos, veo mi vieja casa desde aquí, me quedo parada, a mi espalda sé que esta la mansión completamente iluminada... como aquella noche cuando la conocí...

Subo a la pequeña colina, y ahí es donde esperaba encontrarla... aún esta la banquita esa ... pero ella no.

Me siento en ella, me pierdo un momento en las luces del cielo y comienzo a suspirar...

-Hola- dice a mi espalda- te tardaste mucho en llegar

-Lo lamento- le respondo aún sin dar la vuelta- apenas me enteré vine hacía acá

-Gracias- dice y se sienta a mi lado, trae puesto un vestido negro, muy a su estilo, fresco, sin preocupaciones, pero su gesto me índica lo mal que se siente en realidad....
...

-Estás aquí de nuevo, como cuando te conocí- dice suspirando- siempre a mi lado, siempre dispuesta... Ahora eres la única familia que me queda...

-No es nada Robbie, sabes que siempre estaré a tu lado- le digo poniéndome frente a ella, su mirada esta perdida en algún lugar

-Mi vida dará un gran giro Óscar- decía con miedo- no quiero seguir aquí.. quiero irme...

-¿A donde?- pregunte preocupada- Todo el mundo sabe quién eres...

-Quiero irme a un lugar donde nadie sepa quien soy... como mi madre...

-¿Qué pasará con la Universidad?- le pregunté de nuevo

-No importa nada de eso, tengo poco tiempo para irme... Nadie debe encontrarme de nuevo- seguía diciendo, cada palabra me parecía más desquiciada que la anterior

-Rob, creo que estás muy afectada por todo esto.. deberías dormir un poco..

-¿Como quieres que duerma ahora?- me dice, una lágrima sale rodando por toda su mejilla- Él ya no esta aquí...

-El querría que continuaras- le insisto- estás a tan poco tiempo de terminar la carrera ¡dos meses Rob! Tienes tantos proyectos con los cuales seguir...

-Uno de ellos es casarme- me dice riendo irónicamente

-No debes hacerlo ahora- le digo haciendo un gesto

-Ahora no, quizá el año próximo sí....- dice volteando a verme- Ese si es un deseo de mi Abuelo, me lo dijo antes de morir....Y también es una necesidad de nuestra nación

-¡Al Diablo con la nación!- le grito exasperada- ¿Quién es el candidato Robín?- le pregunto siendo obvia, sabía que no había nadie en su vida...

-Hay alguien- me dice bajando la mirada, yo solo pude pensar en ese chico de peinados de niña- Sé que al pueblo le agradará, es una persona muy inteligente, a mi abuelo le agradaba mucho.... mi abuelo quería que me casará con él... Sabe que me ama y me respeta

-¿De quién hablas tú?- le pregunto confundida

-De Guillermo, ya te había hablado de él, lo conocí hace tiempo... creo que es mayor que yo, pero no interesa a mi abuelo le agradaba..

-¿A ti te agrada?- le pregunto hincándome de nuevo frente a ella

-Es un buen hombre, además es muy atractivo- trataba de convencerse a ella misma

-¿Lo amas Rob?- fui más directa

-Seguro lo haré con el tiempo...- dice resignada- Sé que no es lo que quieres para mi, pero debes entenderlo Óscar... Yo.. me casaré con él en poco tiempo... le he dado el sí antes de venir aquí...Es la última voluntad de mi abuelo y será lo mejor para nuestra patria querida...

-Hablas como una tonta ¿De cuando acá te importa la nación?- y ahora si estaba confundida...

-Mi abuelo seguiría aquí sino hubiéramos sufrido ese accidente, seguiría aquí sino hubiera tenido que ir por mi.... solo aceleré su deceso... Debo regresarle el insulto que cometí al matarlo, y solo puedo hacerlo perteneciendo al mundo que el deseaba para mi...

Caminó contraria a mi, desapareció de mi visión y yo seguía sin entender... como es que la perdí...- ¿Podría comunicarme con Tom Kaulitz por favor...?-...

martes, 5 de abril de 2011

Capítulo 39 – Un café

-Eres solo una sombra de la Robín que Yo conocí...- Aún tenía sus palabras grabadas en mi mente...

Después de esa terrible experiencia, fui a parar al hospital... y fui apoyada por la última persona que creí jamás me ayudaría.. el padre de mi mejor amiga. Él ha prometido guardar el secreto a mi lado... aún así no dejo de sentirme avergonzada conmigo misma.

Después de tanto tiempo de insistir a mi abuelo que me permitiera estudiar la Universidad.... yo termine equivocándome en mi elección y termine en una cama con un cualquiera que me tomó a la fuerza.

Intenté pasar desapercibida, pero en la escuela sabían... estos dos días fueron horribles estando ahí...

Óscar ni siquiera se lo imaginaba, estar en un campus distinto al mío la libera de muchas de mis penas...
Pero yo ya no podía estar más en esa habitación... Cada noche escuchaba mis propios lamentos...

-Pensé que era una broma- escuché una voz a mi espalda..- pero veo que no es así

-Ella no debió llamarte- reniego yo sola...- ¿Qué haces aquí?

-¿Pues que parece?- dice en un tono enfadado- Vine por ti

-Ah... - le dije en un tono de ironía- Lamento que hayas dado la vuelta en balde

-¿Tu crees?- dice y se sienta a mi lado- Óscar me llamó por una simple razón

-Sabe que yo no puedo negarte casi nada- le dije completando su frase

-Así es- dice orgulloso- vámonos, comenzará a caer la noche y aquí hará frío

-No quiero regresar a la Universidad, ni al departamento, quiero regresar a Toledo y quedarme allá- le dije sin trabas, él, que estaba por levantarse, se quedó mirándome sorprendido y después se sentó para mirarme preocupado

-¿Que sucede?- pregunta- Estabas muy emocionada por venir a la Universidad

-Ya no- le contesté tratando de calmarme. Si me ponía histérica podría descubrirme

-¿Por qué?- me cuestiona de nuevo- Y no me digas que eso no es lo que esperabas, porque mentirías

-No tienen el nivel académico que yo soñé- le mentí, el respinga y hace un gesto gracioso- Además la gente es hostil y yo no le pienso rogar a nadie

-¿La gente?- pregunta de nuevo, parece interesado- jamás te ha molestado la gente

-No me molestan ahora- le digo volteando a verlo y es cuando mi seguridad se esfuma. Comienzo a sentirme mal porque le estoy diciendo mentiras... - Es solo que no me gusta que haya tanta gente- le dije agachando la mirada

-Rob- dice tomándome de la barbilla y obligándome a mirarlo- Vamos por un café

-No puedo, mi vuelo sale en una hora y tengo que estar aquí- le digo entristecida

-Ambos sabemos que no te irás, porque no quieres y porque yo estoy aquí- dice guiñándome un ojo

-No siempre puedes conmigo Tom, por lo menos esta vez no podrás- le digo viendo el reloj, comienza la cuenta regresiva

-Siempre puedes ir a tu casa y yo no podré hacerlo. Si vas a irte, hazlo más tarde... Conversemos un poco, hace mucho que no nos vemos

-Dos semanas- le digo sonriendo

-Una eternidad para mi, que te extraño todos los días- dice tomándome de la mano- Será solo el café

-A veces me caes mal- le digo sonriendo- pero será solo el café y después me iré a casa

-No vas a irte, allá no tienes a nadie y aquí esta Óscar y ahora estoy yo- me dice abrazándome por los hombros

-Pero tu puedes irte en cualquier momento- le digo burlona

-Pero siempre estoy ahí, siempre estaré a tu lado Robbie...- una lágrima me hace flaquear

miércoles, 2 de marzo de 2011

Capítulo 38 – Celos

-¿Y quién es esa?- le pregunto volviéndome una loca

-calmate- me dice riendo- es solo un truco publicitario

-Ah si se nota- le digo irónicamente- por eso su cara de orgasmo en el vídeo donde le estas embarrando tu baba en su gordo y feo cuello

-¡Robín estas tan celosa que casi me das ternura!- dice muerto de la risa- la del cuello gordo necesita publicidad para su banda, ya sabes, además los medios casi casi nos exigen que salgamos desnudos a la calle para que la gente no se olvide de Tokio Hotel, y fue más fácil que el súper sex símbol salvara a la banda del olvido

-Aha- le digo negando con la cabeza y evitando arrancarme las uñas

-Jamás te había oído tan molesta- dice con ese tónito que podía hacerme caminar de rodillas- si tu estuvieras acá yo no tendría que salir con nadie más, podrías fingir tu el orgasmo

-¡Que asco Thomas!- le digo gritando y después riendo – además sabes que yo no me puedo acercar a ti tontito

-No lo has intentado lo suficiente- dice haciéndose el enojado- sino ya estaríamos juntos y nadie lograría separarnos

-Tom ¿con que te estás drogando?- le pregunto riendo- la última vez tu guardaespaldas casi me rompe una mano

-Ese imbécil, ya lo despedí- dice bufando- es que esa vez todo fue muy rápido y no lo planeamos bien

-Tom, eres un asco en planeación de escapes- le dijo seriamente- por el momento no podemos vernos..

-Pero ahora si hace mucho que no te veo, desde la última vez en Berlín, ya hace como... ¡no sé!

-Como 2 meses – le digo- y ahora que se supone podía porque voy a viajar a checar unas cosas de mi nuevo trabajo, resulta que tu estas muy ocupado con tu rubia esa despanpanante

-Y tonta- dice en un tono de cansancio- ella es en verdad tonta, además si te fijas en el vídeo

-No quiero detalles- le digo antes de que continúe

-Calmate celosita – me dice en un tono bastante gracioso- fíjate bien y ni la beso bien, hasta me veo como si fuera un tarado en eso, pero su nariz esta graciosa y además me mordía demasiado- y cada palabra que me decía era una uña menos en mis dedos, como si no me supiera el vídeo de memoria

-Bueno- le digo tomando una bocanada de aire- de todas maneras si quisieras salir con ella no estaría tan mal, tienen un estilo de vida parecido

-¿Y eso que?- pregunta ofendido- yo no estoy buscando una relación seria ni nada parecido

-No te enojes- le advierto- lo decía como un consejo de amigos

-Ah si- dice haciéndose el desentendido- también si tu quieres salir con algún tarado de tu escuelita estará bien

-¿Estamos jugando a ver quién se pone más celoso?- le pregunto evitando reír

-Yo no juego, hablo en serio- dice con un tono de verdadera madurez- Ya es hora de que conozcas a alguien

-No estábamos hablando de mi- le digo suspirando- Volviendo al tema Chantelle

-Ella no importa, bien lo sabes Robbie - me interrumpe- Si me gusta salir con ella y eso, es divertido, pero tu sabes que no tengo cabeza para las relaciones

-Supongo que eso esta bien- le digo cohibida- Me alegra que te diviertas

-Da las gracias de que tu no eres una figura pública, porque yo si golpearía al que se te acerque, aunque bese mal....- dice y después se ríe.... armoniosamente...

viernes, 25 de febrero de 2011

.___.

¡Lo sé!

Soy una ingrata, les pido mil disculpas por el retraso imperdonable de estas semanas. El horario del fic se regularizara, ahora si, el día martes.
Quisiera también dejarles el link de mi tumblr xD

http://isthe-copycat-space.tumblr.com/


Ya saben, por si quieren chismorrear, aunque les advierto que hay imágenes no aptas para menores de edad ._. xD

Y ya estoy trabajando en la edición de CEAEUH por si la quieren xD

Bueno queridos míos me despido.

Y quisiera compartirles este vídeo:


Learn more at MarsCandyKills.com.



Compartanlo ustedes también, no permitamos más el maltrato animal.




Nos vemos el martes. 

jueves, 10 de febrero de 2011

Capítulo 37 – Un paquete secreto

-Creí que ibas a..- dice en cuanto me ve entrar a la habitación y se queda callada- ¿esta todo bien?

-les dije lo de Jost- suspiro- les dije que firme ese contrato y no volveríamos a vernos...

-¿pero por qué?- pregunta desconcertada

-es lo mejor Shar, yo, un intento de periodista ¿amiga de la banda más famosa del continente europeo?- le pregunto irónica- hay algo que no cuadra en ese enunciado

-¿y que vas a hacer?- me pregunta ahora preocupada- ¿que sigue?

-me cambiaron de división, digamos que ya no estaré más en el mundo de la farándula- y suspire amargamente

-pero eso era lo que tu querías....- dice hincándose frente a mi- estar rodeada de luces, tener tu habitación llena de fotografías con raperos, rockanrolleros, no sé... chicas que salen en internet sin ropa interior- y hace que me ría. Ambas comenzamos a carcajearnos... hasta que de pronto nos quedamos calladas otra vez

-eso tendrá que esperar- le dije incorporándome de nuevo. Tocaron a nuestra puerta, un chico alto y rubio venía por nuestras maletas.

Salimos casi a la par que él, una camioneta negra esperaba por nosotros...

-¿contrataste algún equipo especial?- le pregunto una vez que el mismo hombre cerrara la puerta

-creí que habías sido tú- me dice quedándose con la boca abierta

-Deten el auto, por favor- le ordeno al chofer... sin embargo no se detiene...

-¿Y ahora?- me pregunta asustada....

-No tengo idea- le digo igual de asustada. Trato de ver todo lo que esta a nuestro al rededor... hasta que veo, esas gafas que tanto me gustan...

-Disculpe ¿a donde nos lleva?- le pregunte en alemán, porque aunque estábamos en Alemania, nuestro personal era español...

-Al aeropuerto señorita ¿necesita algo antes?- pregunta amablemente en ese alemán tan fino, hasta con una sonrisa enmarcando su rostro

-No, esta bien. Gracias- le digo adivinando lo obvio

-Ese fue mi gomita- dice Shara con una sonrisa boba- ¡Nos mando a sus guardaespaldas!

-No te emociones- le dije sintiéndome incomoda por tener que resignarnos a aceptar el favor de ser trasladadas en una de las Vans de Tokio Hotel

-¿Como supiste?- me pregunta 5 segundos después

-Yo le regalé esas gafas- le digo tomándolas entre mis manos, recordando que lo vi hace menos de una hora y los términos que acordé para con ellos... y con él...

-debes aceptar que te dio mucho gusto que ellos vinieran a hablar contigo- dice sonriente

-claro que me da gusto- le digo haciendo obvio lo evidente – pero de alguna manera tenía que hacerlos entender que no aceptaré ese tipo de desconfianzas. La próxima vez que los vea, los saludaré igual que siempre...

-eso lo dices porque sabes que será difícil que se vean otra vez- me dice cruzandose de brazos

-en parte- le confieso- pero confío que el destino nos unirá cuando lo crea conveniente. Nos quedamos calladas lo que quedó del camino. Hasta que llegamos al aeropuerto, nos despedimos de nuestro amable chofer y esperamos un par de horas, hasta que nuestro vuelo fue anunciado. En la fila para el detector de metales, estaba a dos personas de pasar, cuando un hombre me tocó el hombro de una manera temerosa

-¿Digame?- le pregunté tratando de ver quien era o si lo conocía

-Se le cayó esto- me dice extendiéndome una caja particular, pequeña pero al parecer con algo valioso dentro

-No, no es mío- le contesté y di la vuelta de nuevo

-¿Usted es Robín Bellamy?- pregunta y me obliga a voltear, se queda mirándome y yo me ... me paralizo con su pregunta

-Sí- le respondí después de unos segundos

-Es suyo, dice su nombre- y me señala mi nombre. Escrito con un plumón negro y algunos garabatos, pude descifrar de quién era. Agradecí y lo metí a mi bolsa. Ese hombre se fue feliz de haber logrado lo que se proponía, traté de ver hacía donde iba pero simplemente desapareció.

Pasamos por los detectores y al cabo de unos minutos ya estabamos en nuestros asientos...

-¿Que quería ese hombre tan apuesto?- me pregunta óscar en seguida de haber despegado

-Insistió en que se me cayó este paquete que no es mío y casualmente tiene mi nombre garabateado- le digo poniendo los ojos en blanco y después sonriendo

-Vaya que ese chiquillo es persistente- me dice comprendiendo de quien se trataba- ¿no vas a abrirlo?

-Eso es lo que espera que haga- le digo guiñándole un ojo- lo haré hasta llegar a casa.

-¿Segura?- me pregunta- bueno, si dices que eso es lo que espera que hagas, quizá el sabe que lo harás hasta llegar a casa...

-Entonces lo abriré hasta mañana- le digo sonriendo, ella hace un puchero, su curiosidad es en verdad encantadora.

Después del viaje llegamos de nuevo a Madrid, subimos a un coche que mi abuelo nos había mandado y llegamos a casa.

-me muero- me dice dejándose caer en el sofá- ahora que lo pienso Robbie...

-¿que cosa?- le pregunto sentándome junto a ella, riendo porque lentamente se va quedando dormida

-¿por que no te fuiste?- dice bostezando- aquella vez... solo te vi aquí en casa, y nada más me importo, solo que estabas de vuelta aquí.. conmigo...

Le sonreí y ella sucumbió ante el sueño, la acomode y puse una frazada sobre ella, subí a mi habitación y recordé lo que acababa de pasar, primero sus miradas de decepción y después de esperanza por mi perdón...

-Sabías que iba a perdonarte de todos modos- dije en voz baja sin dejar de mirar la caja, sonreí y le quité la tapa, para encontrarme con nada más y nada menos que un teléfono celular- ay Tom- digo encendiéndolo, esperando menos de medio minuto para que comenzara a sonar

-Estás pensando en mi- dice del otro lado de la bocina

-pensaba en la razón por la cual me regalaste algo tan extraño- le digo riendo dejándome caer en la cama

-Sé que será difícil que nos veamos, por lo menos quiero escuchar tu voz Robín- me dice en un suspiro- no quiero separarme de ti así como así, no te vas a escapar del temible Tom- bromea

-No pensaba escapar- le digo dandome cuenta de lo nostalgico que se ha vuelto nuestro tono de voz- ¿por qué me regalaste un celular? bien podías marcarme al que ya tenía

-porque este celular, el que tengo yo, es igual al que tienes tu y solo hacen dos cosas, llamarte o llamarme, para eso son, solo yo te llamaré y solo tu me llamarás

-¿en serio?- le pregunte emocionada- es algo así como

-como que solo me perteneces a mi y viceversa- dice seriamente- nadie más escuchara otra voz en este teléfono que no sea la tuya y en aquel pasara lo mismo

-es nuestro secreto- le digo besando a bocina

-otro más- contesta en un suspiro- jamás te dejaré ir...

-no me he ido y jamás me iré de tu lado- porque te amo, pienso- eres mi mejor amigo.

martes, 8 de febrero de 2011

Capítulo 36 – Lamento traerte malas noticias

-¿Que estás haciendo aquí?- me pregunta sorprendida

-Hola- le digo avergonzado de que me descubriera- vine por unas cosas que me encargo Olivia

-No sabía que mi padre se llamaba “Olivia”- dice con su mirada penetrándome

-Lo lamento Mine- le digo con una sonrisa- en verdad lo siento

-¿Desde cuando estás aquí?- cuestiona, tratando de ponerse más tranquila

-Hace un par de días, nada más- le contesto, tratando de ser honesto con ella

-Este no es un buen lugar para conversar- dice y yo me confundo- ¿Te gustaría ir a comer a nuestra casa?- me pregunta con esa sonrisa tan hermosa

-Para mi sería un placer- le respondo y le extiendo mi brazo, ella lo sujeta fuertemente. Caminamos hasta mi auto, al parecer ella había llegado al centro caminando, porque necesitaba relajarse. Su casa estaba a 15 minutos en el auto. Llegamos a una pequeña... realmente pequeña casa comparándola al tamaño del enorme castillo donde Don Ramon vivía... de color melón, y a pesar del clima del lugar, abundaba en bellas flores. Me gustaba su casa, me recordaba a la mía...

-Pasa- dice abriendo la puerta, yo le sonrío y entro. Llena de fotografías, igual que su madre...

-¿Mine?- escucho una voz masculina

-Ya estoy aquí mi amor- responde ella con una sonrisa engalanando su rostro- necesito que conozcan a alguien

-Ven preciosa- escucho que dice esa misma voz, con un júbilo indescriptible, uno que me pone alegre sin siquiera quererlo. Veo a un hombre... es -¿Matt?- le pregunto con sorpresa

-¡Felipe!- dice con sus ojos azules brillando por verme después de tantos años- No puedo creer que seas tu ¿Y tu mujer?

-Se quedó en España, ya sabes, tenemos una hija, y por lo que veo ustedes también- le sonrío a la pequeña que ahora esta en brazos de su madre- No puedo creer el parecido que tiene contigo Mine, es impresionante

-¿De verdad lo crees?- me pregunta acercándose a mi, la pequeña se queda mirándome y coquetamente esconde su cabeza tras el cabello de su mamá- yo creo que el brillo de sus ojos es igual al de su padre

-Vamos amor, ella es idéntica a ti- y comienzan a reír entre ellos. Después la niña les sigue el coro de sus risas y termino riendo yo también.

Amena fueron nuestras buenas horas de conversación, donde ellos me hablaron un poco de lo que yo ya sabía, como es que habían llegado a Canada, porque tomaron esas decisiones y lo afortunados que se sentían de ser padres de la pequeña Robín, hermosa niña que al fin ha prestado un poco de atención para mi y ahora me observa detenidamente a veces me sonríe e incluso sus manitas tocan mis piernas

-Ella y Shara seguro serían buenas amigas- le digo suspirando recordando a mi pequeña- si no me equivoco se llevan apenas 1 mes

-¿En verdad?- pregunta Minerva emocionada- me alegraría mucho ir a visitar a mis papás, ya sabes... desde que vivimos aquí no han venido, ni siquiera sé si ya saben que son abuelos... ¿Como esta Olivia?- me pregunta y yo me quedo helado. Con la emoción de encontrarla y que no me odiara por que la había estado espiando, cosa que me doy cuenta ella no se ha percatado, se me olvido decirle que...

-¿Felps?- dice soltando una risilla, yo la observo...- ¿Mis padres están bien?- ¿como es que entre todas las preguntas, ella tuvo que hacer precisamente esa?

-Verás Mine, hay algo que tengo que decirte pero me gustaría que tomaras las cosas con la mayor calma posible

-Mi mamá murió- dice viéndome- ¿verdad?

-Lo lamento mucho- le digo suspirando y agachando la mirada. Ella se queda estática en su lugar, Matt se sienta a su lado y la toma de las manos. Robín se queda mirándonos a los tres

-Ven mi amor- le dice ella a su hija, que apresurada corre a los brazos de su mamá

-¿Por qué estás tan triste mami?- le pregunta acariciándole el rostro

-Nada de eso cariño- le responde fingiendo una sonrisa- necesito que me dejes un momento con este señor, él ya se va pero necesito hablar con el unas cosas de adultos

-¡Creí que se quedaría a vivir con nosotros para siempre!- grita desilusionada

-Oh cielo- le dice su padre- no podemos tener a extraños viviendo en nuestra hermosa casa

-Bueno- le dice ella resignada- yo creí que era nuestro amigo

-Yo también- le dice Minerva y Matt me mira, se levanta del sillón y se va con la niña que me dice adiós con la mano... yo le sonrío. Me despido de ella, seguramente no podré verla más.

-¿Esperabas decirte que mi madre había muerto hasta que te estuvieras despidiendo en la puerta?- me dice con un tono un poco agresivo

-No Minerva- le contesto tratando de ser determinante- Con la emoción de verte se me olvido...

-¡Sí, claro!- me dice irónica- como no se trata de tu madre ¿Verdad?

-Lo siento mucho Mine- le digo y me acerco a ella que esta parada detrás del sofá en el que estaba sentada

-Tu sabes más que nadie el dolor que siento cada día por haberlos dejado así... y en lugar de decirme, vienes a mi mesa como si nada importante estuviera pasando- dice tranquilamente- ¿¡Como demonios me hiciste esto!?- me grita al fin, y se pone a llorar...

-Te pido que te vayas de nuestra casa, por favor- dice Matt parado a nuestro costado, ella llora sin control recargada en la pared

-Yo no quería causarles este dolor- le digo tomando mi abrigo y caminando hacía la puerta...- Tu padre me pidió que no te dijera nada...él no se siente muy bien

-¿Mi papá?- pregunta viéndome de nuevo, sus ojos se han hinchado y su maquillaje ahora esta corrido- Debemos ir...

-No Minerva, él no quiere ver a nadie...- le digo suspirando- Tu mamá pensó en ti hasta el último momento de su existencia, me pidió que te dijera que siempre serías su mayor tesoro y que siempre se sentirá orgullosa de ti, mandó felicitarlos por su hija y por tus sabias decisiones...

-Gracias Felipe, pero no quiero escucharte más. Si algún día regresamos a España y quiero verte, te lo mandaré decir.... por le momento no. Vete, no eres bien recibido aquí.

-Pero Mine- le dije tratando de acercarme

-¡VETE!- grita poniendo sus manos en su cabeza, Matt me toma del brazo y me obliga a salir. Antes de azotarme la puerta en la cara, vi como ella se desvaneció en el suelo.

Aborde mi auto y lo estacione donde siempre, la esquina contraria a su casa, ahí donde los vigilaba día y noche.

-¿Le dijiste que su madre ha muerto por su culpa? ¿Que murió maldiciéndola?- pregunta Ramón por el teléfono

-Si Señor- le respondí mintiendole a él....Ramón se sentía feliz. Pero quería que su hija se sintiera culpable, cosa que jamás pasará. Es una mentira. Lo que yo le dije a ella es verdad, la misma Señora de Azbaje me lo dijo, y protegeré esa última voluntad con mi alma.

jueves, 27 de enero de 2011

Capítulo 35 – El desgarrador...

-Aquí no hay tanto ruido- me dice mientras cierra la puerta de mi habitación, comienzo a sentirme cohibida- ¿Gustas un cigarrillo?

-No, gracias- le contesto rápidamente- No fumo

-Al parecer eres toda una niña buena- dice encendiendo uno para él y caminando al rededor de mi cama

-Debo ir al baño- le digo y camino sin dejar de mirarlo, Cobeta me observa sin parpadear, y yo choco con la puerta

-¿Tienes miedo?- me dice levantándose de pronto

-No..- le digo titubeando- es solo que no encuentro sentido a que estemos aquí

-Yo te diré algo que te gustará...- me dice y se acerca a mi rostro... se queda mirándome...- Eres muy guapa- me dice y rodea mi cintura con una de sus manos. Me siento realmente tonta... es la primera vez en mi vida que tengo un contacto de este tipo con un chico...

-Gracias- le digo en un susurro... el me sonríe y yo le devuelvo el gesto hasta que me deja sin aliento con un beso. Un beso que yo no sé como responder....

-¿Que pasa?- me dice, luce un poco enfadado...

-Yo me quiero ir- le dije y trate de quitármelo de encima... pero fue imposible...

-Lo lamento, tu boleto de regreso se perdió ¡ups!- dice en un tono burlón insufrible...- Yo te reembolsaré, no te preocupes preciosa....

No sé como lo hizo, pero volvió a besarme... esta vez sentía sus manos colarse por debajo de mi ropa y mis lágrimas que salían a cantaros, traté de gritar y me calló de nuevo... forcejeamos, me sostuvo las muñecas y me tiró sobre la cama, el sobre mi.... amarro mis manos a la altura de mi cintura. Yo seguía tratando de gritar, hasta que me volteó y me sentó sobre la cama...

-Ya no llores- me dice limpiándome las lágrimas- Nadie te escucha... además... prometo que va a gustarte

-Déjame ir...- le pedí llorando de nuevo...

-Pero claro que lo haré- dice sonriéndome- después de terminar....
Sentí que ya no había más que hacer, yo no podía moverme, estaba sentado sobre mis piernas, mis manos amarradas... y el me tocaba... todo mi cuerpo lo tocaba...
de pronto sentí un dolor particular en mi brazo derecho...- No..- le dije observando lo que hacía.. sentí de pronto calor... algo me inyectaba... el se inyectaba también... sacó muchas cosas de sus bolsillos. Y me obligó a tomar unas pastillas... me dolía la cabeza y sentía que me ahogaría...

-Ahora si todos estamos muy bien- me dice quitándome la bufanda con la que me amarro- Déjame ayudarte...

Me tomó del cuello y me enderezo en la cama, yo sentía como me pesaban los ojos, él se quedó mirándome

-¿Te sientes mareada?- pregunta con un tono bastante simpático

-Sí- contesto arrastrando las palabras, después de eso, comencé a reír como una loca....

-Perfecto, comenzamos a divertirnos- dice en mi oído.
A pesar de saber exactamente lo que hace, soy incapaz de detenerlo, mis manos hacen su voluntad en su cuerpo, y en el mío también.
Estoy tan asqueada que lo único que hago es llorar, por el dolor que siento, no solamente físico sino también emocional.

-...mi vida esta acabada...- logro decir, a el parece no importarle lo que hablo, solo se preocupa en... en seguir golpeando mi cabeza contra la cabecera de mi cama, porque eso ha hecho desde hace un rato ¡juro que intenté sentir placer! Grita mi consciente a mi inconsciente, cada uno parecía estar bien, pero solo observaban, como si no formaran parte de mi en este instante...

martes, 25 de enero de 2011

Capítulo 34 – Colisión

-¡Jamás en la vida espere un insulto de este tamaño!- dice jalándome del brazo- ¡Vámonos de aquí!

-Espera, abuelo...- le rogaba. La mirada de los presentes era desconcertante...

-Señor, por favor.. déjeme explicarle- caminaba Shara a nuestro costado

-Tu no tienes nada que explicarme muchachita mal criada, sino fuera por ti mi nieta hubiera seguido desde un principió con la vida que estaba destinada para ella, no haría este tipo de estupideces- y seguíamos caminando... fuera de la habitación...

-Te críe para que fueras una persona decente- dice bufando, mientras yo me resisto a caminar a su paso- no para que terminaras en una habitación de hotel con cualquier patán

-¡Él no es nada de eso que tu dices!- le grito zafándome de su brazo, el me mira sorprendido, incluso yo misma me he sorprendido del tono que uso con él...- Ni yo soy una persona indecente- le digo recuperando la postura

-¿Y encima te atreves a discutir conmigo?- me dice fastidiado- ¿Como te atreves después de lo que he visto?- grita... lo suficientemente fuerte como para que todo el piso escuchara

-No hacíamos nada malo- dice Tom, mi abuelo voltea a verlo y yo también- Solo hablábamos

-A ti nadie te pregunto entrometido- le dice con el gesto más hostil que tiene, con un tono que denota su hastío – como te atreves a mezclarte con gente como nosotros ¡no eres nadie!- dice de nuevo, puedo ver a los 4 chicos sin saber absolutamente nada que contestarle

-Ellos son mis amigos- le digo haciéndolo voltear de pronto, sus ojos parece que se saldrán de sus cuencas- y no me vas a alejar de ellos por un capricho tuyo

-No pienso discutir tu retraso mental frente a estos – dice de nuevo tomándome mucho más fuerte del brazo. Cuando estábamos a punto de subir al elevador, me detengo forzadamente. Es Tom que me toma de una mano, en ese momento mi abuelo voltea a mirarlo y me suelta, mi mejor amigo me acerca a él y yo temo...

-No voy a dejarte hacer tu voluntad nunca, no tienes la capacidad de eso ni de nada. Despidete que no volverás a ver a ninguno de estos pelmazos, incluida esa mal viviente y muerta de hambre- dice lentamente, cada palabra hiere más que la anterior... los ojos de óscar se humedecen

-¡Callate Abuelo!- le grito y todos guardan silencio.... - Tu no sabes nada, no los conoces, ni siquiera a mi... Jamás te has tomado la mo...- y me calla... me abofetea enfrente de todos. Sus ojos tan furiosos me miran queriendo que muera en ese instante, mis amigos están estupefactos en su lugar, y yo no sé que hacer. Ramón me toma del codo y yo me muevo como una muñeca sin alma.

El elevador se cierra a mi espalda, ya no escucho nada, ya no siento nada....
Subimos a una de las camionetas, ambos vamos en el asiento trasero sin decir nada... a mitad del camino nos detenemos y me pasan al lugar del copiloto. Mi abuelo será quién conduzca ahora...

-Jamás pensé que me forzarías a llegar hasta estos extremos- dice bufando- salirme del estado, ir por ti y encontrarte con un bueno para nada dentro de su habitación de hotel...-
Yo no decía nada, no tenía ganas de escucharlo...

-Todo fue culpa de esa escuincla- dice aflojándose la corbata- ella y sus ideas de mujerzuela son las que te han llevado a escaparte de casa quien sabe cuentas veces, desde el año pasado que te largaste sin mi permiso hasta Alemania-

Sorprendida por lo que me dice, soy aún menos capaz de decirle nada, me siento avergonzada y muy enojada... pero no sé que decirle...

-No volverás a verla, no necesitas de esos para ser feliz....- dice... parece estar un poco más calmado..

-Ni mis amigos ni yo somos lo que tu piensas- digo en voz apenas y audible- yo no voy a vivir siempre bajo tu techo, yo no soy quién esperas que sea...

-¡Callate!- me grita azotando las manos al volante

-¡No!- grito también- ¡Tu ni siquiera te preocupas por mi! ¡no te importa mi vida! Solo el estúpido estado, jamás Yo.... ¡AHORA ENTIENDO PORQUE MI MADRE SE FUE!- termino llorando... y me parece que él también

-¡Tu no entiendes nada!- grita otra vez- ¡No volverás a ver a nadie de esos estúpidos Minerva!....


En ese momento, ambos nos quedamos callados... ambos vemos hacía el frente... siento calor, siento como mi cuerpo se eleva y volteo a ver a mi abuelo, su rostro estrellarse con el volante...


-¡Señor!- escucho los gritos afuera... no puedo voltear, me duele mucho...- Por favor resista...

-¡Robin!- escucho una voz familiar...- ¡Llama a una ambulancia!- su grito de desesperación solo hace que me de cuenta de una cosa.... Los vidrios que están regados por todos lados, como es que el cielo esta al revés.... como es que no puedo sentir mis manos ni mis pies... y la sangre que me hierve en el rostro...-¿Estas consciente?- escuchaba a lo lejos... muy lejos...

Yo soy una mala persona...

Dios mío Santo...
Perdón por estos días de atraso injustificado!
De verdad que lo lamento mucho y creo que los he preocupado bastante....


Alex, Daniela, Stef..... y a todos, de verdad agradezco mucho su preocupación y lamento el mismo hecho.


La pregunta es ¿Qué me paso?


Pues son tantas cosas, no se preocupen tanto, un mal de amores me aqueja bastante y hace a mi persona un poco débil y triste, ya saben como son estas cosas...


Por lo mismo, yo sabía que no podría escribir algo con la suficiente calidad que ustedes se merecen, por eso decidí alejarme un pequeño tiempo de este mundillo, así que realmente lo siento...


¡Pero he vuelto!


Y aunque no estoy 100% recuperada, sé que si me quedo acostada en mi cama a sufrir por mi mala suerte, estaré cometiendo un estúpido error.


Amados míos, regresaré hoy mismo con el capítulo que les debo y además.... me faltan un par de fotos por publicar aún, así que espero puedan disculpar mis inconsistencias y muchas gracias por permanecer conmigo.


Con mucho amor! 
oreo_effeckt

sábado, 15 de enero de 2011

A través de los años.

Buenos días a todos ustedes, primero debo disculparme por estar tan poco comunicativa con ustedes, el tiempo se me ha cortado de una manera increíble, pero espero que esto se regularice en la siguiente semana. En este momento del día, no vengo a publicar un capítulo.

Hoy es cumpleaños de 3 personas maravillosas, un amor que yo no esperaba, una niña loca amante de UKISS, y de mi hermana también, seguro ustedes han escuchado su nick alguna vez, leído alguno de sus increíbles fan fiction, o conversado con ella, sí... me refiero a la maravillosa lubby_guru...

Hoy a las 11:39 de la mañana del día 15 de enero, dejo de escribir esto, pero volveré.

He vuelto a las 20:55 a seguir escribiendo sobre ella, porque en realidad son muchas las cosas que se pueden plasmar acerca de su persona, pero cuando lo haces, te das cuenta que es en verdad poco, a comparación de lo mucho que ella es.

Lubby, gran inspiración para mi, motivo de mis tristezas, motivo de mis risas, de mis alegrías, mi motivo, eso es ella.
Más que una amiga, más que una hermana, ella forma parte de mi persona, parte de mi vida y de mi existir, sé que este es un universo inmenso y hay muchas personas en el, pero... entre todas las personas, me toco encontrarme con ella...la tengo a ella.

Nada me duele más que no poder estar a su lado, pero a pesar de la distancia, ella siempre estará... ella siempre esta dispuesta. Me acompaña, me regaña, me alienta, me motiva e inspira, me hace feliz, hace que con la sola idea de que existe yo sonría como una boba; jamás han escuchado una risa más bella que la de ella... Parece que estoy enamorada.. Si que lo estoy.

Amo a esta mujer, porque yo sin ella no sería yo, doy mis pasos pensando en ella, en su bienestar, porque sé que ella esta ahí conmigo, en las sombras, desde lejos ella piensa en mi, ella cuida de mi, así como yo de ella. Lubby es mi alma gemela, oh si que lo es...

Y ella me inspiro para escribir fan fiction. Yo no puedo hacer mucho, porque estoy lejos.... pero estoy con ella, ahí aunque no se de cuenta, yo estoy ahí siempre, y siempre estaré.

Quiero desearte un muy feliz cumpleaños vida mía, porque este día solo marca el inicio de un nuevo año de tu vida, un año maravilloso, lleno de sorpresas, de logros, de amor. Un año... un año más a tu lado. Gracias.

Y aunque sepas que lo he copiado haha xD, tu también siempre serás mi niña. Y con este "siempre" no me refiero a una simple palabra, me refiero al hecho de que tu estás aquí ... ♥ ...

No habrá escapatoria entre nuestros destinos, al final... nuestras manos estarán enlazadas, aunque estemos alejadas, viviendo en estados vecinos, viviendo una vida sin vernos, siempre estaremos unidas, igual que nuestros corazones al momento de irnos lejos. Al final, siempre nos encontraremos.

Feliz cumpleaños bolita.

jueves, 13 de enero de 2011

Capítulo 33 – Como si la vida normal lo fuese...

-Buenos días, mi nombre es Robín Bellamy, nací en Canada y vivo aquí desde mis 7 años, en Toledo junto a mi abuelo...

-Muchas gracias Señorita Bellamy, puede pasar a sentarse- me dice el profesor, es el primer día de escuela y me vuelvo ansiosa, siempre pensé que esto de las presentaciones frente al grupo se hacían hasta la secundaria. He llegado, a la carrera que siempre soñé, periodismo.

Logré vencer lo que tantas veces temí, al vivir bajo una jaula de oro para toda la vida... no quisiera dar gracias a ese accidente... pero por el es que hoy estoy aquí.
Shara esta muy feliz en biología, ya tiene apartados todas las ventanas para poner sus hermosas jardineras, creo que ella se divierte mucho y al verla feliz, yo también lo soy.

Tengo 17 años y ya pertenezco al mundo universitario, donde parece que no existo y eso me hace sentir libre, sin tener que darle cuentas a nadie... así como en casa.
¿Que hará mi querido amigo el día de hoy? ¿En que parte del mundo estará?
Viajo de regreso a casa en el metro de la ciudad, me deja apenas a unas cuantas cuadras y conozco cosas que no había visto

-Rob, me da gusto que estés aquí- dice una voz de ultratumba en el momento en el que cierran la puerta a mis espaldas- te estábamos esperando

-Si no fuera porque conozco tu voz a la perfección, seguramente un ataque me hubiera dado- digo suspirando y dando la vuelta

-¿Entonces ya no decimos “sorpresa”?- le pregunta Gustav a Bill en un cuchicheo nada discreto

-No es necesario- le digo riendo- solo abracénme -les digo extendiendo los brazos. Todos nos vemos llenos de gusto, y aunque me pregunto como es que llegaron aquí y que es lo que hacen con exactitud, me da tanta alegría tenerlos conmigo. Sacan sus famosas bebidas inventadas y mucha botana.

Pasadas unas horas, todos estamos muy cansados, los chicos se amontonan en los sillones y en las camas que tenemos disponibles, Shara y Gustav supieron apartar muy bien la recamara de ella, mientras que Tom y yo parece que no tenemos planes de dormir

-Hola- me dice acercándose a mi, tan cerca que me intimido, enderezo mi cabeza y puedo ver como me esta observando. Y así nos quedamos por unos minutos... a veces me pregunto como es que soy amiga de alguien tan perfecto como el, tan gentil y generoso... me cohíbo de estar pensando estas cosas y comienzo a reírme, el me ve intrigado y también me sonríe

-Hola- le digo besando su cuello, el hace una mueca y comienza a limpiarse horrorizado, nos sentamos sobre las sillas que dan hacía el balcón

-¿Como estás?- me pregunta sacando una caja llena de palos con cáncer

-Bien- le digo riendo, el me pone uno sobre la mano, le hago una mueca de desaprobación

-Uno no te matará- me dice y enciende el suyo y me lo pasa- es sencillo, mira... - y me da una teoría, que aspire pero que sostenga, que sienta pero que no me trague el humo... así es como doy la primer fumada de mi vida y casi muero de tanto toser

-No seas tonta, así no- me dice riendo, yo lo miro con .. no sé, mi intento por hacer una mueca de persona mala no me funciona- ¿cuantos te pidieron tu número hoy?- pregunta de la nada

-¿Número de que?- pregunto intrigada probando nuevamente el cigarrillo

-Creo que no soportaría saber que estás saliendo con alguien, ya sabes... celos de mejor amigo y esas cosas...- me dice sin verme, yo me confundo y después me río

-No te preocupes, cada que quiera salir con alguien te lo consultaré ¿Vale?...-

martes, 11 de enero de 2011

Capítulo 32 - Así que es ella...

-¿Atziri?- le pregunto con cara de asco- ¿Quién es?

-Su prometida- responde bebiendo el café

-¿Donde la conoció? - pregunto de nuevo

-Aquí, en México, fue amor a primera vista o algo así- dice ahora sacando sus cigarrillos

-Esto es inaudito.. - digo encaprichada

-¿Qué esperabas?- me dice quitándose los anteojos- ¿Que te esperara para toda la vida?
Y me quedo callada, porque sí... eso esperaba que hiciera...

-Lo lamento- me dice tomándome una de mis manos- No quise ser tan brusco

-Esta bien, yo lo lamento- le digo suspirando- supongo que no he sido la persona más amable del mundo estos últimos días...

-Yo lo entiendo...- me dice tomándome de la otra mano- a todos nos tomó por sorpresa

-Ni siquiera sé que hago aquí- le digo riéndome irónicamente

-Otra coincidencia más- dice sonriéndome – solo te adelantaste un poco con la llamada..

-Yo pensé que se quedaría en Alemania, por eso vine aquí...- le digo haciendo berrinche

-El plan era ese, pero al parecer la familia de ella no podía viajar y viven aquí en la capital

-Hasta a su lugar de residencia me vine a meter- digo ahora enojada

-Admitelo, si él te hubiera llamado para que vinieras, lo harías- dice levantando una ceja

-Sí- digo suspirando- ¿Cuando es?

-En 3 días- responde rápidamente- seguro tu teléfono sonará en cualquier momento ¿Contestarás?

-Lo haré- le digo poniendo el teléfono frente a nosotros, a los 30 segundos comienza a vibrar-
tienes voz de profeta

-No es eso- dice modestamente- yo sé lo desesperado que esta por encontrarte

-¿Hola?- respondo lo más tranquilamente posible

-Hola...- dice suspirando- ¿Donde te has metido?

-Estoy con Georg en el restaurante- le digo riendo

-¿Hablas en serio?- pregunta eufórico- Voy para allá, no se muevan

-Dice que viene para acá- le digo a Geo, el me ve de una manera intranquila- ¿Qué pasa?

-Promete que dejarás que sea feliz – me dice y no puedo evitar sentirme completamente mal...- Sé que... es precipitado para ti, pero tu sabes como es él... si ha tomado la decisión de casarse es porque

-Lo sé Georg- lo interrumpo- no se te olvide que antes de cualquier cosa, siempre he querido su felicidad...

-Sí, por eso te casaste con otro hombre...- me dice y mis ojos se ponen acuosos...- Lo lamento Rob

-Calla Georg- le pido limpiándome una lágrima- comprendo lo que me quieres decir...

-¡Robín!- escucho su voz, disimulo mi rostro y volteo a verlo, el camina a paso veloz y en cuanto me levanto de la silla me toma entre sus brazos y comenzamos a dar vueltas. También reímos... me siento feliz de verlo, aunque mi sonrisa desaparece en cuanto veo a una linda chica que nos observa muy cerca

-Me da mucho gusto verte- le digo besando su mejilla, aspiro su perfume y siento sus manos sobre mi cintura

-A mi también- me dice mientras me mira... igual que siempre...- Quiero presentarte a alguien- extiende su mano a ella, la chica lo observa completamente endiosada y yo quiero matarla...- Ella es Atziri

-Hola- me dice cordialmente y por mi mente pasan muchas escenas de como puedo asesinarla, sin embargo extiendo mi mano y después le doy un abrazo- Tom me ha hablado mucho de ti, es un placer conocerte al fin- yo le sonrío amablemente

-Será mi esposa en 3 días- dice Tom antes de que yo pueda decirle lo encantada que estoy de conocerla.... dejándome sin habla... y ella solo me sonríe- ¿Serías mi madrina...?