Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.
jueves, 31 de diciembre de 2009
¡El mejor año nuevo!
Capitulo XLVI – Alucinaciones
…Gisela…
Gracias, fueron las primeras palabras de Haru al despertar, después de dos semanas de infinitas mentiras para Tom, que llamaba a diario preguntando cómo se encontraba. Aquél veneno era aun irreconocible para los médicos, ella estaba tumbada en la cama repitiendo miles de cosas que no podía entender por mi falta de Español.
Tom no fue el único que llamo, sus amigas y su familia también lo hicieron, el 10 de mayo había pasado hace unos días y me encargue de que todo pareciera normal, pero su madre es mas astuta de lo que pude imaginar, exigió hablar con ella, y a pesar de que pude mantener la mentira, no quedo conforme.
Más que terrorífico el tiempo sin Mati, gritaba por las noches y sufría monstruosas convulsiones, le impedían respirar y sus ojos estaban por salirse de sus cuencas. Allison y Luca estaban con mi madre en nuestra casa, mientras Andreas y yo cuidábamos de Haru.
Según el doctor, aquel extraño veneno no se encontraba en cualquier parte de Europa, es más, ni siquiera estaba seguro de que fuera un veneno como tal. Sus componentes lo hacían un poderoso ácido corrosivo, pero otros mas de ellos lo hacían un licor suave, un aroma que no sería desprendido hasta que se abriera la botella.
Teníamos miedo de que Haruka no volviera a despertar, pero el veneno es viejo, tiene como diez años dentro de la botella, por lo cual su efecto es más inmediato que los que se ingieren “recién hechos”, sin embargo su potencia no cambiaba, aunque ella ya había recuperado el conocimiento, podía quedarse como un vegetal por el resto de su vida.
¿Qué clase de persona hace eso? ¿Quién es verdaderamente Catalina Rivera?
Eso es lo que Andreas y yo comenzamos a averiguar.
-No hay nada- me dijo Andreas desesperado- No hay registros sobre una Catalina Rivera como la que conocemos, ningún papel oficial, del estado, nacionalidad, de las instituciones que había en su currículo. ¡No hay nada!- azoto sus manos sobre la mesa, estaba fuera de control
-No es posible- le dije tratando de calmarlo- algo debe de haber, no pudo esfumarse así como así de la faz de la tierra, lo sabemos, es imposible
-Llamare a Gustav, seguro el guardara el secreto con nosotros, Tom sospecha, no deja de llamar, lo mejor sería que lo supiera todo…
-Imposible Andy, si les decimos regresaran y el mundo se dará la oportunidad de quejarse, ella estará bien, hay que confiar en el médico y en ella… Tom está al pendiente de todo lo que pasa, de nuestras llamadas, Gustav no ha podido contenerlo, si recibe una llamada esta a su lado…
-Tengo que salir del país mañana- me dijo cabizbajo- me he resistido… pero es algo que no puedo cambiar…
-No te preocupes- tome su mano- mi madre y mi hermano están aquí, no estoy sola, te mantendré informado de todo lo que pasa- y le sonreí, o por lo menos fingí hacerlo.
Andreas salió en la mañana rumbo a Francia, aun no entiendo que cosas tenía que hacer allá. Mi hermano muy gustoso venía para acá, creo que Haruka le gusta y esa no es una buena señal.
-¡Hermanita!- me dijo en cuanto abrí la puerta, me beso ambas mejillas y camino como si estuviera en su casa. Mi hermano es encantador, pero es un seductor muy peligroso, podría decir que se parece a Tom en aquellos tiempos. Aun no estoy muy segura de que sea la mejor idea del mundo que él este aquí…
-¿Dónde está?- me dijo sacándome del ensueño, camine con él hasta la habitación de Haru, ella dormía “tranquilamente”. Su respiración era normal y suspiraba, como si estuviera en un bello sueño
-Jamás creí que se viera tan bella cuando duerme- me dijo quitándose los lentes oscuros de su camisa, se acerco a la cama, no sé en que estaba pensando yo en ese instante, simplemente lo deje ser, hasta que sus labios estaban muy bien presionados a los labios de Haruka
-Por Dios Pierre, ¡En que estas pensando!- le dije tomándolo por la espalda y alejándolo de ella, quien ni siquiera se inmuto, el empezó a reírse sacándome un poco de mis casillas
-Ella es muy guapa- dijo cínico- tal como me gustan- y camino fuera de la habitación. Vigile cada uno de sus pasos, hasta que se sentó frente a la Lap Top, nos ayudaría a buscar a esa mujer, seguía creyendo que no podía tragársela la tierra, para nuestra mala suerte.
-To- se escucho la voz de Haru después de cuatro días completamente inconsciente- Tom- dijo ahora abriendo un poco sus ojos y devolviéndome el alma al cuerpo
-Él está en Nueva York, pero está bien… ¿Puedes reconocerme?- pregunte con temor a que dijera que no, una sonrisa se dibujo en sus labios y parecía que se estaba “restirando” después de levantarse
-Eres la chef francesa más bonita que conozco- me dijo con una voz cansada pero entendible, me sonreía y por un momento creí que soltaría el llanto, pero la asustaría demasiado…
-¿Qué pasa?- dijo después de un rato de observarme, se incorporo exageradamente rápido, cosa que sin duda me sorprendió- ¿Qué día es hoy?
¿Responderle con la verdad? Fue la pregunta que inundo mi mente por un segundo- Es 15 de mayo bombón- dijo mi hermano entrando a la habitación- viernes 15 de Mayo del 2015- su camisa estaba desabotonada y se veía “provocativo”, Haru lo miro sorprendida y después se sonrojo un poco, cubrió su cuerpo con las sábanas…
-¿Qué paso aquí?- me dijo con la voz quebrada agachando su cabeza hasta recargarla en sus rodillas que estaban flexionadas- ¿Qué me paso?- su tono de desesperación me conmovió un tanto, toque su espalda esperando que no sintiera dolor, y empecé a contarle todo.
Me miraba asustada, aún no comprendía, me pidió ir al doctor… eso me preocupo bastante, pero así lo hicimos, en dos horas salíamos del edificio, después de darle un baño y ayudarla a bajar, todo lucía bien, pero casi no tenía fuerza en las piernas.
Llegamos donde el médico, nos atendieron de inmediato. El aspecto de Haruka era como el de un enfermo terminal, sus grandes ojeras y la palidez de su rostro me arrancaba lágrimas, su piel estaba tan pegada a su cuerpo, sus labios secos, partidos… el brillo en su mirada había desaparecido.
-Parece que la etapa ya ha terminado- nos dijo el médico después de hacer un chequeo a Haru- sorprendentemente se ha recuperado, pero presenta un grado de anemia impresionante- ayudaba a Haru a caminar desde la camilla hasta la silla junto a su escritorio, ella no decía nada…
-Trato de matarme, ¿Verdad?- dijo con la mirada baja- Catalina quería matarme…
El doctor nos miro y después a ella, había comenzado a llorar, el esfuerzo fue demasiado y ella se desmayo asustándonos mucho, por mucho que me negué, la internaron en terapia intensiva, estaría en observación el tiempo que fuese necesario.
-No creo que alguien tuviera la intención de que muriera- nos dijo el médico a Pierre y a mí- esa sustancia se usa para curaciones, en tiempos antiguos se usaba para sanar las heridas hechas por la gangrena y la rápida cicatrización en los tiempos de guerra. Ingerida causa un efecto completamente diferente, no es un acido, estábamos equivocados. La sustancia hizo una especie de capa sobre los órganos, las defensas lo identificaron como el enemigo, atacándolo sin ton ni son, causándole el daño que ahora vemos.- nos miro “orgulloso” de su descubrimiento, pero lamentaba un poco el hecho de que lo hizo demasiado tarde- Su propio cuerpo se puso en su contra… si la idea era matarla, debo decir que la mente detrás de todo esto es una genialidad.
¿Catalina una genialidad? ¿Matarla? ¿Quién era realmente esa mujer?
…Tom…
-Entonces Diana ya sabe que vamos camino a México- le decía a mi hermano impaciente, me asintió con una gran sonrisa, pero yo no me encontraba bien, trataba de disimularlo, pero era imposible esconderle algo a él…
-Sera más fácil comunicarte con ella una vez en México- me tomo de los hombros empujándome fuera de la habitación, estábamos a punto de tener una entrevista en el lobby del Hotel- seguro que ellas también quieren llamarle.- finalizo y logró sacarme una pequeña sonrisa.
Algo no me dejaba en paz, no solo es el hecho de que deje a Haruka quien sabe cómo, el misterio en la voz de Gisela, ¿Por qué no sabía nada de la voz de mi novia? La estaba extrañando mucho… pero… aquella silueta al llegar al hotel, su ondulado y negro cabello, despertaron el deseo de partirle la cara a esa mujer. Aún no sé si es ella, no sé si es Catalina… pero aquí apestaba a su perfume, vainilla.
…En algún lugar del mundo…
-Supongo que estás feliz- me dijo Luka al abordar el avión- has comprobado algo…
-Por lo menos se que está sola en casa, me pregunto qué tanto estará haciendo, por la cara que trae Tom podría jurar que nada bueno- y reí un poco… pero a pesar de todo, me preocupaba que pasaba, ¿Matilda estará bien?
-Katherina- dijo Luka sacándome del espantoso sueño que estaba por tener- ¿Aún tienes llaves de tu viejo departamento?- lo mire confundida, tenía muchos “viejos departamentos” – En Hamburgo, con tu amiga- dijo haciéndome sonreír, asentí tan contenta, ahora que el cuarteto de retrasados no estaba con ella, podía ir a verla dormir. Presione mi mano contra mi pecho, tras el colgaba la llave del “monster house”… si es que Andreas seguía llamándolo así.
lunes, 28 de diciembre de 2009
Capitulo XLV- Veneno
La vida se había tornado más maravillosa desde aquella vez, los días habían pasado rápidamente y sin darnos cuenta ya estábamos terminando el mes de abril. 3 meses son los que se avecinan, tres meses en los que Tokio Hotel estará dando conciertos por todo el continente americano. Estaba feliz por que volverían al escenario, y sobre todo, Diana y Zay podrán ver a sus amados hombres aunque yo dejaría de ver al mío por ese tiempo.
-Mañana por la noche ¿verdad?- le decía desanimada a Bill mientras preparaba sushi, Tom estaba a punto de llegar a comer
-Mañana- dijo emocionado- llegaremos a Nueva York, estaremos cerca de tres semanas en los conciertos y después a México- canturreaba aplaudiendo alrededor de mi
-Sí que estas feliz- le decía sin mucho interés, no porque no quisiera saber, sino por qué estaba evitado a toda costa ponerme a llorar
-Vamos Mati- dijo tomándome por los hombros- estaremos de regreso en un abrir y cerrar de ojos, no estés triste o Tom no querrá irse
-Tienes razón, es sólo que, quisiera ir con ustedes- y reí un poco, sintiéndome en verdad tonta
-Pues, no sería una mala idea- recargo su cabeza en mi hombro- pero entraras a trabajar con Pierre y tienes que ponerte al corriente, o al menos eso creo
-Precisamente es lo que haré, me mantendré ocupada- suspire y el olor del sushi llego a mi nariz provocándome un estornudo
-Si te enfermas, puedo quedarme a cuidarte- dijo Tom entrando a la cocina, Bill volteo a mirarlo y le sonrío, mientras yo admiraba el ramo de flores que traía en las manos
-La pondré en el balcón, en un florero o… si- dijo Bill tomando el ramo entre sus manos y dejándonos solos
-Debes complacer a tus miles de fans- dije acercándome a darle un beso, me estrecho entre sus brazos, acariciaba mi cabello con suavidad
-Amo el olor de tu cabello- me dijo riendo y reí yo también, el momento se estaba tornando un poco melancólico, cosa que el pequeño Kaulitz sintió y decidió interrumpir, fue por nosotros hasta la cocina.
Nos sentamos tranquilamente a comer en el balcón, encendimos un poco la tv y pudimos admirar lo que ahora se decía, nuestra genial salida al cine era la noticia de todos lados, y no solo eso, aquel día en el aeropuerto también había sido revelado.
No nos importo, sabíamos que tarde o temprano iba a pasar y la producción ya lo tenía todo listo, lo único que faltaba, era su regreso a los escenarios.
Nos quedamos un buen rato charlando, Bill estaba tan emocionado que termino por contagiarnos a ambos, nuestras caras largas cambiaron por esas horas de diversión, Hagen también estaba emocionado, llego por Bill antes de que anocheciera.
-Tom- le decía riendo- no es necesario que hagas eso xD
-Vamos bombón, será divertido- y tomo el teléfono por tercera vez, me rendí y camine hacia mi habitación por unas cobijas, mientras Tom grababa el mensaje en la contestadora
-Estas llamando a casa de Haruka, la afortunada novia de Tom Kaulitz- salí emberrinchada y avente una almohada sobre su cabeza, le hice señas “éstas loco”- estoy muy bien, bastante bien en este lugar- y empezó a reír- y la amo y ella me ama también- Lo mire, eso en definitiva ya no era un buen mensaje para la contestadora- y la voy a extrañar todo el tiempo…
La contestadora ya estaba llena, y él seguía ahí junto a ella, mirándome, empecé a sentirme muy mal, un nudo invadió mi garganta y culmino en sus brazos que ya me tomaban con fuerza. Caminamos juntos hasta donde ya nos esperaban un par de botellas y unas películas. Así empezó nuestra velada, brindis por unas cosas o por otras, la verdad era que estábamos bastante tranquilos, siempre abrazados, el con su cabeza sobre mi abdomen, o la mía sobre el suyo, un par de tabacos, sin palabras, solo suspiros y sentimientos extraños inundaban la habitación.
¿Dolor? Por supuesto, era casi insoportable, me consolaba saber que solo serían tres meses, a principios de Agosto ya estarían de regreso.
-Quita eso- me dijo intentando levantarse, Joe Black se había “deslizado” mágicamente al dvd- Sabes que no me gusta esa película, además esta exageradamente retro- dijo sosteniendo mis manos que lo abrazaban por la cintura impidiendo que fuera a mover la película, al fin logró desenredarse y buscaba algo interesante, ambos ya nos encontrábamos un poco impertinentes, nos movíamos con torpeza.
-No pongas nada con sangre- le dije retorciéndome en el suelo, un pie se me había dormido, volteo a mirarme con la caja de “Saw IX”, le dije que no con uno de mis dedos y boto la película por quién sabe dónde. El padrino, me dijo agachándose a meter el dvd, la película empezó y trate de enderezarme, pero el calambre en mis dedos no me dejaba.
Tom se sentó a mi lado y me ayudo a sentarme, me daba un masaje en los hombros mientras yo trataba de tranquilizar mi pierna dormida. Al final pude alejar ese malestar y me recargue en el hombro de Tom, el suspiraba y veía atento la pantalla.
-Estoy a punto de quedarme dormido si no me muevo- dijo agitando los brazos justo en media película, yo tenía mis manos metidas en mi sudadera, hacía frío
-¿Quieres que hagamos otra cosa? – le dije sin intención alguna, la verdad es que estas últimas semanas habían sido agotadoras….
-¡Vamos a nadar!- me dijo levantándose y lo mire completamente confundida ¿nadar? ¿Con este frío? ¿En dónde?- es decir- dijo al ver mi confusión- vamos al jacuzzi
-Creo que no es tan mala idea- dije apagándolo todo, salimos despacio de la habitación y cerré el gran ventanal. Caminamos a la par, hasta que algo hizo que me detuviera, una sombra junto al piano me saco un susto impresionante, mi corazón estaba latiendo aceleradamente y mi voz no salía
-¿Mati?- dijo Tom tocándome un hombro y me hizo brincar- ¿Qué pasa?- empezaba a lucir asustado, me había puesto muy pálida- Hey!- trono sus dedos junto a mi oído y salí del shock en el que me encontraba, en un abrir y cerrar de ojos, la sombra ya no estaba. Una alucinación por el alcohol, fue la única explicación que mi mente me permitió… ¿Qué otra cosa sería?… Además esa silueta la he visto muchas veces.
-Estas muy pálida- dijo con el teléfono en la mano, me encontraba en la cama, las cobijas me cubrían y un paño con agua fría posaba en mi frente- y tienes fiebre- quito el termómetro de mi boca
-¿Qué paso?- le dije incorporándome, no me había dado cuenta en qué momento me desmaye, si es eso lo que había pasado
-Nada, recuéstate un poco- escuche como se levanto y salió por un momento, me dio miedo tener que quedarme sola, pero no sentí el escalofrío de hacía unos segundos, el entro un minuto después con lo que parecía un vaso de agua, lo tome rápidamente y trate de alcanzar el teléfono- El doctor viene en camino- se acerco a besar mi frente, mi vista era muy borrosa y lo distinguía con dificultad
-¿Doctor? Pero si aquí no ha pasado nada
-Llevas media hora delirando- me dijo entre serio y enojado, lo mire sorprendida y me quede callada. 10 minutos después llego el doctor, me hizo un chequeo y toco mi espalda, que para mi sorpresa, estaba terriblemente amoratada y me dolía bastante.
En menos de una hora, ya escuchaba a todos los Tokio en la cueva, David Jost y Andreas se paseaban de un lado a otro, Bill estaba sentado junto a Tom en la cocina, ambos tenían una taza de café que Gisela había preparado.
-Necesito que me diga todo lo que ha ingerido hasta antes de su desmayo- decía el médico con el estetoscopio en mi pecho, le enliste todo, desde el desayuno hasta el Vodka de hacía un rato, me era muy extraño lo que había pasado, prácticamente incomprensible.
…TOM…
-Al parecer su cuerpo se ha defendido bien, pero tendrán que darle estos antibióticos- nos dijo el doctor tras cerras la puerta de la habitación, se dirigió a David a darle un par de instrucciones- Es un veneno muy raro- dijo paralizándome de pies a cabeza- aun no comprendo cómo es que paso, pero me he llevado un par de muestras yo sugiero que la lleven al hospital en cuanto recupere la vista
-Ella odia los hospitales- dijo Geo como un niño caprichoso- además nos iremos en pocas horas y lo que menos quiero es dejarla encerrada en un hospital a despensas de todo lo que podría pasarle, creo que lo mejor es traer a alguien a casa…- y se detuvo, como si se sintiera incomodo, yo lo miraba admirándolo, lucía preocupado, todos lo estábamos.
El doctor decidió que así seria, traerían a una enfermera en cuanto nosotros dejáramos el país.
-¿Un veneno?- me dijo Gustav en cuanto el doctor salió- ¿Cómo es posible?
-No lo sé- le conteste desanimado- comimos lo mismo, Bill también… estaría…-era mentira, yo había bebido whisky… ella sin embargo opto por el- Vodka- dije presionando mi puño contra mi otra mano- ella bebió Vodka- Andreas corrió hasta donde la botella estaba, y todo parecía normal, excepto por aquél olor nauseabundo que salía del fondo. No nos habíamos percatado de él.
-¿Haru?- le dije entrando a su habitación, ella estaba sentada ahí, sin decir nada, sus ojos estaban abiertos pero miraban como si no supiera en qué lugar se encontraba, fue hasta que escucho mi voz que volteo - ¿Cómo te sientes?- me senté junto a ella y tome su mano
-Ya me siento bien- dijo sonriente- escucho que están todos afuera, déjame ir a saludarlos, por que verlos no puedo- y rio un poco
-El doctor dice que debes quedarte en cama, yo he hablado con David, le dije que llegare a NY hasta que tú te sientas bien
-¿Cómo se te ocurre semejante… semejante… semejante cosa!?- dijo azotando sus manos contra ella- de ninguna manera, tú te irás hoy en la noche, no me voy a morir Tom, puedes irte tranquilo, me odiare si interrumpo tu gira
-Pero Haruka, ¿Cómo esperas que me vaya sabiendo que estas enferma?
-Pero me voy a recuperar- me dijo tratando de calmarme, su rostro comenzó a recuperar un poco el color- Es solo un… ehm… bueno… No lo sé, pero seguro me pondré bien
-Ese Vodka- le dije tratando que no se escuchara mi voz sospechosa- ¿Dónde lo compraste?
-¿Por qué?- levanto una ceja- ¿Quieres beber más?- y rio, me hizo sentir aliviado- Creo que es de esas botellas que trajo Catalina la última vez, seguro hay un par más, tenía con ellas bastante tiempo, fue de las pocas cosas que dejo antes de marcharse
Así que fue ella de nuevo. Me quede callado, no sabía que decirle. Uno segundos después Bill entraba saludando a Haru animadamente, Andreas venía tras él con un enorme vaso de jugo, Matilda no se había dado cuenta, pero ya eran las 9 de la mañana y el sol estaba en todo su esplendor. Unas horas más tarde, y por mucho que me negué, tuvimos que regresar a afinar los últimos detalles, Gisela me mantenía al tanto, era ella quién se había quedado a acompañar a Haru, habíamos tardado muchas horas en volver, en solo dos horas estaríamos sobre un avión…
…HARU…
-Por lo menos ya veo con ambos ojos- le decía a Gisela entre risas, ambas preparábamos una cena de despedida, con todo lo que había ocurrido, no nos había dado tiempo.
Llegaron los chicos, Tom corrió a abrazarme, me dolió… mucho, pero trate de disimularlo, no pensaba dejarlo ir sin abrazarlo… comenzaba a extrañarlo desde ese momento. La cena corrió rápido, demasiado rápido.
-Voy a extrañarte- le dije abrazándolo antes de que caminara hacia los detectores
-Yo más- y suspiro en mi oreja, me dio un beso en la frente y se aproximo a mis labios con velocidad- te llamare en cuento lleguemos- me dijo apretando mi mano y corrió tras Bill que me decía adiós con su mano.
Regresamos a casa, y no pude soportar mucho tiempo, cerré mis ojos junto al teléfono, quedándome completamente dormida.
domingo, 27 de diciembre de 2009
Capitulo XLIV- Mitades
-Buenos días- dijo a mi oído y le sonreí sin abrir mis ojos, seguíamos abrazados
-Buenos días- le dije acercándome más a él- ¿Cómo dormiste?
-Muy bien- beso mi frente y empezó a hacerme cosquillas, mis piernas se movían como un bebe descontrolado y una de mis rodillas fue directo a su entrepierna, hizo una mueca de dolor y llevo sus manos directo a aquel lado, mientras se tiraba de la cama lentamente y yo no sabía que decirle
-Oh Dios, amor… lo siento- y el estaba ahí tirado en el suelo con sus ojos cerrados, después, sonrío, como si acabara de hacer una travesura- Baboso!- le dije cuando estallo en risas y le avente una almohada, caí sobre él, pellizcándole las mejillas
-Ya Haru- me decía retorciéndose de la risa- voy a vomitar, por favor xD
-Está bien, te perdonare por hoy- dije levantándome y tendiéndole una mano para que se levantara del suelo, así lo hizo y se acomodo el cabello, me miro sonriente y le saque la lengua- me asustaste Tom, pensé que te había lastimado
-Vamos Mati, solo fue una pequeña broma mañanera- dijo abrazándome por la cintura y cargándome hasta la cocina, me acomodo en un banco y se puso un ¿delantal?, saco un par de tazas y preparaba café- ¿uno o dos?
-Que sean dos- dije recargándome en la barra para escucharlo tararear y pasearse por la cocina, a pesar de que no me gustaba el café, esa día no pensaba decirle que no a nada de lo que quisiera hacer… es uno de esos días en los que cualquier cosa que pasa es un pequeño detalle
-¿Qué sucede?- me dijo despertándome de aquel ensueño, estaba viéndolo como si fuera una película romántica- ¿Te sientes mal?
-No xD lo siento, es solo que me quede pensando en algunas cosas- levante la taza y di un sorbo, se sentó frente a mí y bebió su café lentamente
-Sí te pasa algo- dijo cuando termino el café – cuéntame- insistió un poco preocupado
-En serio, no me pasa nada xD, no te preocupes, es solo que a veces se me va la onda- le dije naturalmente, ya que era verdad- tengo mis lapsos de “mente en blanco”- y le sonreí
-Vaya, eso es extraño, pero no me sorprende si viene de ti- me hizo una mueca un tanto extraña y levanto una ceja
-Tienes una novia rara, es todo – le dije en una sonrisa coqueta levantándome y picándole una costilla
-Debemos prepararnos para salir- me dijo recargándose al lado mío, mientras lavaba las tazas
-¿Tan temprano?- le dije echándole un poco de agua
-Hey!- decía tomándome las manos- ¿Alguien quiere jugar antes de irnos?- me levanto una ceja tan seximente que estaba a punto decirle que si- Saldremos a pasear y a comer y al cine y a ver que tanto hacemos- fue como interrumpió mi excitación momentánea
-bah- dije en un suspiro y me miro confundido- es decir ¿David ya lo sabe?
-Sí, lo sabe todo- lo mire ceñuda- iremos vigilados no tienes nada de qué preocuparte
-Espero que hoy no me apuñalen, como que no es un buen día para ir al hospital- dije irónicamente, me miro divertido y le sonreí
La hora de la ducha fue toda una odisea, “tu primero, no quiero hacerte esperar, no quiero esperarte, no quiero esto lo otro y aquello.” Terminamos bañándonos juntos en la bañera de mi recamara, donde nos tardamos casi dos horas, salimos hechos unas pasas humanas. Mientras yo le secaba el cabello, el llenaba de besos mi torso denudo haciéndome estremecer, sus manos hacían maravillas en la piel que podían alcanzar, se puso de pie, quito la bandita que tenía en el cabello dejándolo caer sobre mi espalda, sentí un escalofrío, mi espalda estaba cálida y mi cabello aun estaba mojado, me abrazo sonriente, era una escena muy linda, ambos teníamos suelto el cabello, solo una toalla amarrada a la cintura, suspirando. Bese su pecho, rio un poco y volteamos a mirarnos, me cargo como a un bebé y me poso con cuidado en la cama, quito la toalla que me cubría y se quedo mirándome, era una sensación extraña. Me gire y me hinque frente a él, sus manos en seguida subieron desde mis muslos hasta mi espalda, bese su rostro entero, mis manos jugueteaban con sus rastas, nos recostamos lentamente, el besaba mi cuello, tomo entre sus manos mis muñecas impidiendo que lo tocara, lamio desde mi ombligo hasta llegar a besarme, seguía sin poder tocarlo, levanto su rostro y me miro, al fin soltó mis manos y toque sus labios
-Te amo- dijo a punto de que le diera un beso, me detuve en seco y lo mire, el me veía también, le sonreí torpemente y el correspondió el gesto, yo también, y mucho, fue lo que le dije antes de que me hundiera en sus labios. Sonó mi celular, ambos lo miramos con despreció
-Es Bill- le dije mirando la pantalla, me sonrió maléficamente y comenzó a besar mi pelvis con frenesí- que- trate de decir fluidamente, pero ya me era imposible- se… espere- y el celular cayo por ahí, llego a besar mi boca y me penetro con suavidad, un calambre recorrió toda mi espina dorsal y deje ir un gemido algo elevado. El vaivén de nuestros cuerpos, nuestros gestos, respiraciones, no impedían que dejáramos de mirarnos…sentía como todo el mundo vibraba a mí alrededor. Se detuvo, todo paro de pronto, me miraba diferente, su respiración era tan agitada, me beso y empezó esa sensación, aquél beso impidió que ese último gemido explotara en mil pedazos, era casi imposible detenerse, sofocar ese grito, matar ese sentimiento.
Cayó rendido sobre mi pecho, nuestras respiraciones iban melodiosamente, nuestras manos torpes se apoyaban en lo primero que podían alcanzar.
-¿Me escuchaste con atención?- dijo en tono bajito un rato después de quedarnos en silencio, se enderezo y apoyo sus manos sobre la cama, me miraba tan maravillosamente- ¿Me has oído?
-Te escuche, fuerte y claro- le dije ronzando su nariz con la mía, me sonrió y sin previo aviso, me levanto junto con él de la cama y comenzó a dar vueltas alrededor de ella
-Te amo!- grito a mi oído y me empecé a reír
-Yo también!- grite levantando las manos y caímos riéndonos sobre la cama. Tom saco su ropa de uno de los cajones del closet, lo mire confundida ¿A qué hora había traído su ropa?, me sonrío pícaramente y comenzamos a vestirnos
-Ya se nos ha hecho tarde para ir comer- dijo poniéndose su reloj alcanzándome, estaba a punto de salir del monster house
-Solo son las 4, no es tan tarde- y abrí la puerta sonriente, para encontrarme con Bill, tenía un aspecto tan preocupado
-¿Qué tienes? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué no me contestabas?- dijo tan rápidamente sacudiéndome de los hombros, me dio un leve mareo
-No pasa nada Bill, estábamos dormidos- dijo Tom a mi espalda y Bill volteo a mirarlo, se quedaron viendo por 10 segundos, hasta que Bill me soltó y bajo la mirada un poco ruborizado- Bill! Tienes prohibido hacer eso de nuevo!- le dijo Tom apenado y agitando las manos
-Si yo no quise hacerlo! ¿Tú crees que me gusta enterarme de sus cosas?- dijo Bill indignado- Los veo más tarde- y salió de casa echando humo
-agh- dijo mmy en seguida de que Bill saliera- es imposible tener privacidad con esta conexión xD- y río un poco
-uuuu- dije en un tonito seductor- Bill sabe entonces… - y levante una ceja, él río escandalosamente
-Pobre de mí hermano xD, esta conexión lo hace sentir feliz, triste y caliente sin que el sepa porque X3
-Ya vámonos amorcito- le dije tomando sus mejillas, me dio un beso y salimos. Un coche bastante común nos esperaba afuera, le gane a Tom las llaves y él resignado, se subió del lado del copiloto, una camioneta iba detrás de nosotros, muy discreta. Nos detuvimos en un bello restaurant y comimos a plena luz del día, algunas personas se acercaban y una que otra chica pedía un autógrafo. Terminamos de comer y caminamos abrazados del restaurant hasta donde la gente ya no nos veía, Martín acerco el auto y Rick nos sonrío desde la camioneta, aborde nuevamente de piloto y nos dirigimos al cine.
-Palomitas jumbo y dos cocas jumbo y chocolates jumbo, ICEE jumbo- decía con Tom del brazo caminando a la dulcería donde las chicas nos esperaban con brillo en la mirada, atendieron rápidamente y se portaron extremadamente gentiles…excepto por una chica de limpieza, que se acerco con brusquedad hasta donde me encontraba soltándome una cachetada que me tomo completamente desprevenida
-Hey!- grito Rick y fue a detenerla, Tom me jalo de un brazo y me hizo una seña de vámonos que negué de inmediato, la chica ya lloraba en los brazos de Martín y este hablaba con el gerente muy enojado. Insistí en que lo dejáramos pasar como un incidente aislado. Entramos a la sala, únicamente él y yo.
No sé de qué trataba la película, las manos de Tom tenían toda mi atención, jugueteaban por debajo de mi falda…
-Recuerdas que al preguntarme sobre mi actividad sexual- empezó a decir a mi oído, una palabra un beso- ¿Respondía que era una vez por hora?- asentí rápidamente- Pues es verdad- dijo en un tono completamente seductor que no fue suficiente para prevenir lo que estaba por venir. Me encontraba montada en sus piernas, no sé en qué momento lo hizo, acaricio toda mi espalda por debajo de mi blusa y desabrocho el sostén con mucha perversión, no dejaba de mirarme, cosa que elevaba mas mi excitación, masajeaba mis pechos con suavidad y seguía mirándome, acerco su boca a la mía y fue turno de los besos. Iban de lento a duro, casi lastimándonos, de rápido a suave, haciéndome desfallecer, sus caricias iban al ritmo de nuestros besos, brinque al sentir la calidez de una de sus manos jugando muy cerca de mi entrepierna, fue hora de tratar de silenciar mis gemidos, un beso, una caricia, un gemido, nos llevaron al suelo donde todo subió de nivel. Si nos veían o no, dejo de interesarnos hacía unos segundos atrás, sus camisas posaban sobre unos asientos y mi blusa… mi blusa… no lo sé, Tom se entretenía bastante escuchándome gemir debido al juego que sus manos llevaban a cabo bajo mi falda. Se puso de pie y se quito el pantalón y los bóxers junto con él, dejando su miembro erecto al descubierto, se hinco y acerco sus labios a los míos besándome con pasión, casi asfixiándonos, ese calambre de nuevo recorrió toda mi espalda mientras miraba su cara llena de concentración, me miro, me beso y ahogamos nuestro orgasmo aferrándonos el uno al otro.
-¿Qué tal la película jóvenes?- dijo Rick en tono sospechoso en cuanto salimos del cine
-Conmovedora, Tom estaba a punto de llorar- le dije sonriente y nos miro curioso.
Le tendí las llaves a Rick, la gente se había puesto alrededor y él se encargaría de llevarnos a casa. Subimos a la camioneta y empezamos a reír como un par de estúpidos xD. Me recargue en su hombro, el acariciaba mi cabello pausadamente.
-¿Te divertiste?- dijo dándome un beso en la cabeza
-Bastante- tome una de sus manos y la entrelace a la mía. Así llegamos a casa.
-Te veré mañana- me dijo a la puerta del departamento
-Puedes quedarte hoy también – le dije abrazándolo
-Bill seguro me necesita, ya ves como es de llorón- dijo dándome un beso, no me quedo más remedio que verlo partir. Se detuvo frente a las escaleras y volteo a mirarme- Te amo- dijo sonriente
-Yo también- le dije más que feliz viéndolo bajar las escaleras.
-Oh por Dios- dije recargándome en la puerta una vez cerrada- dijo que me ama- grite como una loca poniendo mis manos en mi cabeza y deslizándome hasta el suelo.
miércoles, 23 de diciembre de 2009
Feliz navidad y esas asdfgh cosas
martes, 22 de diciembre de 2009
Capitulo XLIII – Será un día
-Pues, será un gusto trabajar contigo Matilda!- me dijo Pierre, el hermano de Gisela al terminar la entrevista, al parecer nos hemos llevado muy bien.
-El gusto será mío- le dije apretando su mano y saliendo de su oficina que esta al centro de Hamburgo, a unos 40 minutos de casa en auto… lo mejor del caso es que el mío se encuentra seguramente bajo el cuidado/poderío de mi hermano.
Pierre Roux, un hombre joven, 28 años mas menos, piel blanca y rizada cabellera, como Gisela, parlanchín como ella también, sus ojos son miel y le dan un toque de picardía a su rostro, su carácter es… no lo sé, es soltero y descaradamente coqueto.
Ir de compras sola no me apetecía mucho, pero no tenía a quien recurrir, seguramente Bill estaba ocupado… y mi gran cheque quería ser gastado por completo xD.
-¿Seguro que no interrumpo nada?- decía a aquella voz del otro lado del teléfono, quien me respondía animada te veo en 10 minutos en la plaza. Colgamos el teléfono mientras veía el montón de tiendas que me hacían ojitos.
-En serio Haru, para mí es un placer acompañarte- me decía Andreas animado ayudándome a escoger algo de ropa… tiene gustos un tanto extraños xD- el rojo se te vería bien.
-No trabajo en un cabaret- le dije riendo- además ¿Ya viste el escote?- decía tomando aquel intento de blusa como si fuera algo contaminado con la peste
-No lo veo- me dijo buscándole, entre risas
-Yo tampoco!- y deje la valiosa prenda por ahí. Unas dos horas después, salíamos de la plaza con aproximadamente 15 bolsas, entre esto y aquello, ropa de bebé, accesorios de bebé… y un gorro para MI bebé. Después de comer, decidimos regresar a casa.
-¿Así que te vas de paseo con mi mejor amigo eh, Haruka?- me dijo Tom en cuanto bajábamos del auto, el iba llegando a la cueva también. Bill bajaba del otro lado y saludaba eufórico al androide, quien a su vez, le aventó algo a Tommy
-Fuimos de compras- le dije dándole un beso, el me miro con un puchero
-Pudiste llamarme- dijo un poco indignado y volteando a ver al pobre de Andreas de manera muy fea y grosera- donde me entere de que se te…- empezó en tono a broma pesada
-Ya Tom, no seas así, tú estabas ocupado y Androide no hacía nada xD
-Si gemelito mayor, no debes preocuparte, además tu chica solo me utilizo de cargador y chofer, ni tiempo me daba de poner mis manos en otro lado- dijo alzando los hombros, como si su comentario hubiera sido normal, me ataque de la risa mientras Andreas seguía en su papel de cargador, acomodándose las bolsas en ambas manos para subir al “monster house”, como ahora llamaban mi departamento.
-Gracias por acompañarme y ser mi cargador- le decía dándole un zape al androide seguido de un beso tronado en una de sus mejillas
-Fue un placer Mati, cuando quieras- dijo abrazándome y después despeinándome un poco
-Hey! – Grito Tom a lo lejos- ya vete Andy, dijo imitando mi tono meloso, despidiendo con una seña obscena al androide, quien no se quedo de brazos cruzados y le devolvió la seña, mas uno de los cojines de la sala que dio muy certeramente en la cabeza de Tom.
Andreas salió corriendo del monster house, mientras Tom refunfuñaba, esperábamos a Bill, que se estaba tardando un poco, mmy se acerco a las bolsas…
-Supongo que puedo husmear entre tus compras- dijo Tom tomándome de la cintura y acercándome a él para darme un beso…
-supongo que puedes- le dije en cuanto me permitió respirar- además te compre algo
-¿En serio?- dio un aplauso y su mirada se ilumino, husmeo en las bolsas un poco, como dando un pequeño scan por cada una de ellas, al sacar un sujetador color rojo, me di cuenta de que no todas las podía chismear xD. Tras una mirada coqueta, se lo quite y mande esa bolsa a mi recamara. Bill entraba al departamento con una sonrisa, al parecer Andreas y él se habían quedado charlando un poco.
-¿Es para mí?- me decía mi cuñado enternecido con la gargantilla entre las manos
-Claro que es para ti Bolillo- le dije sonriente y él me miro extrañado
-Ehm… Haru, los apodos se me hacen un poco estúpidos xD
-Lo se xD, se me escapo- le dije tapándome un ojo- no volverá a pasar
-No es para tanto xD, además eso de “lodillo” suena raro
-Bolillo!- dije aplaudiendo con la risa atorada- es bolillo pequeño súper Star xD
-Bah, es igual xD
-¿Y por qué a él le das las cosas en la mano y esperas a que yo adivine que es lo que me toca?- soltó de pronto Tom con un tonito caprichoso tan encantador
-Te dije que te esperaras un poco- le extendí mi mano- además la gargantilla salió primero llorón- saque de una bolsa el gorro y se lo puse en la mano
-¿Y esto qué es?- dijo en un tono curioso y un mirada de niño de 4 años, que acaba de descubrir el reflejo del sol en las ventanas- Es un… ¿Gorrito?
-Se te quemo el cerebro Tom- le dijo Bill negando con la cabeza y poniéndole el dichoso gorro, cubriendo su bella cabellera, las motas colgaban hasta sus hombros, parecía un peruano con tremendo gorro tejido y motas en las puntas y parte superior. Fue una suerte encontrar esa tienda.
-¿Cómo me veo?- me dijo haciendo una pose muy galante
-Te ves bien- le dije riendo un poco, hizo un movimiento extraño con las manos y se echo a reír al unísono con Bill.
Un rato más tarde, mi cuñis nos abandono, Tom insistía en que debía modelar para el todo lo que había comprado, y por mucho que me lo pidió, siempre me negué.
-Entonces mañana no tenemos nada que hacer- me decía al oído mientras yo preparaba algo para cenar- deberíamos ir a….
-al cine- le dije riendo – me apetece ir al cine
-Muy bien, entonces mañana veremos una película de acción!- dijo haciendo una seña al estilo de ¿superman? xD
-¿Que hay en la cartelera?- le dije con un poco de esfuerzo, me abrazo por la cintura y acaricio mi piel elevando mi respiración
-No sé- dijo mientras besaba mi oído- lo que sea estará bien, no creo poner atención de todos modos- solté la cuchara que traía en la mano y me di la vuelta, nuestros labios se encontraron en un beso lento y prolongado. Sabíamos que teníamos todo el tiempo del mundo. Me tomo de la cintura y me sentó en la barra, mis manos lo sujetaban fuertemente por el cuello, impidiendo que se alejara de mi, acariciaba mis piernas con ferocidad, hasta que sobre paso el límite, dejándome escapar un leve gemido mientras me besaba. Se detuvo, me miro, estaba agitado, su boca se encontraba entreabierta al igual que la mía, nuestros rostros estaban un poco ruborizados y las manos temblaban, al igual que nuestros labios, como exigiendo mas. Me sonrío satisfecho, como si todo hubiera terminado, al igual, le sonreí yo también.
Se alejo lentamente y saco la tarta del horno, la olfateo un poco y volteo a mirarme en señal de triunfo, baje de la barra y fui por unos platos y cucharas, caminamos al balcón y encendimos la televisión. Cenamos en paz, sin decir nada, parecía que él se encontraba un poco incomodo, pero no sabía por que
-Ha quedado magnifica- le dije al finalizar mi rebanada, con afán de comenzar la conversación, pero el solo asintió sin despegar la mirada de la tv…- ¿Pasa algo?- le dije al paso de unos segundos
-No, nada- lo dijo tan poco convencido que me obligo a apagar la tv- lo siento- dijo cuando al fin volteo a mirarme- me siento un poco extraño, es todo
-A mi no me eches la culpa- le dije sonriente- la tarta la hiciste tú- y conseguí que me sonriera, pero volvió a mirarse las manos, estaba inquieto, podría afirmar que nervioso…
-Estoy un poco cansado- suspiro- creo que debería irme a casa
-¿Estas nervioso?- solté de pronto un pensamiento en voz alta, me arrepentí medio segundo después, Tom en cambio no se inmuto, solo me miro fijamente, como si algo quisiera saber, provoco que me ruborizara, me sentía como si nos acabáramos de conocer, también baje la mirada- deberías quedarte… aquí. Si quieres- empecé a sobarme el brazo izquierdo, como siempre que me muero de los nervios, intente levantarme, pero ahora los brazos de Tom rodeaban mi cuerpo, se acerco a mi cuando menos me lo esperaba, me abrazaba tan dulcemente, acariciando mi espalda
-Vamos a dormir- me dijo al oído y se levanto del suelo junto conmigo, yo lo miraba como si… lo miraba de esa forma tan particular, esa forma que solo se da cuando amas a alguien, sentía el palpitar de mi corazón por toda mi piel. Tomo mi cara entre sus manos y acaricio mis mejillas dulcemente, paso sus dedos por mis labios, y me tomo por sorpresa cargándome hasta mi habitación.
Me sentó sobre la cama, quedando el hincado en el suelo, me tomo de las manos y las beso…
-Me daré la vuelta para que te pongas tu pijama- dijo haciendo lo dicho
-Tom… pero…- intente hablarle, sin embargo el levanto una mano y siguió en la misma posición… ¿Qué está pasando? Tome mi pijama y me la puse rápidamente, era mi turno de darme la vuelta, a pesar de que se me hacía algo ridículo, lo hice. Estábamos listos, nos hundimos en la cama, yo con mi pijama mata pasiones, y él con su bóxer y playera nada ajustada.
-¿Puedo abrazarte?- le dije un poco desconfiada, no sabía que pasaba ahora por su cabeza, yo aún no entendía. Extendió sus brazos y me acurruque en ellos, entrelace mis piernas a las suyas, su respiración era tan tranquila, estaba mirándome, podía sentirlo
-Te quiero Haru- dijo después de unos segundos dándome un beso en la frente, haciéndome la mujer más feliz del mundo
-Yo también Tommy- levante la cabeza y me encontré con su radiante mirada, me dio un beso en la nariz y después termino en mi boca… tan sorprendente como se acoplan la una a la otra, como si se hubieran hecho juntas y la mitad que me falta, fuera la suya y viceversa…
Así, sin palabras que hicieran falta, o que sobraran, expresiones, caricias, suspiros, sensaciones, todo termino en un beso que nos llevo al sueño, uno tranquilo, reparador, perfecto.
domingo, 20 de diciembre de 2009
Capitulo XLII – Planeando
Parecía que ya se habían puesto de acuerdo, ya no discutían más. Nos sentamos a platicar de todo lo que se supone que haría yo en México a mi regreso, y lo que harían los chicos a mi partida de Hamburgo.
Es hora de que vuelvan al estudio.
Gustav dijo que se haría cargo de todo para que me quedara con el permiso de la Universidad, y sobre todo, con el lugar que me correspondía, pero no les había comentado de la sanción que me habían aplicado, y me daba un poco de pena tener que admitirlo.
-¿Entonces qué vas a hacer?- dijo Gus preocupado
-Supongo que buscare otro tipo de trabajo aquí mismo, aun así debo llamar a la Universidad para que me mande algunas cosas, y yo dar por terminado el trabajo con Allison con alguna videoconferencia.
-No tienes que buscar un trabajo- dijo Bill- puedes ayudarme a…bueno…
- Gracias Bill, pero debo hacerlo, tal vez así decidan que mi sanción debe reducirse o que se yo. Ya que estoy aquí me gustaría entrar a un Jardín de niños, en realidad jamás he trabajado en una escuela.
-Y Allison entrara en Julio, podrías estar en la misma escuela que ella, debo hablar con mi hermano- empezó a decir Gisela, quien en ese momento tomo el teléfono.
-¿Y tus padres?- dijo Bill
-Ellos estarán bien, mi madre ya sabe que estoy aquí, le llame antes de que…bueno, le llame ayer. Me hizo prometer que la llamare más seguido. Lo que no se es que dirán las reinas y el club de fans, estoy casi segura de que habían planeado algo y yo las deje plantadas, y Diana odia que haga eso xD, sin mencionar lo que Zay me dirá
-Yo le llame- me dijo Tom- no me dijo nada relevante, que esperara a que tú la llames ¿Eso es malo?
-Será nefasto xD- dije un poco nerviosa- la llamare más tarde
-Mañana debes ir a una entrevista- dijo Gis regresando del estudio- mi hermano te estará esperando. Asentí agradecida. Es hora de volver a mi actividad normal.
Ya en mi departamento me puse en contacto con el rector, se sorprendió un poco de mi decisión, incluso estaba a punto de cuestionar mi profesionalismo, pero creo que lo pensó mejor. Le mande todo lo que necesitaba y aclare muchas cosas mediante una videoconferencia de casi dos horas. Al terminar, tenía pensado hacer unas llamadas a la Ciudad de México, pero el olor delicioso de una pasta me llamo hasta el balcón, donde Tom me esperaba muy bien acomodado en el suelo.
-¿En verdad Lauren era tu novia?- dijo después de que termináramos de cenar, como si hubiera querido preguntarlo desde hace mucho
-Digamos que estábamos en proceso, teníamos una relación, si es que se puede llamar así, algo extraña
-¿La extrañas?-pregunto de inmediato
-No- dije un poco desconcertada de ese hecho- tenía costumbres muy parecidas a las de Cat, por eso me sentía en confianza con ella, creo que algunas veces llame a Lau con su nombre, pero estaba tan perdida en alcohol que no se dio cuenta. No es que no la recuerde, ni que no haya disfrutado el tiempo con ella, es solo que, no sé- dije riendo
-Jamás entendí eso- dijo sirviéndose refresco- como es que tienes una relación tan particular con Zayra y Diana, que se parece a la que tenías con Catalina pero no era la misma, la que tenías con Lauren y la que tienes con las demás mujeres que te rodean… es que yo no sé si tu eres.. Bueno, tú me entiendes…
-¿Quieres saber?- le dije levantando una ceja
-No- dijo después de pensarlo un poco- deja que mi imaginación se divierta un rato- se rasco la barbilla, como si en verdad se lo estuviera imaginando
-Eres un pervertido- le dije riendo, robándole su vaso y terminándome la coca
-¿Por qué te quedaste?- pregunto en un suspiro que casi me mata, el dichoso líquido se me fue por otro lado…- Lo siento- me dio un par de palmaditas en la espalda, y yo me empecé a reír
-Ya estoy bien- tosí otro poco- gracias- y tosí de nuevo xD- ¿En verdad quieres saber por que?- le dije ya riéndome recargada en su abdomen, vi como asintió lentamente- Pues…-juntos, tu y yo, fueron las palabras que me vinieron a la mente, al fin me lo había pedido- por qué te quiero- le dije al final cerrando mis ojos
-Cuando nos sacaron del aeropuerto y vimos despegar el avión, pensé que todo se había terminado- decía mientras me acariciaba el rostro – ya no nos dejaron entrar de nuevo, subi al auto y maneje como un loco hasta aquí, Bill venia tras de mi y se quedo un rato conmigo, hasta que sin razón aparente salió, enseguida regresaste y escuchaste todo eso. Cuando te vi de nuevo, entendí que de verdad había sido un estúpido y que debía hacer todo para que te quedaras… y aún no entiendo que fue lo que hice, pero me da mucha paz saber que estas acostada en mi muy trabajado abdomen
-Yo estoy feliz de que tu abdomen este muy bien trabajado- le dije riendo enderezándome para después sentarme en sus piernas- lo único que debes tomar en cuenta, ya sea de lo que paso, de lo que hicimos o pudimos haber hecho, es que al final encontraste la manera. Eso es todo lo que debe importarte, y a mí también
Me miro risueño y me dio un beso en el cuello, acostándome en el suelo, haciéndome cosquillas
-Tom, acabo de cenar, estallare xD- le decía tomándolo por los hombros tratando de retirarlo de arriba de mi
-Pensare que regresaste por mi exquisita manera de co…-
-Basta Tom- le dije soltando una carcajada- todavía te hace falta practica- le dije aun risueña levantando una ceja
-¿Practica? ¿A mí?- dijo altanero- no olvides que soy el Dios del sexo
-Bah ¿Quién dijo eso?- le cuestione haciéndolo “rabiar”, ataco mi costado y me cargo en sus hombros hasta mi habitación.
…
-Me sigue gustando ese lunar- me dijo cuando se vestía junto a mí, sentado en la cama- no quisiera, pero ya debo irme, recuerda que debo llegar temprano al estudio y tú tienes esa entrevista...
-Si- dije suspirando dejándome caer boca abajo en la cama- espero que me vaya bien
-No seas nena, te ira bien- me hizo una trompetilla en la espalda y se levanto- déjame besarte- me volteo tal cual hot cake y presiono sus labios a los míos, lo tome por el cuello impidiendo que se levantara- Haruka- decía entre beso y beso- si no me voy se nos hará tarde mañana
-Esta bien señor Dios del sexo, puede retirarse- dije soltándolo y riendo, dio la vuelta para después regresar y darme otro beso, uno prolongado- Nos veremos pronto- le dije quitándolo y levantándome de la cama, fui en busca de mi bata y lo empuje hasta la puerta. Escuche su caminar y un leve tarareo, hasta que el elevador hizo un “tin”, supe que se había marchado.
-Te odio! ¿Quién te crees que eres? ¿Sabes cuantas horas te estuvimos esperando? Si no es porque tu mama me llama yo ni enterada- decia Zay en verdad enojada, como hace mucho tiempo no la escuchaba
-Lo siento Zay, no lo vi venir, no sabia que iba a quedar…
-Pero si era más que obvio -interrumpió bruscamente- te tardaste demasiado en decidir, hasta para eso eres lenta! ya me debes muchas Haruka
-De verdad lo siento, iré pronto y les contare todo, con detalle
-No quiero saber tus sucios detalles ok?- seguía enojada- Diana quiere hablar contigo
-Demonios- pensé, si Zay estaba molesta, quería decir que Diana no lo estaba y eso es peor xD
-¿Matilda?- dijo su suave voz al teléfono
-Hola Dian
-Eres una boba- me dijo y soltó un suspiro- mira que esperar al último día
-Pasaron muchas cosas Dian, lamento mucho no avisarles, yo estaba…
-Lo se cariño, lo bueno es que encontraste tu lugar ¿huh?- me hablaba con nostalgia
-Así es, tu mejor que nadie me entiende, estoy segura de que dentro de muy poco tiempo habrá tiempo para todos- le dije un poco animada, recordando las palabras que Bill me había dicho hace tiempo y la manera en la que sus ojos brillaban al hablar de Dian
-Pronto habrá tiempo- dijo en su natural estado neutro- mientras tanto…cuéntame ¿Cómo fue que te decidiste?
-Pues, fue muy extraño- comencé a reír y contar tal y como estaban las cosas desde que nos fuimos de aquí, hasta mi regreso oficial ante todos- Asi fue como Tom me pidió que fuera su novia- termine diciendo con una sonrisa que enmarcaba mi rostro
-Te felicito Mati, lo has conseguido… el amor…- y se quedo callada
-Diana, tu sabes que…
-Lo se- me interrumpió de nuevo- no debes preocuparte, todos estaremos bien, y Zay no esta tan enojada como parece- cambio el tema de su futuro, con coquetería en su voz- hizo un berrinche porque te tenía planeado el cóctel que tanto te fascina, grita diciendo que ahora que esta divorciada y con la cocina libre, tu estas alla…
-Vamos, no estoy casada y mi cocina también es grande…- dije con ese tonito que tanto le gustaba a Zay, olvidándome que era Dian con la que hablaba…
-Encanto, eso se lo diras a Zay mas tarde xD- reia nerviosa y escuchaba a Zay gritar, Dian puso el altavoz…
-Estoy embarazada!- dijo Zay de pronto y Diana y yo nos quedamos calladas- es broma- dijo con un tono de fastidio debido a que ninguna de las dos se estaba riendo
Al final, reímos un poco y nos quedamos conversando de cosas importantes y tal vez no tanto, y por mas que quise sacar información de la visita de Geo, fue imposible, limamos asperezas por haberlas dejado plantadas y recibi sus felicitaciones por todo lo que conlleva mi decisión. Mandaron avisos del club de fans, quienes están en Canadá haciendo unos diseños para una compañía. Por lo que ni enteradas de mi ausencia…
Es hora de dormir un poco, mañana será un día… un día….
jueves, 17 de diciembre de 2009
Capitulo XLI – Siempre no me fui
Tom no está en la cama, estoy sentada en ella pensando en que tal vez se ha ido, como el otro día.
Pretendía darme una ducha… pero hay un pequeño problema. Mis maletas seguro están camino a México, sino es que ya están allá… ¿Y ahora qué hago?
Salí del baño pensando que podía hacer – Ir de compras- dije dando un aplauso
-¿Puedo pasar?- Me pareció que era…
-Claro, adelante- Bill entro emocionado y corrió a abrazarme- Ya Tom me lo ha contado todo! Me da tanto gusto que hayas decidido quedarte aquí y más si es como…
-Hey Bill, ¿Cuánto tiempo más tendré que esperarte para que me des de desayunar?- dijo Tom en un puchero entrando en la habitación – Haru seguro también tiene hambre
-Sí, seguro- dije sonriendo, Tom me sonrío también, con esa carita de niño bueno
-Anda Bill… ve a la cocina… y has algo de desayunar- lo apuro, con énfasis en el ve a la cocina
-Ok, ya entendí que estorbo- dijo haciéndole señas con las manos, y salió de la habitación.
-Buenos días- dije riendo, camino hacia mí y me beso- debo ir de compras grandote, no tengo nada que ponerme…
-Oh, sobre eso…- dijo tomándome de la cintura-… digamos que… tus maletas están en nuestra casa…- lo mire completamente confundida- lo siento… es que… antes de que tus maletas llegaran al HAM… le dije a Rick que me esperara… antes de que te fueras al aeropuerto le llame diciendo que hiciera todo lo posible por que tu equipaje se quedara aquí… y me hizo caso… le dije que de lo demás me encargaría yo…
-Y como yo no me preocupe por que mi equipaje fuera secuestrado…. Con razón Rick me dijo que todo estaba en orden…- dije atando cabos, todo parecía sacado de un fic XD!- supongo que estuvo bien, ahora debo ir a su casa por mis maletas…
-No te preocupes Mati- dijo Bill tras la puerta- tus maletas ya están aquí, las traje conmigo por cualquier cosa
-Bill! Deja de estar de entrometido y vete a la cocina!- le dijo Tom aparentando estar enfadado mientras yo reía
-Bah, está bien, entonces iré por ellas y al fin podré darme una ducha- le dije sonriente
-Primero iremos a comer algo- dijo acercándome a su cuerpo hablándome muy despacio en el oído, yo reía tímidamente, pero honestamente no me afectaba hacer una que otra cosa antes de desayunar xD
-Estoy seguro de que Haruka quiere cereal Tom, déjala venir a desayunar después me iré y podrán hacer lo que quieran
-Bill!- dijo Tom saliendo de la habitación corriendo tras su hermano quien se dirigía a la cocina muerto de la risa.
En efecto, mis maletas estaban en la sala, en lo que los gemelos discutían, las puse sobre mi cama, supongo que tendré que ir de compras de todos modos, ya quiero ver a Gisela de nuevo…
-Sera una sorpresa que estas aquí, llegaremos a donde los Schäffer y aparentaremos estar tristes- me decía Bill divertido, mientras desayunábamos Hot Cakes que termine haciendo yo xD- y de pronto tu saldrás y dirás “NO ME FUI”- termino riendo casi asfixiándose con un pedazo del desayuno
-Bill, no seas tonto- Tom ya le daba palmaditas en la espalda- seguro que a Hagen le dará un infarto de la emoción, debemos planear otra cosa
-Me agrada la idea de Bill- dije también atragantándome, tosí un poco y bebí mucha leche- en fin, no creo que nadie sepa que estoy aquí, será un lindo detalle
-Bueno, entonces ya vámonos- dijo Tom levantándose de la mesa y tomando nuestros platos
-Déjalos ahí- dije retirando sus manos del jabón- cuando regrese lo hare yo
-¿Segura?- dijo recargándome en el fregadero, sus manos mojadas me hacían estremecer y me dio un poco de pena, mi querido cuñado aun estaba presente
-Cof cof, aun estoy aquí pero ya me voy- dijo Bill tapándose los ojos y saliendo rápidamente a la sala
-Necesito que te controles- dije quitando sus manos- por lo menos hasta que estemos solos si no vamos a traumar a Bill - camine hacia donde se encontraba el menor de los Kaulitz
-Haruka! como si él no hiciera sus cosas con…- decía caminando tras de mi
-Hey Thomas! Te estoy oyendo- decía Bill risueño en la sala.
Después de un “quiero y no quiero” Tom salió de la cueva, me dio tiempo suficiente para darme una larga ducha y cambiarme de ropa, debo traer de vuelta mi querido auto.
Regreso por mí, tras amarrarle las manos, pudimos salir a ver a Gustav, al parecer habían citado a todos. Bill toco la puerta y entro llevando al señor Schäffer lejos de la puerta, fue donde entre yo a esconderme donde el pequeño Luca dormía, Margot estaba acompañándolo y en una seña le pedí que no dijera nada, me miro emocionada y se levanto a darme un abrazo, escuchaba la voz del animado Andreas y del serio Geo, en unos segundos Tom se les unió…
-En serio- comenzó Andreas- yo creo que lo mejor es llevar a Tom a un table dance, eso lo hará sentir un poco mejor, ¿Tu qué opinas hermano?- le dijo a Tom que venía unos pasos detrás de él
-No creo Andy, no estoy con muchos ánimos- le dijo Tom “triste”
-Vamos man! Mi novia no se enterara, Zayra tampoco, ni Diana, ni Gisela, si es que Gummy quiere venir con nosotros- se acercaban a donde me encontraba escondida, para que los demás no escucharan su insana conversación- Eso te animara un poco Tommy, anda, acepta
-No hermano, de verdad que no tengo muchos ánimos de ir a ningún lado- le dijo de nuevo Tom
-Además- dije aún es mi escondite - No creo estar muy convencida de que mi novio vaya a un table dance para subir los ánimos Androide- Salí a su defensa, casi me sentía catwoman XD
-Vamos Haru, solo iremos a…- Andy comenzaba a hablar, sin recapacitar lo que en verdad hacia yo ahí, me miro, me tomo de los hombros, sus ojos casi se salen de sus cuencas – Oh Por Dios! Haruka regreso!!!- dijo abrazándome y levantándome del suelo en una vuelta, Geo hizo lo mismo y escuchaba el rápido caminar de Gis y Gus, que venían acompañados de Bill.
-Haruka!!- Dijo Gis tan emocionada que termino tirando lo que traía en las manos para caer en mis brazos que la esperaban, lloro y no entendía lo que decía, le sonreía al igual que a todos, el pequeño Luca despertó y se puso a llorar, cosa que hizo que Allison gritara desde donde estaba, Gustav se apresuro y la trajo donde todos nos abrazamos, me miro alegre y pidió mis brazos.
-¿Cómo es que? ¿Nunca? ¿Nosotros? ¿Ya sabían? ¿Dónde dormiste? ¿Por qué? ¿Estás aquí?- dijo Geo después de que nos calmáramos un poco, Bill estaba sentado junto a Tom, y él junto a mí.
-Pues, digamos que no sé- le dije riendo- ¿Cuál era la segunda pregunta?- y reí de nuevo
-La verdad es que no pensábamos llevar a Tom a ningún lado, solo era una pequeña broma- salió Andreas en defensa propia- pero hay algo que si me salto…Este patán al fin hizo algo bien! dijiste que ¿TU novio?- cruzo los brazos y se recargo en el sofá, todos prestaron mucha atención a nosotros, incluso Bill que ya lo sabía todo nos miraba divertido
-¿Qué? ¿Quieres que te dé explicaciones de todo lo que hago?- dijo Tom serio, tomándome una mano- Ya escuchaste a Matilda, esa es la verdad- parecía orgulloso, pero lo dijo en un tono tan altanero que fue un poco molesto
Primero todos se miraban entre si, después estallaron en risas como si lo que acababa de decir fuera una broma, que como siempre, termino contagiándome a mí también
-No lo tomes a mal Tom- le dijo Geo un ya un poco tranquilo- es que eso de la “novia” como que no se te da muy bien
-Vamos Hobbit, no me digas que tu eres el hombre perfecto- le dijo Tom un poco incomodo
-Tengo hambre- dije tronando los dedos y levantándome junto con Gisela hacia la cocina, donde hablamos con detalle de cómo había tomado la decisión de quedarme. Ella me miro atenta y al parecer estaba feliz. Mientras nos imaginábamos que los hombres seguían discutiendo por necedades, yo estaba más que feliz de que mmy me hubiera pedido estar con él. Valió la pena.
martes, 15 de diciembre de 2009
Capitulo XL – Bienvenida seas a la agonía de las palabras
-¿Mamá?- dije con voz cansada, agobiada
-¿Cómo estás Mati? Que gusto me da escucharte
-Todo va bien, pero…
-Nada de peros - me interrumpió de golpe- lo único que debes prometer es que me llamaras con más frecuencia- parecía triste, pero feliz al mismo tiempo. Creo que sonreía
-¿Cómo supiste?- dije curiosa, sintiéndome un poco mal por no prevenir esta situación
-Se llama amor, hija- pauso un momento- además, tu avión salía 11 de la noche y acá son las 10 de la mañana, estarías en pleno vuelo y que yo sepa no dejan que hagas llamadas dentro de un avión- rio escandalosamente, provocando que sonriera- Lo que no me explico, es el por qué esperaste tanto tiempo para decidir qué harías.
-Supongo que me gusta hacerla de emoción- le dije curiosa, despidiéndome de ella y colgando el teléfono.
Son tres de la mañana y estoy sola en medio del aeropuerto. ¿Qué sigue? ¿Una señal divina? Me acerque al sanitario, no me sorprendí al ver la pálida expresión en mi rostro y el maquillaje corrido. Corregí un poco y salí dispuesta a esperar esa curiosa señal…
Estaba por quedarme dormida en una de las sillas, cuando una mano que tocaba mi hombro me asusto, supuse que era algún trabajador del aeropuerto…
-Sabía que no te ibas a ir- me estremecí, mi salvación vestía de negro, gorra y sudadera, lo mire tan feliz, mis ojos brillaban, aunque estaba muy sorprendida de que adivinara mi pensamiento, a pesar de todo me daba mucho gusto verlo, me levante a abrazarlo
-No entiendo cómo es que supiste, pero te lo agradezco mucho Bill
-Me basto con una sola mirada Mati, solo espero que esta vez aprenda la lección. – Rick abría la puerta de la camioneta y lo miraba feliz de encontrármelo nuevamente, el también me sonreía. Durante el trayecto, mi cabeza fue recargada en el hombro del pequeño Billy, nuestras manos estaban entrelazadas y algo muy dentro de mí me hacía preocuparme, sensación que estoy casi segura, Bill sentía.
-Tú te quedaras aquí- bajamos a mi antiguo hogar, me extendió las llaves- en la mañana veremos que hacer- me dio un beso y subí las escaleras.
Esperaba llegar y tumbarme en mi cama, supuse que hacía mucho escándalo con mis tacones, así que, aprovechando que no había nadie, me los quite, camine con sigilo y así mismo abrí la puerta, cerrándola lentamente.
Camino a mi habitación, me encontré con el cuarto donde estaba el piano, con la cortina abierta y una silueta que estaba recargada en el bello instrumento de color blanco. Es Tom. Vi sus tenis anchos y sus playeras holgadas. La luz cubría su cuerpo, el estaba agachado, solo alcance a ver que tenía la blusa que aventó por ahí aquél día. No recordaba que la había dejado. No se si sollozaba, no sé si hablaba dormido…
Encendí la luz, pero no se sobresalto…empezó a hablar.
-Ya te dije que no me voy a mover de aquí Bill. ¿Te das cuenta que por mi cobardía se ha ido? Si le hubiera dicho que se quedara conmigo y solo conmigo… dejar de usarlos de pretexto, estoy seguro de que eso es lo que esperaba…- se quedo callado de nuevo, yo no le decía nada. En el fondo, me encantaba estar ahí y escuchar todo eso, ahora sabía que…
-Déjame solo, no quiero hablar con nadie. Por favor- volteo hacía la ventana- No me sentía así desde que ella me dejo… No, me equivoco, esto no se compara, porque tuve la oportunidad de que se quedara a mi lado. Tú sabes en verdad todo lo que siento Bill, seguro que te sientes igual que yo.
¿Es hora de que le diga que no me he ido? ¿Qué puedo hacer?
-Soy tan patético- recargo su cabeza contra el vidrio – En serio, prefiero estar solo, juro que no lloriqueare como ayer… anda Bill…
Volteo a mirarme, se puso pálido, su boca entre abierta, su mirada fija en mí, yo también lo miraba, un brillo inexplicable en sus ojos, creí que estaba a punto de desmayarse. ¿Qué sigue? Camino hacia mí con paso seguro, se quedo parado a unos centímetros de rozar mi piel, quería tocarme, sin embargo no lo hacía. Quería tocarlo también, pero no sabía si sería prudente, en realidad no sabía nada en ese instante. Al final, se acerco dándome un abrazo, sus manos casi atravesaban mi espalda, sentía su tibio aliento en mi oído, su corazón acelerado.¿Qué demonios? ¿Qué hago aquí?... Vamos Haruka, si no te fuiste es porque lo quieres ¿o no?…Termine abrazándolo yo también.
-Eres tu- dijo a mi oído- me da tanto gusto que seas tú… yo…me, bueno yo… solo…- suspire aliviada de que no se hubiera quedado mudo, se aparto un poco de mi, ahora solo me veía, apago la luz, sin decir nada. Acaricio mi rostro, comprobando que en verdad era yo. –Te…yo… ya que estas aquí… ehm… ¿Por qué… regresaste?...bueno, eso no importa … es decir... sí importa, pero yo…- sonreí por la curiosa escena, la luna iluminaba bien la habitación, pero preferiría verlo mas detalladamente por lo que encendí la luz, cuando un tibio te quiero salió de sus labios dejándome inmóvil, con mi mirada fija en él.
Estaba ahí parado, como esperando que le dijera algo, o pensando que no lo había escuchado, sus ojos estaban un poco rojos… su aspecto era de mucho cansancio.
-Yo también- le conteste tragando saliva, el me sonrío…Ahí estábamos, ya lo hemos dicho…
-¿Podríamos… hablar un poco?- dijo señalándome afuera, asentí y camine delante de él. Entre al balcón y me quede mirando a mi alrededor, como quien no sabe qué hacer, como quien llega a un lugar desconocido y tiene miedo. Terminamos sentados uno frente al otro, con la pequeña mesita de centro entre los dos. Me miraba nervioso, honestamente preferiría ahorrarme cualquier tipo de explicación, si es que quería darme una…
-En verdad lamento todo lo que paso- dijo y quise detenerlo, pero me dejo callada con una señal- Fui altanero nuevamente y pensé que no hacía falta decirte que quería que te quedaras…Crei que si…bueno, no se. Te vi tan satisfecha aquel dia, y no es porque yo no lo estuviera ni no lo deseara- me sonroje al notar que el también estaba rojo, hacia muchas muecas y sus manos se movían rápidamente…
-El plan era distinto- continuo él, ahora sin mirarme- David me despertó muy temprano y sali de aquí, cuando Bill me dijo que venía para acá, simplemente no lo pude creer y me negué a despedirme, porque según yo, tú no te marcharías. Georg me llamo después, dijo que faltaban solo unos minutos para que te fueras, que “en qué demonios estas pensando galan?”- dijo imitando la voz de Geo- tome el auto y maneje como un psicópata hasta el aeropuerto, apenas y pude alcanzarte y me quede sin palabras… me equivoque… yo..
-Ya he oído suficiente- dije un poco abrumada- Ya estoy aquí, ahora no me importa nada más que eso
-Haru- empujo la mesa y se sento sobre sus piernas frente al puff donde estaba- creo que te lo he dicho muchas veces y siempre termino equivocándome, solo quiero que sepas que… tratare de no caer de nuevo
-No puedes tener la culpa tu solo Tommy- dije acariciando su mejilla- ya no hablemos de eso, por lo menos por hoy ¿quieres?
-Es verdad- dijo tronando sus dedos- ya es muy tarde, seguro te estás muriendo de sueño
-Algo así- dije riéndome un poco, al momento pensé en algo… Parece que Tom no tiene planes de marcharse, además Bill se llevo el auto.
-Bueno -dijo ya casi en la puerta- nos vemos mañana Haru- Y la escena era tonta, se mecia en sus talones como “Wanna come in”
-¿Hablas en serio?- dije levantando una ceja y mirándolo curiosa- parece como si me acabaras de conocer- y rei un poco
-A, bueno, es que- de nuevo empezó ese juego entre sus manos- no se que mas decir…
-Bill se llevo tu auto- le dije cruzando los brazos
-Me ire en un taxi- dijo acercándose mas a la puerta
-Si, claro “El señor Tom Kaulitz se ira en un taxi”, Bill me asesina, Jost, tu mamá…-empecé a contar a toda la gente de producción con mis dedos, como si lo estuviera regañando
-¿Te preocuparía que me fuera solo?- dijo curioso
-No seas tonto Tom, por supuesto que me preocuparía- suspire
-¿Por qué?- pregunto frente a mi y me puso ojos de cachorro
-Como que “¿Por qué?”- le dije risueña- la hora ya te afecto
-Supongo que me estas pidiendo que me quede contigo- ahí estaba, ese tonito altanero de nuevo, lo mire ofuscada y el suavizo su gesto, me sonrio apenado – lo siento, es solo que…-¿Qué demonios? Pensé…
-Vamos a dormir- dije extendiéndole mi mano, me miro sorprendido, a final de cuentas lo hizo y caminamos juntos hasta mi habitación.
-¿Supongo que hice algo bueno hoy, no?- dijo acostándose a mi lado en la cama, ni siquiera nos molestamos en cambiarnos de ropa, cosa más que obvia, mis maletas no están aquí- Digo, si es que regresaste… supongo que hice algo bueno- decia ya un poco mas “en confianza”
-Tal vez- dije tocándole su bella nariz
-¿Puedo pedir otro deseo?- dijo tomando mi barbilla, expresando aquél mágico deseo que me saco una sonrisa, asentí con mi cabeza dándole un beso, para después terminar dormida acurrucada en sus brazos.
No sabía que seguía, que hacia exactamente, que sería de mi vida, esto y lo demás…
::TOM::
Supongo que dije lo correcto, estoy aquí, en su cama de nuevo. Esta completamente dormida, puedo sentir la tibieza de su respiración en mi cuello, tiene la expresión tranquila y eso me alivia bastante.
Bill me había reclamado hace un rato, tengo un golpe en el estomago, por parte del personal del aeropuerto, los hijos de Gustav se pusieron a llorar llamando la atención de todo el mundo, Geo trataba de detenerme, fue cuando vi salir el avión y ya no luche más.
-Vamos Tom, no puedes quedarte aquí- decia mi hermano a mi espalda, se escuchaba preocupado
-Por favor Bill, solo me quedare esta noche- le dije tocando las teclas del piano, sin ritmo
-Tom, no hagas esto ¿Qué remedias con quedarte a llorar aquí?
-Solo dejame aquí, mañana regresas y ya…llevate el auto, de aquí no me voy a mover
-Esta bien- dijo de pronto muy serio- No hagas nada estúpido, Thomas- lo mire un poco nervioso, se me hacia extraño el cambio de su tono, de preocupado a serio, sus ojos brillaban con la luz de la luna que entraba por la ventana, como si hubiera hecho un gran descubrimiento- júramelo
-Lo juro, no hare nada Bill, solo me quedare aquí.- me sonrio y salió del departamento.
-Y después regresaste- dije en voz baja al terminar ese recuerdo, ella sonreía, la acerque mas a mi, como si eso fuese posible…