Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.

¡Bienvenido seas alma perdida!

Anteriormente, hablando del año 2009, este espacio estaba dedicado a la publicación de sandeces, aka fan fiction de la banda alemana de poprockpunknoseque Tokio Hotel.

Sin embargo, después del tiempo que ha sucedido, la temática ha cambiado y, aunque en los archivos están aún esas sandeces, probablemente los escritos que aparecerán próximamente sean más de otros temas, que de la misma banda.

Éste sigue siendo su espacio, éstas siguen siendo sus letras, y esta siempre será la agonía de las palabras.


martes, 1 de diciembre de 2009

Capitulo XXXVII – Tu fantasma me atormenta

-Debes estar al pendiente de ella en todo lo que necesite, tu sabes cómo atender las contracciones en dado caso que se presenten antes, o se adelante el nacimiento- dijo el pediatra antes de salir de regreso a su consultorio

-Ay Mati, sentí tanto miedo cuando me di cuenta de que no había nadie en casa, la gran coincidencia fue que Lau pasara por aquí, no sabía que teníamos nueva vecina, y menos que se llevaran tan bien

-Ella se marchara el 24, regresara a Chile, está aquí por la traducción de un libro- dije tomando la presión de Gis- 120/76, Se podría decir que estas bien, pero no te levantaras de aquí el día de hoy

-Si usted lo dice, le hare caso- dijo burlona y resignada, sabía que muy en el fondo quería preguntarme quien era en verdad Lauren. Salí para dejarla descansar un rato

Los chicos conversaban animados en la sala, en cuanto salí Gustav se llevo con él a Allison, y se encerró en el cuarto con Gisela

-Manejas como una loca- dijo Geo en cuanto volví a la realidad

-Gracias- dije riendo- era un caso de emergencia, ¿Qué esperabas que hiciera?- puse mi mejor pose heroica, como consecuencia el trío se reía a carcajadas

-Me gustaría conocer a Lauren- dijo Bill mirándome como quién extraña mucho a alguien, extendiéndome su mano para que me sentara junto a él. Acepte y camine lentamente a donde estaba, beso mi frente y me acomodo en su regazo- ¿Quién es ella? ¿Es amiga tuya?

-Es… mi novia- dije sin prisa, con un suspiro. Esperaba que me dijera algo, pero solo sentí el pasar de su mano por mi cabello

-Seguro que es una persona encantadora- fue lo que pudo articular, sentí como le señalaba algo a Tom, que estaba sentado a su lado, el se levanto y se sentó junto a Georg, frente a mí

-Debo irme- me levante rápido y tome las llaves del auto, dejando a Tom con un discurso muy bien planeado- Quedamos de ir a bailar esta noche, espero que no les moleste

-No, bueno…- Bill se quedo sorprendido- nos veremos mañana

Me fui a despedir de Gus, Gis y All, y salí con rumbo a mi “cueva” como lo llamaba Lau.

Me acosté un rato en el suelo, y tocaron la puerta, pensé que sería mi “novia”, así que grite un está abierto, que me permitió divisar los tenis de Tom y un gran “oh oh” invadió mi mente… lo mire de re ojo y seguí en mi posición

-Quiero hablar contigo- dijo jalando un banquito y poniéndose junto a mi

-¿De qué?- dije sentándome frente a él

-Me entere de que ya leíste la revista – la saco de su sudadera y la puso junto a mi

-Ah sí- dije desinteresada, me levante para tomarla y dejarla en la mesita que por ahí se encontraba -¿Qué pasa con eso?

-Es mentira- dijo seriamente, yo lo mire sin expresión, camino hacia mí y me tomo por los hombros, como queriendo que reaccionara- Yo jamás dije lo que ahí está escrito

-¿Y qué? Ahora estoy con Lauren- se enojo con ese comentario, su respiración cambio y se sentía tenso él ambiente- eso ya no importa, la verdad es que admitiste mundialmente que eres novio de la famosa camarera, si es o no es, el punto es que me mentiste en mí cara diciendo que no eras el mismo de antes…

Se quedo callado y me soltó, muy en el fondo él sabía que tenía la razón

-Pero, eso no es importante- comencé a decir en un tono crítico, con intensión de descargar todo eso que me pesaba tanto- tu y yo no somos nada, nunca lo fuimos… solo dos personas… que…

-Discúlpame, yo no creí que las cosas serian así- me miro reflexivo ¿Arrepentido? No lo sé

-Es que tu siempre piensas que todo resultara siendo a tu antojo, cometes errores al por mayor y piensas que con un simple “discúlpame” todo regresara a ser como antes…Como sea, has hecho las cosas más fáciles, me iré de aquí sin sentir absolutamente nada, seré una más en tu historial y pasara lo mismo contigo

-Pero tú y yo somos- comenzó a decir y lo mire con furia, con mucho dolor, creí que la cabeza me explotaría en cualquier momento

-Solo somos dos personas que se besan de vez en cuando- dije fríamente, como si en verdad no me importara… pero sentí como me hacía inerte con cada palabra, se acerco a mí y me encerró entre sus brazos

-Keyra fue un error, admito que nos veíamos desde hace mucho tiempo, es una de esas personas que “coincidentemente” te encuentras en cada lugar al que vas. Jamás convivíamos más de un día, al estar de gira podíamos vernos tres o cuatro veces. Esta vez fue diferente, me encontré con ella cuando llegamos a Madrid, por razones distintas que ahora no tienen importancia decidí que era hora de tener algo…O por lo menos eso fue lo que me dijo después de que amaneciera en mi cama… a ella solo le interesaba salir en televisión, después de anunciar nuestro noviazgo salió su parte diva y unas semanas después termine con ella.

-¿Y qué esperas que haga?- decía recargada en su pecho- que festeje, que te diga que está bien hecho, que has madurado, que sabía que al final…

-No quiero nada de eso- se retiro de mi y camino dándome la espalda, estaba por llegar a la salida, me alivie un poco de que se fuera… pero en cambio, cerro con llave y me miro…- quiero que entiendas que me equivoque, lo acepto, fui un idiota y debí decirte muchas cosas… pero… - volvió a mirarme, se quedo ahí sin decir nada más- Yo siento muchas cosas

-Quiero que te vayas- dije caminando a la cocina, en verdad estaba enojada y no quería hablar con él en ese momento. Serví una copa de coñac y la tome hasta el fondo, esperando que el ya se hubiera ido, cuando baje la mirada, lo vi parado frente a mi

-No me voy a ir hasta que dejes de comportarte como una niñita caprichosa

-¿Niñita caprichosa?- dije azotando la copa contra la barra, lo que provoco que se rompiera haciéndome heridas en la mano… sangraban exageradamente- Carajo- dije levantándome buscando alcohol

-Ves lo que haces- dijo Tom agarrándome la mano y presionando con un pañuelo que oportunamente saco de su pantalón- Estuvo mal dicho lo de niña caprichosa, discúlpame de nuevo

-Ya cállate- dije haciéndolo a un lado y caminando a mi cuarto por el gran botiquín

-¿Para qué tendríamos algo más serio si tú te vas a regresar a México en unas semanas?- se recargo en el marco de la puerta cruzando los brazos, me eche alcohol y apreté con unas gasas

-Creí que no podías ser mas idiota, pero me equivoque- dije irónicamente levantando todo el desastre que ahora estaba en el suelo- Esta bien, te disculpo, cometiste un error, no eres perfecto. Ya puedes irte y seguir viviendo en paz- me senté en la cama con un gesto de cansancio que no me quería ni imaginar, suspire y sentí como el corazón latía con mucho esfuerzo, la herida cada vez sangraba menos

-Eres importante para mí… para todos. No quiero que terminemos odiándonos, o simplemente ignorándonos. Quiero que seamos amigos, como una vez creí que lo éramos…- subió a la cama y se puso detrás de mí, estaba tan cansada por el ir y venir de nuestra conversación que no tenía ganas de moverme- además, no es ningún secreto que me gustas- Fue el término de todo lo que imagine, mi corazón empezó a latir aceleradamente y sentía mi cálida respiración… No podía permitirme el caer “así nada más”, me miente, lo acepta y después de que me dice que le gusto, ¿Saltar hasta él como un pony encantado?

-Demasiado tarde Tom- dije con todo el dolor de mi corazón, pronto regresaría a casa… pronto me olvidaría de todo esto…

-¿Tarde para qué?- en un hábil movimiento, ya me encontraba acostada en mi cama con él sobre mí

-Tarde para decirme que “te gusto”, no seas ridículo – me miro con el ceño fruncido- ¿Qué esperas que te diga? ¿Que también me gustas? ¿Qué puedo olvidar todo lo que ha pasado? Que puedes venir y…- mi boca fue sellada con sus labios, en un momento me resistí a contestar a sus besos… pero comprobé que no soy tan fuerte…En realidad no quería hacerlo, no quería que él estuviera ahí besándome, tome uno de sus brazos, al apretarlo, un vidrio que no había captado se enterró mas en mi mano y volvió a sangrar. Tom se dio cuenta y literalmente no le importo…. Ni por qué ese vidrio lo había cortado a él también, en lugar de quitarse de encima, entrelazo su mano a la mía, ahora el también sangraba

-Haru, no quiero que te vayas- dijo mirándome con un poco de tristeza, yo solo trataba de recordar a detalle la textura de sus labios. Reaccione y me escabullí por uno de sus costados, tomando de nueva cuenta el botiquín y unas pinzas. El vidrio es bastante grande y sospecho que a él le dejara una herida profunda

-No hay nada que puedas hacer para remediarlo, ahora si…. Vete- Salí de la habitación a abrir la puerta, me tomo del brazo y me dio vuelta intentando besarme de nuevo. Le di una cachetada que dejo rastro de sangre en su cara, cualquiera que hubiera visto aquella escena, pensaría que somos un par de homicidas…- Ya vete- dije ahora muy enojada, me solté de su brazo y abrí la puerta

-Por Dios ¿Qué les paso?- Bill estaba parado ahí, al parecer a punto de tocar, se asusto al ver la ropa, brazo, manos y cara de Tom manchadas de sangre y, cuando recapacito que esa sangre era mía, miro a su hermano con fiereza

-Me corte con una copa- dije llamando la atención de Bill, que vio mi mano y le mostré el corte

-¿Es mucho escándalo para una simple cortada, no?- levanto una ceja y me miro descifrando cada uno de mis movimientos

-Si te refieres al rastro de sangre que hay en Tom, no te preocupes, solo le estaba enseñando un par de modales, si tienes más dudas, pregúntale a él- mire a ver a Tom que también me veía- ¿Alguna otra cosa que quieres agregar a tu flamante discurso? – pregunte y el salió como bala del departamento, Bill me hizo un gesto de disculpa y se fue corriendo tras él.

-Dios…- dije al ver el rastro de gotitas que nos seguían, recordando cada paso que dimos, mi cama también está llena de ella, mi sangre y la de él. Agarre la colcha y la metí en lo más profundo del closet

Para terminar el día con broche de oro, recibí una llamada del Rector de la Universidad, informándome que estaba enterado de mi pésimo comportamiento y del escándalo que era ahora mi vida privada. Me sancionara… ya no podre encabezar ningún tipo de seguimiento o investigación por un tiempo, cosa que sin duda me puso muy mal.

Termine yo sola con tres cajetillas, entre alcohol, tabaco y lágrimas, llame desesperada a Lauren, quien tras tres segundos estaba abrazándome…

Terminando de nuevo en mi cama, tras besos y caricias… llegue a olvidarme de todo y de todos, hasta que recargue mi cara en la almohada, y me di cuenta que olía al gran amor que en unos días veré solo en la televisión.

1 comentario:

@ZaybetFrias dijo...

que cómoooooooooooooooo... tu novia?

zaz! no pense que llegaras a tan los extremos por despecho comadre... el Tom con esos sentimientos puros hacia Matilda y ve na mas con lo que sales, que no lo escuchaste no fue de adevis, total hay q ser como las mujeres de la antiguedad SUMISAS, CALLADAS Y ABNEGADAS...