Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.
domingo, 29 de noviembre de 2009
Capitulo XXXVI – Matilda, llena eres de ¿Desgracia?
Piel blanca, ojos soñadores, boca exquisita, cabello largo, negro, ondulado, centímetros más baja que yo, camina con elegancia, sabe lo que hace…
Me levante, puse una bata y prepare unos hot cakes, es mi día libre y pienso pasarla deprimida viendo la televisión
-Buenos días guapa- dijo Lau acercándose a mí y dándome un beso en la mejilla -¿En qué te ayudo?
-Saca los platos de ahí- señale la alacena, la atrevida trae puesta una bata que hace no mucho Zay me regalo - ¿Dormiste bien?
-Excelente – puso los platos sobre la barra y saco un poco de leche del frigo- ¿Tu qué tal?
-No me quejo- dije sirviéndole una enorme pila de Hot cakes -¿De dónde sacaste eso? – le dije después de dar el primer bocado
-De tu closet, espero que no te importe – parecía divertida
-Preferiría que no lo hicieras de nuevo – dije dando otro bocado, ella se levanto muy enojada, escuchaba como movía cosas, salió de la habitación con su ropa y cerro de un
azoton la puerta principal, yo ni me inmute y seguí desayunando
Me di una ducha, y me puse mi pijama de play boy, un pantalón y camisa de manga larga impregnada de conejos de colores.
Estaba dispuesta a ver lo más ridículo de mi repertorio de blu ray, pero una llamada me saco de mis cabales…
-¿Diga?- conteste un poco molesta
-Matilda ¿Eres tú?
-Sí, ¿Quien habla?
-Como que quién habla, bastarda! Soy Dalila
-Oh cielos, discúlpame cariño ¿Cómo estás? Me da mucho gusto oírte – al fin una voz familiar y amigable
-Estoy bien, pero tú no lo estarás, te tenemos pésimas noticias- escuche el leve cuchicheo de Zel, Koni, Zay y Diana tras el teléfono
-Pondré el altavoz- dijo y de pronto y todas me saludaban, por un momento creí que rompería en llanto, pero trate de controlarme
-Acabamos de pescar algo en la página de Bravo- dijo Koni seriamente, y para que ella diga algo así, debe ser grave
-¿De qué se trata?- pregunte tragando saliva, supongo que tiene que ver con TH
-Enciende tú lap comadre, es mejor que lo veas por ti misma
Así lo hice, di click en el link que me acababan de mandar, y vi mi ruina en una docena de fotografías
-¿Ahora lo entiendes encanto?- dijo Diana con un poco de pesar
-Necesito que eso desaparezca- dije con desesperación- Si eso sale a la luz, me van a regresar a México en un santiamén, y no volverán a… mi lugar como investigadora está en juego
-Nosotras ya no podemos hacer nada- me dijo Zel, refiriéndose al “club de fans”- Pero tal vez Zay pueda
-Zay, por favor… borra esa estupidez de “los buenos gustos de Tom”- dije con la voz cortada
-No te preocupes, haremos todo lo posible, lo que tenemos que averiguar es quien es “Radovechich” proveedor de las fotos, que al parecer nos estuvo siguiendo todo el tiempo
-¿Radovechich?- dije confundida, jamás en mi vida había oído ese tipo de apodo, nombre o apellido, lo que me importaba ahora es que esas fotos no salieran…
El historial de Tom, primero una foto conmigo, besándome en la Eiffel, después Diana besándome a mí y después el besando a Keyra…
-No me preocupa la foto con Diana, si no la foto con él. Ustedes saben que…
-Lo sabemos comadre, no te pongas ruda. Tu tranquila y nosotras nerviosas, de que algo se sabrá…. Algo se sabrá… Pero lo de tus plenos gustos por nosotras, seguirá
siendo un secreto…
-Me van a correr de MENSA- dije en un suspiro, pero a pesar de todo, ya estaba más tranquila
-¿De mensa?- dijo Koni confundida
-Si mensa te vas a quedar Haru, por eso no te angusties- me dijo Dalila en un grito y después se soltó riendo
-Que graciosa- le dije evitando la risa- Gracias por mantenerme al tanto, supongo que hasta mi regreso a México no podré salir de aquí
-¿Cuándo vuelves?- dijo Zay emocionada
-Un mes y medio, para el 20 de abril ya estaré de regreso, nacerá el nuevo Schäffer y me regresare a casa, ya me hace falta
-Ya falta muy poco, seamos pacientes – dijo Zel, quitando el altavoz, me ha dicho que Zay quiere hablar conmigo “personalmente”
-Lamento mucho mi ausencia en casa, fue hasta que regrese que Zel me puso al tanto de todo lo que pasaba….
-No te preocupes comadre, todas sabíamos que… bueno… tú me entiendes
-Cuando vuelvas a casa ya todo será normal, no estés triste y no hagas travesuras- Recordé a Lauren y el desplante que había hecho- Cuídate mucho, todas te mandan besos
-Gracias a todas, nos mantendremos en contacto- colgué el teléfono y me fui a acostar al balcón, el sol me daba en toda la cara, tome la botella de vodka y me la empine.
Vi la tv un rato entre alcohol y tabaco, me quede dormida en la sala.
Me levante temprano, después de darme cuenta que había dormido en muy mala posición, me duche y me fui a trabajar.
-¿Qué tal tu día libre?- me dijo Gis en cuanto entre al departamento, Allison corrió hacía mi y le di unas vueltas. Creo que verla era lo único que me hacía feliz en estos días
-Fue muy reparador- dije en un suspiro mirándola picaronamente.
-¿Ya sabes que los chicos vuelven en dos semanas?- dijo de un momento a otro, mi expresión cambio de alivio a frialdad, ella siguió hablando emocionada- Estarán a tiempo para el cumpleaños de Allison- daba aplausos disimulados sobre su gran vientre.
-Me da gusto Gis, así Gustav podrá disfrutar del último mes de embarazo- dije en shock siguiendo con mi rutina como un robot.
Llegue a mi departamento y había una nota que pasaron bajo la puerta.
“Creo que no fue un buen comienzo, te veo en la azotea a las 11. Lauren”
No sé porque sonreí. A las 11 estaba subiendo las escaleras, hacía un poco de frío,
llevaba puesta la bufanda que Gis me regalo, al anillo adornando mis esqueléticos dedos, mi cuello estaba vacío desde hace unas noches.
-Hola, soy Lauren. – dijo ella parada en medio de la azotea, tenía una vela en las manos y con ella iluminaba su rostro, me dio miedo de que fuera un tipo de iniciación y quisiera cortar mi cabeza…- Tengo 25 años y soy originaria de Portugal, aunque la mayor parte de mi vida la he pasado en Chile. Estoy aquí por una traducción de uno de los libros de Freud, estaré solo tres semanas empezando ayer…
-Soy Matilda- oh si, le estoy siguiendo el juego- Tengo 26 años y soy originaria de México, país en el que vivo. Estoy aquí por un trabajo de investigación, desde hace un año, me queda un mes y medio aquí.
-Y me gustas- dijo después de que terminara mi parte del discurso. Me quede observándola, ella también me veía…no articule ninguna palabra- Discúlpame, salí enojada de tu departamento porque me adjudique un lugar que no me correspondía… creí que por que pasamos la noche juntas… pues…
-No te confundas Lauren- dije sacando la cajetilla de mi bolsa, encendiendo un cigarro que me supo a gloria- el que hayamos tenido algo que ver no significa que puedes mudarte conmigo, o esperar algo de mí. No te conozco y no quiero que crees falsas esperanzas
-Oh, bueno… yo entiendo- dijo con un dejo de decepción en la voz- lamento causarte problemas
-Te estás confundiendo de nuevo- dije sonriendo amablemente por primera vez en días- El que no te conozca no quiere decir que no quiera hacerlo- me puse a su lado y le pellizque una mejilla
-¿Por qué eres así? La mayoría se comportaría pesada y un poco abusiva… cuando se sabe que le gustas a una persona y está no te gusta… pues…
-No soy como la mayoría- camine de regreso a las escaleras, el viento empezaba a soplar- y jamás dije que no me gustabas, solo que no te mudaras conmigo- termine riendo y al cabo de unos segundos la escuchaba bajar las escaleras, me alcanzo antes de entrar al departamento y me tomo de la mano, la mire burlona y juntas entramos al departamento. Ella se quedo conmigo de nuevo.
-Buenos días!- dije entrando a casa Schäffer, Allison corrió hacía mi con una revista en la mano
-Mira Haru, sales en la revita- dijo extendiéndola, alcance a visualizar una que otra foto, escuche a Gisela hablando por teléfono muy animada, y supuse que era Gustav…
“¿Donde quedo Martina? Tom decidió cambiar de chica después de ver que era lesbiana!”
-¿Qué demonios?- dije con completo desconcierto… - ¿Martina?
-¿Qué demonos?- dijo Allison imitándome, pero no me causo risa y ella se quedo
callada
-Haru que gusto verte, Bill queri…- dijo Gisela en cuanto me vio, y así mismo paro al ver lo que sostenía tan fuerte entre mis manos, lo que entre líneas ya había leído “ella y yo jamás fuimos algo serio….con Keyra es diferente…”
-Bill… ¿Qué necesita?- dije prestándole atención y devolviendo la revista a Allison, quien se fue corriendo con ella hacia su habitación
-Dice que necesita hablar contigo- me extendió el teléfono, yo no sabía si estaba preparada para escucharlo…
-Matilda, se que lo sabes todo… o por lo menos todo lo que se ha dicho en las revistas… yo
-Yo no sé nada Bill- dije decepcionada- ¿Cuándo regresan?
-Pronto, pero… quiero decirte que no es…-
-Déjalo así Bill, será más fácil para todos a la hora que tenga que marcharme- él se quedo callado y le regrese el teléfono a Gisela. Me metí con Allison y note que intentaba recortar las fotos de la revista.
-Lo mejor es que tu y yo nos tomemos unas y las pongamos en lindos portarretratos, ahí salgo muy fea- dije con mucho sentimentalismo pidiéndole la revista y dejándola sobre uno de sus muebles. Ella reía conmigo y accedió de inmediato a sacarnos un puñado de fotografías.
Gisela, Allison, Margot y Simone fueron las máximas protagonistas durante los días que siguieron, si no era alguna de ellas las que nos tomaba fotos a nosotras, era yo tomando foto a ellas. Andreas y Gordon se nos unieron días antes de que llegaran los TH a “convivir sanamente”.
Mientras mi vida era trabajo nostálgico por las mañanas, en las noches me divertía bastante con Lauren, salíamos a exposiciones de arte, carreras de autos, ver una película…esas dos semanas me habían servido mucho para despejar mi mente, algunas de esas veces sentía el lente curioso de los reporteros en nosotras, y, que sin recato, nos tomábamos de las manos mientras íbamos de regreso a casa.
-¿Qué hay de cierto en que tuviste una relación con Tom Kaulitz, Haru?- me dijo la noche antes de que ellos regresaran, estaba a punto de levantarme de la cama
-No hay nada de cierto, el es un compañero de trabajo de mi jefe, es todo- dije riendo mientras le quitaba la sabana
-Me voy en una semana, no quisiera que por que ellos están de regreso aquí me dejaras abandonada
-No tengo por qué hacerlo. ¿Crees que voy a dejarte descansar si no sabré que día te vuelvo a ver?- me acosté junto a ella que sonreía, me recibió con uno de esos besos que encendían mi volátil gusto por hacer daño.
Gisela me pidió de favor que pasara por los chicos al aeropuerto, ella se sintió un poco mal esa mañana del 18 de Marzo, mañana es el cumpleaños de Allison. Pase a dejar el millar de fotos para que fueran impresas, mas unos coquetos portarretratos. Allison iba sentada a mi lado con unos grandes lentes oscuros que la hacían ver como toda una diva. No esperamos mucho para escuchar el bullicio de la gente. Han llegado.
Dos minutos después Rick me daba instrucciones de donde dejar el auto, y por donde saldrían los chicos, Gustav, Bill y Georg vendrían conmigo. Menuda sorpresa me lleve al ver que quienes entraban al auto eran Georg y los gemelos. Rick pasó por All unos segundos antes para llevarla con su papá.
Bill iba conmigo de copiloto, Tom detrás de mí y Georg detrás de Bill, iba manejando lentamente detrás de la camioneta cuando empezó a sonar mi celular.
-¿Podrías contestar por favor, Bill?- el asintió, puesto que era la primer palabra que articulaba con alguno desde que subieron al auto
-Es Lauren- dijo preocupado y puso el altavoz
-Matilda, Ven pronto, Gisela tiene contracciones y mi auto esta en el taller por el evento de ayer…
-Voy para allá- dije colgando el teléfono y localizando un atajo menos transitado. Pise el acelerador a fondo –Pónganse los cinturones- y di una vuelta al estilo rápido y furioso.
En menos de dos minutos estábamos ya donde Gisela, estaba sudada y un poco mareada, Lauren estaba con ella
-Si no hubiera sido por ella, tendríamos al nuevo Schäffer ya por aquí, Gracias Lauren
-No hay de que Gis- se acerco a mí y me dio un beso en la mejilla te veo en un rato, dijo dándome una pequeña nalgada que me hizo sonreír. Voltee a verla cuando salía y su sexy forma al caminar, Tom me miraba con recelo, lo vi sin mucha emoción, fui donde Gisela seguramente necesitaba ayuda.
Gustav llego 10 minutos después asustado y gritando con Allison en brazos
-Por un momento pensé que llegaría a abrazar a mi hijo- corrió hacia Gis y le dio un beso, tocando su gran pancita- Mira quien ha venido a conocerte Richard- dijo cuando sintió movimiento.
Llame al pediatra que llego tras unos minutos, Gisela tendrá que estar en cama la próxima semana, si no quiere que sus hijos compartan cumpleaños. Ha programado la cesárea para el 5 de abril. Lo que adelanta mi regreso a México.
jueves, 26 de noviembre de 2009
Capitulo XXXV – El más bello de mis males
-Haru, ¿Podrías ayudarme con esto?- me dijo Gisela en un esfuerzo por no caer, cargaba una canasta con frutas de la cocina al comedor, su vientre había crecido enormemente y no la dejaba hacer mucho
-Este pequeño será jugador de americano- dije acariciando su pancita para recibir como respuesta una “patadita”- ¿Lo sentiste?- dije pegando mi oído, para escuchar el retumbar de dos corazones
-René será tan afortunado- dijo feliz, le sonreí consternada de que era el vigésimo nombre con el que se refería al nuevo integrante Schäffer- ya solo faltan tres meses para que nazca, estoy muy emocionada- dijo pelando una naranja.
Sin razón aparente, Simone nos visitaba casi a diario, entre las dos preparábamos los platillos de cada semana, Gisela había perdido la sazón y se había vuelto un poco torpe, Margot también estaba con nostras, parecíamos viejas amigas a la hora del té. Fuimos de compras varias veces, escogiendo un millón de prendas para “Rufus” como ahora lo llamaba Gisela.
Empezó Febrero, la universidad me ha mandado ya el aviso de que me queda poco tiempo en Alemania, y la verdad me siento un poco deprimida por eso. Además que no es lo único que debe preocuparnos, el pediatra con el que trabajamos el embarazo, nos ha recomendado cuidado extremos, el bebe quiere nacer en cualquier momento, la próxima semana, el 17 de febrero, iremos a verlo nuevamente, es la fecha en la que se cumplen los 7 meses.
-Haru, los chicos están en la tele- dijo Gisela emocionada, me acerque rápidamente a la sala y me puse a observarlos…
-Parece que Caracas los ha tratado de lo mejor chicos, se les ve muy bien bronceados- dijo el entrevistador, seguido de una ola de gritos por parte del público. Hicieron un par de preguntas en donde Bill respondía con astucia, Gustav se limitaba a sonreír, y cada que hablaba, Gisela daba un grito, en uno de ellos Allison se despertó y fui por ella para traerla a ver a su papa en tv
-Es mi papa- dijo con su vocecita modorra
-Es tu papa Allison ¿No se ve guapo?- le dije pellizcándole una mejilla, ella rio y se enrosco junto a Gis. Abordaron a Geo con su “nueva novia divorciada” el se limito al clásico “cuando pueda comentarles algo, serán los primeros en saber”.
Pero eso no fue lo que me sorprendió…
-Nos han informado que te han visto muy bien acompañado por las calles de nuestra hermosa ciudad, Tom ¿Qué dices a esto?- Hablo el entrevistador con cizaña, mire atenta…
-En efecto, en este momento estoy muy bien acompañado- respondió felizmente con esa mirada sexual
-¡Vaya! ¿Nos darás el honor de saber quién es la bella afortunada?- Quería apagar la televisión, aventarla por la ventana y salir corriendo de ahí…
-Su nombre es Keyra, y somos novios desde hace unas semanas- Miro a la cámara como si desfragmentara cada una de las reacciones detrás de las pantallas, el publico gritaba eufórico, decepcionado, mientras el sonreía cínicamente feliz, llamando a esa chica a su lado…La beso…
-Es ella- dije con mi voz cortada recordando a la chica que estaba en su habitación, era la misma chica de París… “La camarera”… y por lo que ha dicho, están juntos desde hace un poco más que “unas semanas”, han viajado juntos desde ¿Cuándo?
-Rompiendo los corazones de muchas chicas de aquí Tom, ¡En hora buena!- Celebraron juntos, cuando Gis apago la televisión…
-Haru…Yo lo….
-No te preocupes Gis, en realidad no ha pasado nada ¿Te molesta si nos vemos mañana?- dije en un tono martirizador que puso alerta a Allison, que comenzó a llorar. Margot fue por ella, y se la llevo a su cuarto…
-Lo siento, no era mi intención…de verdad…- dije ya en la puerta del departamento Schäffer
-No te preocupes Matilda, cualquier cosa que necesites solo llama, y estaremos ahí…- me beso ambas mejillas y subí las escaleras con desanimo.
Los siguientes días me dedique completamente al trabajo. Salía de casa muy temprano, hacía la observación, transcribía, hacía llamadas a la Universidad, leía un rato y dormía. No tenía ganas de comer, pero sabía que tenía que hacerlo…
Llegamos con el pedíatra oportunamente, quién me dio una extensa guía y manual de cuidados, el nuevo Schäffer viene con el cordón enredado al cuello, por lo que tendrán que hacer cesárea. Margot ha traído sus cosas a casa de Gis, y Simone está al completo pendiente de nosotras, a veces se queda a dormir en donde Catalina, y me abraza por las noches cuando me siento sola. Me puse a llorar al teléfono, el día que hable con Zeltzin por su cumpleaños, Tom es un idiota y no vale la pena que llores por él, recuerdo que dijo antes de que soltara en llanto.
Diana y Zayra no estaban en casa, y me sentía sola… alguna vez pensé en extrañar a Catalina…y más cuando Simone tuvo que volver a casa, a finales de febrero, Gordon la extrañaba, y por mi estúpida depresión no valía la pena que nadie se preocupara.
Había sido un día agotador, después de terminar mis labores profesionales, Gisela me permitió tomarme el domingo libre, así que fui por un par de botellas. Llegue a mi departamento, note un coche que nunca había visto. No le di importancia.
Se me estaba dificultando abrir la puerta con tantas bolsas en las manos, las llaves terminaron por caerse al suelo, así fue como vi de abajo hacia arriba a mi nueva vecina
-Hola- dijo ella en un coqueteo sutil, parada en el mismo lugar
-Hola- dije levantándome metiendo las llaves- ¿Vives aquí?- abrí la puerta
-Sí, ¿Tú también?- me dijo y la mire curiosa
-Si, por eso abrí la puerta con mis llaves ¿No te parece obvio?- dije cínica
-Oh sí, lo siento. Soy Lauren ¿Tu eres?
-Matilda- camine hacia ella y extendí mi mano, ella la apretó con fuerza y en una mirada, la invite a pasar al departamento.
-Es un lindo lugar- me dijo acomodándose en el cuarto del balcón, en lo que yo llegaba con dos vasos, dispuesta a terminar con esas botellas
-Gracias...Carajo, odio el whisky – dije lamentando que en lugar de tomar tequila de la alacena, tome un whisky y tenía mucha flojera como para levantarme de nuevo
-Yo puedo tomarme el whisky si gustas… ¿Te arde la garganta cuando lo tomas, verdad?
Encendí un cigarro- me arde enormemente, por eso deje de tomarlo- di un trago hasta el fondo- prefiero el Vodka, en dos horas estaré dormida
-Un beso quita el ardor- dijo dándole un leve trago a su whisky, encendiendo mi “ello”, la mire de re ojo y seguí tomando.
-¿En serio?- dije después de unos segundos- Jamás lo he intentado
-Inténtalo- tomo mi vaso y lo relleno del aquel liquido, un par de hielos y agua mineral. Lo tome hasta el fondo y el ya mencionado ardor comenzó a atacarme, hice una mueca de dolor cuando sentí a Lauren sentada sobre mis piernas besándome apasionadamente
Su cabello me hacia cosquillas, sus manos son hábiles, sus besos son fuego. Me deje llevar. Subí mis manos por debajo de su blusa hasta desabrochar el sujetador, hizo un gesto de conformidad y se hizo hacia atrás lentamente, caímos al suelo. Quite su blusa con rapidez y ella hizo exactamente lo mismo con la mía. Estábamos semidesnudas acariciando con ferocidad nuestros cuerpos, iluminadas solo por aquella enorme luna, que sería mi cómplice por esta noche.
Me recostó en el suelo y quito todo lo que le estorbaba, me encontraba con mi cuerpo desnudo frente a una chica que acabo de conocer, una hermosa chica, beso desde mi cuello hasta mi ombligo volviéndome loca cada vez, paso sus manos por los rincones más profundos dejándome escapar uno que otro gemido lleno de deseo. No pude más. Me fui contra ella con fuerza y quite la poca ropa que aun tenía, me miro insaciable y comencé a besar su cuerpo frenéticamente, ella me detenía con las manos, como negándose que llegará a aquél lugar, pero en mi pasión por obtener siempre todo, pese a los obstáculos, llegue, besando y lamiendo con dedicación. Solo escuchaba sus gritos de placer que provocaban que mi excitación fuera cada vez más y más grande.
¿Quién era ella exactamente? ¿A que había venido? ¿Tenía un segundo nombre?
No me importo, solo quería disfrutarla esa noche…
Parecía que conocía el mapa de mi inconsciente, besando, mordiendo, lamiendo cada parte que me dejaba en el éxtasis total…
Después de unos minutos termine sintiéndome un poco culpable, ella me miraba complacida y su respiración era aun agitada. Tome otro trago de whisky, me beso de nueva cuenta y le respondí con desgana, lo único que quería es que se fuera.
-¿Te veré después? – pregunto poniéndose ese bello suéter negro
-Supongo que sí, somos vecinas a final de cuentas- le dije sin mucho interés
-¿Por qué no puedo quedarme contigo esta noche?
-Yo no dije que no podías- ¿Pero que estoy pensando? Si quiero que se vaya, pero no quiero sentirme sola de nuevo…
-Entonces preparare algo de comer ¿Puedo?- se quito de nuevo el suéter y lo aventó por ahí
-Puedes hacer uso de todo lo que está en la cocina, si así lo quieres- Sonrío feliz y camino hasta allá, la escuchaba tararear. Mientras tanto yo seguía sentada en el suelo con esa sábana encima, ¿Para qué vestirme de nuevo? Si ella estará aquí… -¿Qué demonios te pasa Haruka?- me dije en voz alta golpeando mi frente…
martes, 24 de noviembre de 2009
Capitulo XXXIV – Fiestas decembrinas
-Mati, Andreas te llama- dijo Gisela asomando su cabeza al cuarto en donde dejaba a Allison dormir
-¿Andreas?- dije entusiasmada- Te me perdiste en París y no volví a saber de ti
-Lo siento mucho Mati, mi novia me llamo y no tuve tiempo de despedirme, lamento no haber estado contigo en tu cumpleaños
-No te preocupes, espero que todo esté bien con tu chica
-Todo está perfecto, gracias. Ahora quisiera hablar de su visita a México ¿Cuándo vienen? Este cuarteto de inútiles me han dicho que tenían planes de pasar juntos las fiestas
-¿En verdad? -Dije emocionada- No lo sé, no me he comunicado con los chicos desde que regresamos de París, se de ellos a grandes rasgos por lo que me dice Gis, pero no he hablado con ninguno…no he hablado con nadie de hecho xD
-Vaya vaya, demasiado trabajo para ti pequeña Mati, por eso es importante que tomes unas vacaciones, le diré a Bill que te llame ellos ya están en Nueva York, se supone que el plan para que visiten México es completamente confidencial… En tu país no se dice nada de los chicos, eso es raro…. Creo que les llego la temporada hacker- decía riendo
-Hacker? –dije pensando en mi hábil “Club de fans”- Oh si, comprendo… pues supongo que si nos veremos en México debo enterarme en este segundo xD
-Debo dejarte Mat, nos veremos pronto, que estés bien un besote
-Igual para ti Androide- dije colgando el teléfono y corriendo a la sala a preguntar todo eso que me decía Andreas.
En verdad debía preocuparme, a Gis se le había olvidado decirme que pasaríamos las fiestas en mi país. Dos días después ya nos encontrábamos de nuevo en un avión con destino a México. Caí en casa de Zayra…
-Así es, me voy a divorciar- dijo ella con cierto recelo en la voz, pero no se le veía triste y me alegre por eso- No te preocupes por nada, tu sabes que Leo es un loco demente, una foto se coló en internet y casi se avienta del 5to piso… pero después de todo... acepto que nuestra relación no era la mejor del mundo y decidimos dejarlo por la paz, después de las fiestas comenzaremos con el tramite
-Lo siento cariño- dije dándole un abrazo
-Gracias por estar aquí Haru, te lo agradezco en verdad…
Ese día comimos juntas, mas tarde Diana llego a acompañarnos e hicimos una fiesta por nuestro encuentro…esa noche… noche fría del 23 de diciembre.
El 24 nos enfocamos en preparativos para la noche buena, comimos todos juntos, incluidos los chicos que se encontraban felices por reunirse de nuevo, en la noche viaje a mi ciudad para celebrar navidad en familia.
Fue una semana muy precipitada, el 25 en la noche ya me encontraba de nuevo en casa de Zay, que era un revuelo, Diana decidió quedarse con nosotras, hicimos muchas reuniones mientras yo seguía cumpliendo con mi trabajo, visitando cada día a Allison en el Royal, hotel donde estaban hospedados los chicos. David no los dejo salir del Hotel, el rumor de que se encontraban en México se dio a conocer unos días después de que llegamos y la prensa ya los abordaba con miles de preguntas, razón por la cual daban entrevistas sobre su motivo de visita.
Así como llego la navidad, el año nuevo no se hizo esperar, organizamos una cena a lo grande, donde los chicos nos acompañarían… cosa que me alegro, ya que casi no había visto a Tom, extrañamente parecía que me esquivaba en cada oportunidad que tenía.
Dalila, Zel y Koni llegaron sin retardo a la reunión, seguidas de Paula, Magda y Noemí, que hacía años no veía debido a sus multiculturales trabajos y lugares de residencia.
-No puedo creer que pasaremos parte de año nuevo con ustedes- decia Koni emocionada
-Ni yo- dije abrazando a Dalila.
-Yo las amo- dijo Zel con un lindo gesto, provocando las risas de todas
Hicimos un pre brindis al año nuevo, las chicas tenían que marcharse a distintos puntos de México, y se fueron sin tener oportunidad de que les presentáramos a Tokio Hotel.
-¿A qué hora llegaran?- pregunto Diana impaciente—Son ya las diez
-Bill acaba de llamarme, dice que vienen para acá, dales quince minutos- dije nerviosa
Y así fue, los chicos llegaron dándonos abrazos efusivos, listos para atragantarse con las uvas.
-Feliz año- dijo Gus levantando la copa y tomando con la otra fuertemente a Gisela.
Nos rodeamos de buenos deseos y buena vibra, ahora que teníamos oportunidad, ya que Gisela y yo nos marcharíamos terminando el 1ro de Enero…
Las niñas cayeron rendidas después de las luchitas celebradas entre ellas y Bill, quien sonrío animado toda la noche. Gis y Gus se fueron temprano, supongo que tendrán muchas cosas de que hablar… Zay y Geo se alejaron de la vista a la 1am, y solo estábamos los twins, Diana y yo en el balcón del cuarto en el que yo estaba hospedada
-No quisiera que te fueras Mati- dijo Dian tomándome de la mano- ahora sí que te voy a extrañar
-Y yo a ti, sabes que estas fechas me ponen muy sentimental
-Pronto se verán todos los días, por eso no hay que preocuparse- soltó Tom levantándose un poco molesto, salió de la habitación dejándonos a todos con la boca abierta
-Ignórenlo, está molesto porque su Gibson ya no lo quiere – dijo Bill aparentemente tranquilo
Él y Diana se despidieron un rato después, y me quede tirada en el sofá en el que estaba, con el viento tranquilo y la luna alumbrando el balcón. Me levante perezosamente a acomodar lo poco que tenia fuera de las maletas, para hacer mas practica nuestra salida…
Se cerró la puerta y pensé que sería el viento, razón por la cual no le di importancia… hasta que sentí unas hábiles manos masajeando mis pechos…
-Tom, ¿Qué te pasa?- dije quitándome apresuradamente ya ruborizada
-No me pasa nada- note que estaba ebrio… me pregunto que se tomo en media hora que no nos vimos- quiero tocarte, es todo
-Qué sutil- le dije sarcástica y un poco molesta, alejándome de él
-Ven acá- dijo tomándome un brazo y besándome a la fuerza
-Basta Tom, no quiero- lo aventé y note su mareo, empezó a reírse irónicamente y pensé que me haría daño…
-Nadie le dice “no quiero” a Tom Kaulitz- dijo tomando postura nuevamente, agarrándome del brazo y aventándome sobre la cama, se tiro sobre mí besando frenéticamente mis labios y mi cuello… lastimándome…
-Tom, detente por favor- mi tono comenzaba a oírse desesperado y mis manos trataban de alejarlo, esfuerzo inútil, ya que cada una de sus caricias, aunque torpes y un poco rudas, eran algo que muy profundamente me desquiciaba. De un jalón zafó los botones de la blusa negra que lucía esa noche, hundiendo su cabeza en mi torso lamiendo mi abdomen y jugando con mis pechos…
-Ya Tom, detente!- dije en un grito que pensé despertaría a los demás…y lo que menos quería que vieran…era eso… le di una patada en la entre pierna como pude… él se alejo de mi con el ceño fruncido y cayó al piso, me levante y me metí al baño…
Escuche una fuerte discusión entre Bill y Tom, quienes gritaban y provocaron que los demás acudieran a ver qué pasaba…mientras yo buscaba que ponerme. Se hizo el silencio en mi habitación y supuse que podía salir.
Así lo hice, con cautela fui hacía una de mis maletas y saque una bata purpura, cerré la ventana y el seguro de la puerta…
-¿Todo está bien Haruka?- dijo Dian tomándome un hombro y haciéndome brincar
-Dios Diana, me asustaste- dije sentándome en la cama torpemente- Si, todo está bien… ¿Qué haces aquí?
-No me mientas se que algo paso aquí, escuche a Bill discutiendo con Tom, él salió enfurecido al Hotel y Georg se fue tras él….iba un poco tomado y nos dejo preocupados- se sentó a mi lado y toco mi hombro
-No quiero hablar de eso- dije levantándome lo más lejos que podía, estaba un poco dolida…
-Él… ¿Te hizo daño?- Ahora ella estaba preocupada- Sabes que pue…
-Dije que no quiero habar de eso Diana!- dije exasperada, me miro sorprendida… es la primera vez que le grito. Me sentí culpable, pero no podía hacer nada… Se levanto y a fuerzas, me envolvió entre sus brazos. Comencé a llorar, en verdad me sentía mal, en verdad él pretendía… No quiero pensar en eso…
Terminamos acostadas en un rincón de la cama, me abrazaba cual niña pequeña mientras yo sollozaba tratando de asimilar lo que había pasado
-Pero no podemos dejarla aquí, se enfermara- Escuchaba que decía Bill en un susurro, abrí mis ojos y me encontré con Tom muy cerca mío, me sobre salte y me incorpore inmediatamente alejándome un poco de él
-¿Qué pasa?- dijo un poco asustado, no estaba tomado… mire hacia abajo y mi blusa negra seguía en su lugar, Bill estaba en la misma confusión y Diana dormía profundamente en aquel sofá… del que al parecer no se había movido. Aun estamos en el balcón
-Fue un sueño- dije aliviada mirando a Tom – Que bueno que solo fue un sueño…
-Tranquila, todo está bien- Bill se acerco a mí y me dio un abrazo, en verdad… no se por qué mis pesadillas son cada vez más frecuentes, pero sobre todo… más horribles- Ella se ha quedado dormida, la llevare a su habitación- dijo después de darme un beso en la frente y cargando a Diana hasta su cuarto.
-Más vale que duermas un poco, su vuelo sale en unas horas- dijo Tom invitándome a entrar a la habitación, son ya las cuatro y hace frío
-No quiero dormir- dije cerrando el ventanal- ya he tenido suficiente con el sueño de hace rato
-¿Quieres que bajemos a tomar algo?- dijo un poco preocupado
-Sí, me encantaría- dije caminando fuera de la habitación. Bajamos al primer piso y serví jugo en dos vasos, él ya estaba acomodado en la sala y me senté frente a él, sin decirnos nada…
-¿Qué soñabas?- dijo rompiendo el silencio
-Algo que espero no se haga realidad y de lo cual no quiero hablar ahora- recargue mi cabeza en la codera, note como la expresión en su rostro se endurecía
Así nos quedamos en silencio nuevamente, hasta que me quede dormida. Entre un poco de movimiento, fui despertada por Georg, subí por mis maletas, a darme una ducha y comer algo, nos habían adelantado el vuelo para las 4pm y ya son las 11, me sentía muy agotada.
-Lamentamos mucho no poder acompañarlas al aeropuerto- decía Bill antes de salir de casa de Zay a la última entrevista que tendrían en México, comenzaría la gira y después viajarían por toda Latinoamérica
-No se preocupen, nos veremos muy pronto- Salieron de casa apurados, pues se les había hecho un poco tarde, esa mañana Tom no se despidió de nosotras
-Te echaré de menos estos tres meses que faltan para que vuelvas- dijo Zay dándome un beso ya en el aeropuerto
-Tres meses pasaran volando, se los aseguro. Mientras tanto prométanme que estaremos en contacto
-Claro que si, de cualquier modo estaremos comunicadas- Dian me abrazo melancólica. NO solamente lamentaba regresar a Alemania por extrañarlas, en menos de dos semanas es su cumpleaños y no podré estar con ella….
-No te preocupes por eso- dijo leyendo mi pensamiento- lo festejaremos a tu regreso. Sonreí y junto con Gis y Alli, abordamos el avión con destino a Hamburgo.
Antes de quedarme dormida, juraría que vi a las afueras del aeropuerto, la camioneta de Tom muy bien resguardada, y él a su lado, pero seguramente, fue otro de mis sueños que no se cumplirán. Una lagrima rodo por mi mejilla, y caí rendida.
sábado, 21 de noviembre de 2009
Capitulo XXXIII – Tres Destinos
-¿Te sucede algo?- dije después de un rato, uno que supongo le sirvió para tomar valor
-No es nada, solo creo que algunas veces me gustaría ser tan valiente como mi hermano y permitir que todo pase, dejar de jugar por un momento y darme cuenta de todos los que están a mí alrededor
-No creo que no lo hagas- dije sin estar consciente de mis palabras, el me miro un poco ¿abrumado?- En todo caso, Bill y tú tienen formas muy diferentes de ver la vida
-No es la vida Haru- me interrumpió- son las mujeres. A pesar de que he cambiado, siguen siendo mi debilidad, saben cómo llegarme y yo aun no sé cómo decir que no…la chica de hace un rato…
-¿La camarista?- dije resoplando un poco
-¿camarista..?- dijo pensando lo que acababa de decir- Si! Ella….la camarista… pues ella…
-Pero no por eso eres el peor hombre del mundo Tom, tu solo tranquilízate, eso se aprende con el tiempo- dije un poco aliviada sin pensar en lo torpe del comentario
-Me gusta que pienses así- dio un aplauso y caminamos para encontrarnos con los demás.
-Esto es maravilloso- dijo Dian extendiéndome los brazos- Tu sueño hecho realidad Haru
-¿Qué no tu sueño era casarte aquí Mati?- dijo mi comadre intrigosa, viendo a Tom de reojo
-Quizá la próxima vez que vengamos sea por su boda- dijo Geo a espaldas de Zay, en una voz baja pero entendible, Bill se ataco de la risa, yo sonreí y Tom se hizo el desentendido… esa es la razón por la que sonreí al verme en el altar junto a él xD
Abordamos nuevamente nuestros vehículos y rápidamente nos fuimos al hotel, varios paparazzi estaban alrededor de nosotros, Dian iba sentada junto a mi, mientras que los gemelos compartían lugar. A Zay le valía e iba muy cariñosa con Geo, mientras Gustav y Gisela no tenían nada de qué preocuparse
Al llegar, fuimos a cenar y literalmente despedirnos, los chicos tendrían unas entrevistas la mayor parte del día, llegarían pasada la media tarde y de ahí nos iríamos al aeropuerto.
-Pero Mati, es nuestra última noche juntas- me decía Diana rejega una vez dentro de nuestra habitación
-Vamos Diana, no pasa nada, tendremos toda la mañana para nosotras y otra noche para compartir con Bill, pues…
-Yo lo sé encanto, pero..
-Nada de peros, ándale, sácate de aquí- dije empujándola fuera de la habitación, donde casualmente él la esperaba
-Bill, que sorpresa!- dije aparentemente sorprendida, guiñándole un ojo, detalle del que curiosamente, Diana no se dio cuenta
-¿Te molesta si te secuestro por esta noche?- le dijo él a ella, olvidándose de que yo estaba ahí, por lo que di un paso hacia atrás adentrándome en la soledad de mi habitación.
Zay y Geo habían tenido un plan parecido. Al igual que Bill, Georg me había pedido consejo de que hacer esa noche, y les dije que únicamente la pasaran juntos…
Cerca de las once, termine de ver por enésima vez aquel video que ya hace algunos años habíamos grabado, donde Zayra nos deleitaba con su habilidad para tocar la batería y Diana con su privilegiada voz, mientras yo brincaba por todos lados. Apague la Lap, y me puse a llorar abrazando mis rodillas.
-¿Matilda?- alguien sacudía mi hombro, no veía bien quién era y estaba un poco aturdida- ¿Te sientes mal?
-No, estoy bien- dije intentando abrir los ojos lentamente, pero la luz era demasiada- ¿Podrías cerrar las cortinas?
Sentí como alguien se levanto de la cama, pero otra persona se quedo sentada en ella, las cortinas se cerraron, y abrí los ojos, me dolían mucho
-¿Qué paso contigo comadre?- dijo Zay en una voz de lamento que me preocupo
-No ha pasado nada- me incorpore con lentitud, dándome cuenta de que me estallaba la cabeza- ¿Cómo están?
-Estamos bien, nos la hemos pasado muy bien anoche- dijo Dian con una nostálgica voz
-¿Por qué llorabas?- dijo de nuevo Zay, tocándome las mejillas, me di cuenta de que los estragos de mis lágrimas eran bastante notorios, ya que mis ojos estaban terriblemente hinchados, esa es la razón por la que me estalla la cabeza
-Me puse a ver “The Notebook”, ya ves que me pone sentimental- dije riendo un poco. Las reinas sonrieron no muy convencidas con mi explicación, seguramente entendieron que en verdad las extrañaría…
-Nosotras también esperamos vernos pronto- Dian se acerco a mi dándome un abrazo, me recargue en la cabecera, quedando su cabeza en mi regazo, se nos unió Zay recargando su cabeza en mi hombro, haciendo una bella escena…
-¿Puedo pasar?- dijo quien parecía Gisela, articule un leve si, conteniendo las lagrimas- Se ven tan lindas así- dijo haciendo una mueca de ternura que termino por darnos risa, apagando el dolor momentáneo.
Bajamos a desayunar con ella, me di cuenta de que su vientre se veía más grande y sus mejillas más rosadas, me sonrío al notar que la miraba embelesada
-Estamos entrando en los 5 meses- pasó sus manos por su pancita un poco inflada, haciéndome sonreír como una idiota
-¿Cómo se llamara?- dijo Dian que también la miraba con ternura
-Aún no lo sabemos- sonrío pícaramente, recordé que me había mencionado “August” hace unos días, la mire diciendo que no con la cabeza riendo con ella.
Se respiraba paz esa mañana, el nuevo bebe de Gis nos hacía sentir bien. Subimos apresuradas a llenar las maletas, entre juegos y travesuras, llegamos a sonreír nuevamente. Nos despedimos calurosamente de Ingrid, quien en una nostálgica sonrisa, nos decía todas las monadas que habían hecho las niñas en esos días y me hacia entrega de los videos. Una colección más grande que toda la serie Potter, Lord of the Rings y Twilight juntas xD
-Tendrás mucho trabajo que hacer transcribiendo todo- dijo Zay con Melissa en brazos, quien degustaba animada una paleta
-Ya he holgazaneado mucho estos días, es hora de que todo vuelva a la normalidad- dije en una sonrisa hipócrita, por que en verdad era mucho lo que tenía que hacer
-Ves- salió Dian de la nada- te dije que Derecho siempre era la mejor opción
Reímos escandalosamente después de su oportuna aparición, terminamos de acomodar el equipaje, y lo único que nos quedaba era esperar a que llegara la hora. Los chicos llegaron cerca de las 7. Nosotras ya habíamos comido, llorado, reído, peleado, y en ese momento nos encontrábamos aparentemente tranquilas.
-Muchas gracias por venir- les dije antes de abordar las camionetas, la hora había llegado más pronto de lo que hubiera querido
-No tienes que agradecer nada, nos dio mucho gusto estar estos días contigo, hace tanto que no disfrutaba de unas vacaciones- dijo Zay con una sonrisa, Diana estaba a su espalda asintiendo
-Nos veremos pronto- les dije enredándolas en mis brazos, sentí sus manos fuertemente aferradas a mi espalda.
Subieron por nuestro equipaje y dos minutos después, ya nos encontrábamos en camino al aeropuerto.
Zay, Geo, Gustav, Gis y las niñas, iban en una camioneta frente a nosotros, mientras los gemelos y nosotras, estábamos enterrados en un silencio sepulcral. Bill tomo la iniciativa y delicadamente tomo la mano de Dian entre las suyas, quien volteo a mirarlo y le dio un tierno beso, para terminar recargada en su hombro
-Espero que nos veamos muy pronto, ha sido un placer conocerlas- dijo Tom rompiendo el silencio
-Eso esperamos Tom- dijo Dian sonriendo, volteo a verme y le sonreí- la navidad…esta a la vuelta de la esquina…
-Es verdad!- dije emocionada- Tal vez podríamos hacer algo…
-Claro que sí!- intervino Bill- Es una excelente idea cielo- sonrío tan animado que termino contagiándome y reí yo también
Bajamos apresuradamente, la hora nos había seguido inquisidoramente, y ya íbamos tarde
-Las amo- dije en un abrazo a mis chicas, mientras una lágrima rodaba por mi mejilla
-Nosotras también- entonaron al unísono haciéndome reír. Una ronda de abrazos entre ellas y los chicos no se hizo esperar, Zay se acurruco un momento en los brazos de Geo y Bill besaba a Diana con mucha ternura, mientras yo abrazaba a la pequeña Melissa que lloraba confundida. Allison al verla llorar, empezó en llanto pidiendo mis brazos, Gustav la coloco en mi otro brazo y ellas se abrazaban y cuchicheaban cosas. Pasajeros con destino a México, pasar a la puerta 2.
Y fue el momento en el que mas mal me sentí, Zay me abrazo, dio un beso a mis labios y cargo a Melissa, Gustav sostuvo a All, que ya lloraba sin consuelo mientras Dianizz se abalanzaba contra mí casi tirándome al suelo, roce por última vez sus labios por no se cuanto tiempo, y caminaron juntas a la puerta, pasaron los detectores y nos decían adiós con su mano.
-Ya no llores o llorare yo también- me dijo Geo acariciando mi cabeza, di la vuelta hacía él disimulando mis sollozos
-Es hora de que nosotras también nos vayamos- me dijo Gis poniéndome alerta.
Me fui a los brazos de Gustav quien me sonrío tiernamente
-Cuida a mi pollita, por favor- dijo pellizcándome una mejilla y dirigiéndose a Gis en un abrazo
-Tu Bill- le dije yendo hacia él y abrazándolo- tendrás que cuidar a Geo y a Tom, ya ves que son medio torpes
-Claro que si Haru- me dijo riendo dándome un beso en la frente
Geo me abrazo fuertemente tronando todos mis huesitos, mientras Tom se despidió con un enérgico beso que no paso desapercibido para la gente de nuestro alrededor
-Basta Tom, nos meterás en problemas- le dijo Bill jalando un poco del brazo risueño
-Cuídate mucho- me dijo ahora abrazándome
-Tú también – dije aferrándome a uno de sus brazos- y cuidado con esas camareras- me reí llamando la atención de Bill quien se paro junto a nosotros, viendo a Tom acusadoramente
Pasajeros con destino a Hamburgo, pasar a la puerta 5
Camine junto con Gisela hasta los detectores, di una vuelta y les dije adiós, con un poco de nostalgia. Abordamos el avión y casi en seguida Gis se quedo dormida con la nena en brazos, mientras yo pensaba… no se en que… solo sé que, algo no anda bien.
-EN EL AEROPUERTO-
Bill se había puesto un poco histérico, el vuelo a España salía en menos de 20 minutos, Gisela y Mati apenas y habían subido al avión, cuando el ya caminaba conmigo hacía un rincón
-Puede que engañes a Matilda con eso de la camarera Thomas, pero a mí no….- Bill estaba enfadado, y lo que menos quería era escuchar un sermón de su parte
-No sé de qué me hablas Bill- dije desinteresado
-Era Keyra ¿No?- dijo viéndome fijamente, esperando mi respuesta, que en efecto, sería positiva
-Sí, era ella ¿Qué con eso?
-Estás jugando con Matilda, no puedo creerlo Tom, pero que tienes en la cabeza!- ahora estaba paranoico y yo me estaba aburriendo- No puedo creer que estabas en el mismo hotel con Keyra y Matilda
-Me cayó de sorpresa Bill, la madrugada que tú te fuiste con Diana
-Es el colmo!- exploto- No lo puedo creer, ella confía en ti…
-Y no tiene por qué dejar de confiar en mí Bill!- dije cansado caminando a otro lado
-Que quiere decir eso Tom, ¿Qué te la pasaras la vida encontrándote en cada hotel que vamos con ella?
-No sé Bill- Pasajeros con destino a Madrid pasar a la puerta 7- Es hora de irnos.
Camine hacia el detector, Gustav y Georg se dieron cuenta de inmediato de nuestra pequeña riña, subiendo al avión me senté tranquilamente y me puse los audífonos, Bill se me quedo viendo por un rato, me di vuelta hacia la ventana… recordando la dulce expresión de Matilda, las cosas que empecé a sentir… y el ardiente deseo que siento por Keyra, aquella mujer que apenas camina y me convence de cualquier cosa, desde que la conocí aquella vez cuando Gustav se enamoro de Gisela…. Deje de verla cuando estaba con… ella…. Pero siempre regresa… siempre me quedo en la misma habitación, se que ella llegará… solo que ahora, otra persona ocupa mis pensamientos… No sé que pasara.
jueves, 19 de noviembre de 2009
Capitulo XXXII- Un Último paseo
-Catalina, ¿Por qué estás aquí?- dije dando un paso hacia atrás, para encontrarme con la ventana cerrada y darme cuenta que estaba en el balcón, sola con ella
-Feliz cumpleaños mi amor, creo que se te olvido mandarme la invitación- decía mientras entre sus manos se mecía una cuerda
-No entiendo…. Quiero que te vayas- le dije en un grito aventando todo a mi paso
-Debes despertar Haruka- dijo ella con una voz que me descontrolo, se acerco a mi sin recato haciéndome correr despavorida hacia el otro extremo pidiendo a gritos que alguien me salvara
-Vamos comadre! Ya despiertateeeeeeeee- abrí mis ojos y sentí una gota de sudor recorrer mi cara, Zay estaba sobre mí, sus manos enredadas en mi camisa, lo que me hacía pensar que me estaba jaloneando para que me despertara
-Lo siento- dije recapacitando que había tenido una pesadilla- ¿Qué hora es?- dije incorporándome lentamente en lo que Zay se paraba junto a mí, Diana estaba sentada en el sofá con Melissa en brazos
-Son las diez- dijo mi comadre muy feliz- ¿Qué soñabas?
-Que una loca me jaloneaba- dije poniendo la mano en mi cabeza y riendo un poco, mis pesadillas con Cat son cada vez más frecuentes y no quiero que las reinas se preocupen
-Que graciosa- dijo haciendo un puchero y sentándose a mi lado
-Nos vamos mañana a las 10pm- dijo Diana sorpresivamente dejándome helada
-¿A dónde?- dije cuando recapacite, con mi voz un poco quebrada
-De vuelta a casa- dijo ahora Zay recibiendo a Melissa que pedía sus brazos- ustedes también regresaran a Hamburgo y los chicos van camino a España, todos nos iremos mañana
-Pero no me quiero ir- dije caprichosamente- siento que acaban de llegar
-nosotras también, pero sabíamos que no seria para siempre, encanto- dijo Diana acostándose en la cama junto a nosotras, nos encontrábamos mirando hacia la nada, sin saber que decir o que hacer
-Debemos aprovechar el día, en lugar de estar con estas caras largas- se levanto Dianiz animada, aunque la tristeza de sus ojos era difícil de ocultar. Caí en cuenta que no solo nos separábamos nosotras, si no que ahora, no separaríamos de ellos también
-Dense un baño, ahora regreso- dije saliendo como rayo de mi habitación, abrí la puerta y quise correr, pero choque con un bulto que olía delicioso
-Buenos días Mati- me dijo Bill un poco aturdido
-Bill, lo siento, no te esperaba ¿Te lastime?- dije queriendo tocar donde le dolía, y como no sabía, termine haciendo círculos con las manos alrededor de él
-Estoy bien pequeña, ¿tu como amaneciste?- se recargo en la pared de enfrente, parecía que estaba cansado
-Aun no sé como regresamos aquí, pero eso ya dejo de importarme- trague un poco de saliva y él me miro atento- ya sé que nos distanciaremos mañana por la noche
Dio un suspiro grande, recargando su cabeza por completo en la pared- Si Haru, así es, las vacaciones de todos han terminado, venía a entregarles sus boletos. Diana, Zayra y Melissa saldrán a las 10pm, Gisela, Allison y Tú a las 10:30pm y nosotros a las 11pm
-Lo siento mucho Bill- le dije abrazándolo, note su reacción de sorpresa al escuchar mis palabras
-No debes preocuparte por nada, todos estaremos bien- dijo acariciando mi cabello- Solo es cuestión de arreglar los tiempos, al final siempre habrá tiempo para todos ¿No crees?- dijo animado y sonreí. Sabía que hablaba de su felicidad a futuro…
-Es verdad, no hay por qué ponernos tristes- sonreí ya sobrepuesta y parándome en medio del pasillo- pasemos el día juntos. Crees que David los deje salir con nosotras…
-Claro que sí!- dijo encantado- ¿Podrías ir a despertar a Tom en lo que yo saludo a Diana?- me dijo en un tono de “ahuecando el ala” que termino dándome mucha risa
-Ella se iba a tomar una ducha, llegas justo a tiempo- le dije dándole el paso hacia nuestra habitación, el se echo a reír ruborizado
Di dos pasos al frente y la puerta del cuarto de Tom estaba en mis narices
-¿Tom?- dije tocando muy despacito- ¿puedo pasar?
-Está abierto- dijo en un grito, así que gire el picaporte lentamente y me abrí paso muy despacio
-¿Dónde estás?- le dije una vez dentro de la habitación, vi un bulto bajo las sabanas y pensé en echarme sobre él, pero unos Prada de hace dos años me hicieron entristecer
-Haru, que te trae por acá tan tem…- dijo intentando colocar su mano en mi hombro, mano que se fue en el aire cuando noto lo que estaba viendo
-Bill me mando despertarte, vamos a salir todos juntos, pero si tienes algo mas que hacer… -dije intentando no llorar, cuando él camino apresuradamente hacia la cama jalando las cobijas agresivamente…
-Lárgate de aquí!- dijo casi gritando a la que parecía una camarera que ahí estaba - te dije que si te volvías a meter a mi cama… solo vete de aquí!!- levanto una mano y por un momento pensé que la golpearía, pero solo se agacho a tomar los zapatos y aventarlos fuera de la habitación. La chica salió de ahí llorando desconsolada
Se sentó en la cama desesperado, ya estaba vestido, todo de negro y en su cabeza una bella banda morada y agujetas a juego lo hacían lucir radiante. Yo no supe que decir, me sentía muy estúpida
-Yo, bueno…-dije suspendiendo el intento de discurso cuando me miro
-Lo siento Mati, pensé que no lo volvería a intentar, no quería que vieras esto. No quiero que pienses mal de mi…yo ya no soy el mismo que…
-Basta, ya entendí- dije poniendo mi dedo índice en su boca, ya estaba más tranquila y cualquier indicio de lagrima se había desvanecido- Si yo fuera ella, tal vez haría lo mismo- dije coquetamente con toda la intención de hacerlo reír, cosa que funciono. Un segundo después nos retorcíamos de la risa.
-A ver familia feliz, ya es hora de desayunar- dijo Hagen con Allison en brazos, que en cuanto vio a Tom, empezó a brincar
-Allison, siento que hace siglos no te veo- le dije de pronto agachándome- Ven con Mati
Georg la puso en el suelo y ella corrió, cual poni encantado, hacia mí. La recibí en mis brazos y me levante dándole una vuelta
-A ver All- le dijo Tom- ¿A quién quieres más?- Ella puso atención y comenzó a reírse- ¿al Trol o a mi?- Ella lo pensó un momento y después dijo Haruka, con su tibia voz que me partió de la risa e hizo que los chicos se quedaran con mala cara
-Bajaran a desayunar en este preciso instante, ¿Hagen?- le pregunte con lagrimas en los ojos, asintió pidiendo que le entregara a Allison de nuevo, pero ella se resistió escondiendo su carita bajo mi cabello
-Bien, creo que me la llevare- dije riendo de nuevo
-Ush, está bien “Tía Mati”- dijo en tono a burla saliendo de la habitación
-Vaya que es celoso, y eso que ya tiene como hija adoptiva a Melissa- dijo Tom distraído
-Tú tienes la culpa por preguntar a quien quiere más, es obvio que a mí, grandote- le dije caminando fuera de su cuarto
-Hey!- dijo dándome alcance, lo mire sonriente- ¿Ya sabes que mañana sale nuestro vuelo?
-Si, lo sé- dije suspirando- supongo que el tiempo se paso volando
-Podríamos hacer algo hoy- dijo entusiasmado- ¿Algún lugar al que quisieras ir?
-Claro que sí, lo planearemos entre todos
-¿Todos?- dijo confundido- Ah sí, todos, está bien que salgamos todos…juntos…
-¿Planeabas otro cosa?- le dije al notar su inconformidad
-No, para nada- se recargo en la pared- Solo quería saber que haríamos hoy, no sabía que ya habían hecho los planes
-Pues, al parecer a Bill se le ocurrió antes que a mí- dije sonriente- ahora me voy a dar un baño
-Bien, muy bien, destilas alcohol- dijo agitando su mano bajo su nariz
-Ash, baboso- dije sonriente- ¿Quieres ir con Tío mmy, Allison?- dije haciendo la brincar
-No quiero ir con tío mmy, quiero quedarme contigo- sus manitas se colocaron en mis mejillas haciéndome reír
-Ni modo tío mmy, Allison ya no te quiere
-Cuando regreses a México no le quedara de otra más que quererme- dijo entrando a su habitación, dejándome con la expresión suspendida en el aire.
Bill hablaba casi a gritos con Diana dentro de la habitación de ella, no entendía muy bien lo que decían, no sabía si estaba enojado, feliz… pase de largo hasta mi habitación donde estaba Mel con Zay, Allison al verla hizo unas gestos que Mel correspondió “Cosas de chicas” dijimos mi comadre y yo al mismo tiempo, riéndonos por un rato. Zay se encargo de las niñas mientras yo me daba ese baño reparador, salí rápidamente y me quede jugando con las niñas en lo que Zay se alistaba.
-¿Ya estamos listas?- dijo Dian tocando a mi puerta
-Ya, encanto- dije dándole paso- ¿Qué sucedía hace un momento?
-Nada- dijo despreocupada sentándose en la cama- Bill me decía emocionado sus planes a futuro, es todo- Concluyo después de un rato de silencio, supe que no tenía nada más que hablar del tema, le sonreí y salimos las 4 de la habitación.
Zay nos esperaba afuera platicando animadamente con el papazón, se tomaban de las manos y se dedicaban unas tiernas miradas. Caminamos al ascensor cuando nos encontramos con Gis y Gus quienes nos echaron burla por no recordar como regresamos anoche xD
Desayunamos en completa armonía, todos excepto Tom, que al parecer tuvo unos asuntos urgentes que atender.
Regresamos a las habitaciones por nuestras cosas, iba a salir cuando vi una escena bastante interesante, deje la puerta entre abierta para cotorrear sin ser vista. Tom discutía con la misma chica de hace un rato, ambos estaban frente a la puerta del cuarto de Tom, ella un poco apenada y el con esa pose de galán característica, él le dio unas palmadas en la espalda y ella se fue caminando feliz, parecía que Tom estaba bastante conforme, la veía caminar con mucha paciencia…
Decidí no darle importancia, supongo que le pidió una disculpa, aclararon algo…o que se yo. Las niñas se quedarían con Ingrid, nuestra querida nana, David dio la sugerencia, después de las fotos que salieron, si nos veían con dos niñas, la gente haría un revuelo, y más por que Allison seguía con pasión a Geo no quiero que digan que Georg tiene una hija a escondidas, dijo David reprendiéndonos.
Quince minutos más tarde ya nos encontrábamos todos sobre las camionetas que nos llevaron a dar unas vueltas al centro de París. Recorrimos con paciencia la Plaza de la Concordia, el Molino Rojo, los puentes del Sena, la Isla de San Luis, el Palacio de Justicia, Les Halles, el centro Pompidou, tomando fotos en cada lugar que nos deteníamos y comiendo cada cosa que se nos ponía en frente, así fue como las horas pasaban rápidamente, y aquella espina comenzaba a darme de nuevo, La despedida.
-Un último lugar…- dijo Bill sacando unos pañuelos y colocándonos uno a cada una de nosotras. Perdí toda ubicación, no sabía si íbamos hacia delante, atrás, solo sabía que caminamos un poco, subimos a otro vehículo, y a los pocos segundos volvimos a bajar.
-Tu vendrás conmigo- dijo Tom tomándome del brazo, lo seguía torpemente, caminar con los ojos vendados no es mi mayor habilidad
Escuchaba el cuchicheo de mucha gente, la voz emocionada de Diana al fondo y Geo dando unas instrucciones. Tom me quito el pañuelo, me di cuenta que nos encontrábamos parados frente a un altar…
-¿Un altar?- le dije con cierta emoción en la voz. Un bello altar gótico que de inmediato me hizo recordar la Iglesia más hermosa del mundo- ¿Estamos en Notre Dame?- Porque en efecto, los arcos excesivamente abiertos en punta, que había visto tantas veces en la red, estaban a nuestros costados, dejando iluminar las capillas que a nuestro alrededor se encontraban
-No creí que te gustaría tanto la Iglesia- dijo rascándose la barbilla, para después comenzar a caminar, llevándome a dar un paseo por dentro, hasta el mas mínimo rincón
-No es la Iglesia en sí- dije después de un rato de tirar la baba- Si no su estructura como tal. Siempre había querido venir y no se me presento la oportunidad
-Me alegra haber acertado- dijo gustoso volteando a mirar aquel Cristo que adornaba una de las paredes de Notre Dame, como pidiendo…un milagro.
martes, 17 de noviembre de 2009
Capitulo XXXI- Eiffel
Seguía sin entender el por qué las chicas se habían esmerado tano en nuestros arreglos, me hacia recordar la primera noche que nos fuimos juntas de fiesta…
-Se nos está haciendo tarde- decían Diana y Zay desesperadas de un lado a otro de la enorme habitación, poniéndose los aretes…
-Pero tenemos toda la noche para festejar- les dije yo incrédula, lista en uno de los sillones de la sala
-Calla Haruka!- grito Diana entre risas- ya esta, ya vámonos Zaybet!
-No me presionen- gritaba esta desde su habitación. Unos segundos después salió y juntas bajamos por el elevador…para abordar la camioneta que ya nos esperaba
Arranco sin darle instrucción alguna, Rick me sonreía por el retrovisor, y yo me sentía muy a gusto jugueteando con el anillo que me dio Tom
-Es hermoso- me dijo Dian llamando mi atención, que desde hacía un rato, estaba en un lugar desconocido
-Bill tiene muy buen gusto- dijo Zay sonriente, y yo me sorprendí de eso
-Pero este me lo dio Tom xD- le dije risueña, pero ellas se quedaron con cara de “ups, ya la regué”- ¿No es de Tom?- les dije ahora seria, al notar sus miradas
-Seguro que lo es- dijo Diana- solo que Bill le ayudo a escogerlo, es más de su estilo….o quien sabe xD
Nos quedamos como estatuas después del comentario, sin decir nada, las tres mirábamos por la ventana, hasta que vi la bella torre Eiffel asomarse, con su extensa luminosidad, cosa que siempre me encanto de ella. Dimos vuelta en una esquina, quedando la torre hacia el sur de dónde íbamos, otro día será, me dije sonriendo, hasta que de pronto, un pañuelo fue colocado en mis ojos…
-¿Qué pasa?- dije emocionada
-Sorpresa – dijo Zay en mi oído, me limite a sonreír y tomarlas de las manos. Me daba la impresión de que se cuchicheaban cosas, señalaban, o cualquier opción, pero ellas no estaban quietas.
Rick manejo poco tiempo, me ayudaron a bajar y parecía que había mucha gente alrededor, gente que se reía y nos saludaba.
-Bien Haru, subiremos con cuidado por aquí- me decía Diana, quien me tomaba de la mano y yo caminaba con torpeza
-Chicas-les decía entre risas- soy torpe hasta con los ojos abiertos, por favor no me dejen caer
-No te preocupes comadre, el día de hoy no te dejaremos caer- dijo Zayra, para después reírse malévolamente
Subimos a lo que pareció un elevador, empezaba a sentir ese vértigo/calambre que me abordaba cuando estaba dentro de uno, y una emoción descontrolada, bajamos y empezamos a caminar hacia el frente con cautela
-Buenas noches Bellas Damas- dijo una voz muy cortés…una que parecía la de…
-¿Bill?- dije sin temor a equivocarme, se hizo el silencio y me quite el pañuelo, en efecto es Bill quien luce un bello smoking- ¿Qué está pasando aquí?
-Feliz cumpleaños Mati- dijo el extendiéndome los brazos y acercándome a el
-La despeinas, amor- le dijo Diana entre risas, me soltó y fue hacia ella
-Sigo sin entender que sucede aquí- dije poniéndome las manos en la cintura de forma graciosa
-Pasemos a sentarnos y te explico- dijo él sonriente.
Estamos en un restaurant muy elegante, pero aun tiene ese toque casual que me encanta, ni tan tan, ni muy muy. Bill se sentó junto con nosotras tres, y un momento más tarde, llegaron Gustav, Gisela y Georg. Después de una ronda obligada de abrazos, besos y buenos deseos, nos acomodamos a degustar un poco de las bebidas del lugar, hasta que vi una de las etiquetas en una de las botellas de Champagne que estaba frente a nosotros
-Jules Verne- dije leyendo como niña pequeña, eran letras muy gariboleadas- ¿Estamos en el Jules Verne!?- dije exaltada, emocionada, sorprendida, volteando hacia las ventanas, para ver la estructura de la torre, no puedo creer que no me había fijado xD
-Claro que si, encanto ¿Qué esperabas?-me dijo Diana con esa sonrisa característica
-Y la vista luce maravillosa desde aquel ventanal- dijo Bill señalándome uno del otro lado del restaurant, me dirigí a él, lentamente, admirando todo lo que a mi paso estaba.
Llegue al fin, pose mis manos sobre la ventana, la noche era espectacular, la vista y todas esas luces…
-¿Preciosa la vista?- dijo quien entendí era Tom, pero estaba muy embobada como para voltear a mirar
-Es hermosa- dije un momento después, el tomo mi barbilla y volteo mi cara hacia la suya, se acerco lentamente y me beso tiernamente
-Feliz cumpleaños dulcecito- dijo acercándome a él en un abrazo, uno de esos que deseas jamás termine. Cerré mis ojos ahogándome en su perfume
-Es hora de tu obsequio- dijo a mi oído y me aparte de el riendo curiosa
-Pero… ¿Qué no tu…?- dije cuando cerro mis ojos con su mano, los deje así por un momento, cuando sentí el frío de una cadena que era colocada en mi cuello seguido del golpe del dije caer en mi pecho que se estremeció con ese solo roce, abrí mis ojos y mis manos fueron directo a aquel enorme corazón que de mi cuello tendía…
-Tom…es…hermoso- dije mirándolo con tanta emoción, que por un momento pensé que lloraría en sus brazos- pero… ¿el anillo?
-Era una coartada- dijo jugueteando con sus dedos- Bill me sugirió que te diera el regalo el día de hoy, por eso hicimos un trueque, haciéndola de emoción- dijo riendo nerviosamente
-Es un lindo detalle, y es hermoso- dije entre apenada, feliz, enternecida, ahora entendi que el anillo en efecto era un regalo de Bill. Le di un beso a la altura de sus lunares que logro enchinarle la piel
-Vaya, creo que valió la pena- dijo llevándose la mano a su cuello ahora babeado por mi xD!
-Vamos a cenar- dije tomándolo de la mano y caminando hacia la mesa donde ya todos nos esperaban sonrientes.
La cena estuvo rodeada de platillos típicos de París, Moussaka, Raclette, Fondue, para después pasar por la enorme reserva de vinos de la que degustamos después de la deliciosa y amena convivencia.
-En serio, la primera vez que nos vimos, Matilda no me reconoció!- decía Zay estallando en risas, seguida de Dianiz, mientras yo reía nerviosamente recordando ese momento
-Es que jamás imagine que fuera tan guapa- le dije tratando de excusarme, a pesar de que a ella ya se lo había dicho muchas veces
-¿Se veía muy diferente a como se ve ahora?- dijo Geo curioso
-Ahora se ve más hermosa que en ese entonces, recuerdo que traía una chamarra purpura que se le veía bastante bien, su fleco que la hacía ver como colegiala, ahora se ve como toda una mujer- dije haciendo énfasis en el mujer y carcajeándome escandalosamente
-Cálmate comadre!- dijo Zay apenada
-¿Y cómo se veía Diana?- pregunto Bill tomándola de la mano, ella me miro feliz
-Bellísima, traía una falda rosa, botas y un suéter negro que de primer momento me hizo babear, llevaba lentes oscuros, se veía tan fresca, no hay mucha diferencia con el día de hoy- finalice
-Gracias encanto- dijo Diana y volteo a ver a Zayra planeando un complot
-Es hora de platicar como se veía Haru ese día- dijo Dian dando un aplauso
-Eso es lo que quería escuchar- dijo Tom en voz alta, el vino ya se le había subido un poco y me miraba picaronamente
-Basta chicas, hablemos de otra cosa- dije modesta, aunque en realidad me encanta recordar todo sobre esa fecha
-Cual basta!- dijo Zay- Ella traía una blusa blanca muuuuy pegadita- en cuanto termino la frase rio como loca, y todos le seguimos
-Creo que es la que menos ha cambiado de nosotras- dijo Dian tomando el último trago de su copa
-Los años les sentaron muy bien- dijo Tom haciendo señas con las manos
-¿Y tú como sabes Tío mmy?- le pregunto Zay cruzando los brazos
-Ah, es que vi sus fotos ayer mientras Haru se daba un baño después de qué…
-Thomas!- le dije en un grito que lo hizo brincar- Tampoco tienes que dar tanto detalle de lo que hicimos anoche
Se hizo el silencio, incluso Tom se quedo callado
-Pero si no hicimos nada- dijo él completamente sacado de onda
-Lo sé- le dije riendo, todos nos miraron confundidos
-Solo nos pusimos a ver Batman, abrir los regalos, romper con la dieta de Tom, no jugamos nada y no me di una ducha cuando él estaba ahí- Termine
Bill se empezó a reír, señalaba a Tom con su largo dedo y mi chico ye ye, estaba rojo como un jitomate.
-Te la regresaron Thomas!!- decía él entre risas, lo que hizo que me pusiera roja yo también
-Bueno ya basta de tanta risa- dijo mmy un poco entumecido- bailemos
-Excelente idea guitarrista, pero ni creas que olvidare esto- dijo Hagen poniéndose de pie extendiendo su mano a Zay que la tomo animada
Gustav se levanto junto con Gisela y le hicieron una seña a las personas que con nosotros se encontraban, la música comenzó a llenar nuestros oídos. Extrañamente era música de hace años, Gis y Gus bailaban animados en el centro de la pista junto con Zay y Hagen, que no dejaban de reír, Diana estaba en una guerra campal contra Bill quien se resistía a pararse a bailar, como siempre.
-¿Quieres bailar teatrera?- me dijo Tom en un tono irresistible
-Tal vez, cuentero- le conteste con el mismo tono, mas una mirada a la que no se resistió, se levanto y me tomo del brazo. Literalmente me jalo hasta el medio de la pista donde Zay, Geo, Gis y Gus nos recibieron con un aplauso
-¿Por qué la elección de música?- le pregunte a Tom, luego de que nos hicimos a un lado para fumar lejos de Gisela, el aire helado golpeaba nuestras narices
-No lo sé, Diana insistió, dijo que te encanta recordar aquellos años en los que recién las conociste y que la música seria una excelente ambientación- Love Game sonaba a todo volumen, y note la mirada sensual que Zay me dirigió
-Vaya que me conocen bien- dije suspirando y jugando con el collar, volteando hacia Tom
-En unos años me recordaras con una canción también- dijo seriamente, me incomode por ese comentario suyo. Sabía que me marcharía en poco tiempo, pero jamás hablábamos del tema directamente
-Ni si quiera se que hare mañana, Tom- dije tratando de olvidar el asunto
-Deberías quedarte a checar el embarazo de Gisela hasta el final, el nacimiento, su desarrollo- insistía en el tema, provocándome confusión
-No quiero hablar de eso, sé que me marchare pronto y prefiero disfrutar de todos con los rostros alegres- di la vuelta hacia la ventana, encendiendo al fin el cigarrillo que paseaba entre mis manos hasta ese momento
-¿Algún día te imaginaste estar aquí, con nosotros celebrando tu cumpleaños?- dijo cambiando bruscamente de tema y encendiendo también un cigarro
-La verdad no- dije riendo- todo es como un sueño, esta ciudad, ustedes, es algo que aun no creo
-Eres muy afortunada- dijo congratulándose y volteo a mirarme como todo un galán
-Tú eres el afortunado- dije viéndolo coquetamente, solo sonrío y volteo hacia la ventana
-Todos lo somos, creo que no es desconocido para ti que, aunque las cosas han cambiado con respecto a nuestra relación con la gente, nuestro círculo de amigos sigue siendo muy reducido, la gente en la que creemos realmente es muy poca… Siempre se piensa que la pasamos lo mejor de lo mejor, pero a veces queremos parar. Volver a recorrer las calles sin tanta seguridad, ir a visitar a nuestra madre de sorpresa, comer helado en la plaza, tomar el sol, que se yo…. Cosas que parecen tan simples, aun son muy complicadas. Como conocer a más personas, tener más amigos, pero eso a veces es difícil, y lo aprendimos del modo cruel
-Los fans, tu sabes que no es que quieran hacerles daño…
-Lo sé Haru, y los amamos por eso, créeme que el día que pudimos salir a respirar de nuevo, fue muy grato, era como recargar energías, el día mundial de Tokio Hotel es lo mejor que nos han regalado los fans- El día mundial de Tokio Hotel de este, y los dos años pasados, se decidió que los chicos podrán ser un poco más libres, cosa que costó mucho trabajo lograr, pero con el apoyo de los clubs de fans oficiales de TH alrededor del globo, se hizo un reglamento que la mayoría cumple, no falta la chica que se pasa de lista, y provoca disturbios, o el hater que intenta algo, pero esperamos que con los años, el 19 de Septiembre TH pueda caminar por las calles, recordando lo que es ser común
-Vaya, creo que eso es algo que no leeré en las revistas con tanta emotividad- dije tomando su mano y queriendo despejar la nostalgia de sus ojos
-Eres importante para nosotros Haru, no quisiera que te fueras- parecía que al fin había descansado, como si eso que me acababa de decir, lo trajera cargando desde hace mucho. Nuestra estadía juntos ha sido muy curiosa, nos hemos dicho muchas cosas y podría decir que nos conocemos de siempre. Hasta ahora compartimos casi todo, felicidad, tristeza, llanto, triunfo, sabemos lo que sentimos el uno por el otro… por lo menos sé que lo extrañare…
-Debemos esperar Tom- trague saliva y apacigüe el dolor que sentí de un momento a otro- No sabemos qué es lo que pasara para esas fechas, no hay que predisponernos a nada
-Tal vez no sepamos que pasara para ese día, es cierto… pero- me tomo de la mano y entrelazo sus dedos a los míos- por lo menos sé que es lo que pasara hoy, Haruka
No sé cómo describir ese momento, ni la manera en la que me miraba, como esperando algo, como si me mirara por primera vez, como si me extrañara… Recorrió mi brazo con sus dedos, como grabando sus huellas digitales en cada uno de mis poros, que respondieron de inmediato al delicado roce de su piel, paso por mis hombros, acaricio mi cuello, subió hasta mis mejillas ahora encendidas con un apenas notorio color rosado, y termino con sus dedos acariciando mis labios. Estaba inmóvil, presa de su mirada. En ese momento me convencí por completo de que estaba enamorada, sentí un vértigo que me mareo un momento, di un paso hacia donde estaba él, me solté de su mano, y ahora eran mis dedos los que jugaban con su piel, para terminar enredados detrás de su cuello
-Me gustan esos tacones- dijo colocando sus manos en mi cintura y acercándome mas a él, lo mire contrariada por su comentario- me acercan más rápido a tus labios- Y así fue como terminamos hundidos en un beso de telenovela, un beso que subía de tono lentamente, un beso perfecto… hasta que las luces de aquella zona en la que estábamos se encendió, sacándonos de nuestro erótico viaje
-A ver si ya dejan de estar de cochinos y se vienen a partir este bello pastel que Gisela preparo- decía Zay en un tono un poco alto de voz, un tono celoso. Me aparte de Tom con cautela y acomode mi vestido que me había traicionado
-Deberías ir al baño primero- dije mirando su rostro ruborizado
-Tú también- me dio un beso y camino hacia el tocador. Diana me alcanzo dentro del sanitario, ya había acomodado mi vestido por completo y casi terminaba el retoque de maquillaje
-Se estaban divirtiendo bastante ¿huh?- dijo sonriendo malévolamente recargada en el lava manos
-Me da mucha risa nuestra situación- dije después de que terminara de aplicarme el labial de un color rojo discreto- siempre estamos a punto
-Lo hemos notado- dijo mirándose al espejo- te has visto lenta, y él también. Supongo que tendré que darle unos consejos antes de que termine de bajarle a la chica- volteo a mirarme a través del espejo y reímos un poco. Salimos unos segundos después dispuestas a degustar el postre preparado por Gisela
-Por que sea el principio de un año maravilloso- dijo Gus alzando la copa, en ese momento me di cuenta del color exageradamente rojo en los labios de Tom, quien al parecer no se había dado cuenta de ello, reí un poco tratando de no llamar la atención, y hasta el fondo.
Recuerdo que comimos el pastel aun sentados en la mesa, que bailamos un rato, tomamos un millar de fotografías...Gis y Gus regresaron temprano al hotel… y ya no recuerdo más. Son las 11am del 9 de diciembre y tengo un terrible dolor de cabeza.
-¿Diana?- dije perezosamente sin moverme de lo que creí era mi cuarto
-Hmmuhm- una voz varonil murmuraba cosas inaudibles, me asuste por un momento, pero vi tras la sabana una de las trenzas de Tom. Me levante sigilosamente y no se inmuto, siguió en la misma posición
-Te ves tan encantador cuando tus manos están quietas- dije acercándome a su frente y dándole un delicado beso.
Fui a la habitación de Diana a preguntar algún detalle de cómo habíamos regresado, pero me encontré sorprendida cuando vi dos pares de pies que salían de las sabanas que cubrían los cuerpos de Bill y Dian. Paso la misma historia con Geo y Zay, solo que ellos no tenían la sabana puesta xD
Fui a la cocina y saque un bote de jugo del frigo, ni siquiera me moleste en servirlo en un vaso. Estaba tan sedienta que me lo tome todo sin si quiera respirar. Entre a mi habitación nuevamente y para mi sorpresa, Tom ya no estaba en la cama. Estaba a punto de tocar la puerta del baño, cuando la brisa de la mañana rozo mi cara, note que la ventana estaba abierta y las cortinas se mecían escandalosamente. Camine hacia el balcón para encontrarme con Tom… pero él no estaba ahí.
-¿Tom?- pregunte al recapacitar en la silueta que estaba recargada en el barandal. Salí al balcón, y me encontré con la Les Paul negra acomodada cuidadosamente en una silla, sonreí para mis adentros…
-No entiendo porque sonríes- dijo aquella voz que me causo escalofríos, levante la cara para encontrarme con el gesto de inconformidad en su rostro…