Capitulo XXX- Veintiséis

Después del Kaos de la noche anterior, esta mañana pareciera que no hay nadie aquí, el anillo se lo ha quedado Rick, la verdad no es algo que quiera tener. Me di uno de esos baños larguísimos, en los que mi piel se parece a una pasa, me consentí media mañana, crema para esto, crema para lo otro, al salir del baño, brillaba como muñeca nueva.

-Buenos días Haru- me dijo Tom en cuanto puse un pie en la sala

-Buenos días- le dedique una sonrisa que correspondió, note que el desayuno estaba frente a él, intacto- ¿Pasa algo?- le pregunte confundida

-No, para nada. Te estaba esperando para desayunar- dejo el periódico y me observo fijamente, camine hasta donde se encontraba y me senté frente a él, empezamos el desayuno sin decirnos nada.

-¿Algo interesante el día de hoy?- le dije refiriéndome al periódico, queriendo hacer platica

-No mucho- me lo extendió y lo tome rápidamente, me veía atento, es 7 de diciembre y todo parece normal en las calles de París

-¿Dian y Zayra salieron?- deje el periódico a un lado

-No tengo idea, cuando toque la puerta, esta se abrió sola, como cuando alguien sale rápido, y lo olvida todo- me dijo despreocupado

-Las llamare- me levante un poco y comencé a marcar el numero, entro la llamada, y el celular de Zay sonaba alegremente dentro de su habitación, colgué el teléfono y me alarme, Tom me miraba extrañado y divertido al mismo tiempo. Entre a la habitación de Zay para encontrarme con su celular en medio de la cama, justo arriba de la caja que Zay me había mostrado cuando la vi el día que llegamos al hotel. Salí con ambas cosas en las manos, y llame a Diana. La misma historia, sonó el teléfono, estaba en medio de la cama con una caja debajo.

-Creo que merezco una explicación, Tom- le dije ceñuda y preocupada

-Tendrás que esperar, solo me dijeron que me encargara de ti por hoy, que es su día libre y que abrieras eso, y no saldrás de la habitación hoy, Bill y Geo salieron con ellas a no sé donde, y la familia Schäffer fue de compras, así que estamos solos y abandonados.

-¿Por qué?- le dije sin poder evitar tristeza en mi voz- ellas siempre pasan conmigo el pre el durante y el after de mi..

-¿Cumpleaños?- dijo Tom parándose por mi y obligándome a sentarme- las cosas cambian, no seas egoísta, deja que ellas disfruten su estancia aquí también- me decía cínico, al notar mi gesto de inconformidad, decidió cambiar el tono- Pronto cada uno regresara a sus actividades normales, y con tanto que a sucedido, ellos no han tenido tiempo de estar a solas

-Creo que entiendo- le dije sonriendo nostálgicamente- abriré estos entonces.

Tom sonrió y se sentó en el sofá frente al mío, me hinque en el suelo y comencé a agitar los regalos, no se oía nada dentro, y supuse que tenían un gran secreto que esconder.

Zay, por su parte, encerró toda mi música en un ipod de esos de nueva generación, los que parece que piensas y ellos te responden, tengo entendido que aun no salen a la venta “Para cuando quieras recordar, aquellas noches locas que solíamos pasar, con todo el amor del mundo. Zay”, la pequeña frase que me hizo soltar una risita, Dian también se encargo de la recolección, un álbum con un sinfín de fotografías era su regalo para mi, desde el día que nos vimos por primera vez, hasta las fotos de su llegada a París, hace solo unos días. Todas las fotos sin excepción alguna, tienen fecha y un pequeño escrito en la parte de atrás; “Ya no será un pretexto que tu lap exploto, estas fotos estarán siempre que quieras traer nuestros recuerdos, en cada momento, te amo encanto. Diana (la mujer de tu vida)”. Comencé a hojear aquel álbum y a reír como una loca, no me di cuenta cuando Tom salió, fue hasta que volvió a entrar que me di cuenta de su ausencia, traía con él una gran bolsa blanca.

-Puesto que nadie está hoy aquí, y no sabemos que día regresaran, me encargaron ser tu Klaus personal- poso esa gran bolsa en el suelo, justo frente a mí, se hinco junto conmigo- son tus regalos, de parte de los chicos

-Pero mi cumpleaños es mañana- le dije sin poder evitar reír

-Lo sabemos- dijo quitándose la gorra- pero no sé si estarán aquí mañana, así que ábrelos de una vez.

Después de hacer puchero por su comentario, comencé con los regalos de los chicos. Gisela me hizo una bufanda larguísima en todas las variaciones del color purpura, inmediatamente me la puse, modelándole un poco a Tom, quien estallo en risas, y le seguí yo.

Geo me obsequio un bolso, en una pequeña nota adjunta, se excusaba del estilo del bolso, “Bill me ayudo a escogerlo, así que si es feo, es su culpa”, lo cierto es que no es nada feo, es hermoso, y eso que no me gustan los bolsos tan grandes, este color negro cargara hasta con mi consciencia, Gustav se lucio con unos hermosos aretes que colgaban hasta mis hombros, con finos detalles en negro y bañados en oro blanco “No te preocupes, nadie te secuestrara”, decía el mensajito de Gustav, adivinando mi pensamiento.

El regalo más curioso, fue el de Bill, quien tras un montón de envolturas, dejo un “Vale por un obsequio”, que me dejo mas intrigada que de costumbre.

-Espero verlos pronto, para agradecerles- dije probando todo a lo que el Geo-bolso podía entrar, que es bastante, cuando, a mi derecha, una cajita fue colocada en la mesa. Una hermosa caja adornada con mucha dedicación, la observe, queriendo adivinar de quien era.

-Ábrelo- dijo Tom nervioso, parecía que pertenecía a él, pero algo me decía que eso, no era del todo cierto. Abrí la cajita lentamente, no pude formular palabras cuando vi su contenido, me quede así por un momento, Tom carraspeo la garganta y me hizo aterrizar nuevamente- ¿te ayudo?- dijo tomando el anillo que estaba en la caja, y poniéndola en mi dedo anular izquierdo.

-Es hermoso- dije estirando la mano frente a mis ojos, aun sin creer que tan bella joya estuviera en mis manos. Tom sonreía satisfecho, un anillo enorme, con un tablero de ajedrez en negro y blanco como atractivo principal, lo demás, un color negro brillante…

-Gracias- dije aun pude articular una palabra, sonrio de una manera hermosa, enseguida, nos pusimos a ver todas las fotos del álbum, como fondo ambiental, la bella elección de música que Zay puso en mi nuevo juguetito musical, esa música que en ocasiones nos provoco a Tom y a mi tanta risa, como en aquellos tiempos, a nosotras nos hacían reir.

Asi pasaron las horas, comimos en la habitación sin darnos cuenta del pasar del sol por las ventanas, una anécdota él, una yo. No éramos interrumpidos por nadie, reíamos a nuestras anchas y jugábamos a luchitas con las almohadas que había traído de mi habitación.

-Ya no puedo mas- dijo azotando las manos contra el suelo, después de terminar de reírnos por un chiste que le había contado- Es pésimo, pero me hizo reír- dijo después, provocando que le soltara otro almohadazo.

-Son las 9 de la noche, deberíamos pedir algo para cenar- se acerco al teléfono y espero que le diera respuesta, un momento de reflexión, me hizo saber exactamente que quería

-Soy vegetariano, Haru- dijo haciendo un berrinche

-No te estoy diciendo que comas hamburguesa junto con migo, si tu quieres una ensalada, comete tu ensalada, yo quiero una hamburguesa con papas. Un pleito de miradas de más de 10 segundos, provoco otro ataque de almohadazos, y como yo gane, mis hamburguesas llegarían en unos segundos a la habitación xD

Terminada la cena, decidimos ver una película, otra media hora nos tardamos decidiendo cual, Tom se negaba a ver Joe Black, y yo me moría de risa por ver sus múltiples reacciones. Al final, nos decidimos por el clásico “Batman, The dark knight”. Nos rodeamos de palomitas, subimos el volumen y apagamos las luces de la habitación, ambientándonos completamente, como si estuviéramos en el cine.

Estaba yo muy concentrada en la película, Batman iba a toda velocidad en esa preciosa moto tanque de guerra, cuando sentí una mano que sutilmente se coloco en mi hombro, Este se tomo muy en serio lo de “como en el cine”, pensé sutilmente dejándome querer por un rato; fue hasta que la mano de Tom subía apresuradamente desde mi rodilla hasta… que me moví un poco en señal de desacuerdo, y dejo el intento por unos momentos, la película ya casi termina…estaba a punto de ver en que minuto iba, cuando ya no vi la tv, solo veía los bellos ojos de Tom, que en ese momento estaba arriba de mi, sofocándome un poco. Supuse que querría terminar lo de ayer, y no había nada que nos interrumpiera; el clima era perfecto, el ambiente, el, pero sobre todo…yo xD!.

Tremendo susto me dio cuando coloco sus manos en mi espalda, para después cargarme e ir corriendo al balcón, me sentó justo en la orilla, mis pies colgaban y se mecían, a 15 metros del piso.

-¿no te dan miedo las alturas?- dijo muy cerca de mi oído

-Si, me aterran- conteste de inmediato- pero tengo la esperanza de que no me soltaras. Me dio la impresión de que sonreía, y ahí nos quedamos por otro largo rato.

-Debes ir a dormir- dijo cargándome nuevamente y llevándome hasta mi habitación, me dejo caer sobre la cama y mis pies volaron de una forma graciosa. El se dirigió a la puerta, y estaba a punto de irse…es mas…cerro la puerta sin decirme nada mas, escuchaba sus pasos acercarse a la puerta principal.

-¿Qué te pasa?—le dije dándole alcance

-Debemos dormir, es la 1 de la mañana y Bill me mando un mensaje que saldremos desde…dentro de 6 horas del Hotel a no sé qué asuntos, si no me voy a dormir ya, no me despertare.

Dijo continuando su camino, no lo detuve, en ese momento caí en cuenta de que no estaría conmigo en mi cumpleaños, que ya eran la 1 de la mañana del día 8 de diciembre, y que en 7 horas 50 min, cumpliré 26 años. Salió de la habitación, y yo me fui a la mía.

Me costó trabajo dormir, pero lo logre, después de no sé cuantas vueltas que me di en la cama.

Sentía la luz del sol pegar en mis ojos, pero no me tome la molestia de abrirlos…lo cual no fue buena idea. Un minuto después ya me encontraba sofocada por dos almas que, aunque no pesaban, sus brincos me oprimían los pulmones xD

-Alli, Mel, no sean groseras, bájense de la cama- decía Gisela en voz baja

-No te preocupes Gis, ya estoy despierta, dije bajando los pies al suelo, para darme cuenta que este estaba lleno de papel de china en tiras, y cuando caí en cuenta, pude apreciar que el cuarto estaba lleno de flores y de muchos globos- ¿Qué es todo esto?- dije sonriente

-Feliz cumpleaños Mati- dijo Gisela abriendo los brazos, en ese momento me di cuenta de que alguien más me saludaba, noto mi mirada fija en su vientre- August ha querido venir a saludarte- me dijo poniéndose de perfil, en verdad lucia enorme.

-Gisela!- me acerque a ella y la abrace- no me había dado cuenta de cuánto había crecido. En ese momento, comenzó a sonar mi celular, Era mi Madre…seguida de mi Abue…mis Tíos, mis primos, mi hermano y mi cuñada, el perro el gato y el perico quien me habían ocupado tres horas en llamadas desde México… cuando obtuve un respiro, lleno de emoción por qué…recordé que cumplo años hoy, deguste el pastel que había traído Gisela desde hacía rato, desayune con ella, le platique lo que habíamos hecho Tom y yo el día anterior, a ella también le modele los regalos y también se carcajeo hasta por los codos.

Otras dos horas de llamadas telefónicas de parte de mis amigos, no se hicieron esperar, mientras tanto, escuche que abrían y cerraban la puerta, colgué el teléfono y lo puse a cargar por un rato.

-No encenderé la Lap- le dije acercándome de nuevo a Gisela quien me sonrió de inmediato-

-regresare en un momento- se levanto sin dejarme preguntarle nada, y se llevo a las niñas con ellas, nuevamente me encontraba sola en mi habitación, así que decidí darme una ducha.

Al entrar al baño, me sorprendí de encontrarme con una lista bastante larga de todo lo que debía hacer “Exfoliación, masaje, pedicura, mascarilla de barro, de aguacate y de mayonesa” entre un sin fin de cosas más, es la 1 de la tarde, llame a la habitación de Gis avisándole que tomaría un baño, pero para mi sorpresa fui informada de que Gisela había salido, y no había dicho a qué hora regresaba, así que decidí hacerme todo eso, al fin que el tiempo sobraba. Y así fue.

Otra vez brillaba como lo nuevo de lo nuevo, Salí del baño, sin pensar en que las reinas estarían sentadas en mi cama, esperando por mí.

-Feliz cumpleaños!!!- gritaron al unisonó y me echaron espuma

-Gracias reinas, pero me acababa de salir de bañar- les dije risueña

-Vamos Mati, eso no debe preocuparte- dijo Zay entrando al baño y sacando un paño con agua caliente

-Es verdad- dijo en seguida Diana quitándome la toalla que cubría mi cuerpo

-Diana, me acabo de bañar- me reí para después echarle una mirada perversa que ella respondió alzando una ceja y mojándose los labios

-No arruinaremos tu limpia figura, comadre- dijo ahora Zay embarrándome crema por TODOS lados, y yo bien dejada xD

-Antes de que te vistas, comeremos y chismearemos- salió Dian de la habitación, para entrar después con una gran charola

-Comida Mexicana para la festejada!- grito Zay en mi oreja llena de alegría, lo que me provoco un ataque eufórico xD.

Me puse una bata y en la salita de mi habitación, comenzamos a entrarle duro a los tacos. Pasamos después a la sección de chismes, las horas pasaron ahí sin darnos cuenta.

-Son las 7 de la noche- grito Zayra viendo su reloj y aventando todo a su paso.

Me lave los dientes y agarre el cabello por órdenes de Dian, quien en seguida me sentó en una silla, que parecía la del interrogatorio…