Capitulo XV – Malos Hábitos

Aun no termino de acomodar mis cosas, y será mejor así, al fin que no me quedare mucho tiempo, la casa de los gemelos queda prácticamente cruzando la acera

Tocaron la puerta…

-Tom, llegas tarde- le dije dejándolo pasar

-Tenia que hacer unas cosas para la fiesta de pasado mañana

-A la que obviamente no estoy invitada, ya que solo la mencionas- le dije de reojo sirviendo unos tragos

-Vamos Cat, no te pongas exigente, quiero que lo que hemos tenido se termine

-¿Lo que hemos tenido?- le dije dándole su vaso y sentándome en sus piernas- ¿Te refieres a los últimos ocho días donde te las has pasado metido en mi cama? No me vengas ahora con que te arrepientes

-No es arrepentimiento, es otra cosa, tú y yo sabemos que jamás debimos hacerlo

-¿Por qué? ¿Por Haruka? Ella y tú no tienen nada

-Tú y yo tampoco- me dijo irritándome un poco

-La pasas bien conmigo, desde el día que supiste que vivía aquí te quedaste esa noche, y otras mas

-¿Por qué te buscaste una casa tan cerca de la nuestra?- dijo preocupado

-Por que quería terminar lo del día de mi cumpleaños, siempre me has interesado y sé que no te soy indiferente

-Me gusta tener sexo contigo, hace mucho que no tenía algo así, pero solo es eso, sexo

-Jamás te pedí otra cosa- le dije acariciando su rostro y dándole un beso

-Me dijiste que Haruka no tenía interés en mi, y antes de eso recuerdo me cacheteaste- dijo confundido, me senté frente a el

-Es verdad, ella solo juega contigo

-No es verdad, ella…

-¿Te quiere?- le dije riendo- no me hagas reír, yo la conozco más que tu, ella es una perra

-¿Y tú no lo eres?- dijo mirándome acosadoramente

-Lo soy, la diferencia es que eso es lo que te mantiene en mi cama

-Bill sospecha- dijo un poco incomodo

-¿Y eso a mí qué? Tú eres el que quiere que esto sea un secreto

-Sera un secreto, esto no durara para siempre, tu y yo solo nos divertimos

-Aun así, no me has dado suficientes razones por las que debería guardarlo

-No tenemos por qué decirlo, no será nada serio, en este momento no es nada serio, solo compartimos la cama

-Has hecho lo mismo durante años y lo presumes a todo el mundo

-Pero es diferente, eres amiga de…Matilda, y no quiero que ella se entere

-Eso es estúpido, y tú eres un idiota, siempre es la misma discusión, y siempre terminamos haciendo lo mismo

-No quiero que Matilda se entere, quiero que ella y yo tengamos ¿algo?, solo que no ahora

-No se te quita lo estúpido, no entiendo que le ves a ella

-Ella tiene lo que tú no, es elegante, inocente, inteligente, sutil, es muchas cosas que tu nunca serás

-Y es por esas cosas que estas con ella todo el tiempo, no me hagas reír, te quejas de mi, y aquí estas

-No quiero tener sexo con ella solo por tenerlo

-Imbécil- le dije levantándome para ir a la cocina a calmarme un poco, tenía una extensa reserva de bebidas, es hora de escoger algo bueno

-No debes enojarte por lo que te he dicho- dijo a mis espaldas cruzando los brazos- me pediste sinceridad y eso es lo que hago, te digo lo que siento

-No me importa lo que sientes, si no lo que haces, tampoco creas que me siento mal ni nada de eso, que va, se cuando hacer las cosas, ya lo he dicho, esa historia de que quieres que todo termine la escuche ya muchas veces, y siempre terminamos igual.

-Nos iremos a Japón el 3 de septiembre, y esto terminara, no volveré

-¿En serio? ¿Y donde quieres que lo hagamos ahora? Alfombra, tina, sillón, cama, cocina, hay muchos lugares…

-Vine a decirte adiós

-¿Cómo ayer?- le dije acercándome a él y dándole el whisky

-No sé por qué piensas que me quedare- dijo bebiendo hasta el fondo- tengo cosas que hacer

-Pues si quieres vete, a mi que- le dije saliendo de la cocina y entrando a mi habitación

Un segundo después escuche como cerraban la puerta, y me dio mucho coraje, pero no hice nada, ningún movimiento, me asome para ver si su coche seguía estacionado afuera, y no vi nada

-Que tarado- dije encendiendo un cigarrillo

-Sera la despedida- dijo poniendo sus manos en mi trasero y sobresaltándome un poco

-Ahora ya no quiero- le dije dando la vuelta yendo hacia la puerta

-Pues ahora yo si quiero- dijo tomándome del brazo y aventándome a mi cama

-Eres un salvaje- le dije tratando de levantarme, pero el ya estaba sobre mí, comenzaba a besar mi cuello

-¿Prefieres que sea un cursi?

-Preferiría que no me trataras como una prostituta que no volverás a ver- le dije apagando el cigarrillo en el cenicero de mi buro

-No volveré a verte, o por lo menos no cerca, ya no vives con Matilda, yo me iré a Japón y después de gira, y tu ya no estarás aquí, se acabara su seguimiento y regresaran a México, y ya está, como si nada hubiera pasado- dijo en tono casi inconsolable, quitándose de encima y sentándose en la orilla de la cama

-Aguadaras mi noche hablando de ella

-No debería, se supone que son amigas, no sé ni por qué te fuiste de su lado- miraba al suelo y jugueteaba con sus dedos

-Ya es hora de que cada quien siga lo que quiere, el enamoramiento ya paso

-No le tienes ningún respeto a su amistad

-No debería, ella me ha traicionado muchas veces, primero se burlo de mi, me dejo para vivir su romance con Marco, mientras ella no sabia que el y yo estuvimos juntos desde mucho tiempo atrás… ella es muy tonta, se le hace fácil creer en la gente, es hora de que abra los ojos

Tom se levanto bruscamente, me miro fríamente, parecía que me odiaba, sus ojos no daban crédito a lo que había escuchado, al final de cuentas, eso a mi no me importa…

Recargue mi cabeza en la almohada, acaricie mi cuerpo esperando que el viniera a mí, pero seguía mirándome…

Se acerco a mí, su cara ya estaba sobre la mía, intente besarlo, pero se hizo a un lado, lo mire confundida

-¿Qué sucede?- le dije en tono autoritario posando una de sus manos bajo mi blusa, el la saco rápidamente, tomo mi cuello, comenzó a asfixiarme…

-Jamás, escúchame bien, JAMAS VOLVERE A METERME A TU CAMA!!!- dijo enojado, muy enojado, su mano apretaba cada vez mas mi cuello, intente alejarlo pero fue inútil…casi no podía respirar, el me soltó, se levanto y camino hacia la puerta, yo tosía, mi respiración estaba entrecortada y me costaba trabajo hablar

-T-om!- le dije levantándome con esfuerzo, el estaba parado dándome la espalda en la puerta principal, no me miro, le tome una mano, se dio la vuelta y tomo las mías con fuerza, creí que me golpearía

-No me toques, no te me acerques, jamás, a nadie de mi familia, no quiero volver a verte por aquí, me das asco!- dijo aventándome hacia atrás, yo caí de sentón y casi me abro la cabeza con una de las mesas de la sala, solo lo mire, estaba sorprendida

-Si te veo cerca de Matilda, me encargare de asfixiarte con mis propias manos- salió y cerro bruscamente la puerta, aun estaba sentada en el mismo lugar…

-Es hora de echar a perder la vida de unos cuantos- dije en voz alta y para mis adentros levantándome de aquel lugar y tomando el teléfono….

-TOM-

-Bill!- le dije en cuanto descolgó el teléfono- ¿Dónde estás?

-¿Qué pasa?- dijo asustado- Estoy con Haru, ¿Estas bien?

-Debes cambiar el numero de Matilda, no dejes que conteste el teléfono, inventa una excusa, la que sea, después te explico!

-Pero Tom, ¿Por qué?...Espera, está sonando el teléfono….

-No dejes que conteste- prácticamente le grite- MATILDA, NO CONTESTES!

Escuchaba la voz de Matilda preguntando qué pasaba, Bill dijo que no podía contestar el teléfono, se escuchaban desconcertados Voy para allá, les dije sacando las llaves del auto de mi bolsillo, arranque a toda velocidad, por el retrovisor se dejaba ver aquella casa a la que no volveré jamás…