Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.

¡Bienvenido seas alma perdida!

Anteriormente, hablando del año 2009, este espacio estaba dedicado a la publicación de sandeces, aka fan fiction de la banda alemana de poprockpunknoseque Tokio Hotel.

Sin embargo, después del tiempo que ha sucedido, la temática ha cambiado y, aunque en los archivos están aún esas sandeces, probablemente los escritos que aparecerán próximamente sean más de otros temas, que de la misma banda.

Éste sigue siendo su espacio, éstas siguen siendo sus letras, y esta siempre será la agonía de las palabras.


martes, 22 de septiembre de 2009

Capitulo XVII- 13 Lagrimas

-¿Matilda?­- dijo la voz al otro lado del teléfono, no la reconocí

-Si, ella habla, ¿Quién es?

-¿Unos días de no verme y ya te olvidaste de mi?

-¿Catalina?- no se escuchaba muy bien, me metí al baño del lugar, la música aun me dejaba un poco sorda

-¿Esperabas otra llamada, reina?

-No, para nada, me sorprende que me llames, hace tiempo que no sabía de ti

-¿En serio?-dijo sorprendida- pensé que habías oído mucho de mi estos últimos días, en fin ¿Disfrutas la fiesta?

-¿Fiesta?- le dije haciéndome la loca, no sabía cómo es que se había enterado, bueno, en realidad si sabía, toda Alemania estaba enterada

-Te haces la loca conmigo, la fiesta de tu noviecito, él fue quien me dijo, se negó a invitarme, pensó que sería incomodo para ti el verme después de lo que ha pasado

-¿Cuando te dijo?- mil pensamientos pasaban en mi cabeza en ese momento, como es que… ¿Por que sería incomodo?

-Hace dos días estuvo aquí, en mi casa, la hemos pasado bien juntos ¿Sabes?, De todos los hombres con los que he estado, es el mejor

-No es cierto- le dije atónita- el no te ha visto

-¿Y tú le crees?-dijo irónicamente- pregúntale, el estuvo en mi cama, en mi alfombra, cocina, bañera, en muchos lugares, no puede negarlo

-No es cierto- le dije tratando de calmarme- estas mintiendo otra vez

-Como quieras, pero no me eches la culpa si cuando duerme, dice mi nombre

Colgó el teléfono, yo no sabía qué hacer ni que creer, que podía hacer, Tom no es mi novio como para que yo le reclame algo…

Salí del baño, trate de alejarme un poco de la gente, fui a la barra y ahí me quede un buen rato hundida en mis pensamientos

-¿Bailas?- dijo de pronto Andreas, con esa sonrisa boba que aun permanecía en su rostro

-Claro- le conteste, mientras me llevaba el cigarrillo a la boca.

Este chico tiene buen ritmo, todos nos observan, creo que hacemos mucho escándalo.

-Deja algo para mi Andy- le dijo de pronto Tom, dándose paso hacia mí, Andreas se quito de mala gana y se fue junto con Bill, me miro y me tomo nuevamente de la cintura

-Vamos Tom, eso no se baila así- le dije retirándome lo más posible

-No me importa, solo quiero estar pegado a tu piel- dijo en una mueca de olerla, parecía querer traspasarla

-Como gustes- me encontraba un poco tomada, así que no dude para pegarme a él, no había espacio entre nuestros cuerpos, el me sonrió pícaramente mojándose los labios, pasando sus manos desde mis hombros hasta llegar nuevamente a mi cintura

-¿Así le decías a Catalina también? ¿O usabas una técnica distinta?- le dije de pronto haciendo que se detuviera

-¿De dónde sacas eso?- dijo parado en medio de la pista y atrayendo miradas

-Miénteme Tom, lo que sea, solo miénteme- mis ojos comenzaban a expresar mi intranquilidad-dime que lo que me dijo no es verdad

-No entiendo que fue lo que te dijo- se acerco a mí y me abrazo, parecía que bailábamos, pero…mis manos estaban en el vacío, no lo sujetaban, no se aferraban a el

-Miénteme- le dije sintiendo una lagrima rodar por mi mejilla- te acostaste con ella ¿Verdad?- ahora mis manos eran puños, y golpeaban su pecho con sutileza- miénteme- sollozaba

-No me acosté con ella- dijo soltándome, me sentí morir, levante la cara para verlo y el ya caminaba en dirección contraria a la mía.

Si se acostó con ella, fue lo único que tenía en mente, me metí al baño nuevamente, disimule un poco las lágrimas que ya habían caído, un pequeño retoque, y salí para ir por mis cosas

-Bill- le llame un segundo, se puso a un costado y me escucho con atención- ya no puedo estar aquí, debo irme

-Te veré mañana- dijo sorprendiéndome y dándome un beso en la frente, me miro con esos hermosos ojos, como si supiera que es lo que sentía

Tras una rápida despedida, salí huyendo del lugar con la gabardina puesta, mis tacones hacían un coro fúnebre con la situación, nadie me pidió explicaciones, al parecer se habían dado cuenta, Tom estaba con ellos y no dijo nada mas, no me miro, no hizo nada

-Permítame llevarla Señorita- me decía Rick cuando me encontré parada en las puertas del lugar

-No te preocupes, necesito caminar- le dije abriéndome paso ante el

-Por favor- dijo necio haciéndome irritar- El Joven Kaulitz me ha pedido que no la deje ir sola

-Comprendo que es parte de tu trabajo Rick, pero necesito caminar, no está lejos

-Como usted guste….- dijo mas a fuerza que de ganas- dígame a qué hora debo pasar por usted mañana

-¿Para qué?- le dije confundida

-Para ir juntos al aeropuerto

-Oh, es verdad, lo había olvidado por completo… me iré con Gisela, no debes preocuparte por mi- emprendí el paso sin esperar una respuesta de su parte

-Si algo necesita, solo llámeme!!- escuche que grito a mis espaldas, hice un ademán y di vuelta en la esquina.

No sé a qué distancia estoy del que se dice mi hogar, hace frio, pero no es el clima lo que me hace sentir mal…

Con ese beso quede como una estúpida, expuesta frente a todos y sobre todo ante el…mis sentimientos… los que me negaba a descubrir. La brisa comenzó a pegar en mi cara, me detuve un momento, en realidad estoy cerca de casa, empieza a llover pero no me apetece llegar aun, voy hacia aquel parque en el que jugué algunas veces con Allison, las bancas tienen el suave roció de la lluvia, me siento y enciendo un cigarrillo.

Nuevamente sufrí un letargo, no supe que miraba, que escuchaba y mucho menos que hora era…

-Quiero que todo termine- dije de pronto como pidiendo un deseo, baje la cabeza y la cubrí con mis manos, comencé a llorar, como hace mucho tiempo no lo hacía, caían truenos, esos hacían que mis sollozos no se escucharan…

Una mano toco mi hombro, una mano que reconocería así estuviera ciega, sorda, muda, inmóvil

-Vamos pequeña, ya no llores- Bill acariciaba mi cabello como si fuera una niña, yo me sentía tan estúpida, no le dije nada

Me levante y lo seguí a la camioneta, abrió la puerta y me senté junto a él, Rick manejaba, me llevaron a casa. Salí del auto sin decir nada, Bill iba tras de mí, también sin decir nada, abrí la puerta, aun lloraba, puso sus manos sobre mis hombros y me dirigió a mi cama, recosté la cabeza sobre la almohada, veía sin mirar nada, se hinco para verme, tenia mirada triste…

-Lo siento Haru, y yo se que…

-Ya no Bill, por favor- le dije suplicante y con la voz cortada, como si estuviera muriendo- gracias por traerme, ahora…necesito estar sola…por favor

-Te veré mañana- me dijo dándome un beso en la frente y saliendo del departamento.

Ahí me quede, tumbada en mi dolor, no dormí ni un segundo, las palabras de Catalina aun las tengo en mi cabeza, el beso, lo que me ha dicho esta noche, todo…

Abrí mis ojos con dificultad, siento que solo di un largo pestañeo, el sol me pega en la cara, Gisela esta junto a mí, luce asustada

-Pensé que no despertarías, llevo casi 10 minutos hablándote y otros diez tras la puerta tocando, creí que algo malo te había pasado

-Soy incapaz de atentar contra mi vida Gisela

-No quise decir eso- dijo apenada- discúlpame

-No por favor- me incorpore y baje mis pies de la cama, aun traigo el disfraz, con todo y tacones- discúlpame tu a mí, estas preocupada y yo…soy una idiota, discúlpame…Gracias por estar aquí conmigo

-Sabes que te quiero Matilda, no tienes nada que agradecer- me tomo ambas manos y me miro con ternura- ahora, date una ducha, pasaran pronto por nosotras.

Así sucedió, me di una ducha relámpago, ya no tenía más maquillaje y no me moleste en ponerme de nuevo, un pantalón de mezclilla, unos tenis y una camiseta negra, así salí de mi habitación, Allison jugaba en el comedor junto con Gisela, tome un yogurt y ya estábamos listas, Rick subió por nosotras.

Al bajar, Bill me sonreía alegremente, el conduciría mi auto hasta el aeropuerto, Gustav y Gisela irían con nosotros, mientras que Rick iba en la camioneta de Tom con él, Georg y Simone.

No dijimos mucho en el camino, comentamos sobre el embarazo de Gis, es la bella novedad, tiene alrededor de siete semanas, están más que felices, Gustav me la “encargo”, cualquier cosa, estaría al pendiente de ella, la niña y todo, absolutamente todo.

Llegamos al aeropuerto, Bill y yo fuimos a arreglar unas cosas a ventanilla, acompañados por Rick, en lo que los demás hacían esto y aquello

-Perdona Bill- le dije de un momento a otro

-No tengo nada que perdonarte

-Te saque de la fiesta

-No es verdad, además, ¿Tu crees que estaría tranquilo sabiendo que te habías ido sola? Por supuesto que no, regrese al lugar y todo el mundo en paz

-Gracias por lo que has hecho Bill, de verdad

-Te quiero Mati, eres importante para mí, todo lo que te sucede me preocupa, y si tiene que ver con..- no siguió hablando

-Ya habrá tiempo Bill, gracias por tu silencio

-Promete que me llamaras de vez en cuando…bueno no me llames, mejor contéstame cuando te llame- me dijo entre risas

-Claro que si, y tu asegúrate de llamarme cuando lo necesites, así sean las tres de la mañana, te contestare, lo prometo- dije poniendo mi mano en alto en señal de juramento, el entrelazo sus dedos a los míos.

-Pero no podremos hacerlo, no tienes teléfono- rio y me abrazo, honestamente me sorprendí, pero conteste su abrazo, me sentía bien, como si mi hermano me consolara

Esperamos un poco para verlos pasar tras los detectores, nos despedíamos con nostálgicas sonrisas…

Cuando toco despedirme de Tom, pensé en hacerlo con naturalidad, pero el paso de lado, sin mirarme, sin hacer un gesto, como si yo no hubiera estado ahí, me quede parada como si la escena fuera gris, Geo noto de inmediato mi reacción y me abrazo como un histérico levantándome del piso, paso seguido, Gustav beso mi mano y me sonrió cariñosamente.

Decíamos adiós con un ademán tras el gran ventanal del aeropuerto, ya había algunas fans ahí, los chicos voltearon y nos dieron un último vistazo, en ese momento, Tom me miro de una manera profunda pero fría…

Una lagrima rodo nuevamente, y aparte mi vista de la suya…

El avión despego, y nos regresamos a casa.

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