Capitulo XVIII – Pasan las horas

Después de la despedida de los chicos, pasaron las semanas como si fueran agua, entre ellas, el cumpleaños de Gustav y de mi hermano quien llamo histérico por la guitarra que le mande.

Acompañe a varias cosas a Gisela, la mayoría de veces Simone iba con nosotros, no se porque razón estaba tan unida a mí, pero me encantaba que lo hiciera, me hice de un nuevo teléfono, desde el llamaba a mis contactos en Alemania y hablaba horas con Bill, me mantenía al tanto de sus viajes y la gente que conocían, las fiestas, entre otras cosas, también a veces hablaba con Geo, quien siempre saludaba animoso.

Ente los días que pasaban casi desapercibidos, mi sonrisa volvió a iluminar mi rostro…

-Feliz cumpleaños Comadre!- apenas son las 6 de la tarde, creo que es hora de la novela XD

-Te acordaste! Eres un encanto, gracias-creo que su voz se entre corto un poco- pero es hora de mi novela- se reia

-Es más fácil que olvide mi cumpleaños Zay, sabes que jamás pasara desapercibido, y préstame atención, apaga esa televisión- trate de sonar lo mas normal que pude, pero sentía nostalgia

-Debes contarme que te pasa, no te escuchas nada bien

-Después, hoy hay que celebrar

No se conformo con eso, le dije a grandes rasgos que había pasado, me dio unas palabras de consuelo, y escucho mi sollozos cerca de media hora, escuchaba su respirar, sabía que era estúpido llamar y no decir nada, pero en ese momento escuchar su silencio me hacia tanto bien…

Volví a la rutina.

Allison avanzaba cada vez más rápido, sus pasos eran firmes, sus palabras eran claras, y comenzaba a expandir en las paredes su creatividad.

Había garabatos en algunos de mis zapatos, me provocaban sonrisas estúpidas.

Cuando me sentía sola, los miraba y sonreía, pero esa soledad me embargaba completamente…

Ya es el final de noviembre, las semanas se volvieron meses.

-Déjame ayudarte con eso- le decía a Gisela que bajaba una caja con adornos, la navidad está relativamente cerca, ella tiene cerca de cuatro meses de embarazo, a pesar de que aun no se nota, ha sufrido de nauseas y fatiga excesiva, el doctor nos ha recomendado que no haga esfuerzo alguno

-No estoy inmóvil- dijo a tono de imitación, recordando mi cuarentena

-Lo sé- le dije riendo- solo estas embarazada, déjame ayudarte con esto

-Ya que estamos aquí, sin mucho que hacer, ¿Crees que podríamos platicar un poco?

Temía que me preguntara por Tom, la verdad, aun no quería hablar de eso, pero no me negué

-¿Qué harás cuando todo termine?- dijo acomodándose en el sofá, y la verdad, me sorprendió que no me preguntara de él.

-Me regresare a México, así es como estaba planeado desde el principio, ella entrara al preescolar y yo me marchare a seguir con los asuntos de la investigación, tendré mucho que hacer ahora que Rivera abandono el proyecto.

-Comprendo… ¿No han cambiado las cosas?- me dijo curiosa, y yo la mire confundida- me refiero a…pues…no ha cambiado algo como para que quieras quedarte aquí… ¿No ha cambiado nada?

-Lo haces difícil- le dije suspirando- si han cambiado cosas, muchas, yo los quiero, los adoro, pero mi vida sigue estando en México, mi familia, mis amigos de la juventud

-No sé qué haremos cuando te vayas, todo será tan triste

-Vamos Gis, ustedes eran felices antes de que llegara, no tiene por qué cambiar

-Cambiara, y no solo hablo por mí, sino por Allison, mi nuevo bebe, pero sobre todo por Tom.

-A él no le hare falta- le dije a modo de conclusión

-No subestimes a ese chico, puede que a veces sea todo un idiota, pero sabe cuando se equivoca, por esa razón no se despidió de ti, no podía verte, hubieras visto su mirada, estaba llena de arrepentimiento

-No importa Gisela, el no está aquí, y yo me marchare pronto, así terminara todo

-No puedes hacerle esto

-No le hago nada

-Lo abandonas!- dijo casi en un grito y llamo mi atención, la mire desconcertada

-No lo abandono Gis, el y yo jamás fuimos…. No tuvimos nada, así que así deben ser las cosas

-Mientes, sabes que lo quieres pero te gusta hacerte la tonta, y él no se queda atrás, en lugar de decirte que te quiere, se va sin despedirse, y te hace pensar que no le importas

-Ya Gis, basta….

Creí que me golpearía, el teléfono me salvo la vida, estaba cerca mío, pero hablaba casi a escondidas, muchos “si” y “no”, “aun no lo sabe” y cosas por el estilo…jamás imagine que yo tendría que ver ahí…

-Necesito que nos hagas un favor- dijo volviendo al sofá

-Dime, lo que sea- dije poniéndole extrema atención, ella tenía cierta euforia indescriptible

-Los chicos tendrán un concierto en unos días, Gustav me ha pedido que este con el…Para esto, necesito llevar a Allison, y por obvias razones, a ti también.

-Un concierto? En donde?

-En Paris, la primera semana de diciembre

-¿La primera? Pero eso está a la vuelta de la esquina- le dije emocionada, aun no conozco parís, y la idea me encanta

-Entonces, ¿Qué dices?- me dijo ahora cruzando los brazos

-Solo porque es una cuestión de trabajo- le dije haciéndome la interesante XD, me aventó un cojín que dio certeramente en mi cabeza.

Después de esa llamada, mas dieron cita, siempre estaba yo en casa, para ser precisas, los siguientes tres días fueron así, creo que hoy es 30 de noviembre, el vuelo es para él dos, ya tenemos todo listo, el equipaje, los pasaportes, las reservaciones, todo está listo, pero honestamente, aun no se que esperar…

-Tengo miedo- exprese en voz alta lo que fue un pensamiento, Gisela me escucho y me abrazo

-Todo estará bien, ya verás- me puse roja, y correspondí el abrazo, pero eso no me tranquilizaba, se que veré a Tom, y no sé cómo vamos a reaccionar

El teléfono comenzó a sonar, Gisela se aparto de mí, lo tomo y fue a contestar a otro lado, no pasaron ni cinco minutos cuando ya se encontraba nuevamente parada frente a mí, puso el teléfono en la mesita y me miro, tomo a Allison entre sus brazos…

-Tomate el tiempo que necesites- me dijo saliendo de ahí dejándome con muchas preguntas

-¿Hola?- dije temerosa

-Por favor, no cuelgues- Aquella voz provoco que se me erizara la piel, no pude decirle nada, no sabía que

-Perdóname, se que fui un idiota, pero, no sabía que decir, pensé que alejarme sería lo mejor, pero no puedo, debes saber muchas cosas

-Basta Tom- le dije sorprendentemente tranquila- no tengo nada que perdonarte, la verdad es que…

-Hoy te toca escucharme, por una vez en tu vida déjame terminar- dijo desesperado y burlón al mismo tiempo, me quede callada – se que cometí un error, pero no fue el acto, si no la mentira, y lo que dije antes, seguro hice que te sintieras utilizada por el beso que te di frente a todos, pero, fue verdad. No te mentí, no sé qué te dijo ella…aun así…Perdóname

Parecía haber terminado y esperar una respuesta de mi parte, pero honestamente, cualquiera que hubiera dicho no sería la correcta…

-Hablaremos después Tom, cuando nos veamos nuevamente

-No-dijo, y parecía preocupado- dime que me perdonas, de otra manera cómo quieres que te mire, no podre hacerlo, no es tan sencillo, ya he aceptado mi error, ahora tu acepta mis disculpas, por favor

-Está bien Tom, aunque estoy segura de que…

-Calla!-dijo ahora divertido- no me aguades mi llamada, no ves que me costó trabajo, Bill no deja de reírse de mi

-Salúdalo de mi parte por favor, me da gusto que los veré pronto

-A mi también…bueno, a todos nos da gusto que las tendremos aquí, y ni creas que te dejaremos ir sin festejar tu cumpleaños

-¿Mi cumpleaños?- dije recordando que solo faltaban 8 días para mis 26 años

-Te tenemos una sorpresa que te encantara-lo dijo como quien acaba de hacer una travesura

A pesar de que insistí mucho, Tom se negó a decirme que es la dichosa sorpresa, moría de la curiosidad, Gisela sabia, y se negó a decirme…

Por fin el día ha llegado, ahora somos nosotras quienes abordamos el avión, tras un corto viaje, mis nervios están a flor de piel, ya han mandado por nosotras.

Rick, quien no es discreto, nos espera en la puerta, mientras no se quienes llevan nuestro equipaje a la camioneta, veo el ambiente, es tan, no sé cómo, creo que estoy nerviosa porque veré a los chicos nuevamente.

-Así que nuestro destino es el Louvre- dije emocionada- lo mas divino es que el Museo nos queda a tres pasos

-Iras con Tom al museo?- me dijo Gisela haciendo un tonito picaron que de inmediato me ruborizo

-No sé si quiera ir, pero tú puedes acompañarme si gustas XD

-Tu crees? Hace casi tres meses que no veo a Gus, estaremos ocupados…

-Gisela!- le dije riendo

-¿Qué?!!- exagero su tonito, cosa que hizo me botara de la risa XD- Querrá saber cómo va nuestro nuevo bebe.

-Casi 5 meses y este bebe aun no quiere asomarse- dije acariciando su vientre

-Ya habrá tiempo Haru, tu sabes de eso- dijo con una sonrisa tan tierna, que casi me hace llorar XD

-Hemos llegado- dijo Rick en voz alta y señalándonos a los G’s, que al parecer llevaban un rato esperando, se veían un poco impacientes.

Bajamos del auto, y caminamos las tres hacia donde ellos, Gustav y Gisela se abrazaron efusivos, mientras Allison se peleaba por un poco de atención, Geo me saludo animoso, tenía un brillo especial en la mirada.

-¿Qué tal el viaje?- preguntaron una vez que entramos al lobby, al parecer ya habían hecho todos los tramites, ya que solo pasamos de largo directamente al elevador

-Estuvo bien, muy tranquilo- dijo Gisela en un tono aparentemente normal, pero…había algo que no estaba bien…

-¿Sucede algo?- les dije de pronto mirándolos fijamente, el elevador se detuvo y se abrieron las puertas a mi espalda

-No pasa nada- dijeron al unisonó, lo que me pareció mas sospechoso

-Vamos Haru, debes descansar, seguro estas agotada- dijo Geo saliendo del elevador casi arrastrándome, me llevaba tomada de un brazo, casi sentía como flotaba, no me había dado chance de preguntar nada

-A donde van tan rápido!- escuche la voz de Bill, estaba relativamente cerca mío, choque con él entre el jaloneo

-No tengo idea-le dije salvando mi brazo - Hagen me trae a jalones desde el ascensor

-Yo quiero dormir en la habitación del lado derecho de ella, ya habíamos quedado de acuerdo

-Pero siempre se tiene que hacer lo que tú dices o que!?

-Vamos niñas, hay que jugar un volado

-¿Qué pasa ahí dentro?- dije tratando de asomarme a la que entendía, era la habitación de Bill, se escuchaban las voces de dos chicas discutiendo, Andreas salió de ahí mismo, me miro y dirigió la sonrisa mas boba que pudo, entre cerrando la puerta

-¿Qué me esconden?- dije ahora confusa cruzando los brazos y mirando a Geo un tanto hostil

-Las chicas que no se ponen de acuerdo- dijo Andreas subiendo los hombros, paso seguido, Geo le dio un golpe en el estomago y Bill un zape, escuchaba las risas de Gustav, Gisela y Allison detrás mío

-¿Qué chicas?- camine hacia la puerta, y cuando estaba a punto de abrirla…

-Te mostrare tu habitación- dijo Tom cargándome de una forma graciosa, mi cabeza casi daba con el suelo, me cargaba con facilidad. Subí mi cara para pedir auxilio…cuando aquella habitación dejo salir a las dos chicas más bellas que he visto

-No puede ser- dije tapándome la boca, mientras ellas me sonreirán…