Capitulo I - Lo que nos apasiona

Ya hace algunos años, en medio de un clima frió, se llevo a cabo una romántica historia, lastima que terminara en tragedia…..
…………………………

El tiempo se me ha pasado volando, apenas y puedo creer que llevo 3 años fuera de la universidad.
Graduadas con honores, una amiga y yo tenemos planeado empezar un programa educativo del otro lado del mundo.
Catalina es una mujer hermosísima, piel blanca como la leche, cabello y ojos negros, figura escultural, unos centímetros mas alta que yo, terriblemente inteligente, es mayor con 2 años, sus 27 la hacen lucir radiante, nació en el DF, termino una maestría en mi facultad, así fue como la conocí, me ayudo con mi tesis, y nos fuimos haciendo cada vez mas unidas.
Cuando salí de la universidad, nos fuimos a vivir juntas, íbamos de visita con ambas familias, y todo estaba en paz, mi hermano tenia un trabajo exitoso y éramos “el orgullo del pueblo”.

Pero había una cosa que nos apasionaba mas que nuestra profesión, y era una banda alemana, Tokio Hotel, otra de las razones por la cual nos llevábamos tan bien; fuimos al concierto cuando cumplí 21, y medio año después a una firma, por lo cual, esos posters y fotos, eran los objetos mas preciados, llevo siempre al cuello aquella púa que gane después de unos cuantos golpes en el concierto, el mejor regalo de cumpleaños.

Siempre enterándonos de las últimas noticias, adictas al mejor blog, atentas a las mejores historias y vídeos, en el 2010 vinieron a Monterrey, los boletos se agotaron, por lo que solo pudimos escucharlos por fuera del Estadio Internacional Monterrey.

En el 2011, y promocionando su cuarto disco, tuvimos la suerte de encontrarnos por casualidad en el mismo hotel por solo tres minutos, compartimos sonrisas y fuimos las mujeres mas felices sobre la faz de la tierra. El 2012 fue promocional, y mas rumores salieron a la luz, enfermedades, hijos, muertes, acoso, y casi a finales prometieron disco para el año entrante, salió en abril del 2013, la gira fue extensa, pero estábamos llenas de quehaceres, y nos fue imposible asistir.

Hace casi dos años de eso, es el termino del 2013, los chicos han crecido bastante, los gemelos cumplieron 24 años y Gustav 25, Georg cumplirá pronto 26, y estamos a punto de celebrar mi cumpleaños vigesimo quinto, no se que tendrán planeado, pero Caty me ha dicho que tiene una sorpresa extraordinaria.
Es un domingo 8 de diciembre del 2013, días familiares, es mi cumpleaños, recibo un montón de llamadas y mensajes, mis amigos de la secundaria, preparatoria y universidad, todos mis familiares, algunos de mis pacientes, Mama me ha pedido que no llegue tarde con mi Abuelita, me ha hecho mi pastel favorito.
Entre todas las llamadas, salieron comentarios como: Ya es hora de que te busques un hombre
¿Cuándo tendrás una familia?
Todas mis amigas sin excepción estaban felizmente casadas, y con dos o tres hijos, mis amigas del DF también, el trabajo me daba la oportunidad de verlas todas las semanas, Diana seguía siendo joven, tenia muchos pretendientes pero no se anima a formalizar, juntas asistímos a la increíble boda de Zay y al nacimiento de Melissa, fui escogida como madrina, es mi pequeña adoración, la quiero como si fuera mi sobrina.

En fin, no era ni medio día cuando la casa estaba llena de flores, tarjetas y chocolates, yo no paraba de reír, olía delicioso, pero Catalina no daba señal alguna.
Llegue a casa, y comenzaron a cantarme, mis Tíos y mis primos, Mis papas, mi hermano y su novia, que ya vivía mas en la casa que mi hermano, Mi abue, se ve mas hermosa que cuando yo era una niña, me encanta que aun me dice: obedece a tu Mama, y has a tiempo tus trabajos, siempre con esa mirada dulce.

Vimos los vídeos de mi infancia, nos reímos con los desiguales pasos de baile de cuando estaba en primaria, y cuando casi anochecía, me di cuenta de que Caty no había llegado, al irme a casa, todos mandaron saludos para ella, y mi Abue le mando un gran pedazo de pastel.

Mi hermano antes de cerrar la puerta del coche me dijo: se te va el tren eh!

Cosa que reflexione todo el camino.

20 minutos tarde en llegar, no había trafico, estaban todas las luces apagadas y parecía que nadie vivía ahí.
Abrí la puerta y ya no había flores, ni chocolates, ni nada, que extraño. No había nadie
Entre a la sala, y en la mesita de centro había una caja, sobre ella una nota que decía:
Si no te sientas no la abras, ok!

Sonreí, era la letra de Caty, me senté y abrí la caja, en ella había una foto maravillosa, en un marco precioso, la foto del concierto al que habíamos ido, estábamos abrazadas, con el escenario de fondo y en las pantallas se veían sus rostros, empecé a reír, saque la foto y un papel cayó al suelo, era un boleto de avión con destino a Berlín, dentro de un mes…

-Que esta pasando aquí? – me dije con sorpresa esperando que la respuesta cayera del cielo, cuando unas manos se posaron sobre mis hombros, besándome la mejilla, me dijo al oído – “Feliz cumpleaños” – sonreí y voltee a verla con sorpresa

-Pero que es esto? Y donde te habías metido? – le dije mientras ella me extendía sus brazos, me daba un beso en la frente y me ponía exactamente frente a ella, comenzó a decir:

-Matilda – y me señalo, a lo que yo me reí – eres una mujer muy bella, mirate nadamás– comencé a creer que estaba ebria, mientras ella no dejaba de pasearse por alrededor mio – acabas de cumplir 25 años, y lo tienes casi todo, una casa, un auto, una carrera perfecta, una familia preciosa, un rostro angelical y una piel morena brillante, un cuerpo modesto por el que muchos hombres, y tu sabes cuales – me miro de reojo y me sonroje – mueren día a día, estatura ideal, mirada tan dulce como la miel, una sonrisa encantadora, y una oferta de trabajo en Alemania…

No te parece que lo tienes todo? – finalizo cruzando los brazos, esperando mi respuesta, pero la verdad yo no había comprendido muy bien, y ella lo entendió ya que no le decía nada, solo sonreía.

Después de unos segundos soltó la carcajada y entre risa y risa me dijo que me sentara para explicarme.

Resulta que el regalo extraordinario de ella, era un trabajo, que regalo mas extraño ¿no?, pero ambas habíamos esperado la ocasión de trabajar en el extranjero, y esta era una oportunidad que no debíamos desperdiciar, se negó a darme el nombre del paciente, solo me dijo que me caería de la silla al saber quien era.

¿Por que el 8 de enero? ¿Por que no marcharnos en seguida?
Bien, nos piden llevar a cabo el proyecto aquel con el que me titule, y tendrá que ser un periodo un poco largo, por lo que el paciente pidió que pasara navidad y año nuevo, y fue el 8, por que mi Abue, a quien Catalina adora, cumplirá 84 años el 5 de Enero, pasara su cumpleaños y nos iremos.

Me encontraba fastidiosamente ansiosa, cambie el decorado de la casa 7 veces en menos de un mes, compre no se cuantos zapatos, accesorios, o simplemente cosas sin sentido, Catalina estaba feliz de verme así, le rogaba por que me dijera el nombre del paciente, pero se negaba, festejamos las fiestas, cumpleaños de mi Tio, las posadas, navidad, Año nuevo, todos los buenos deseos para nosotras, que nuestro trabajo fuera prospero, que nos adaptaramos a un país diferente, y que regresaramos con bien a casa.

Comencé a ensayar mi pésimo alemán, siempre he creído que hablo con la nariz, aunque todos dicen que me sale bien, bueno, mi hermano dice que esta de la tostada, pero es mi hermano.

Al fin, llega el cumple de mi Abue, y tres días después iremos en un avión a conocer nuestro destino…parecía que los días ya no estaban escritos en el calendario, tan pronto como amanecía, ya estaba volviendo la oscuridad de la noche, y así fue como llego.

Estábamos tras detectores de metal en el aeropuerto de la Cd de México, alrededor de las 10pm, dormiríamos en el avión, todos nos despedían tras las grandes ventanas de la sala de espera, algunos lloraban, y por un momento creí que soltaría en llanto yo también, pero Catalina tomo mi mano, y junto a ella, subi ese avión.
No tarde mucho en quedarme completamente dormida, eran cerca de las 12 del día 9 de enero, casi aterrizaríamos, me desperté y despeje un poco mis ojos, estaban muy hinchados, vaya que lucia mal, para colmo, Catalina acaba de decirme que no haremos escala en ningún lugar, veremos al paciente antes de poder instalarnos en el hotel.
Me preocupé, no sabia cuanto tiempo estaríamos ahí, cual era el trabajo que desempeñaríamos, donde íbamos a vivir, como seria todo, en realidad, yo iba como la corriente, y no tenia ni una idea de que estaba haciendo aun en Alemania.

Lave mi cara, mis dientes, tome mucha agua, quite las arrugas de mi saco, acomode mi cabello, y me volví a maquillar, por fortuna, dormí lo suficiente, lo que me estaba matando era el hambre, no quería presentarme con esos molestos ruidos estomacales, un sándwich de desayuno creo que no era suficiente, no sabia si tendríamos tiempo para comer, así que me lave los dientes, de nuevo, y ya todo estaba en orden.

¿Acaso estamos tratando con los reyes de España? ¿Por que han venido por nosotras dos

hombresotes vestidos de negro, en camionetas blindadas?

-Catalina, ¿pues con quien demonios te has metido? – le dije muy preocupada, me tomo de la mano, entrelazo sus dedos a los mios, me miro y me sonrió- Todo estará bien- me dijo girándome un ojo.

No me quedo mas que asentir y rezar.

Llegamos al Hotel Savoy, uno de esos hombres, abrió la puerta y me tendió una mano ayudándome a bajar, me miro y me sonrió, y aunque me estaba muriendo de miedo, le devolví la sonrisa.

-Las están esperando en el lobby- Muchas gracias- salió a mi defensa Caty- vamos para allá.

Abrimos las puertas del Hotel, y vi un pequeño angelito parado en medio del corredor, una niña, de 2 años mas menos, rubia de ojos verdes, su cabello rizado, sus mejillas rozadas, se encontraba parada cerca de las escaleras, por lo cual corrí hacia ella, como por inercia, y Catalina no me detuvo.
Me inque a su altura, y ella volteo a verme, me sonrió, y me tendió los brazos, en ese momento me enamore completamente de esa pequeña, la abrace y me levante, esperando a que la madre me reclamara, y yo reclamarle el por que la dejaba sola.

Pero... me perdí, ya no dejaba de jugar con ella, tal vez fueron 5 minutos, o un poco menos, o no lo se, me encontraba atrapada, hasta que note la mirada de alguien, voltee, y para mi sorpresa, encontré un rostro bastante familiar, uno que veía mas que a mis padres, todos los días, a todas horas, en la pantalla de mi Lap Top, en mis posters, en el móvil, en los sueños….

Y el me estaba sonriendo, tenia sus manos atrás de su cintura, me miraba complacido, y yo no supe que decirle, fue un momento muy vergonzoso, el hablo primero…

-Tu eres Matilda, no es así?- y me quede todavía mas petrificada, estaba pensando que me había caído del avión, o que este había explotado, o cualquier cosa, resulta que al entrar a un Hotel, me encuentro con un angelito, y después Gustav Schäfer sabe como me llamo, esto definitivamente no podía ser real…