Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.

¡Bienvenido seas alma perdida!

Anteriormente, hablando del año 2009, este espacio estaba dedicado a la publicación de sandeces, aka fan fiction de la banda alemana de poprockpunknoseque Tokio Hotel.

Sin embargo, después del tiempo que ha sucedido, la temática ha cambiado y, aunque en los archivos están aún esas sandeces, probablemente los escritos que aparecerán próximamente sean más de otros temas, que de la misma banda.

Éste sigue siendo su espacio, éstas siguen siendo sus letras, y esta siempre será la agonía de las palabras.


jueves, 20 de agosto de 2009

Capitulo III - Nuestro nuevo Hogar

Tom abrió la puerta, y alegremente me dice que cambiaremos de auto, me ayuda a bajar, y ese auto en el que estábamos, se va… ¿Qué está pasando aquí?

Ya estábamos en otro auto, con más gente, y si, Georg, Gustav y Bill estaban ahí, nos presentaron y comenzó la fiesta.

Llegamos al aeropuerto de Berlín, y después de un poco de tumulto, estábamos abordando un jet privado, yo seguía con la niña.

-Ella te cae bien, no es así?- Me dijo Bill, que lucía exactamente igual que hace años, con esa gran sonrisa, y sobre todo, ese gran peinado, volvió a la melena, negra como mi conciencia- Si, es un encanto, pero me preocupa que le hayan dado algo, no puedo creer que con tanto escándalo, ella siga tan dormida.

-Así es ella- dijo Georg- además, seguro que tus brazos son muy cómodos

-Hey Hobbit!- le dijo Tom dándole un zape- más respeto para la psicóloga, si esta tan dormida, es porque casi no durmió, sabes que no le gustan los cambios de horario

-Si verdad señora niñera- le echo burla Georg ¿Dónde está tu pañalera?

-Yo creo que es muy dulce que Tom quiera a Allison- dijo Catalina mirando de una manera un poco acosadora a Georg, tanto que él se quedo callado- en estos tiempos- continuo ella- no es fácil confiar en nadie, y menos cuando se trata de niños pequeños, ya no se conocen por completo las perversiones en este mundo

Ese fue un comentario un poco ofensivo, y todos nos quedamos callados.

-Yo creo que-interrumpí un poco ese silencio molesto- ella será muy feliz, ya que está rodeada de gente que la quiere mucho

-Ella es mi modelo estrella- dijo Bill entendiendo mi jugada- es la única inspiración de mis diseños, es mi fan número uno, lo que trae puesto lo diseñe yo, claro que con ayuda de Gis, ella escogió el color, el negro no es muy cándido para una niña tan pequeña.

-Es muy bonito Bill- la verdad es que si lo era, como el traje anime perfecto, mucho color y sobre todo, muchísimos holanes- diseñas solo para ella?

-Bill es un adicto al trabajo, todo el tiempo está haciendo algo, dibujando, cantando, intentando tocar un instrumento, llamando por teléfono, actualizando el MySpace, blog, respondiendo correos, haciendo citas, lo único que le falta, es tener una novia- dijo Geo ya más calmado después del mal intencionado comentario de Caty

-Déjame en paz Trol, yo si me ocupo de los asuntos de trabajo, no como ustedes que se la pasan comiendo pizza y jugando todo el día- dijo aparentando estar ofendido, pero con una sonrisa- bueno, solo tú y Tom, Gustav está ocupado siendo padre, amante y baterista.

-Lo ven chicos- dijo Gustav seriamente- tengan hijos y Bill les perdonara que coman pizza

-Jajajaja, ya he de tener unos por ahí regados- dijo Tom burlón, pero eso a mí no me hizo gracia, y a Catalina menos, pero por ser el todo estaba perdonado.

-Qué harías si alguien llegara y te dijera que debes hacerte cargo de un hijo Tom- dijo ella

-Eso no pasara, soy consciente de ello, solo estoy bromeando, no me gustaría terminar como Gustav, atado a una mujer tan histérica- y todos soltaron la carcajada

-Te aseguro que Gisela se enterara de eso, y te castigara el postre por lo menos dos semanas- Gustav finalizo la burla hacia su esposa.

El término del viaje consistió en ver como rogaba Tom por el perdón de Gustav, y por el silencio de todos, ellos jamás dejaban de bromear.

Llegamos por fin a casa, nuestro nuevo departamento, todo acomodado con colores sobrios y serios- que miedo, pensé, siempre he odiado tanto color café- una sala grande, un balcón, perfecto para mis momentos de ocio, no sé cuantas más ventajas tendrá esto, algo salto a la vista, una recamara estaba cerrada, nadie la menciono cuando nos dieron el tour por la casa, así que ninguna de las dos nos atrevimos a preguntar.

-Les encantara ver el atardecer en la azotea- dijo Georg- se provocan momentos románticos, nadie los molestara.

-Vamos a casa- me dijo Gustav- Gisela querrá ver a Allison, y por supuesto conocerlas a ustedes.

Bajamos solo un piso, en cuanto nos vio, se levanto, tirando el florero que estaba en el pasillo, de cabello rizado y ojos verdes, una mirada cautivadora.

Fue graciosa la escena, la suegra de Gustav, Margot, estaba en la casa, Gisela se acerco a mí, me quito a la niña, de manera suave claro está, se la dio a su mama, y después me abrazo, un poco más bajita que yo, en ese momento traía ropa de descanso y unas lindas pantuflas color verde.

-Disculpen que estoy tan poco presentable- dijo apenada- pensé que llegarían hasta mañana, además- miro a Gustav retadoramente- alguien había prometido llamarme un poco antes para cualquier cosa

-Sabia que algo se me estaba olvidando- se dijo Gustav volteando a ver el techo- te extrañe Gis

-Oh cielo, y yo a ti- se lanzo a los brazos de Gus sin darnos chance de pensar- se quedaran a cenar, ¿no es así, amor?

-No- dijo Catalina- gracias, pero venimos agotadas de tanto alboroto

-Pero no hay nada de víveres en su departamento, tienen que salir a comprar algo- le dijo Bill preocupado-quédense a cenar, y mañana todos iremos de compras, ya es un poco tarde

-Bill, son las 6, no seas exagerado- le dijo Tom dándole una palmada en la espalda- yo puedo llevarlas en este momento si quieren, con la condición de que regresemos a cenar aquí, Gisela es experta en postres, les encantara.

-Gracias Tom- le dijo Gis- pero ni creas que te daré ración extra esta vez

Todos reímos, a mi me encantaba la idea, además, con todas las sorpresas, había olvidado que no habíamos comido nada en todo el día, así que me acabo de dar cuenta que muero de hambre.

-Tengo una mejor idea- dijo Catalina- Haru, te quedaras a ayudar a Gisela , ya que eres mucho mejor que yo en todas esas cosas de cocina, mientras tanto, Tom y yo iremos a comprar algunas cosas, ¿Qué te parece?

-No hay necesidad de que se quede, ninguna conoce la ciudad- dijo Gis-seria una oportunidad maravillosa, Tom es un excelente guía

-No hay problema Gis- intervine, ellas empezaban a verse muy feo- me encantaría ayudarte, además, así tendremos más tiempo de charlar, no les importa que me quede, ¿Verdad?

-Para nada- dijeron casi al unisonó- será una noche estupenda, donde está el Champagne?- decía Georg

-Quieres que esto se salga de control- empezó Bill a seguirlo- sabes que tengo prohibido eso

Y todo se puso muy gracioso.

-Como veras- me dijo Tom casi en un susurro- la mayoría de las cosas no han cambiado, ya tendremos oportunidad de salir juntos después.

-Claro Tom, además- le dije entre nerviosa, feliz, que se yo- viviremos en el piso de arriba, nuestra casa, será tu casa

-Me alegra escucharlo- me dijo poniendo una mano en mi hombro- te veré en un rato.

-Cuídate Haru- me dijo Cat dándome un beso- no quemes la cocina.

-Cuídate Cat- le dije en un tono que ya conocía- no te vayas a quemar el…. Por supuesto que eso último se lo dije en español.

Tom me miro curioso, y así se marcharon los dos.

Bueno, es hora de comenzar.

Mas que cocinar, nos pusimos a charlar, Gisela es una persona extremadamente agradable y consiente, no me imagino alguien mejor para Gustav, es pequeña, parlanchina y muy bonita, Allison es igual a ella.

Comenzó un ir y venir de los chicos a la cocina, con preguntas del tipo que cenaríamos, cuanto tardaríamos, y que tanto platicábamos

“Cosas de mujeres”

Nos limitamos a decir, al cabo de un rato, la cena estaba lista, pero Tom y Cat aun no llegaban a casa.

-Biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiill!!!- le llamo Georg-deberías mostrarle la azotea a … Haru?

-Si- dije un poco avergonzada- Matilda o Haru, como prefieran llamarme

-Supongo que ese apodo tiene su larga historia- dijo Gustav- me agrada, a ti no Gis?

-Si, es muy dulce- le contesto ella desde la cocina

-Bueno- Bill me extendió su mano- vamos Haru.

Y así fue, subimos las escaleras después de mucha insistencia de mi parte, “Vamos Bill, solo son tres pisos para la azotea”

-Tarararantantaaaaaán- dijo Bill abriendo la puerta- sabemos que no es la gran maravilla, pero aquí nadie nos molesta, y tenemos una vista hermosa de los amaneceres y atardeceres, es muy inspirador.

Me acerque a la orilla y recargue mis brazos sobre la barda, hacia un poco de viento.

-Es muy bello, pero creo que moriré de la impaciencia en este lugar- le dije riendo- no soy una persona que este quieta por mucho tiempo, a Catalina le encantara, ella podría pasar horas aquí.

-Tu amiga- dijo el poniéndose junto a mi- es un poco dura, al menos esa es la impresión que nos dio

-Ella es complicada-le dije viéndolo- pero la quiero mucho, hemos compartido muchas cosas, hay veces en las que ni yo sé como reaccionara, no se por qué esta así hoy, hablare con ella más tarde, no debes de preocuparte, además volverá feliz de haber ido con Tom.

-Tú le agradas- me dijo Bill cambiando su tono de serio a divertido- me he dado cuenta.

-Bill-le dije aparentando vergüenza, y soltando una risita- nos llevaremos bien.

Aunque en realidad yo moría por estar con Tom, y daría la mitad de mi brazo izquierdo por saber que están haciendo en este momento.

-Me gustaría ayudarte con la decoración- dijo caminando hacia las escaleras para bajar a cenar- así tendremos tiempo de platicar y hacernos más amigos, ¿te agrada la idea?- dijo con una enorme sonrisa en el rostro

-Por supuesto Bill- ¿estará hablando en serio?, decía yo a mis adentros- me encantaría tomar el té contigo alguna vez

-Si no es Champagne, iré contigo y con Tom, porque ni creas que me dejara salir a solas contigo- finalizo burlonamente

-Así que aquí están, podrían decirme que demonios están haciendo - decía Tom encaprichado

-Joven Kaulitz- le dije seriamente y tomando el brazo de Bill, lo que provoco que este se pusiera serio y posara extremadamente derecho y altivo- creo que aun no hemos conversado tanto como para que ya tenga ese tipo de confianzas conmigo, hará que me sienta ofendida

Y él, muy desconcertado, me dio el paso pidiéndome una disculpa, me zafe del brazo de Bill y eche a correr- era broma- grite muerta de la risa, y baje las escaleras

-¿Tiene 25, o 16?- dijo Tom completamente confundido

-¿No te divierte Tom?- le dijo Bill- ella está emocionada de estar aquí, posiblemente los próximos meses no podremos verla, es más, tendrá que comportarse como toda una adulta, recuerda que Gisela puede ser un dulcecito, pero cuando se trata de Alli, es una…

-Si lo sé- le dijo interrumpiendo lo que sería un insulto- supongo que el tratar con tanto niño la ha vuelto un poco- pauso un momento - inocente

-Inocente- se burlo Bill caminando nuevamente- no lo creo ni tantito, mírame a mí

-Por eso lo estoy diciendo Bill, si es igual que tú de inocente- empezaron a reír mientras bajaban las escaleras.

Catalina estaba feliz sentada en la sala conversando con Margot, explico que vio una tienda encantadora de antigüedades, y no pudo resistirse.

-Qué bueno que no encontraron una tienda de colchones- se burlo Georg de inmediato, lo que provoco un segundo tenso nuevamente, hasta que Cat volvió a reír.

Esa noche término tan rápido, unas horas más tarde, estábamos ya en nuestro sobrio departamento, festejando el día con una botella de Vodka.

“Hay que repetirlo de nuevo”

Recuerdo que dijo Gis alegremente, se lo prometimos, mañana empezamos nuestra jornada de trabajo, hay que levantarnos temprano.

1 comentario:

Zeltzin dijo...

aaaaaaaaaaaaa!!

Bill ¬¬ hahahahaha amo tu fic !! --- tienes un monton de talento hahahahaha

tienda de colchones xD !! hahahahaha

te leo >3