Desperté con un poco de dolor de cabeza, pero sobre abdominal, tengo un yeso en el brazo izquierdo. ¡Qué caída! Tengo la mente un poco nublada y no estoy completamente segura de lo que paso.
Los chicos vienen entrando, me han saludado amigablemente. Creo que se preocuparon mucho. Andreas y Georg me dedican un par de bromas… lo que sé es que siempre arruino los cumpleaños de los Kaulitz.
Adolfo quería que Tom y yo nos quedáramos con él, pero, no sé por qué, yo quería que por lo menos Bill se quedara a mi lado, el gesto del doctor no es nada bueno, tengo miedo de que algo este mal.
-Bueno chicos…. Esto también será duro para mí dado al cariño que les tengo…- Tom presiono mi mano y una punzada comenzó a darme en el pecho, Bill se acerco más a mi recorriendo levemente mi cabeza
-¿pasa algo malo?- intervino Bill volteando a ver a Tom, quién a su vez paseo sus angustiados ojos por los míos
-Al parecer hubo una hemorragia interna debido a la caída, la torcedura de un tobillo y la fractura de tu radio y cúbito izquierdos, leves raspones. Tu presión está más que estable y todos tus niveles en cuanto a defesas y plaquetas son perfectos…- se detuvo, nos miro y suspiro- lo lamento mucho chicos, pero no pudimos hacer nada para salvar a la criatura, fue un golpe blablabla – sólo veía el movimiento de la boca de Adolfo, por más que trataba de entender lo que me decía, no comprendía, Tom soltó mi mano, Bill se levanto de la cama dejando mi cabeza caer sobre la almohada, Adolfo se acerco a presionar mi pecho, me dolía bastante, las enfermeras ya sacaban a los chicos que gritaban desesperados, y todo se volvió negro.
…
Abrí mis ojos, ya es de noche nuevamente, estoy sola en la habitación. Me sente en la orilla de la cama y baje los pies, empecé a mecerlos y a sentir el tibio aire que por ellos se paseaba, puse mi mano derecha sobre mi adolorido e inflamado abdomen
-¿Cómo puede ser que estabas ahí y no me di cuenta?- dije en voz baja acariciando la piel que cubre mi vientre, ahora vacio – perdón- una lágrima rodo desde mi mejilla hasta caer en mi brazo.
Me recorrí poco a poco hasta que mis pies tocaban el helado suelo del hospital, los apoye y me levante, pero el dolor de mi tobillo se hizo presente y logró que cayera de nueva cuenta… caí de trece escalones, entre vueltas y golpes en la baranda, uno de mis tacones se atoro en ella y fue lo que provoco la torcedura, quise sostenerme con mi brazo y solo logre que se rompiera… caí al último pasillo y voltee a ver que ella seguía ahí parada…
-Dios, ¡Matilda!- entro Geo junto a Bill, corrieron hasta donde estaba tirada y me levantaron con agilidad, recostándome de nuevo sobre la cama – Voy a llamar a la enfermera- dijo geo apurado saliendo de la habitación
-¿Cómo te sientes Haru?- Bill se sentó a mi lado en la cama, acariciando mi mejilla
-Terrible- le contesté con ironía - ¿Tú cómo estás?
-Estoy desconcertado y triste por supuesto. Lamento mucho lo que sucedió- Tomo mi mano y la envolvió entre las suyas- en verdad lo lamento tanto
-Yo también- dije comenzando a llorar, de nuevo- ¿Dónde está Tom?
-Dormido, tuvieron que aplicarle un par de sedantes después de tu casi infarto, no he podido hablar con él…
La enfermera entro, reviso unos números y aplico un líquido al suero, dijo que calmaría el dolor.
-Lo lamento tanto Mati…- dijo Geo tomándome de un hombro- Bill me lo ha dicho, cualquier cosa que necesites… sabes que estoy aquí
-Muchas gracias Geo- acerque mi mejilla a su mano sintiendo su calidez, el sonrío con nostalgia.
En realidad aún no aceptaba que había perdido a mi bebé… a nuestro bebé…
-Tengo que- dije seriamente, Bill se acerco y se sentó al borde de la cama, Geo acerco el reclinable y me miro- decirles que fue lo que paso…
-Vamos Mat, no es necesario que lo hagas… sabemos que tu presión se…- comenzó Bill
-No Bill- lo silencie rápidamente- no fue mi presión. Yo no caí de las escaleras accidentalmente- las lágrimas brotaban de mis ojos como agua en un manantial- fue ella.
Bill se puso pálido, Geo se levanto del sofá dando un par de vueltas por la habitación
-¿Estás segura?- me pregunto mi cuñado poniéndose la mano a la altura de la boca- ¿No será que viste mal?
-No- dije recostándome en la almohada- cruzamos un par de palabras, iba caminando por las escaleras me dio alcance y después me empujo.
Sinceramente no esperaba otra cosa que no fuera un incomodo silencio ¿Qué se podía decir? Lo único que esperaba era salir del hospital y dormir en mi cama, no tengo trabajo, no tengo nada de qué preocuparme…
Salí el viernes 4 de septiembre del hospital, subí donde Bill llevaría el auto. Tom iba extrañamente de copiloto y apenas habíamos cruzado un par de palabras. Adolfo prometió ir a casa muy pronto. Había unas cosas que quería preguntarle en privado.
-Esta no es mi casa- dije en cuanto la silla de ruedas en la que estaba, entro por la puerta principal de casa Kaulitz
-Desde hoy es tú casa- me dijo Bill – Ni creas que te dejaremos sola en aquel lugar sabiendo el riesgo que estas corriendo
-Genial, ahora sólo he venido a causar molestias aquí- mi enfado se hizo presente en palabras que tal vez fueron ofensivas para ellos
-No es molestia alguna Matilda, y lo sabes- me dijo firmemente Tom, que me miraba decepcionado desde aquél momento- Jenn te llevara a la habitación. Iré a ver como marcha todo allá.
Se dio la vuelta y salió de la casa. Bill me sonrío a manera de disculpa. Me llevo a la que es la habitación de Tom, me recostó sobre la cama y me trajo un par de entremeses. Esperaba con ansías en momento en que la noche cubriría la ciudad, el momento en el que Tom me envolvería en sus brazos y me embriagara con su calor… ese momento no llego.
Desperté la mañana del sábado y él no estaba ahí, ni rastro de su presencia. Llame a Kony, ella estaba en pleno festejo junto al club de fans, quienes me saludaron fugazmente, trate de aparentar normalidad en mi voz. Fue difícil pero logré conseguirlo.
Nadie más sabía lo que había pasado en verdad, Bill y Tom se enteraron en su momento, Bill le comento a Geo quién a su vez no pudo evitar llamar la atención de Andreas. Ni Gustav ni mucho menos Gisela tenían idea de lo que había sucedido.
Simone, Gordon, David y Dunja fueron a saludarme, mis suegros se fueron casi en seguida y David y Dun llamaron a los chicos para aclarar unas cosas de las próximas semanas. Así fue como me quede a solas con Gis y sus hijos.
Sus bellos hijos…
Allison salió corriendo tras “motti”, una de las pequeñas mascotas de Bill, mientras Luca, de 5 meses, veía todo lo que lo rodeaba desde los brazos de su madre.
-¿me permites cargarlo? – le dije distraída a Gis que me miro confundida y se levanto para ponerme al niño en brazos. Lo tome con delicadeza y se quedo mirándome, lo abracé a mí y comencé a llorar – mi bebé- decía entre sollozos rozando mi cara mojada por su limpia cabecita
-¿Mati, que sucede?- Gisela se acerco a mí y quiso apartar a Luca de mis brazos, voltee a mirarla con furia y ella… ella… tuvo miedo. Bill entro rápidamente y vio la escena. Se puso a mi lado y con cuidado quito al bebé de mis brazos, él comenzó a llorar haciéndome sentir la peor de las personas. Me acurruque sobre la cama llorando sin control…
Gisela se acerco, se recargo en mi cuerpo y beso mi cabeza – todo está bien Mati- me incorpore envolviéndome en sus brazos
-Perdí a mi bebé Gis- le dije de pronto y solo sentí el presionar de sus dedos en mi espalda – no sabía que estaba embarazada… no sé nada al respecto…- mis sollozos eran angustiantes, comencé a asustarme de mi misma, mientras ella solo paseaba sus manos por mi espalda. Se quedo conmigo esa noche… escuchándome llorar por horas.
…
-Creo que deberías hablar con ella- escuche los murmullos de Gis fuera de la habitación, entre abrí mis ojos para ver con quién charlaba. Solo vi el cerrar de la puerta
-Ehm…- dijo Tom agarrando las orillas de su playera - ¿Cómo te sientes?
-Me duele aún- dije incorporándome un poco, señalando un lugar junto a mi para que se sentara… el me miro diferente, como si no me conociera, me resigne bajando la mirada a las almohadas
-Adolfo me ha dicho que viene para acá… te dejaré sola con él para que le preguntes lo que tú quieras- se dio la vuelta y ya caminaba a la salida
-También puedes quedarte si quieres- dije en un susurro, el se detuvo y volteo a mirarme
-¿Me dijiste algo?- alzo una ceja
-Qué… cuando llegue lo hagan pasar inmediatamente- el asintió saliendo de la habitación y yo caí sobre la almohada… queriendo asfixiarme… cosa que por supuesto no conseguí.
El doctor llego dos horas después, venía acompañado por Tom quién le ayudo a levantarme de la cama y sostenerme con fuerza mientras checaba un par de cosas, el también me ayudo a vestirme… sus manos estaban tan frías que me hacían tiritar… a la hora de las preguntas, Tom, muy prudentemente salió de la habitación.
-Vas progresando Mat, eso es un buen indicio- me dijo guardando el estetoscopio en su elegante maletín
-¿Indicio de qué Adolfo?- dije suspirando y recargándome de nueva cuenta sobre la almohada- solo es el inicio de una vida miserable
-Sé que es difícil- comenzó- pero no tienes la culpa de lo que paso…
-¿No la tengo?- dije levantando una ceja y hablándole de manera engreída- Qué clase de madre podría ser si ni siquiera me había dado cuenta de que estaba- las lágrimas ya amenazaban con inundar mis ojos- embarazada…
-No es tu culpa Matilda
-¿Cuánto tiempo tenía?- voltee a mirarlo ¿esperanzada?-
-Calculamos que alrededor de 3 semanas…- se quedo callado, como arrepentido de lo que me estaba diciendo- el embrión salió por completo del útero, al desprenderse causo un rasguño, lo que provoco la hemorragia
-Su corazón ya latía- dije tapándome la cara con ambas manos para llorar de nuevo, sentí como Adolfo se sentó a mi lado, me toco un hombro y voltee a mirarlo- ¿Eran dos verdad?- le solté de pronto… -Iban a ser gemelos…-
-Si- dijo bajando la mirada – en verdad lamento tanto lo que paso…
-gracias- limpie mis ojos tal cual niña pequeña- ¿Podrías dejarme sola por favor?
-Descansa Mat, y debes comer bien. Vendré el viernes
-Gracias y no te preocupes, estaré bien- me di la vuelta hundiendo mi cara lejos de la suya, bajo las sabanas. El cerró la puerta tras unos segundos…
Sin duda lo que más quería y necesitaba en este momento, era un abrazo de él… ni siquiera sabía como estaba, como había tomado la noticia… lo mande llamar… pero el que entro fue Bill. Le sonreí con un poco de decepción, el pudo notarlo, me sentí apenada por eso. Se sentó a mi lado en la cama y me extendió una bella flor, que en seguida me hizo estornudar.
-No sabía que eras alérgica, lo lamento- regreso del cuarto de baño, donde supongo había dejado la flor
-No lo soy… o no lo era- dije despreocupada- ¿por qué no quiere verme?
-Por qué es un idiota- me dijo suspirando- es sólo que no sabe que decirte
-¿Y tú sí?- levante una ceja, el me miro sorprendido y no pude evitar sentirme culpable- Discúlpame Bill… estoy muy susceptible…
-No te preocupes pequeña- se acerco más a mí y yo caí sobre su pecho- la verdad es que no sé que puedo decirte para que te sientas mejor…
-Si me hubiera dado cuenta ellos estarían aquí- suspire- si hubiera salido junto con Jay y Javy aun estarían aquí… si me hubiera quedado en su casa aun estarían aquí
-Vamos Mat ya no sigas- dijo con angustia en la voz, mientras yo seguía negando con mi cabeza mientras murmuraba, recargada en su pecho-
-Si no la hubiera retado aun estarían aquí…si no la hubiera conocido aun estarían aquí… si no hubiera venido a Alemania…