Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.

¡Bienvenido seas alma perdida!

Anteriormente, hablando del año 2009, este espacio estaba dedicado a la publicación de sandeces, aka fan fiction de la banda alemana de poprockpunknoseque Tokio Hotel.

Sin embargo, después del tiempo que ha sucedido, la temática ha cambiado y, aunque en los archivos están aún esas sandeces, probablemente los escritos que aparecerán próximamente sean más de otros temas, que de la misma banda.

Éste sigue siendo su espacio, éstas siguen siendo sus letras, y esta siempre será la agonía de las palabras.


jueves, 7 de enero de 2010

Capitulo XLXI – Mientras tanto

Cosas muy extrañas habían sucedido en casa. Primero un cambio de número de teléfono y celular que fue dado a todos nuestros amigos en menos de tres minutos. Segundo, el cambio de la cerradura en todas las puertas del monster house, mas una nueva. Tercero, el despido de todos los “nuevos” vigilantes de Gisela y los intereses de los TH en Europa. Cuarto, la búsqueda incesante de los Roux por todo el departamento de cámaras o algún instrumento fuera de lo normal.

No estoy segura si encontró algo, pero si se por qué lo hace. Estamos jugando algo muy tonto. Gisela cree que con esconderme la visita de Catalina estoy bien, la verdad es que era algo inevitable, escuche la pequeña discusión entre ellas y ese olor que ahora me resulta fastídiante.

Ya han pasado dos semanas más desde ese incidente, tengo entendido que los chicos estarán una más en México. Todos los días hemos hablado, es como si estuvieran conmigo. Por otro lado, ya puedo mantenerme en pie, es un excelente avance. Al parecer dentro de cuatro días podrán darme por completo de alta. Mientras tanto me he dedicado a leer y a conocer a Luca Schäffer, sus grandes y bellos ojos me miran sin cansancio, hace una semana cumplió apenas dos meses.

Es Allison la que me sorprende con cada día que pasa. Carga una mochila para todos lados y hace unos garabatos muy bellos, se lleva muy bien con Pierre. Ese hombrecillo se esfuerza por hacerme sonreír todo el tiempo y debo admitir que la mayoría de veces lo logra.

Hoy han comenzado mis clases de cocina. Ha sido un poco difícil, Gis se ha puesto exigente y se empeña en que haga las cosas rápido xD. Me quedan pocas semanas libres, será en la segunda de Julio cuando comenzare con el trabajo en el jardín.

-Es día que te presente al nuevo personal- me dijo haciendo una mueca de “no sé nada” cuando esperábamos que saliera el pastel del horno

-Me parece perfecto, pero dejemos de estarnos engañando Gis- le dije seriamente bebiendo un poco de aquel delicioso jugo que ella había preparado en la mañana- Se porque lo hicieron y estoy agradecida con ello, pero esconderme las cosas jamás ha funcionado del todo…

-Lo que nosotros queríamos era que no te preocuparas por ella- dijo cabizbaja, como si ella supiera que yo sabía, y aún así engañándose a sí misma- Se que fue importante en tu vida y…

-Pero lo son más ustedes- voltee a mirarla de inmediato- Yo también me hago esa pregunta miles de veces ¿Qué trate de persona haría algo así? Lo que más me da miedo es los alcances que podría dar. Pero ahora ya todo está bien- tome sus manos y ella me miraba un poco decepcionada- no hay manera en que se acerque a este lugar, hay vigilancia por todos lados y todo el mundo la conoce…

-Tú siempre tan positiva- dijo suspirando en una risa un poco aliviada. Sonreí tratando de que mis palabras me convencieran a mí misma.

Ya es tiempo de preparar la entrada a mi nuevo trabajo, Pierre se encuentra muy emocionado por que conozca por completo las instalaciones. Me ha preparado una oficina muy “a mi modo”, lo que me hace preguntarme ¿Cuál es mi modo?

Después de conocer al bello personal, me he encontrado con una sorpresa bastante agradable, vecinos nuevos.

-Sí, conocemos a Lauren ¿Eres amiga de ella?- me dijo Javi, la nueva vecina cuando nuestra plática de cómo habían llegado ahí nos había tomado con una taza de chocolate en el balcón. Apenas me han dado de alta y pude salir por un momento a la azotea, cuando la encontré tratando de abrir la puerta.

-Sólo somos conocidas ocasionales- le dije guiñándole un ojo y ella río, como si lo que se imaginaba hubiera sido confirmado- ¿Tú hermano?- le dije cambiando el tema

-Seguro llegara en un rato, debemos llenar el frigo. – Dijo bebiendo de su taza- ¿Cómo fue que llegaste aquí?- pregunto ella interesada- Sólo hemos hablado de Javier y de mi xD

-Oh, es verdad- le dije riendo un poco- Soy psicóloga educativa, llegue hace un poco más de un año, termine mi trabajo y ahora estoy aquí por amor

-¿Por amor? ¿Te enamoraste del papá de tu paciente? – dijo alzando una ceja y provocando que escupiera el chocolate que acababa de tomar-

-No!- y comencé a reír- Me enamore de uno de los amigos del padre de mi paciente- y fue cuando muchos recuerdos vinieron a mi mente, pero también muchas preguntas… ¿Debo decirle el nombre de mi novio?

-¿Es Tom, verdad?- me dijo seriamente. Imagine que sacaría un puñal y me lo encajaría. – Te he visto en la televisión, al principio no te reconocí pero ya te he ubicado completamente, además…-decía mientras una de sus manos se acercaba a mi lentamente, me puse nerviosa y me hacía para atrás milímetro a milímetro…- ¡están en ésta foto!- tomo el porta retratos que estaba en la mesita de mi costado, con aquella foto que me dio cuando nació Luca, nuestra primer foto juntos…

-Soy torpe- dije suspirando- No recordaba que esa foto estaba ahí…ahora…

-No debes preocuparte Matilda, mi hermano y yo seríamos incapaces de delatar a la novia de nuestro guitarrista favorito- y me sonrío cortésmente. ¿Confiar o no confiar?

La charla duro un par de horas más, de cómo fue que conocieron a Tokio Hotel, del club de fans al que pertenecieron mucho tiempo, y de tantas cosas. Despotricaron contra la chica que me apuñalo y contra la “novia de Tom” que salto a la fama y lo dejo. No sabía qué cosas podía hablar con ella, no me gusta la parte de tener que ponerla a prueba, ella me ha caído bien…

Su hermano, Jay (Javier) llego para quedarse por un buen rato, con él la plática fue diferente y nos lleno de anécdotas de su visita al supermercado. Prometimos vernos un día de estos para beber el té en la azotea.

-Acabamos de llegar a Perú, hace mucho calor – me decía Tom quejoso por el teléfono, hoy 21 de Junio del 2015- Por cierto bombón, pídele a Gisela que te dé “eso” en cuanto la veas, y no quiero enterarme de que lo rechazaste porque me enojare mucho- Decía muy convencido de ello, haciéndome reír ¿Un vestido? ¿Una joya? ¿Una carta de amor? ¿Una canción? ¿Qué podía ser?- ¿Preparada para tu nuevo trabajo?

-Debo confesar que estoy un poco nerviosa, jamás he estado en una institución educativa como tal y menos en un país diferente… Tengo hasta el 6 de Julio para prepararme mentalmente…- le dije aparentando estar muerta de miedo, se escuchaba su hermosa risa del otro lado- ¿Qué es?- le dije de pronto refiriéndome a “eso”- Dime ¿Si?

-¡No! Esperarás a que Gisela te lo dé pequeño minino curioso. Mejor háblame de esos chicos, los vecinos. ¿Los has visto?- me dijo muy airado, parecía que caminaba por un largo pasillo

-Me la has de pagar Thomas y no, no los he visto. Será hasta mañana que tomaremos el té… aún no se qué pensar y mucho menos que esperar de ellos, pero tengo la leve impresión de que podremos ser muy buenos amigos

-Sólo espero que te hagas muy amiga de Javy y no de Jay- dijo en ese tonito celoso que me enternecía- Lo digo en serio Matilda- ahora estaba “serio”, pero seguramente la risa se le escaparía en tres segundos… o no…

-Les gano con 3 y 4 años Tom, no tienes nada de qué preocuparte- dije también seria al notar que él no se reía- además me ofendes al pensar que…

-no no no no no- dijo rápidamente sin dejarme terminar- sólo bromeaba bebé, Bill te manda saludos por cierto- dijo cerrando una puerta, ha entrado donde mi precioso cuñado

-Me da mucho gusto que estés bien “bebé”-dijo meloso imitando a Tom, Bill corrió lejos, pero no lo suficiente, aún lo escuchaba carcajearse

-Esta bola de idiotas no nos dejará hablar en privado- se escabullo a un lugar que me parecía es el cuarto de baño, su voz y los golpes en la puerta hacían un eco fantasmagórico que me hacía reír al por mayor- Te llamare después tachuela, te amo

-También te amo grandote, cuídate y manda mis saludos a todos- fue imposible terminar esa llamada, la puerta no soporto más y el trío entro abalanzándose contra mmy… o eso era lo que imaginaba, ya que el pitido del término de nuestra llamada se hizo presente y además de todo, inevitable.

Me hundí en la preparación de pasta a la bolognesa olvidándome de “eso”. Hice un par de llamadas a México, a mi Madre y a las chicas. Escuchar sus voces fue angelical, excepto cuando mi Mamá gritaba horrorizada en el teléfono. Tuve que suavizarle las cosas y no mencionar a… ella.

1 comentario:

Zeltzin dijo...

ella ella ella .... esa maldita ¬¬

estrés sacado ;-)

te amo!!

wuaaaaa los vecinos ♥