Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.

¡Bienvenido seas alma perdida!

Anteriormente, hablando del año 2009, este espacio estaba dedicado a la publicación de sandeces, aka fan fiction de la banda alemana de poprockpunknoseque Tokio Hotel.

Sin embargo, después del tiempo que ha sucedido, la temática ha cambiado y, aunque en los archivos están aún esas sandeces, probablemente los escritos que aparecerán próximamente sean más de otros temas, que de la misma banda.

Éste sigue siendo su espacio, éstas siguen siendo sus letras, y esta siempre será la agonía de las palabras.


martes, 19 de enero de 2010

Capitulo LIV – Ahora es amor

-¿Tom?- le dije moviéndole un hombro, su pierna estaba sobre la mia y no podía sacarla, el cosquilleo me estaba matando- ¡TOM!- dije un poco fuerte, el abrió sus ojos bruscamente y se levanto de la cama, empezó a mirar a su alrededor mientras yo ya masajeaba mi pie

-¿Qué pasa? ¿Quién llego?- parecía que aún estaba dormido

-Nada cielo, mi pie se estaba muriendo y no despertabas con nada- le dije mirándolo de arriba abajo- ¿y tus bóxers?- le dije mirando hacia otro lado… el se quedo ahí parado, como si le hubiera hablado en otro idioma, volteo a mirarse y se empezó a reír

-No me digas que te da pena – dijo burlón, voltee a mirarlo abochornada, la verdad es que si me daba algo de pena- a Mati le da pena ver mi…

-Ya Tom- empecé a sentir el calor subir desde mis pies hasta mi cabeza… mi cara estaba muy roja-no me molestes- dije finalizando, me levante y quite las cobijas de la cama. Encontré el bóxer perdido y se lo di, el me seguía mirando confundido

-¿Matilda?- dijo a mi espalda, yo me lavaba los dientes y miraba al espejo dentro del baño… pensando. El me veía preocupado- ¿Ya no me deseas?- detuve el movimiento de mi cepillo de dientes y lo mire asustada, escupí rápidamente y lo abracé

-Como crees eso Tom, claro que si- lo mire y volví a perderme en esos ojos tan bellos que tiene- es solo que, me siento extraña, como si…

-Fuera nuestra primera vez juntos- dijo sonriéndome- yo me sentía igual… aun tengo esa sensación…- caminamos fuera del cuarto de baño y nos paramos en media habitación, ahí estábamos sin decirnos nada, solo mirándonos profundamente

-Te extrañe tanto Tom- le decía mientras mis manos acariciaban su torso y sus brazos

-No creo que tanto como yo a ti- dijo empezando a deslizar mi pijama hasta el suelo y sacando con agilidad la camiseta que aún traía puesta

-No vamos a discutir eso ahora- le dije suspirando antes de que besara mis labios con frenesí, mientras me despojaba de todo.

¿Qué era esa sensación? Es lo mismo, pero distinto, no se parece en nada a lo de anoche. Ahora… hay más. Nuestras caricias siempre buscaban la manera de darnos placer descontrolado, pero ahora… esas caricias ya no presionan como antes, ahora es un suave paseo por nuestras pieles desnudas. La fuerza con la que contenemos nuestros cuerpos, la profundidad de nuestras miradas lo hace distinto. Jamás había hecho el amor como en este momento, jamás lo había sentido tanto como ahora. Nuestros ojos no se habían mirado de esta manera, nuestras manos no se habían tomado con este desdén y nuestras bocas jamás habían estado más deseosas de encontrarse. El jugueteo había terminado, si sus labios buscaban mi boca, no era para jugar con mi éxtasis, era para darme a conocer más de él y su pasión. Mis labios también recorrieron toda su piel mientras sus ojos buscaban ansiosos toparse con los míos.

Conocimos un nivel que no habíamos aventurado juntos. Sus siempre amables sonrisas, sus siempre tiernas miradas me hacían pensar en que este era realmente mi Tom.

Aquel chico que parecía siempre seguro de todo, ¿Cómo explicar esa manera de tocarme?

Ahí estábamos, tumbados en mi cama que ya antes había sido testigo de nuestra desbordada pasión, lujuria, pero hasta hoy presencio el amor… entrega total. Nuestras respiraciones eran ahora mi melodía favorita, su cabeza esta recargada en mi pecho, que sube y baja entre pausadamente debido a mi agotamiento, mientras mis manos se pasean suavemente por los contornos de su rostro.

-Eso estuvo… -comenzó sin previo aviso sorprendiéndome un poco- magnífico

-Sí que lo fue- le dije dejando escapar una liviana risa, el se incorporo sonriéndome y se puso sobre mí, apoyado en sus manos y rodillas. Estaba mirándome así nuevamente

-¿Cómo lo haces?- le pregunte tocando sus mejillas

-¿Qué cosa?- descubrí la tonalidad rosada en su rostro

-Mirarme como lo estás haciendo ahora, como sí… no lo sé. Como si…

-Es porque te amo como jamás pensé hacerlo- dijo sin más, se puso junto a mí, ambos estábamos acostados de lado, mirándonos fijamente- no sé en qué momento fue Haru, pero me enamore de ti como un demente. Te amo como jamás creí que fuese posible…

Me acerque a sus labios, sin besarlo, solo quería estar ahí, lo más cerca posible de sus ojos. Ahora que lo pensaba, él jamás me había mirado así…

-Te amo tanto Tom, a veces creo que explotare…- dije ridículamente mientras me reía nerviosamente

-Yo también siento que explotare- rozo su nariz con la mía para después besarme, nuestros labios temblaban…- Ella, morena de piel brillante, hermosa, de mirada que te juzga y te hace temblar hasta la medula. De figura modesta y que te antoja las posiciones más complejas. Figuro su voz tranquila, como cuando te dice lentamente que te ama y me vuelve loco. Confundiéndome si debo llevar la aventura de adorarla.- dijo acariciando mi espalda con lentitud, yo sonreí plácidamente después de escuchar esas bellas palabras.

Andreas ya tocaba ruidoso la puerta principal, aún no estábamos listos para salir. Él entro y tuvo que resignarse a esperarnos un momento, Tom volvió a la habitación y seguimos untándonos nuestras distintas cremas. Se amarro el cabello en una cola y salió de la habitación a acompañar al pobre rubio que estaba gritando en agonía. Me maquille un poco, nada de escándalos, solo un poco de rubor en mis de todas maneras rosadas mejillas xD, delineador, rímel y un toque de perfume.

-Dame eso Andreas- le decía Tom desesperado mientras el otro se reía como un loco por todo el lugar

-¿Qué es?- le dije después de que androide pasara a darme un beso y siguiera su paseo, entre risas

-Es el control remoto- me dijo caprichoso haciéndome reír. Empezamos nuestra carrera por el preciado control. Geo llego a ayudarnos, pero decidió que jugar del lado de Andreas era más divertido. Bill simplemente nos ignoro y paso con Gisela hasta la sala, Gustav fue el vencedor. Decidió que no veríamos televisión L

Estábamos ahí sentados en círculo, degustando los platillos que Gis había hecho el favor de preparar. Como la plática era para adultos, Margot se quedo en casa Schäffer con sus nietos.

Tenía un poco de preocupación, seguro ellos adentrarían en detalles de todo lo sucedido y era algo que honestamente no quería recordar.

-Pues en si por eso hicimos el cambio en las cerraduras, pero yo creo que ya no hay nada por qué preocuparnos- les dijo Gis seriamente, sin nada de chisme y sin enojos, a diferencia de Andreas que apenas recordaba el tema y le salía salpullido

-¿Descubriste quien era su espía?- pregunto Georg, también estaba serio. El estaba en el sofá junto con Bill y Andreas, frente a nosotros estaban Gus y Gis y Tom y yo en el otro sofá.

-No lo sabemos con exactitud, por eso tuvimos que cambiar a todo el personal, buscamos cámaras en este lugar, micrófonos, pero no hay nada, estamos completamente seguros de eso…

-Yo creo que no era necesario hacer todo eso- intercedí por ella, sin saber por qué… - nosotros ya la conocemos, es una bruja sin compasión- y me reí nostálgicamente- pero antes ella no era así. Generalmente es muy amable y puede convencer a cualquier persona para que haga sus cosas sin necesidad de engañarlo. Seguro que así fue, ella vino, pregunto y sin más alguien le dio toda esa información.

-Aun no sabemos quién es ella realmente, no puedes asegurar nada- me dijo Andreas con mucha seriedad- recuerda que la persona con ese nombre jamás existió

-¿¡Qué!?- dije sorprendida, ese era un detalle que ellos jamás me habían dado, Gisela volteo a mirarlo con decepción y Andreas hizo un gesto de disculpa

-Y si se van a enojar conmigo por eso, deberán tener razones suficientes- dijo el rubio con intención de terminar su charla, hizo a un lado a Tom y se sentó junto a mí, tomando mis manos, como quien está a punto de dar una noticia realmente terrible…- Ella no existe, la tal “Catalina Rivera” no es real. La hemos buscado, por internet y esas cosas, llamamos a las instituciones en donde se supone que ella ha trabajado y nada, es como si de pronto “puff”, se esfumo. La única razón que han podido darnos en la embajada es que sus papeles siempre fueron falsos y pudo esconderse my bien.

Sin querer, recordé la noche que estuvo aquí, como un flashback revelador. Me molestaba que pasara eso, me hacía evidente aquellos detalles que preferiría haber olvidado. Mientras ella acariciaba mi cabello, un hombre entro a prevenirla Katherina, después entro Gisela apresurada y empezaron a gritarse…

-Se que todo esto te afecta Haru- dijo Andreas, pero yo seguía atrapada, tratando de recordarlo todo, si es que no me estaba confundiendo…- pero si no la detenemos, no sabemos de que puede ser capaz

-Está bien- le dije sonriendo de una manera rara, Bill me miro extrañado y se sentó frente a mí

-¿Estás bien pequeña?- dijo tocando mis mejillas

-No- le dije y me volví a reír- es solo que tuve un recuerdo extraño, pero no sé si sean mis deseos por encontrarla

-¿Qué es?- dijo Tom, en realidad todos estaban mirándome- ¿Mat?- sacudió levemente mi hombro y me levante del sofá. No sé en qué demonios estoy pensando… es solo que me duele darme cuenta de que la persona con la que viví, con la que pase varios años de mi vida, no existe. Es como si me pidieran que todo eso lo borrara. Viví en una mentira y jamás me di cuenta de ello. Camine hasta la cocina a servirme un poco de agua, escuchaba el cuchicheo de los otros en la sala, como aquellos que hablan en un funeral. Así se sentía.

-Los demás se han ido- dijo Tom después de media hora, yo seguía mirando al infinito dentro de la cocina, con ese vaso paseándose entre mis manos

-Está bien- dije en un apenan audible murmullo. El me miro, como tratando de descifrar lo que estaba pasando por mi cabeza. Se paro enfrente de mí, paso sus dedos por mis labios. Quito el vaso de mis manos y me enredo entre sus brazos.- ella no quiere hacerme daño- dije suspirando – ella me lo dijo, Kat me cuida – empecé a llorar acurrucada en sus brazos, como una niña pequeña, sin consuelo. El acariciaba mi cabello y besaba mi frente, sin decirme nada. Solo estaba ahí conmigo.

-Vamos amor, ya no llores- me dijo al cabo de un rato, ahora solo sollozaba. Muy profundamente me negaba a pensar que todos esos años habían sido mentira, pero otra parte de mi comenzaba a preocuparse. Si ella había sido capaz de engañar a tanta gente durante tanto tiempo, seguramente su brillante intelecto podría planear muchas más cosas.

-Quédate conmigo Tom- le dije ya sin lágrimas en mis ojos, solo quedaba el rastro de mi llanto, voltee a mirarlo y el solo asintió sonriendo

-No pensaba dejarte sola después de que te has puesto tan… nostálgica. En verdad lamentamos todo esto

-Lo sé – volví a abrazarlo- lo mejor es olvidarla

-Eso creo… pero, ese recuerdo-dijo tomándome de la barbilla para que lo mirara- ¿Es real?

-No lo sé, cuando esté segura te lo diré- tome su mano entre las mías y me acerque a sus labios, el me recibió como siempre. Con ese temple que me hacía pensar que todo está bien.

Mientras tanto, a pesar de que es lo que más deseo en este momento, no puedo olvidarla. Y no lo haré hasta encontrarla.

1 comentario:

Zeltzin dijo...

¿Ya no me deseas?

Dios... Dios!!

eso sería un pecado!! XDDDD