-Seguro estaré bien, no tienen nada de qué preocuparse- les decía un poco recuperada a Pierre y Gisela que me miraban angustiados. Hacia unos minutos que salimos del hospital, después de tres días hospitalizada semiinconsciente, regresaría a casa con un sinfín de medicamentos y cuidados, aún parecía una enferma terminal
-Preferiría quedarme contigo- dijo Pierre firmemente sentándose junto a mí en la cama, ya me encontraba arropada, le sonreí animada, pero en absoluto aceptaría que se quedara conmigo
-Creo que ella debe descansar- dijo finalmente Gis tomando de un hombro a su hermano, quien se levanto un poco molesto besando mi frente y saliendo de la habitación- cualquier cosa debes llamarme ¿Lo prometes?- me dijo señalándome con su dedo índice
-Lo prometo- puse la mano derecha en mi pecho y cerré los ojos- ella rio y me beso ambas mejillas. Escuche como salieron del Monster house… ¿llamar o no llamar? Esa era ahora la cuestión…
-¿Aló?- dije lo más fuerte que pude, pero creo que mi voz aun no era muy sonora, sabía que había alguien más al otro lado, pero no hablaba nadie- ¿Zaybet?- dije de nuevo, esta vez se escucharon unos murmullos, pasos acelerados y un par de gritos
-¿Haruka?- dijo una voz que paralizo todos mis sentidos, seguía sonando en mi cabeza, no podía articular palabra- no me contesta, -decía esa voz inquieta- ¿Estás bien bombón, sigues ahí?
-Aquí estoy- dije al fin suspirando, escuche varios “ahhh” del otro lado del teléfono, ahora comprendía que los Tokio estaban en casa de Zay, que ella había contestado y que ahora Tom estaba tomando el auricular…o eso era lo que parecía - ¿Cómo están?- dije tratando de sonar segura
-¿Qué ha pasado contigo?- me regreso la pregunta un tanto impaciente, el eco comenzaba a escucharse, estaba puesto el altavoz- Llevo tres semanas sin saber nada de ti, Gisela me dice tantas cosas…
-Estoy bien- dije recostándome un poco, escuchar su voz me tranquilizaba bastante- ya estoy bien, ahora no puedo decirte mucho, pero estoy en casa, estoy bien y me siento feliz de escucharte
-¡No seas cursi!- grito Geo, se escuchaba aliviado, también alcance a oír la voz de Bill quien lo reprendía por ese comentario- Te escuchas cansada- dijo ahora Diana- deberías dormir. Nosotros te llamaremos mañana…
-Estoy bien- le dije, aunque sabía de ante mano que sería imposible una guerra con ella en este momento
-Te he extrañado mucho- dijo otra voz al teléfono- comadre, no nos tengas así, creímos que algo malo te había sucedido
-Perdónenme- dije sin más, la verdad es que ahora no sabía qué explicación iba a darles, seguro Zayra querría matar a Catalina con sus propias manos, sin mencionar a mí amado Tom.
Las fugaces voces de Billy, Gustav y Melissa también pasaron por mis oídos haciéndome sonreír.
-Mañana te llamaremos entonces, nosotros estaremos aquí un par de días, ya sabes, el papazón no se le despega a Zayra y ni que decir de mi hermano con Dian- me decía Tom un tanto relajado- además me han dicho que mañana vendrán unas amigas suyas- dijo con un tono pícaro en la voz
-Oh si- le dije riendo- Dalila, Koni y Zeltzin ¿No es así?- escuche un ahá, y me puse más feliz todavía, la llamada al otro día me enlazaría con ellas también- ¿Sabías que son unos genios superdotados? – continué con una voz orgullosa- dos de ellas ya tienen 19 y la otra 18, viven bajo el mismo techo desde hace poco más de un año, tienen proyectos en diseño, moda, idiomas que pudieron mezclar muy bien… la verdad es algo que aún no me explico…- y suspire de nuevo, recordando la inauguración de su bello techo juntas, antes de mi cumpleaños 25…
-me dará mucho gusto conocerlas, amor- dijo haciéndome reír- ahora debo dejarte, Zayra amenaza con no darme de comer… te extraño
-Yo también te extraño- le dije casi al termino de esa llamada- Te amo
-También te amo- dijo suspirando y quedándose callado- y mucho- finalizamos con una risa nerviosa y nos dijimos “hasta mañana”.
Hundí mi cabeza en las suaves almohadas, extrañaba mi cama, la suavidad de mis sábanas, el olor que desprendían cada que me giraba…es hora de descansar un rato.
…Katherina…
-shhh- le decía al ruidoso Luka que me acompañaba con pasos lentos por las escaleras de mi antiguo hogar en Hamburgo… hacia muecas de molestia por tanta exigencia de mi parte, pero no puedo ser ruidosa, si alguien se entera de que estoy aquí arruinaran la sorpresa….
Puse la llave sobre la cerradura y la gire lentamente, tal vez con temor a que ya no fuera la misma, para mi alegría infinita la llave giro hasta el tope dejándome ver el departamento.
Le dije a Luka que vigilara, acepto a regañadientes y entrecerré la puerta, camine sigilosa esperando que todo estuviera en su lugar. Entre a donde la televisión estaba y dejaba ver una Luna bien enmarcada desde la ventana, el silencio de la calle seguía siendo el mismo. La habitación del piano lucía distinta, como si la felicidad irradiara el lugar. La cocina estaba llena de nutrientes y vitaminas… sueros extraños ¿Hígado? Que ha pasado aquí… abrí cada uno de los compartimientos, me encontré con el del alcohol casi vacío… Lo que quería decir que Mat había tenido muchas visitas en el tiempo que…
-¿Dónde está?- dije en voz alta, alarmada al no ver ese trío de botellas que nadie tenía que probar jamás…-demonios- subí a un banquito y busque con más detenimiento. En efecto, las botellas no estaban. Camine apresurada a la habitación de Mati, un momento muy fugaz se presento en mis pensamientos: Matilda lo ingirió y había muerto.
Suspire aliviada al encontrarla profundamente dormida. Encendí la luz, pensé que ella despertaría…. Ese era el plan… pero ni siquiera se movió
-Algo malo pasa aquí- me acerque a la cama y me senté junto de ella, sus brazos estaban marcados por pequeños piquetes. Había estado en un hospital. Sus ojeras eran más que impresionantes y su color de piel era tan pálido. Toque su rostro con delicadeza, parecía que sonreía, pero su piel era áspera. En definitiva mi temor más grande se había hecho realidad. Matilda había bebido de aquellas botellas y estuvo en riesgo de morir por mi culpa.
-Lo que menos quiero es hacerte daño- le dije llorando sin control recargándome en su pecho que se levantaba en intervalos de tiempo un poco alejados. Me aliviaba un poco el saber que ya estaba en casa, pero podría asegurar que estuvo en alto riesgo…- por eso tu noviecito tenía la expresión tan angustiada… maldito Tom Kaulitz- lo recordé con un poco de odio, causando una reacción en Haruka…
-¿Tom?- me pregunto como si algo fuera a decir de él- ¿Dónde está Tom?- estaba hablándome dormida, raras veces sucede esto… la última vez ocurrió cuando la apuñalaron, la noche que paso en el hospital hablaba con todo el mundo.
-Tom no está aquí- le dije con malicia- pero yo sí. Kat te cuida- acaricie sus cabellos como cuando estaba triste… como cuando yo era su único consuelo en el mundo. Bese su frente y me dirigía a su boca… ella comenzó a llorar.
-Katherina- dijo Luka haciéndome brincar, lo mire…- alguien viene, se han dado cuenta del auto…
-Demonios- dije mirándola de nuevo- adelántate, voy en seguida- asintió y apurado salió del lugar. No pensaba irme de ahí tan pronto- Yo me quedare contigo Mat- y pon fin pude acercarme a sus labios nuevamente…
-¿Mati?- grito angustiada Gisela, viene hacia acá. La puerta está abierta y la luz prendida… que descuidada he sido.- ¿¡Que estás haciendo aquí!?- me dijo cambiado su mustio semblante a uno muy molesto, quiso correr a golpearme, pero un hombre que parecía su clon pero más agradable, la detuvo de un brazo. No le dije nada, solo la mire como la gran impertinente que es.
-¡Lárgate de aquí inmediatamente o llamare a la policía!- me dijo segura de sí misma, me empecé a reír pero ella no cambio su semblante, miraba a Haruka, como comprobando que todo iba bien con ella…
-¿Cómo está el pequeño Luca?- le dije desconcertándola. Era un hecho que yo no tenía por qué saber el nombre de su segundo hijo. Era un hecho que no tenía por que saber que nombres le ponía Andreas a la residencia de mi bella Haru y también era un hecho que no tenía por qué enterarme de sus cochinadas con Lauren, pero así es la vida y todo el mundo tiene un precio.
-Pierre, llama a la policía – él la miro confundido, como negándose- ella fue la que enveneno a Matilda- vi como la mirada de aquel guapo joven cambio, ahora el estaba odiándome, así que es otro enamorado de Haru, se acerco a mí y me tomo de un brazo, lo apretó con mucha fuerza y me arrastro hasta alejarme de Haru. Me empujo fuera del departamento ¿Qué clase de idiota me dejaría ir? Me azoto contra la pared y se quedo mirándome
-¿Qué clase de persona eres tú?- me dijo acechándome, tratando que me sintiera intimidada… fue un grave error de su parte. Subí mi rodilla con ferocidad atinando una patada que lo dejo en el suelo en un segundo. Camine lentamente burlándome de él. Estaba por bajar las escaleras cuando me dio alcance, me tomo del brazo volteándome, fue el momento en el que una de mis manos dio certeramente en sus mejillas, mis uñas rasgaron su blanca piel, con mi otra mano me encargue de noquearlo. Un leve golpe a su costado. Más que fácil.
Luka ya me esperaba en el auto. Arranco como si nos viniera siguiendo la policía de nuestro país.
-¿Lograste lo que querías?- me dijo media hora después, seguíamos en la carretera
-A medias- suspire abochornada- debo volver…
1 comentario:
aaaaaaaaaaaaaaaa
Kat Kat ... picate la Kat.... no eso no rima XD!
hahahaha
tu fic me hace daño & por eso lo amo <3
pero obvio más a ti .. mucho mucho más!
gracias por el cap.
aaaahhh
apareceré ... lástima que Billy esté apartado
pero con Lubby :D
te amo!
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