Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.
viernes, 30 de abril de 2010
¡Y!
Capítulo CIV – Me dejaste helada en la cama
-No, ya no volverán a llamarme, ya no hay crimen que resolver, Catalina mato a Marco con sus propias manos, mientras que a Alice la asesino un hombre, la manera en la que fue cometido el homicidio indica que esa persona tiene un apego real a Cat… eso es todo…- dije cuando llegué a casa y Tom me recibía con sus labios amables, el se había quedado junto con Bill, al parecer David estaba hecho un manojo de nervios con la gira a Asia
-Me alegra tanto que sepan quién es el asesino- dijo y pude sentir el miedo en su voz. Nuestra relación estaba quebrada, y el momento en el que más cosas feas pasaron, ella estaba siempre inmiscuida, de lejos o de cerca… pero siempre estaba ella ahí- Me escondes algo ¿Qué más paso?
-Ella está muerta- dije y mi voz comenzó a quebrarse
-¡Oh cielo!- dijo abriéndome sus brazos y yo caí en medio de ellos- Yo se que lo de Alice te cayó de sorpresa, pero ya no solucionas nada llorando
-Ella está muerta pero alguien más también
-¿Hablas de Lauren?- dijo confundido- Creí que no era tan importante, que solo fue una aventura pasajera que…-y seguía no sé qué cosas diciendo, estaba incomodo
-Catalina es la que está muerta- dije en un susurro, pensé que no lo había escuchado, pero me equivoque, de pronto estaba muy callado
-¿¡Qué dices!?- me tomo de los hombros y comenzó a sacudirme
-Tom, no seas así de salvaje con ella- dijo Bill corriendo a mi lado, beso mis mejillas y después me miro, presa de la confusión al igual que yo
-No puedo creer que este muerta, ¿me estas bromeando?- seguía hablando Tom dando vueltas a nuestro alrededor, en verdad se encontraba entusiasmado
-¿Quién está muerta?- pregunto Bill volteando mi cara a la suya
-¡Catalina!- dijo Tom en un grito, David corrió hasta donde nos encontrábamos, pensó que ella se había aparecido por ahí
-Deja de gritar de esa forma Tom, o pagarás mi terapia- le dijo respirando cansado, poniéndose una mano en el pecho-¿Ella que tiene?
-Nada, ya no tiene absolutamente nada- dije caminando a las escalras, disculpándome con todos, no me sentía muy bien que digamos
-¿Pero qué fue lo que paso?- preguntó Bill poniendo esa mirada a la que difícilmente me podía resistir, termine suspirando, y aunque no me movía de mi camino a nuestra habitación voltee a mirarlos
-Maurer llamo a Sisak, la mujer con la que conversé estando allá, Brista, nos dijo que lo peor de lo peor había pasado, la casa de los Radovechich se quemaba por segunda vez, con Catalina y Zvonimir dentro, que nada se pudo hacer por ellos, después Ruza contesto el teléfono y me mando la maldición del chunche, que por mi culpa se había muerto su hijo, que yo había llevado a Lucija de regreso a ese lugar, que Luka perdió la consciencia por mi culpa y se había ido de ahí y no sabían nada de él, que Danica está sumergida en la más grande depresión de su vida por haber perdido a su hermano, que si ella vuelve a verme cerca de Croacia me mandara matar y no sé qué tantas cosas…- dije rápidamente, ellos me miraron consternados, no sé si tenían miedo, no sé si habían entendido una palabra de lo que había dicho… no sé si comprenden que ella ha muerto…
…
-No creí que te afectara tanto su muerte- me dijo Bill en cuanto abrí los ojos, al parecer me quede terriblemente dormida desde media tarde, por lo que veo – son las 11- contesto a mi pregunta- antes de bajar a desayunar, dime por favor ¿Qué es lo que en verdad pasa por tu hermosa cabecita?- me dio un beso en la frente, yo estaba un poco amodorrada
-No es difícil imaginarlo- suspire- la verdad, no sé con exactitud qué es lo que me sucede, ella para mí lo significaba todo, después ya no significo nada, más tarde paso a convertirse en la persona que más me ha herido en la vida, quitándome casi la vida, a tus sobrinos, a Tom…y ahora ella ha muerto, la madre de Zvonimir sufre y me echa la culpa…
-¿La extrañaras?- pregunto más que curioso desenredando mi cabello con sus finos dedos
-No- respondí después de unos segundos- Pero sea como sea el caso, haya hecho lo que hizo, nadie merece morir de esa forma, ella estaba enferma, yo sé que no es justificación…No me imagino estando en su lugar, nunca me puse en sus zapatos… te juro que cuando me entere que ella estaba dentro de donde estaba su casa… no pude evitar sentir escalofríos… su rostro agonizante y esos gritos ensordecedores…
-Ven pequeña- Bill hundió mi cabeza en su pecho, acariciaba mi cabello mientras yo no podía dejar de llorar… no sabía que sentía. Yo aprendí a perdonar hace mucho tiempo y a ella… con que estuviera lejos de mi familia todo estaba bien… pero no puedo estar feliz por su muerte, ni entusiasmada…-No esta tan mal sentir un poco de alivio por su muerte- dijo Bill de manera pausada, buscando las palabras correctas para no herir mi susceptibilidad- veámosle el lado amable, ella ya no nos hará daño nunca más, ahora ella ésta con su familia y sobre todo, no pondrá una bomba en tu boda con mi hermano- No pude evitar reír por ese comentario, lo hizo con toda la intensión de que dejará de llorar
-Puedes guardar los buenos recuerdos aquí- dijo una personita especial caminando hacia mí, señalando el lugar tras todos los músculos donde palpita el corazón- Lo malo ya se ha ido, vamos a conservar lo mejor
-Gracias Dian- le dije extendiéndole mi mano, ella se acerco al lado de Bill, ahora los dos me miraban con ternura y yo me estaba sintiendo un poco incomoda…
-Y…así...- dije tratando de levantarme cuando Diana me señalo con su dedo ¿anular? En el había una bella sortija blanca, a simple vista más sencilla que nada, justo lo que necesitábamos, un anillo discreto que escondiera nuestro compromiso- ¿Ah sí?- dije levantando una ceja- ¡Pues yo tengo uno más bonito!- y le saque la legua al tiempo que le mostraba una sortija igual a la suya, en color negro
-¡Felicidades!- dijeron ambos al unísono abrazándome… asfixiándome, hasta que Tom llego a mi rescate…no, equivocación. Se lanzó sobre ellos y la única que sintió el impacto fui yo.
Todo me estaba matando, sabía que Diana se iría pronto a México, y aunque el tiempo para que viviéramos juntas era relativamente poco, no dejaba de ser tiempo sin ella, nos íbamos a perder de la realidad en uno de los países más exóticos del mundo y necesitaba alejar todo pensamiento oscuro que entorpeciera nuestro maravilloso viaje…
-No estoy seguro de ir, pero si tu quieres, iré contigo- me tomo de la mano, compramos los boletos para dentro de dos días, un viaje corto ida y vuelta, procurando que nadie se enterara de lo que íbamos a hacer, ni los de aquí, ni los de Sisak. 17 de Junio, siete de la mañana y nosotros ya estamos abordando un avión, un vuelo de 160 minutos, más otros más de Zagreb a Sisak. A esta ciudad llegamos al medio día.
-Más vale que cocines algo rico para mí por obligarme a despertarme en extremo temprano- se quejaba Tom tomando un café mientras viajábamos en el taxi buscando un lugar… un lugar del cual el señor conductor no tenía ni idea que buscábamos…
-Si, vida- le dije palmeándole una de sus piernas- Disculpe ¿Por qué todo el ambiente esta tan tétrico?- pregunte esperando que me diera información. La última vez que vine las calle son lucían así…
-Tragedias señorita, muchas tragedias- dijo frotándose sus enormes y blancos bigotes
-¿Puede decirme que clase de tragedia?- pregunte curiosa
-Si tanto desea saber, prefiero llevarla al lugar donde paso…- volteo a mirarme por el retrovisor, le asentí con una sonrisa.
No sé que tenía la gente de este lugar que confiaba en cualquier persona de inmediato, te llevaban a su casa y se convertían en tus mejores amigos. Pero sobre todo no entendía la necesidad de hacer tabúes tontos sobre gemelas sádicas.
-Puede ir por todo este sendero, hasta el final. No habrá necesidad de que pregunte, usted se dará cuenta de inmediato- arrancó una vez que le hubiésemos pagado y dicho adiós. Así que nos pusimos los lentes y comenzamos a caminar. Cuando al fin llegamos me di cuenta de lo que el señor tanto ocultaba, un montón de cenizas regadas por todos lados, calculo que fue hace dos semanas… hay muchas flores en todo el contorno de lo que parecía una casita, un par de coronas y letreros con el pésame a los Dubocovich.
-Es una tragedia en verdad lo que paso con mi hermano- Alguien estaba parado detrás de nosotros, alguien que yo conozco, un alguien que está sufriendo- Él siempre la amo
-Lo lamento mucho Danica- le dije quitándome los lentes, ella camino a nuestro costado dejando las flores cerca de donde parecía estaba la puerta de aquel lugar. Camino de regreso a nosotros y me abrazo, se puso a llorar…
-Yo sé que mi madre te echa la culpa, pero no es así, todos sabemos que no fue culpa tuya. Mi hermano fue el único que se equivoco… él quería matarla, salió de casa a pesar de que sabía que no debía, lleno este lugar de gasolina y espero a que ella llegara, la admiro por unos momentos… después ellos empezaron a seducirse, y cuando el prendió fuego al lugar, la última pieza de su ingenioso plan salió mal, la puerta por la que él saldría estaba atorada. Los vecinos dicen que se escucharon sus gritos por pocos segundos, pero que son atemorizantes…Yo lo vi, en mi cabeza, por esa conexión de hermanos que se tiene, más cuando eres mellizo, seguro tu novio lo entiende mejor que nadie- señalo a Tom con la mirada, el estaba sonriendo cuando llegamos, creo que tenía curiosidad, pero ahora estaba terriblemente triste
-Lamento mucho tu perdida- le dijo él poniendo una de sus manos en el hombro de ella, cubierto por una fina tela negra
-Gracias, a los dos. No solo por venir a despedirse de mi hermano, sino por arriesgarse a venir aquí… es peligroso
-Lo sé- le dije titubeando un poco- pero, aunque sea muy difícil de comprender, necesitaba despedirme de ella también. Camine hasta donde había varias cruces, en medio de todo ese desastre, seguramente ya no se sabía quién era quién, aventé los aretes que ella me había dado hace muchos años atrás, aquellos en clave de sol…- Adiós Catalina, Katherina o Lucija. Simplemente adiós
-Es hora de que nos vayamos- le dije abrazándola una vez más, huyendo de aquel lugar antes de que le hiciéramos compañía a los difuntos que ahí se encontraban.
-La próxima vez que nos veamos todas las cosas estarán mejor, lo prometo- nos dijo cuando dimos la vuelta, nosotros nos volteamos a mirarla, pero ella ya estaba perdida otra vez en ese lugar. No nos tardamos ni una hora en Sisak, cuando el sol estaba por meterse, nosotros llegamos a casa.
Y llego el día, Diana acababa de tomar un avión de regreso a México, mientras que nosotros regresábamos a casa junto a Georg… a Georg que aprovechándose de la situación se llevo a mi amada comadre a un registro civil, oh si, oficialmente ya es Zayra Listing, y ella, según Geo, está muy feliz por eso.
Tenemos que estar la noche del 20 de Junio en un lujoso hotel al centro de Tokio, así que hoy que es 18 del mismo mes, ya tenemos todo preparado.
-Lamento haberme burlado de la muerte de Lucija- Tom se ha acostumbrado a llamarla por su verdadero nombre, yo la he soñado un par de veces, en las que jamás se despide, sueños sin importancia
-No te preocupes- conteste esperándolo sobre la cama- Supongo que fue una reacción normal
-Sí, eso creo- contesto y después me dio un beso fugaz, un beso de buenas noches.
Con la muerte de ella todo estará donde debe, ya no me dará miedo salir a la calle y pensar que ella está en cualquier rincón vigilándome, Geo ya se caso, en pocos meses lo harán Bill y Diana y un par de meses después, lo haremos Tom y yo, sin temor a que nos salga una invasión alienígena del pastel. Podremos vivir en nuestra hermosa casa y rodearnos de muchos niños… Podremos vivir en paz, al pasar del tiempo todo será más y más perfecto… Por qué así de rápido se van los días, hasta convertirse en meses y luego en años...
miércoles, 28 de abril de 2010
Capitulo XCIII –Lo que en realidad paso
Habíamos salido de nuestra casa con un excelente sabor de boca debido al día de ayer, Tom me hizo de desayunar waffles con chocolate engatusándome para que los comiera sobre su delicioso abdomen. Nos dimos un baño y abordamos la camioneta con camino a Hamburgo. Íbamos cantando alegremente hasta que mi prometido me conto el secreto que sería nuestro matrimonio, al igual que nosotros éramos los únicos que sabíamos del matrimonio entre Bill y Dian serían ellos los únicos que sabrían del nuestro, cosas de hermanos, de amigos y de Kaulitz.
Llegamos a casa y vimos un montón de autos extraños a las puertas de ella, Diana salió en seguida que nos escucho llegar mientras nosotros nos dirigíamos miradas llenas de duda
-¿Quién?- pregunte confundida, al parecer algo malo pasaba en casa
-La policía y Jost están hablando en la sala- me respondió Diana muy desubicada
-¿A quién buscan?- le dijo Tom un poco hostil, para después pasar a sonreírle inocentemente
Ellos se quedaron mirando un segundo y después comenzaron a reírse y yo no entendía el porqué, me abrazo y me susurro un felicidades que me puso roja y emocionada a la vez, salte en el suelo y tomadas de las manos, con Tom tomándonos de los hombros, entramos a la casa
-¿Señora Matilda?- dijo un hombre de alrededor de 60 años, quitándose los lentes oscuros de la cara, yo lo mire hastiada por la forma en la que me llamo, inclusive note como Tom se tensó- Soy el agente Abelard Beckenbauer y el es mi compañero Maurer- el otro hombre dejo su taza sobre la mesita de centro y levanto una mano en mueca de saludarnos, nosotros los miramos pidiéndoles una explicación a lo que sucedía
-Señorita Reyes, si me hace el favor- estaba a punto de morir de la risa cuando sentí que el ambiente se había relajado de una manera increíble
-Bueno, “señorita” sensible Reyes- dijo de la manera más hostil que pudo haciendo que todos volviéramos a ponernos tensos
-Escúcheme, no me importa quién sea no voy a permitir que venga a in…- comenzaba Tom con ese tono desesperado
-A mi tampoco me importa quién seas tú- le contesto dejándonos a todos callados- tienes cita mañana al medio día para testificar sobre la muerte de la psicóloga Alice Reiniger y el joven Marco Piña, si no estas para esa hora vendré con una orden de aprehensión en tu contra, ¡Qué tengan una buena tarde!- dijo de manera aparentemente simpática saliendo de nuestra casa
-Creí que ese asunto ya estaba solucionado- dije pasando a la sala viendo a David que estaba con la boca abierta- ¿Qué te dijo Dave?- pregunte tratando de olvidar la grosería que acababa de hacer aquel hombre, mientras Bill le aventaba un poco de aire a Tom que parecía estar a punto de explotar del coraje
-Pues me llamo hace un par de días, pidiendo las razones por las cuales no habías ido, le dije que estaban fuera del país, amenazo con venir a verte en cuanto regresaran y aquí esta, la verdad no tengo idea de que ha pasado con todo ese asunto, pero no podemos perder el tiempo la gira da comienzo en diez días
-No te preocupes, mañana iré, soltaré todo lo que se y me dejaran ir, no tienen razón alguna para involucrarme en ninguno de los dos asesinatos- la verdad me costaba trabajo pensar que tenía que enfrentarme a las pruebas, se había dio que una foto mía estaba en la escena del crimen, todo ese asunto se me había olvidado, pero algunas veces despertaba sobresaltada pensando en que clase de foto podía tener ella, que significaba que estuviera ahí. Necesitaba saberlo todo
-¿Y ahora que hicieron?- se escucho la voz de Jay al fondo- Mira que hasta la policía ha venido ¡Haruka!
-Yo no fui bro- le dije esperando su abrazo- te juro que yo no fui
-Esta bien, te creemos- me dijo Javy extendiendo los brazos mientras caminaba hacía mi, con una sonrisa, pero sin ella a la vez, los demás ya estaban haciendo bolita sobre el sofá a Jay
Al ver el ambiente que se estaba formando en casa a la llegada de los J’s, Jost decidió marcharse esperando que las noticias de mañana fueran mejores que las del día de hoy.
Prácticamente dos minutos después Andreas ya tenía a Javiera asfixiada con tanto beso, los demás nos ocupábamos en preparar la comida de ese día, cuando Jay de pronto se quedo perdido en sus pensamientos y dejo de moverse
-¿Qué pasa?- le pregunto Bill asomándose para ver su expresión de inminente tristeza
-Nada- le dijo nuestro joven Jaden apurándose a borrar cualquier indicio de lágrimas
-¿Es algo que paso con Dalila?- pregunto Tom curioso y él lo miro confundido- Vamos man, sabes que puedes confiar en nosotros
-No es que no confíe chicos, no mal interpreten- nos dijo sentándose en el banco más alto de la barra, suspirando- Dalila es muy hermosa, pero cuando yo fui a México ya estaba con alguien más, y sigo estando con ese alguien, Dalila y yo tenemos muchas cosas en común, en esas dos horas que estuvimos juntos la sentí como mi hermana, además de que Fefe es mi novia, no tengo permitido dejarla, mucho menos pensado hacerlo, todo en ella me gusta, me encanta, me fascina, la quiero chicos, y mucho
-¿Fefe?- pregunte idiotizada por la manera en la que hablaba de todo ese asunto, del cual la verdad me encontraba un poco ausente- La chica del bar- dije en una afirmación y el asintió con la cabeza de manera perezosa, pero sin dejar de sonreír
-Ella es maravillosa, espero puedan conocerla algún día
-Invítala a comer- le dijo Bill extendiéndole el teléfono, con una mueca de aceptación que a Jay termino por animar
-Aún debo contarle que Lau está muerta, no sé qué dirá sobre esto…
¿Cómo explicar nuestra reacción? Los tres Kaulitz presentes nos quedamos mirando atónitos cómo es que lo había dicho de forma tan natural, pero a la vez preguntándonos si se trataba de la misma mujer, la misma chilena con la que pase un par de noches. Era una cosa bastante curiosa que todo lo que nos rodeaba estaba conectado, los chilenos estaban conectados, por cuadras, países, secciones, una fiesta. Javy y Jay junto a Lauren, siendo vecinos, y no sé qué relación tiene esta última con mi nueva cuñada, Fefe.
Se hizo presente la pequeña novia de Jay tan solo media hora después de la llamada, la comida estaba lista y solo la esperábamos a ella, es pequeña, de linda piel morena y ojos pizpiretos más una sonrisa encantadora. Cuando ya todos empezábamos a comer, Jay y Javy comenzaron hablando de lo que habían pasado en su país, ahí fue cuando nos enteramos de que Fefe y Lauren eran primas lejanas…
-¿Pero cómo fue?- pregunto ella una vez que se Jay dijo que lo único que había pasado era eso
-Pues al parecer tuvo un accidente en el auto, uno muy extraño, tú sabes que era una excelente conductora
-Mi pobre prima- dijo Fefe no muy consternada, al perecer eran más que lejanas- ¿Tu la conocías Matilda?
-Sí- conteste secamente pensando en… ella de nuevo. Lo poco que realmente conocí de Lauren era su más que magnífica manera de conducir, los detalles que decía Jay indicaban que había sido un sabotaje a los frenos, un clásico mata gente…
Sin querer, nos quedamos en un minuto de silencio hasta que escuchamos a Gustav llegar, el traía el postre. Se nos olvido rápidamente que mi ex amante ahora estaba bajo tierra y disfrutamos del rico pastel que Gis había preparado. Pronto llego la noche y todos se fueron a sus respectivas casas y habitaciones, cuando Tom ya estaba roncando, no pude evitar pensar en la cita que tenía mañana para declarar… ¿Qué cosa? No tengo la menor idea…
…
-Toma asiento- me dijo el compañero mudo, el agente Maurer, un hombre mucho más amable que el otro pedante- Disculpa el comportamiento de mi compañero, esta en plena jubilación y trae un carácter que nadie lo aguanta, por eso seré yo tu policía bueno
-Me parece perfecto- le conteste suspirando, él me sonrió y en seguida fue por un tipo de cuestionario que me aplico, qué tipo de relación tenía con Marco y con Alice, como nos habíamos conocido, después él comenzó a hablarme de la manera en la que murió Alice, ahorcada, sin ninguna pista que diera la idea, más que un asesinato ocurrido un poco después, el de mi ex novio.
-Y se que te habían mencionado algo acerca de una fotografía, pero creo que se trata de otra Matilda- dijo el agente confundido, me mostro la foto que estaba muy bien resguardada tras una bolsa aparentemente de plástico, lo primero que vi fue el nombre, escrito con delicadeza en letras cursivas y tinta roja
-Esta letra yo la conozco- dije levantando una ceja, él me miraba más atento que nunca esperando lo que estaba a punto de decir, cuando di la vuelta a la fotografía, para mis sorpresa no estaba yo en ella, sino nada más y nada menos que una de las gemelas Radovechich
-Y bien Matilda, creo que has descubierto algo- inquirió rápidamente colocando sus codos sobre el escritorio
-Esta letra es de Catalina y la de la foto, no sé si es ella o es su hermana- conteste automáticamente, el comenzó a anotar cosas. Después paso a preguntarme quién era Catalina y le dije todo, sobre su casa en Sisak, en México y todo lo que sabía sobre ella y la gente que la rodeaba. No había de otra, Catalina había matado a Marco, pude comprobarlo cuando vi el listado de cosas que estaban en la habitación, aparte del sadomasoquismo, las botellas de Hennessy fueron las que me hicieron comprender lo que ella era capaz de hacer. Así que, no sé en qué momento, el oficial Maurer llamo a Sisak, no sé para qué, cuando ya le había dicho que ellos no sabían cosa alguna de ella… o al menos eso era lo que todos creíamos.
lunes, 26 de abril de 2010
sábado, 24 de abril de 2010
Capitulo XCII – El lugar favorito de los dos
-Cualquier cosa que necesites me llamas y estaré de vuelta lo más rápido posible, ya tienes los teléfonos de emergencia de todos lados más el numero del…
-Ya basta Matilda ¡Me aturdes!- estábamos por salir de casa de Zay, los medios no sabían que Georg se estrenaba como papá y él prefería que no se supiera todavía, Jost había manejado bien lo del accidente y habíamos escondido bien a mami, lo de Gus los mantenía muy entretenidos, Gisela crecía cada que el sol se posaba en el cielo.
-Está bien- le decía riendo un poco apenada- pero no estará de más prevenir
-Yo estaré con ella, no te preocupes- me recordó Georg tomándola de la mano mientras con la otra cargaba a Amelie que dormía muy plácidamente. Nos despedimos de ellos y salimos rumbo al aeropuerto. Cuando la gira terminara, todos estaríamos unidos, ahora de manera muy literal
…Zayra…
-No creas que soportare mucho esta situación, no pienso estar teniendo hijos como conejo y tú viviendo feliz en Hamburgo- le dije en cuanto los demás cerraron la puerta
-¿Por qué me dices eso?- me pregunto él un poco consternado por el tono en el que se lo pregunte, tome a nuestra hija entre mis brazos y fui con ella a su cuna, Melissa estaba dibujando en su habitación
-¿Ya se fue Tía Mat?- me pregunto mi hija en cuanto coloque a su hermana sobre las cobijitas
-Sí, ya se fue- le conteste dirigiéndome a ella
-No puedes estar caminando de aquí allá, el doctor te pidió reposo- Georg me cargo entre sus brazos antes de que pudiera cargar a Meliss entre los míos, me llevo a nuestra habitación y me coloco en la cama lentamente
-No necesito tanto cuidado- le dije un poco molesta tomando el control de la televisión
-Cuando termine la gira estaremos juntos- dijo quitándomelo y poniéndolo sobre el buró
-Cada que nos vemos me dices lo mismo y yo no veo que esto funcione. Tu hija te necesita y yo también
-Quiero que vengas a Alemania a vivir conmigo- dijo tomándome de la mano y por obvias razones atrayendo mi mirada a la suya- Cásate conmigo
…Tom…
-No puedes abrir los ojos- le decía divertido a Mat, ambos habíamos salido a ese lugar donde está su sorpresa. Llegamos hace un par de días a Hamburgo, Diana ha venido con nosotros, ella está tratando no se qué asuntos junto a mi hermano, tengo entendido que ella se marchará a México en cuanto comience la gira, y cuando está termine, se dará la noticia de que ellos van a casarse. Me pregunto si el Hobbit ya se lo habrá propuesto a Zay, también me pregunto qué paso entre Dalila y Jaden, no hemos tenido tiempo de hablar, ellos fueron a su país a renovar no sé qué cosas.
-¿Cuándo podré abrirlos?- me pregunto berrinchuda mordiéndose el labio tratando de abrir sus ojos, que solo eran cubiertos por sus manos
-Cuando yo abra los míos- le conteste obligándola a mirarme asustada- no es cierto, ciérralos- le dije sonriente y ella me hizo caso
-¿Cuánto falta?- pregunto al cabo de un rato moviendo rápidamente los pies
-Déjame calcular- le dije según yo haciendo cuentas mentalmente- como tres días, no te preocupes
-¡Tom!- me dijo abriendo los ojos nuevamente, le sonreí y ahora los tape con mi mano- Pon las manos en el volante, yo cerrare mis ojos solita- dijo riéndose y recargándose en el asiento. Nos dirigíamos a aquel lugar donde vimos el rio Ebel.
Parecía que llevaba manejando por días, pero apenas hace una hora y media que salimos de la casa.
-Ya está- le dije al tiempo que apagaba la bella bebé, ella abrió sus ojos esperando encontrar algo que le dijera donde estábamos, caminamos un poco
-¿Qué es?- pregunto curiosa cuando le extendí mi mano para que bajara, estábamos camino al jardín de la casa
-¿Qué te parece?- pregunte dándole alcance, ella ya caminaba hacia el frente de la casa, habíamos entrado por la parte trasera y la camioneta se quedaría en la cochera hasta que nos regresáramos a Hamburgo
-Pues- dijo parándose justo frente a la puerta- Es una casa blanca con las persianas azules- comenzó a caminar- tiene un pórtico que rodea toda la casa y esta mesita donde se puede tomar el té- una vez que dimos la vuelta, abrió la puerta y entro lentamente- tiene una enorme escalera al centro- subimos rítmicamente- ¿Por qué hay tantas habitaciones?- Hay 3 habitaciones en la planta baja y 5 en la planta alta, más la sala de estar y el estudio en el segundo piso- Y esta habitación- dijo entrando y admirando el paisaje del río- es perfecta para admirar los atardeceres
-¿Te gusta?- le pregunte nervioso al tiempo que colocábamos nuestras manos en la baranda del balcón
-Es hermosa- dijo suspirando y viéndome- ¿De quién es?- pregunto abrazándome
-Es tuya- le conteste con una pequeña risa nerviosa, ella me miro sin dar crédito a lo que le acababa de decir, sus ojos estaban abiertos como un plato
-Pero Tom….- dijo pausadamente, la brisa nos golpeaba en la cara- ¿Cómo lo hiciste?
-Aún no está terminada- le dije besándole los labios- Falta la súper reja que me pidió David, todo por nuestra seguridad
-¿David lo sabe?- me pregunto un tanto ofuscada
-Todos lo saben- le dije sonriendo de oreja a oreja- Aquí es donde vamos a vivir, bueno… cuando esté terminada aquí nos mudaremos. Le faltan muchos detalles y los muebles, pero quería que- no me dejo terminar, y no porque me interrumpiera con uno de esos besos que me vuelven loco, sino por qué ella, se ha puesto a llorar. Cubrió sus ojos con sus manos y apenas la escuchaba sollozar, en verdad yo no entendía que pasaba…
…Haru…
¿Qué podía decirle ahora? Resulta que nos perdemos del trabajo un par de meses y mi amado novio tiene una casa nueva, una como yo le dije que la quería.
-¿Qué pasa?- me dijo levantando mi rostro para que lo mirara, limpio una de las lagrimas que estaba a punto de caer sobre mis labios- ¿No te gusto?- pregunto y pude ver el brillo desaparecer de sus ojos
-No cielo, no es eso.-Conteste sonriéndole consternada todavía por la impresión- Es en verdad hermosa, es la casa de mis sueños y tú…
-Es la casa de nuestros sueños- dijo envolviéndome en sus brazos- Es nuestra casa, Matilda
-Gracias- fue lo único que se me ocurrió decirle, me sonrió aliviado y me levanto hasta él. Mis brazos rodearon su cuello, mi cabeza se recargaba en su hombro, mis pies estaban a varios centímetros del suelo, mientras él me sostenía con fuerza con sus manos colocadas en mi cintura- Esta casa no tendrá sentido si tú no estás conmigo- dijo lentamente a mi oído y despegue mi cabeza del lugar donde estaba, para mirar sus ojos, brillosos, acuosos, llenos de esperanza mientras su labio temblaba, lo mire más confundida que nunca- Cásate conmigo.
Me quede helada mirándolo, sentía mi corazón palpitar cada vez más lento mientras mi cuerpo se deslizaba hacia el suelo, donde mis pies lo tocaron y empezaron a temblar como gelatina, él no dejaba de mirarme, trago saliva un par de veces y no se había percatado de que me he quedado sin habla
-Matilda- dijo sonriendo nuevamente, pero esta vez con ternura, yo seguía sin poder decirle nada, tomo mi mano entre las suyas, la beso y después se hinco frente a mí, oh Dios, si creía que esto no podía ser más fantástico, me había equivocado- Cásate conmigo- repitió rebozando de felicidad- Cásate conmigo- dijo una vez más mientras su sonrisa se hacía cada vez más y más grande, sus ojos casi se cerraban debido a su enorme sonrisa-Eres lo único que necesito para vivir, para respirar, para estar bien, para levantarme en las mañanas y además eres muy sexy y me encanta tener sexo salvaje contigo-provoco que me riera y aunque el también lo hacía sé que estaba esperando una respuesta de mi parte, me hinque al igual que él, le di un beso en cada una de sus manos y me quede viéndolo embelesada
-Tú también eres muy sexy- le conteste sonriendo pícaramente- Sí, Tom- dije sin perderme ni unas sola fracción de su mirar en ese instante- Acepto casarme contigo- le dije y sentí las lágrimas brotando de mis ojos exageradamente, estaba perdida en la emoción del momento, ni siquiera me percate del minuto exacto en el que Tom había comenzado a derramar lágrimas, igual que yo. Ambos nos sonreíamos, hasta que después nos dimos un beso, entre risas notábamos que nos estábamos empapando, no dejábamos de llorar. Después nos abrazamos, este fue la unión que nos llevo a caer al suelo
-Señora Kaulitz- me dijo cargándome entre sus brazos, no pude evitar casi quebrarme la quijada por la sonrisa más grande que alguna vez había hecho, la señora Kaulitz… amaba la manera en la que sonaba, la manera en la que hacía eco entre sus labios y todo lo que significaba que me dirían así, pero sobre todo, que él me llamara de esa forma era una sensación completamente diferente a todas las demás
-Dígame señor Kaulitz- le conteste meciendo mis pies armoniosamente mientras caminaba a lo largo de un pasillo
-No celebramos nuestro primer aniversario- dijo aparentando estar decepcionado- fue hace dos meses y paso desapercibido
-¿Qué haremos al respecto?- pregunte fingiendo estar horrorizada por nuestra traición al calendario
-Pues ya que hoy es una fecha doblemente especial- giro el picaporte de la habitación del fondo, parecía ser la más grande de todas. Estaba llena de pétalos de rosas rojas y blancas, una cama al centro de la habitación ¿En qué momento el hizo todo esto?- Te daré el doble de veces- me dijo aventándome sobre la cama sin sutilezas
-Vamos, Tom- le decía tratando de detener sus rápidas manos que me desnudaban con cada respiro de mi parte- por lo menos que la cama llegue virgen para nuestro matrimonio- le dije muy convencida de ese hecho. El se detuvo bruscamente y se quedo mirándome
-Tienes toda la razón. Debe haber algo entre nosotros que sea virgen… la cama me parece una buena opción- lo meditaba y volteaba a todos lados, se levanto y le seguí yo, acomodo de nuevo las sábanas, parecía que nadie había tocado jamás ese bello colchón- Tendré que cogerte en el suelo mi vida- dijo resignado. Lo mire más que sorprendida, la manera en la que lo había dicho provoco que más de una parte de mi cuerpo se erizara, sentía mis oídos, manos y mejillas muy cálidas
-Creo que no tenemos otra opción- le dije volteando al suelo esperando que él no notara que estaba más roja que un jitomate
…Tom…
¿Qué estoy pensando? ¿Cogerla así nada más, como diariamente y a todas horas? Esto tenía que ser algo más que especial, le acabo de pedir matrimonio y ella me ha aceptado, parece que espera que la tumbe sobre el suelo y hagamos las salvajadas de siempre. Me niego rotundamente, la deseo como a nadie, pero quiero que hoy sea distinto
-¿Qué sucede?- me pregunto nerviosa, yo la tome de las manos y bese las palmas
-No quiero que tengamos sexo hoy- le dije poniéndome cada vez más nervioso, ella me cuestiono con la mirada dando un paso hacía tras y podía ver en su expresión una total confusión- Preferiría que, bueno tú sabes, me acabas de aceptar como tu casi marido y no quiero que…
-Hacer el amor Tom- me dijo poniéndose de puntas y dándome un bello beso en los labios- yo también muero por hacer el amor contigo- me miro con los ojos brillosos, parecía que experimentaba una y mil sensaciones con decir solo esa frase. La cargue en mis brazos y nos recostamos lentamente sobre la cama, que siempre no llegará virgen a nuestra boda, ella no dejaba de mirarme y yo, honestamente, tampoco podía dejar de mirar sus bellos ojos.
…
-Nos están esperando para cenar- le dije sujetando su mano para que despertara, pero no cedía, estaba cansada, la verdad es que yo también- Vamos cielo, llegando a casa dormirás todo lo que quieras
-Quiero dormir en mi casa con mi marido- dijo cambiando su cabeza de lugar, ella seguía terriblemente dormida y me causaba mucha ternura. Me acerque a ella, le puse una de las playeras que siempre traigo como repuesto y puse las cobijas sobre ella. Suspiraba y después sonreía. Sus mejillas rosadas me confirmaban que lo de hoy, supero todo lo pasado
-Ven- me dijo abriendo sus ojos- duerme conmigo- extendió su mano y ni lento ni perezoso la tome y me acosté junto a ella, entrelazo sus piernas a las mías provocándome nuevamente, pero ella no parecía estar consciente de eso, ya que se acurruco en mi pecho, exclamo un te amo, y durmió dejándome sentir la calidez de su aliento sobre mi piel desnuda…
-También te amo- le dije dándole un beso y rodeándola con mis brazos. Para este momento, estoy seguro de que Bill ya sabe que no llegaremos a cenar… o eso pensaba cuando el pitido de mi móvil me sobresalto
-¿Está todo bien?- fue lo primero que me dijo mi hermano al contestar el teléfono
-Si- conteste confundido- creo que no llegaremos hoy, procurare estar para la comida
-Te siento distinto- argumento convencido- ¿Has hecho el amor con ella?- pregunto seriamente
-¡Bill!- le dije tratando de hacer silencio, el móvil estaba realmente cerca de los oídos de Mat y no quería que despertara
-Me da mucho gusto, en verdad Tom, a final de cuentas hoy es un día especial ¿Se lo pediste?
-Sí- suspire recordado el momento- y me dijo que sí, aún no le digo que es un secreto
-Se lo dirás después, ahora Tom- pauso un momento con un dejo de verdadera tranquilidad en la voz- ¿Qué haces hablando con tu hermano favorito cuando podrías estar admirando como duerme caperucita versión para adultos?
-Buena pregunta- le conteste picaronamente- ¿Ustedes que van a hacer?
-El que tú seas un chismoso no quiere decir que yo también lo sea- me contesto socarronamente - Los esperamos a comer mañana, y Tom, por cierto- me dijo cuando estábamos a punto de colgar- Estoy orgulloso de ti, como jamás en la vida
-Gracias hermano- le dije para después colgar el teléfono
-Te amo- le dije besando su frente y sus orejitas, me acomode para verla dormir por un rato, hasta que el sueño también me venció a mí…
viernes, 23 de abril de 2010
Capítulo XCI – Bebé
Volvimos al incomodo silencio por alrededor de dos horas, hasta que el doctor se acerco a nosotros, tragamos saliva y nos dispusimos a escuchar.
-Fue difícil- dijo frotándose ambas manos- pero ellas están bien, ni siquiera ha sido necesario colocarla en la incubadora ¡Felicidades!- le dijo a Geo con una sonrisa, el guapo pelirrojo se limito a asentir y a limpiarse las lágrimas tratando de ser discreto, mientras nosotros nos abrazábamos.
-¿Puedo verla?- pregunto el recién padre, emocionado
-Aún no- dijo el médico- a ella necesitamos estabilizarla y pasarla a un cuarto, pero tu hermosa hija se encuentra en el cunero- el doctor se encontraba también muy feliz, así que en cuanto Geo nos dio luz verde, todos caminábamos detrás de él.
El pequeño que había visto hacía unas horas, se encontraba dormido, mientras que la pequeña que posaba a su lado enteramente de rosa pastel, movía sus manitas. En definitiva es hija de Georg. Sus ojos son de color claro, no puedo decir de qué color con exactitud, su piel también es muy blanca, pero lo sorprendente es el tono cobrizo de su cabello, y sus cejas y pestañas tan claras que apenas y podíamos distinguirlas.
-Tiene los labios de su madre- dije divertida a Diana que me tomaba de la mano, mientras el club de fans le hacía caras a la bebé que las miraba atentas, Geo era tacleado por los muchachos haciendo un escáldalo digno de que nos corrieran del lugar
-Pero esa naricita no es de Zay- dijo señalándomela- creo que es de su papá- y ambas volteamos a mirarlo, estaba sonriente, después del estresante ambiente nos veíamos felices, sabíamos que Zay estaba bien, la bella Amelie, nacida el 24 de Mayo a las 17 hrs, también estaba bien.
Los J’s se mostraban fascinados con el bebé de Geo, pero no se ponían en confianza, apenas y se conocían con el club de fans, Javy estaba muy bien acompañada por su rubio galán, pero podía sentir la incomodidad de Jay, y sabía quién podía tranquilizarlo
-¿Tienen hambre?- pregunte de manera generalizada, pero estaba viendo atentamente a Jay
-Ahora que lo pienso, si un poco- me contesto este rascándose la barbilla- ¿Tú sis?
-Yo no- conteste riendo- pero Dalila si ¿Por qué no van a la cafetería a ver que encuentran?
-¿Yo por qué?- me pregunto ella en un tonito fastidioso meciendo sus manos
-Anda que ya estás muy flaca- y la empuje hasta donde Jay me dirigió una sonrisa bastante amenazadora, y los vi caminar juntos hasta terminar el pasillo
-¿Y ahora tu que planeas?- me cuestiono Javy bastante divertida, ella junto con Zel y Kony reían por la curiosa escena
-No sé, ya ven que a mí ni se me da eso de estar juntando gente- y solté una risilla, mientras los demás sonreían. Al parecer la nueva pareja se había encontrado con algo más interesante ya que hace más de dos horas se fueron, nosotros esperábamos que nos dieran oportunidad de ver a Zay, Geo estaba con ella desde hace poco tiempo, ahora se presentaba el problema de la gira, empieza en un par de semanas y el pelirrojo no tiene planes de marcharse, aun no comentamos nada con Jost, y no creemos que acceda a un cambio tan brusco en las fechas.
-¿Ya viste a mi bebé?- me dijo respirando tranquilamente y estirándome una de sus manos, al fin era mi turno de verla. Geo había salido un momento y entraron los padres de Zay, después Diana y Bill, el club de fans y al último yo, estaba feliz de verla, aunque su piel es un tono más pálido que el normal, su sonrisa delata que pronto estará bien- Diana me ha dicho que se parece a su padre
-Pero la boca es como la tuya- le dije riendo y besando su mano- que bueno que te quedaste con nosotros
-Llego un momento en el que pensé que no lo lograría, pero después pensé en Melissa, y al escuchar los llantos de Amelie, no sé como logré… pues… vivir. Tú me entiendes
-Lo hago- le dije enternecida acercándome a su frente para darle un beso. Después, y no tengo idea de cómo lo consiguieron, todo el mundo entro a la habitación. Los G´s junto a la cama, Geo trae en brazos a Mel y se sentó junto a su cabeza, los J’s se quedaron un espacio detrás de todos mientras el club de fans dicen un millón de cosas sobre la hermosa bebe. Los Kaulitz admiramos la escena un poco más de lejos, era mucho ajetreo con tantas personas dentro de la habitación y atosigando a Zay. Unos minutos después llego la bebe, la enfermera la dejo con cuidado en los brazos de su madre, Geo besaba a Zay en los labios y a su bebe en las palmas de sus manos, mientras Melissa miraba atenta la escena
-¿Y dónde estaba mi hermanita? ¿Dónde había estado escondida?- pregunto curiosa mientras Geo le explicaba de la manera más dulce posible sobre el embarazo de su mama, poniendo como ejemplo la “ enorme pelota” que es ahora Gisela, ganándose un par de señas y zapes por parte de los presentes.
…
La recuperación de Zay fue sorprendente, tanto que el 26 ya nos encontrábamos en su casa, instalando a la nueva integrante de la familia. Las cosas con Jost habían estado un poco difíciles y lamentablemente no se podía hacer nada para retrasar la gira, así que nosotros nos regresaríamos la próxima semana a Alemania mientras Geo se quedaría hasta un día antes de viajar a Tokio.
Los días pasaban a una velocidad impresionante cuando nos divertíamos, mi madre ya se había repuesto del susto que sufrió al enterarse de nuestro accidente, ahora ya sabía que nosotros partiríamos mañana a Alemania a arreglar los últimos detalles para la gira de los chicos, no sabía si me quedaría con Zay, ya no había tenido tiempo de meditarlo.
Aquella noche del lunes 6 de junio del 2016 se celebraba una cena de despedida entre los nómadas y los sedentarios, la pequeña Amelie era alimentada por su madre sacándonos un sinfín de suspiros cargados de ternura
-Matilda- dijo Tom de pronto y se escuchaba nervioso, no pude evitar sentir un escalofrío al mirarlo, tanto que solté el tenedor que traía en la mano y fue cuando todos nos vieron atentos
-¿Qué sucede?- le dije asustada, él cambio su semblante, tomo mi mano y la beso con… con paciencia, mis ojos se tornaron brillosos y mis mejillas rosadas
-Se que tenemos poco tiempo de conocernos- comenzó tomándome la mano con ambas suyas, de pronto todos nos quedamos con la boca abierta ¿Qué estaba a punto de decir?- Y quiero pedirte algo muy especial, hoy, en este instante que estamos rodeados de nuestros mejores amigos- escuché como Andreas comenzó a toser desesperadamente y Javy lo auxiliaba mientras Jay trataba de callarlo para seguir escuchando – Matilda, eres la mujer que más amo en la vida y ahora estoy seguro que no amaré a nadie más que no seas tú- Gisela aplaudió mientras Gustav insistía en que no rompiera con la escena- ¿Quieres…- mi corazón estaba que no podía, ya no quería estar dentro de mi pecho- venir conmigo a Japón?
-¿De verdad?- le pregunte sonriendo de una manera cursi, mientras deje de oír cualquier otro sonido en la habitación que no fuera nuestra respiración. A pesar de tener más de un año viviendo bajo del techo de los Kaulitz como la novia, y que ya habían viajado varias veces quedándome yo en casa, no se me había ocurrido que pudiera ir ¡Y mucho menos a Japón! El me beso y después asintió rozando su nariz con la mía- Claro que si, cariño- le dije abriendo mis brazos de par en par mientras el se acurrucaba en mi pecho, y después, volví a escuchar las risas de todos. Volteamos a verlos y después nos cohibimos un tanto.
-Pensé que te iba a pedir matrimonio- Me dijo Bill llevando un par de platos a la cocina, serían lavados por los súper héroes de la noche, Andreas y Tom que habían perdido en piedra papel o tijera contra Zel y Kony
-¿Matrimonio?- pregunte avergonzada, ahora que lo pienso esa era una gran posibilidad, pero a mí no se me había ocurrido, pensé que me pediría escaparme con él, o algo por el estilo- No lo había pensado
-También lo pensé cuando vi el anillo sobre tus dedos- dijo señalando el obsequio de Tom, aquel que me dio en noche buena- pero creo que a mi hermano le gusta hacerla de emoción
-¿Esta tan mal cuñado?- le pregunte con una sonrisa expectante
-No, si tu estas bien así, supongo que ésta bien entonces
-Vamos a la cama, eso le toca al rubio- dijo Tom saliendo de la cocina, quitándome el par de platos que cargaba y dejándolos sobre el montoncito que Bill traía en brazos, me alzo por la cintura y camino conmigo en brazos mientras mis pies se movían de forma graciosa en el aire
-Tom- lo llamo Bill, se miraron, después Tom asintió lentamente y Bill sonreía dando su aprobación, el pequeño Kaulitz se rio por una fracción de segundo e hizo brincar los platos para que se acomodaran, mientras yo veía a lo lejos a todos los demás.
Llegamos a la habitación que nos había sido concedida y caímos sobre la cama, nuestras cabelleras se elevaron debido al rudo movimiento, el estaba sobre mí con sus manos bajo mi cintura y su cabeza recargada en mi hombro derecho, mientras yo acariciaba el contorno de su rostro
-Debo mostrarte algo en cuanto lleguemos a Hamburgo- me dijo suspirando y acomodándose a un lado mío. Lo mire con la esperanza de que me revelara de qué se trataba, sin embargo lo único que hizo fue estrujarme en sus brazos, quitarme la ropa y hacerme suya una y otra vez.
miércoles, 21 de abril de 2010
Capitulo XC – No te alejes de mí
Apenas y podía creer lo que pasaba. Me he despertado con un mal presentimiento, no es extraño. Me levanto con abatimiento de la sala de espera
-¿A dónde vas?- me preguntó Tom tomándome de una mano
-Voy a la cafetería, necesitamos comer algo, quédate aquí- y volvió a recostarse sobre la silla. Todos estábamos muy mal. Fuera de que nos encontrábamos heridos, la situación de una persona en particular nos tenía muy mal, en especial a nuestro querido Georg.
Hoy es 24 de Mayo, después de que mi hermano regreso victorioso de su luna de miel, y nos informo que Yat estaba embarazada, celebramos y decidimos que era hora de pasar unos días en la ciudad de México, además de qué los padres del club de fans exigían su regreso a casa. Así que, tras unos misteriosos problemas con nuestro Jet, optamos por subirnos a las camionetas y nos dirigíamos a esta ciudad. Aquel día, 18 de Mayo, un ebrio nos choco sacándonos de la carretera y haciendo que la camioneta se volcara. El sujeto ahora estaba tras las rejas, pero cada uno de nosotros tenía heridas, de primer y segundo grado, torceduras, y sobre todo raspones. Pero una de nosotras no llevaba el cinturón, se sentía agotada debido al embarazo.
Zayra recibió el impacto más fuerte, no sabíamos que tan grave había sido el golpe, desde que llegamos al hospital, hace seis días y tras curar nuestras heridas, ella seguía en estado de coma, y no sabíamos nada acerca de la pequeña que llevaba en su vientre. No podía imaginar cómo se sentía Georg, nosotras estábamos muy tristes, ella era nuestra hermana, pero él… él en verdad estaba mal. No había comido en días y ha estado sufriendo de bajas de presión y desmayos, son ellos los que han permitido alimentarlo de una u otra manera.
Hoy, me he despertado sobre saltada, algo más ha pasado y no estoy segura de qué sea. Siempre he confiado en que todo saldrá bien, y no es para menos con el asunto de Zay, pero esta angustia es por otras razones… Gisela esta aquí junto con los J’s y por supuesto Andy y Gustav, se enteraron del accidente y volaron de inmediato. Ahora Gis se ve mucho mejor y por lo que me ha contado, podrá viajar a todos lados, para estas fechas ésta en el termino de los 4 meses.
-Ella despertó- me recibió Bill en cuanto llegué a la sala, con una sonrisa dándome un abrazo y tranquilizándome de una manera impresionante, después fui con las chicas que ya lloraban un poco debido a la noticia, Geo no estaba- Fue con el doctor, creo que ella quiere verlo…
Y esperemos cerca de dos horas, sin nadie que nos dijera nada. Hasta que Georg llego con una expresión de un susto impresionante, que nos dejo más que helados
-¿Qué pasa?- le pregunto Gisela
-Mi bebé debe nacer ahora- dijo soltando un par de lágrimas y limpiándolos con sus dedos- ella quiere verte Mat- me dijo y de inmediato seguí a la enfermera, Zay estaba siendo trasladada a quirófano
-Zay- le dije entre alivio y preocupación ella me extendió su mano y yo la tome presionándola un poco, ella ya sudaba. Me alegraba un poco que ya hubiera cumplido los siete meses
-Matilda- dijo pausadamente, le pedí que no hablara, pero ella insistió- si me carga el payaso, debes jurar que cuidaras de mis hijas, aunque Georg sea padre de una, quiero que tu estés a su cargo y que ayudes a Geo en lo que necesite ¡por favor!- rogo llorando provocando mi llanto de inmediato
-No Zay, tu vas a salir de esta
-Vamos Mat, debes jurármelo
-Señorita, no puede pasar- me empujo un enfermero con despotismo y tuve que soltarla
-¡Te lo juro Zay!- dije en llanto- Y también juro que saldrás bien de todo esto- termine hincada en el suelo llorando sin consuelo, hasta que Tom llego a cargarme, trataba de consolarme. Decidimos ir a otro lugar, si Georg me veía así las cosas estarían fuera de control
Subimos a paso veloz a la azotea, donde el aire frío me tranquilizaba un poco mientras Tom limpiaba mis lágrimas con un pañuelo, me miraba confundido, encendí un cigarrillo y me recargué sobre su pecho mientras el pasaba sus brazos por mis hombros
-Me acaba de pedir que cuide de sus hijas si ella muere- dije rápidamente tratando de olvidarlo, cerré con fuerza mis ojos y sentí como Tom me aparto de su cuerpo para ver mi expresión- Jamás en la vida pensé que estaríamos en esta situación- dije calmándome al fin, aunque mis ojos están un poco enrojecidos
-Y no tiene por que pasar lo peor- dijo sonriéndome de una manera extraña, como cuando no sabes que decir
-¿Qué pasa?- dijo Georg a nuestras espaldas y se escuchaba molesto, me negaba a voltear, definitivamente no quería que me viera- Acabas de hablar con mi esposa y tengo derecho a saber- dijo caminando hacia mí, me voltee antes de que él pudiera tomarme del brazo, mis ojos se abrieron como un plato y él se quedo callado- ¿Por qué llorabas?- dijo asustado
-Le mordí un pezón- nos interrumpió Tom besándome el cuello y entrelazando sus dedos a los míos- y fui un poco tosco.- me quede callada, ese comentario estaba completamente fuera de lugar y Georg no disimulo su enojo
-Eres un idiota- le dijo dando la vuelta- ¡Mi mujer se está muriendo y tu sales con tus estupideces!- decía caminando escaleras abajo
-Deberías hablar con él- dije soltando sus dedos y caminando junto con él dentro del hospital
-Lo único que quería era que no te cuestionara, y funciono- dijo tomándome de la barbilla y dándome un beso- Bajamos las escaleras y Tom se adelanto.
Dio la vuelta al pasillo mientras yo me veía en el espejo del sanitario que estaba a nuestro paso. Al salir escuche un llamado de emergencia al quirófano y emprendí la huida, al doblar en un pasillo choque con un hombre, y termine cayendo al suelo
-Disculpe- dije aparentando que no me había dolido, pero la verdad era que si- no fue mi intención
-No corro, no grito, no empujo ¿Qué no sabes leer?- me dijo el hombre extendiéndome la mano, al hablarme de esa forma tan fría, no pude evitar rechazar su cortés gesto y levantarme por mi misma, voltee a mirarlo y pase a quedarme pasmada
-¿Isus Dubocovich?- dije entre trabada y tímida
-A tus ordenes ¿Tienes cita?- me dijo caminando al que parecía ser su consultorio
-No- le conteste aún parada en el mismo lugar
-¿Te conozco?- pregunto seriamente
-No- volví a contestar mientras el levantaba una ceja, el movimiento de sus pies me indicaba que tenía prisa- lo vi en una foto, en su vieja casa de Sisak
Volteo a verme con asombro, me examino de pies a cabeza, hasta sentirme cohibida por su mirada que parecía veía todo mi interior, después frunció el ceño y me miró arrogante, pero también estaba triste, el ambiente empezó a tornarse desolador y no tenía idea de porqué
-¿Con que motivo estuviste en Sisak?- preguntó de pronto sacándome de mis pensamientos
-Fui en busca de alguien- por lo que sabía, Isus había examinado a Lucija, y vivió junto a ella un tiempo, pero no sabía si era prudente decirlo- Su hermano Darko fue quién me lo señalo en la fotografía- sonreí de manera casual, pero él no lo hizo, seguía parado cerca de la puerta de su escondite, y sus ojos se abrían cada vez más, ahora ni siquiera sabía cómo huir
-Así que por ti paso lo que paso- dijo negando con la cabeza- ellos debieron advertírtelo, el nombre de Lucija está prohibido, decir su nombre es tragedia inmediata. Siempre pretendieron que eso no era más que un tabú que el pueblo había inventado, y ahora han comprobado la teoría
-¿Qué sucedió?- pregunte confundida, ahora no entendía nada de lo que pasaba
-No te importa, aléjate de nuestra familia- dijo entrando y azotando la puerta a su espalda.
Me quede más que perpleja en el pasillo, decidí dar la vuelta y caminar sin un rumbo exacto, no conocía muy bien el hospital, pero sabía dónde estaba el bello cunero, ahí Zay había dado a luz a Melissa, así que baje algunos pisos y me encontré recargando la cabeza, mientras unas enfermeras arropaban a un hermoso bebé. Fue cuando pensé que Zay estaría dando a luz en ese preciso momento.
-Te tardaste- me dijo Tom cuando puse un pie en la sala de espera- ¿Qué paso?
-Nada- le dije suspirado- ¿Cómo esta todo?
-Pues nos han dicho que ambas están bien- dijo Gis acariciándose su pancita
-¿Cómo?- pregunte entusiasmada- ¿Ya termino todo?
-No- dijo Georg a nuestras espaldas- al parecer el “están bien” se refiere a “por el momento están estables”. Están en plena cesárea- dijo tragando saliva, terriblemente nervioso…
sábado, 17 de abril de 2010
Gracias
Capitulo LXXXIX – No eres bienvenida en este lugar
-Katherina- me despertó Luka esa mañana, la fiesta de anoche fue salvaje y termine con varias en mi cama, hace poco que se fueron dándome sus números, mientras yo tranquilamente me metí a la cama a descansar un poco
-¿Qué pasa?- le dije encamorrada sin moverme del lugar
-Necesito que despiertes, Darko me acaba de llamar- dijo seriamente
-¿Qué quiere el prodigio de tu hermano?- le dije fastidiada incorporándome y tomándome con fuerza las sienes, no es que tuviera buenos recuerdos de su familia
-Tu abuela acaba de morir- dijo tajante y tal vez esperando que me sorprendiera- ¿No vas a decir nada?
-¿Tendría por qué?- dije resoplando y levantándome de la cama- Yo sé que es… era mi abuela, pero no tengo ningún vinculo con ella. Ni siquiera se dé qué color es su cabello o algo así
-No importa- se dirigió a la puerta, antes de cerrarla, volteo a mirarme- eras la única familia que le quedaba. Prepárate por qué en unos días iremos a Sisak
-¿Para qué te llamo tu hermano?- cuestione socarronamente- ¿Acaso pretende recibirme en su casa como cuando era una niña? O mejor aún- lo miré levantando una ceja y mojándome los labios- ¿Le dirás a tu hermano que tenemos sexo todos los días? Qué ahora has olvidado a Ivana en los brazos de su hija, a quién por cierto le llevas 26 años ¿Vamos a festejar Luka?
-Nada de eso, él me avisó por qué es su obligación, y yo como tu padre adoptivo debo hacerme cargo de estos asuntos. Él no sabe que estás conmigo- lo dijo como ignorando la parte que desde hace varios meses nos revolcábamos a placer en todos lados- Te lo diré una vez más, prepárate- y salió de mi habitación.
¿Qué haría yo de regreso en Sisak? Muy buena pregunta. Nos tardamos unos días en el papeleo, nosotros ahora nos encontrábamos en su casa en París, habíamos decidido dejar nuestros juegos de espionaje, ahora mi pequeño amorcito estaba de vacaciones con sus queridas amiguitas, tenía que dejarla aprovechar. Debo dejar que ella sea feliz para que cuando nos volvamos a encontrar, me acepte con los brazos abiertos, al fin que ya deje que llegara a México sana y salva, que a nadie le pasara nada y que su hermano al fin se casara con esa mujer tan simple. Salimos temprano, y mientras estábamos en el avión pensé en mi pobre hermana que no tuvo la oportunidad de vivir… en la brusca manera en la que accidentalmente cayó al río… y lo triste que fui al perder a mi gemela…
Llegamos por las nueve de la noche y decidimos instalarnos en un hotel ¿Por qué no en su casa? Sabíamos de ante mano que no soy bien recibida en ella, seguramente a mis más grandes amigos les daría un susto enorme el verme… aunque tal vez el bello Zvonimir siga pensando en nuestras divertidas tardes de chicos, después de todo él fue mi primer beso.
…
-Luka- le dije tocando en su habitación, ya era medio día- Ya se nos hizo tarde, me voy sin ti
No espere respuesta y salí del lugar. Sisak- Moslavina, hace tanto tiempo que deje de ver mis raíces que ya ni recuerdo el nombre de las calles, pero al igual que cuando era una niña, sé llegar a casa sin necesidad de preguntar. El problema es que ahora mi casa ya no existe.
--- Zvonimir---
-¿Danica?- llame a mi hermana, se suponía que ella estaba cuidando de mí por ordenes de nuestro padre, sin embargo, me alegro de que no esté vigilándome.
Ella sabe mejor que nadie las razones por las que me pongo así al recordar a Lucija, es algo que en verdad no he podido controlar, aquella chica, Matilda, vino hace pocos meses y yo aun pienso en ella, en lo que hará y cómo reaccionará Luc cuando le cuente que su amiga estuvo aquí preguntando por ella.
Ahora su abuela ha muerto, seguro ella ya lo sabe, seguro ella vendrá, y no por gusto sino por ordenes del Tío Luka…no, me he equivocado, ella ya está en éste lugar.
-¿Va a salir joven?- me pregunta Aline, la señora que prácticamente nos crío a mi hermana y a mí- ¿La señorita ya lo sabe?
-Sí- conteste de inmediato- Voy a ver a unos amigos, regreso en un rato- y corrí por el largo pasillo hasta bajar las escaleras como un loco, llame la atención de los muchos mozos que estaban sin hacer nada en la casa, tome un auto y me dirigí a aquel lugar.
-Kat-
-Vaya, vaya- digo para mis adentros quitándome los anteojos y viendo la bella capilla que ahora ésta donde deberían estar los restos de mi casa quemada- Que cursi es la gente en este lugar- y resoplo. Hay un letrero con nuestro apellido en la parte superior a la puerta, con arcos en pico y un bello diseño gótico, ahí es donde descansan las cenizas de mis padres y mi hermano, las de mi hermana están en “cuerpo presente”, que después de veinte años ya no ha de ser otra cosa que… nada.
Mi familia era muy querida aquí en Sisak, el matrimonio de mis padres envidiado por la mayoría, y una familia que cualquiera desearía, hasta que las horribles gemelas empezaron a hacer de las suyas, como decían las mamás de nuestros compañeros en la escuela.
Tras dar un recorrido por fuera del lugar, que no tiene más de tres metros de frente y cinco de fondo, decido entrar, la puerta se abre ante mi haciendo un ruido escandaloso y fantasmal, las cenizas de mi abuela descansan en medio del salón, tiene flores frescas, supongo que los Dubocovich se han encargado de todo. Ellos siempre tan acomedidos.
-Mira que hacer un cementerio personal en donde estaba mi casa, supongo que tendré que darles una bandera por ser tan buena gente- y me rio después de darme cuenta que no hay nadie que escuche mi sarcasmo- he regresado madre- dije haciendo reverencia a una pequeña ventana entintada con un leve color jerez, en el cual se hallaban, en una hermosa caja, las cenizas de Ivana Milicevic, mejor conocida como la señora más feliz del pueblo, la mujer de Radovechich.
A su costado, estaba otra cajita, con mi padre, al que también hice una bella reverencia- ¿Me cargaras en tus piernas padre?- dije sin darme cuenta que una lágrima ahora bajaba lentamente por mi mejilla. La verdad es qué la muerte de mi familia fue tan precipitada que no me había dado tiempo de pensarla, tantas mentiras que ahora dominaban lo que soy. No me daba tiempo de llorar y demostrar que no soy quien presumía, que no tengo nada de esa mujer
-Solo soy una niña asustada mamá- dije hincada frente a su cripta- ¿Por qué no me dejaste quedarme a tu lado?- ahora con poca fuerza, aventaba mis puños contra el vidrio- Si me hubieras creído que soy Katherina, aún estarían aquí conmigo, o por lo menos… por lo menos hubiéramos muerto todos juntos….
¿Por qué mi cuento de hadas se había terminado? ¿Por qué un día lo tenía todo y al otro mi casa estaba reducida a las cenizas? ¿Por qué nadie me creyó jamás?
Me puse a rezar. Recuerdo que mi madre siempre me decía que Dios me cuidaba, qué el siempre me escucharía, que cuando tuviera miedo recurriera a él. Y siempre terminaba con la frente recargada en la cama y mi hermana tomándome de la mano, ella hacía que ya no tuviera miedo. Yo no necesitaba a Dios, la tenía a ella.
-¿Padre?- dije después de un rato de reflexión- ¿Recuerdas cuando se murió el caballo?- y me reí, recordando el momento en el que accidentalmente Lucija había tirado el veneno en el agua del hermoso animal- ¿Recuerdas que me preguntaste si yo sabía quién era y te dije que no? Pues siempre lo supe- me levante y camine a donde el nombre de mi padre me quedara de frente- Fue mi hermana, la pequeña Lucija era muy torpe papá, y tú siempre la consideraste por eso.
Después di la media vuelta, y ahí estaba la tumba de mi hermano. Mi dulce hermano, siempre nos recibía con una sonrisa, era muy inteligente, pero fue muy desafortunado, seguramente habría sido un hombre muy guapo.
-¿Me permite esta pieza abuela?- le dije canturreando y cargue sus cenizas en mis brazos, di un par de vueltas y más vueltas. Era nuestro primer encuentro y yo me veía tan mal- Usted disculpará abuela, pero no sabía que hoy sería nuestro primer encuentro
-No te preocupes Lucija, tú siempre te verás bien- dije imitando la que imaginaba era su voz, y me daba mucha risa ese hecho
-No abuela, yo soy Katherina, Lucija está ahí atrás- le dije señalando con la mirada- somos gemelas abuela por eso siempre la gente nos ha confundido
-No es verdad, soy vieja pero no estúpida, tú eres Lucija
-Ya no quiero discutir contigo abuela- y deje sus cenizas de mala gana de donde las había tomado- ¿Puedes creer que hasta estando muerta nos confunden?- le dije a mi hermana- Lo más gracioso de todo esto es que ¡La abuela también está muerta!- y ahí estaba, mi risa resonando por los rincones de ese lugar que tenía dentro los cuerpos de la única familia que tenía, que alguna vez tuve. Ahora me daba cuenta que ni siquiera Matilda me quería a su lado. Que miserable me estoy sintiendo
-Deberías estar viva y sufrir conmigo- dije con rencor hacía la cripta de Lucija- si no hubieras sido tan torpe- me lamente bajando un poco la mirada, leyendo el nombre que estaba ahí grabado- ¿Katherina?- me repetí con hastió- No- dije negando y caminando un par de pasos hacia atrás- Yo estoy viva, yo soy Katherina y tú… ¡Tú eres Lucija!- dije señalando el vidrio, me di cuenta que lo único que podía ver en él era mi reflejo, uno que en definitiva no era él mío. La persona del reflejo esta triste…
-¡Tú eres mi hermana!- azote mis manos en el vidrio, este se estrello- ¡Tú eres Lucija! ¡Yo soy Katherina!- dije golpeando de nuevo, cuando al fin el vidrio quedo destrozado y pude tomar la caja entre mis manos. Un extraño olor a azahares inundo el lugar, en la parte baja de la cripta de mi hermana había un ramito con esas bellas flores, Para ti, nuestra querida Katherina, se acerca tú cumpleaños. Una ridícula nota sin nombre, unos estúpidos más que no se cansaban de repetir que la que había muerto era Katherina -Que importa ya- dije al tiempo que regresaba la cajita a su lugar- aquí la viva soy yo.
-No por mucho tiempo, eso te lo aseguro- dijo una preciosa voz masculina a mis espaldas. El gruñido de la puerta al cerrarse me dejaba claro que la persona que estaba ahí, tenía pensado enfrentarme. –No es que haya muchas personas en este lugar que se atrevan a mirarme a los ojos, y mucho menos acercarse al mismo lugar donde estoy yo- le dije al chico aún sin voltear a mirarlo, de ante mano sabía de quién se trataba- así que debes se tú, mi querido Zvonimir- me di la vuelta para encontrarme con su mirada, en ella no había miedo. En realidad es un chico muy guapo -no sabes qué gusto me da volver a verte
-A mí también me da gusto verte- dijo sonriéndome. Me encontraba en verdad sorprendida- Lamentablemente este encuentro no se va a poder repetir, ya que de aquí viva no vas a salir- dijo canturreándome como cuando era una niña, y sus juegos ridículos de acertijos matemáticos
-¿En serio?- pregunte irónica- Sorpréndeme muchacho
-Jamás te han gustado los acertijos mi amada Lucija, ya te sabes todos mis juegos, creo que tendré que improvisar
-Sigues siendo tan estúpido, y lo peor, me sigues confundiendo con mi hermana. Deberías ver que ahora ella y yo ya no nos parecemos tanto, ella sigue siendo una niña y yo ya soy toda una mujer ¿Qué no me ves?
-Aunque hubiera vivido, Katherina se distinguía por ser buena persona, un verdadero encanto. Tú, en cambio, eres el diablo. Y Kat lo sabía, por eso la mataste
-Yo no mate a nadie- dije fastidiada- yo soy Katherina ¿por qué no puedes creerme?
-Por qué yo te vi matarla- contesto seriamente caminando hasta donde me encontraba, pensé que me golpearía, sin embargo me abrazo por la cintura y me dio un tierno beso en los labios- pero no importa- deslizaba con suavidad sus labios desde mi boca hasta mi cuello- yo te amo Lucija, y si quieres que te llame Katherina, puedo hacerlo
-¿Por qué?- pregunte confundida, no sé ni si quiera el porqué de la pregunta, el me sonrió y me obligo a poner mis manos sobre su cuello, y ahí fue donde empezamos a bailar. Ahí fue donde por primera vez me sentía bien…
-Disculpa que salga con Kat sin tu permiso Tomislav- dijo Zvonimir en dirección a la cripta de mi padre- espero me perdones- comenzamos a reír, después, tuvimos sexo frente a mis padres, a mis hermanos y a mi abuela
-Supongo que esto es mejor que hacerlo en la cama de tus padres- me dijo aventando las cenizas de mi abuela y posándome sobre la mesa donde estas se encontraban, al momento que arremetía contra mí, mientras gritaba mi nombre, me di cuenta de un olor extraño
-¿A que huele?- pregunte mientras sentía como mi pequeño amigo se ponía sobre mi cuerpo, aventando los floreros que a nuestro alrededor estaban
-Es gasolina- dijo cínicamente mordiendo uno de mis pezones, placer enfermo que no me dejaba mover- te dije que no volverías a salir de aquí- y seguía dándome, con más fuerza cada vez, y a mí me gustaba. Saco un encendedor, no sé de donde, no sé si ya lo traía con él
-No lo hagas, tu y yo podemos divertirnos mucho…Zvonimir- decía mientras ya no podía contener más los gritos que me provocaban sus movimientos
-¿Sabes que Matilda estuvo aquí y que ahora ya sabe quién eres?- dijo cuando me tomaba de ambas manos, sin dejar de penetrarme- Ahora ella te odia y no tienes razones para seguir viviendo Lucija, mataste a tu hermana y a tu familia, me hiciste esperar casi veinte años. Me hiciste desearte todas las noches, y ahora estas aquí solo para mi, y de nadie más serás- me dijo mientras mostraba la flama y yo veía como empezaba a llenarse de fuego el capitolio, tenía tanto miedo, pero sentía tanto placer
-No- decía tratando de contener mi cuerpo ante el suyo
-Sí- dijo besándome frenéticamente, cuando sentí las ardientes brasas del infierno tocando mis pies. Mientras veía a mi familia llamándome con sus manos, dándome la bienvenida…
Y a Katherina…no… a mi hermana… a Lucija… quién me rogaba porque ya no mintiera más. Que aceptara de una vez quién era quién y le devolviera su lugar…
¿Es un pecado tan grande el amarte? El precio a pagar son mil años y una eternidad quemándome en las brasas del ardiente infierno. Suena tentador, Matilda…
Matilda Baeza Reyes
Lugar: Querétaro México
Hermanos: Carlos, su gran adoración
Padres: Fernando Baeza y Martha Reyes
Es una chica común como mucha gente la ha llamado, aunque ella para sus adentros afirma que es “rara”. Alta, delgada y de “piel morena brillante” [como Catalina la llamo y Tom también]. Se graduó en psicología educativa en el año 2010 y realizo una maestría en “afasias del lenguaje”. Siempre fue muy floja en la escuela, sacaba muchos dieces pero jamás se sintió satisfecha con eso, sus materias favoritas son literatura, español, química e historia, amor que le inculco su padre ya que es historiador.
Tiene excelentes relaciones con todas las personas que conoce, según ella no tiene enemigos y no se le da bien eso de odiar. Tiene muchas amigas, pero es sólo un grupo limitado a las que ella llama “sus hermanas del alma”, con su familia lleva una excelente relación, jamás se han separado, aunque ella vivió con Catalina unos años, la relación familiar seguía tal y como siempre.
Ha tenido muchos apodos, wakal, wakala, wakalita (y todas las variaciones), galletita, princesa, kanto, paquetito, morochita, chabeli, matraca, samaki, mona, cachito, pituka, entre otros muchos, que le gustaban mucho, pero el que le gusto más que todos fue Haruka, el que le puso Cata.
Conoció a Tokio Hotel gracias a su hermano quien sin su permiso metió “Monsoon” a su móvil.
Es una gran fanática de casi todas las cosas, sonríe la mayoría de las veces y cuando esta triste se pierde en el alcohol. Odia la cerveza, jamás tomará una. Fuma cerca de tres cigarrillos al día y cuando está nerviosa, triste o en fiestas puede acabar con varias cajetillas, le fascina estar rodeada de gente.
Ama el color morado, purpura, violeta y todas las variaciones de este enigmático color. Su número favorito es el 13, casi no le gustan los números pares ni los círculos, la fascinan las rayas horizontales. No le gusta el café, ni en color ni en bebida, prefiere el té de hierba buena.
Se distrae con facilidad y casi nunca entiende cuando la alburean o el cinismo de algunas personas. Habla con sarcasmo en su medio común de amistades. Sus amigas la llamaban reina de la primavera, cada que paseaba por los pasillos de la Facultad, saludaba a una enorme cantidad de gente. En cuanto a los chicos, siempre tuvo la manera en la cual entretenerse, jamás pensó en una relación seria hasta que conoció a Marco. Le da igual si le regalan flores o no. No le gustan las serenatas. Odia con locura y con pasión el unicel. Puede dejar de comer en McDonald’s pero jamás dejara la Coca Cola. Si algo puede fastidiarle el día, es que toquen la puerta de su habitación en la mañana, o le hablen para que se levante.
Le encantan todos los postres y es muy buena en la preparación de los mismos, ama las oreo y los chocolates dulces. Es alérgica a los gatos, ironía de la vida ya que es su animal favorito. Tiene una pequeña mascota llamada Dorian, es un perro salchicha en color negro, en estos momentos tiene 7 años, se quedo en casa de sus padres por una fuerte discusión que tuvo con su hermano por quién se quedaría con el bello animal.
Le da miedo la música que tocan en las iglesias, y solo le da gusto entrar a una que está en el centro de su ciudad, que es donde descansan las cenizas de su abuelo, creyendo firmemente que es esa la iglesia donde quiere casarse. Tiene un doctorado ficticio en besos.
Odia cualquier tipo de traición pero perdona con facilidad, detesta los actos corruptos y el abuso de autoridad hacía las demás personas. Es muy ingenua y se le da creer en las personas con extrema facilidad.
Después de haber escuchado Monsoon, se puso a ver el video y al ver a Tom pensó que se parecía al vocalista, al ponerse a investigar y descubrir que son gemelos, le causo extrema curiosidad la vida de ambos. Al ver el video de Don’t Jump se declaro seguidora de la banda alemana. Le gusto Tom al ver lo picara que es su personalidad, y en cuanto al estilo, sé inclino por las rastas y las gorras.
Las cosas que más le gustan de Tom, físicamente, su espalda, sus labios, sus ojos y su sonrisa en la que se perdería por horas… en realidad de gusta todo de él. Ama sus caras berrinchudas y el movimiento que hace con las manos al bailar, la fuerza con la que la toma de las manos y la manera en la que duerme mirándola.
Le ha pasado de todo pero no se deja llevar por la tristeza, es muy reflexiva y puede pensar por horas en un rincón completamente callada, pero si no hay ruido a su alrededor no se podrá concentrar.
Tiene un muy mejor amigo secreto y su nombre es Silvestre, es su gato de peluche, obsequio de parte de su Abuelita. Ama con locura y con pasión a su familia. Ama con locura y con pasión a sus amigos, ama con locura y con pasión casi todo en esta vida. Es una mustia xD.
-Come galletas saladas con crema y salsa
-Ama su cabello, que es originalmente castaño medio, ella se lo pinta de negro
-Sus frutas favoritas son la piña, las fresas, los duraznos y las uvas.
-No le gusta la sandía (cuando tenía 8 años se comió una entera y la vomito, le da asco desde entonces).
-Escucha música cuando se baña (sola por supuesto…. xD)
-Es una verdadera amante de los tacos
-Le gustan mucho los deportes, por herencia el futbol soccer, por convicción el futbol americano
-Es una amante loca del anime.
-Adora los felinos, es defensora del Tigre Siberiano
-Cuando algo le falla, y no encuentra la manera de resolverlo, se pone roja de coraje.
-No se puede imaginar una vida sin el chocolate y mucho menos sin el internet.
-Llama “hermano” a Carlos debido a los personajes principales de Full Metal Alchemist.
-Jared Leto es su amor platónico.
-Aparte de Tokio Hotel, es una fiel seguidora de Muse y de 30 Seconds to Mars
-Es una mustia! xD *FIN*
PD: Ella en verdad esta loca. *FIN REAL XD*