Habíamos salido de nuestra casa con un excelente sabor de boca debido al día de ayer, Tom me hizo de desayunar waffles con chocolate engatusándome para que los comiera sobre su delicioso abdomen. Nos dimos un baño y abordamos la camioneta con camino a Hamburgo. Íbamos cantando alegremente hasta que mi prometido me conto el secreto que sería nuestro matrimonio, al igual que nosotros éramos los únicos que sabíamos del matrimonio entre Bill y Dian serían ellos los únicos que sabrían del nuestro, cosas de hermanos, de amigos y de Kaulitz.
Llegamos a casa y vimos un montón de autos extraños a las puertas de ella, Diana salió en seguida que nos escucho llegar mientras nosotros nos dirigíamos miradas llenas de duda
-¿Quién?- pregunte confundida, al parecer algo malo pasaba en casa
-La policía y Jost están hablando en la sala- me respondió Diana muy desubicada
-¿A quién buscan?- le dijo Tom un poco hostil, para después pasar a sonreírle inocentemente
Ellos se quedaron mirando un segundo y después comenzaron a reírse y yo no entendía el porqué, me abrazo y me susurro un felicidades que me puso roja y emocionada a la vez, salte en el suelo y tomadas de las manos, con Tom tomándonos de los hombros, entramos a la casa
-¿Señora Matilda?- dijo un hombre de alrededor de 60 años, quitándose los lentes oscuros de la cara, yo lo mire hastiada por la forma en la que me llamo, inclusive note como Tom se tensó- Soy el agente Abelard Beckenbauer y el es mi compañero Maurer- el otro hombre dejo su taza sobre la mesita de centro y levanto una mano en mueca de saludarnos, nosotros los miramos pidiéndoles una explicación a lo que sucedía
-Señorita Reyes, si me hace el favor- estaba a punto de morir de la risa cuando sentí que el ambiente se había relajado de una manera increíble
-Bueno, “señorita” sensible Reyes- dijo de la manera más hostil que pudo haciendo que todos volviéramos a ponernos tensos
-Escúcheme, no me importa quién sea no voy a permitir que venga a in…- comenzaba Tom con ese tono desesperado
-A mi tampoco me importa quién seas tú- le contesto dejándonos a todos callados- tienes cita mañana al medio día para testificar sobre la muerte de la psicóloga Alice Reiniger y el joven Marco Piña, si no estas para esa hora vendré con una orden de aprehensión en tu contra, ¡Qué tengan una buena tarde!- dijo de manera aparentemente simpática saliendo de nuestra casa
-Creí que ese asunto ya estaba solucionado- dije pasando a la sala viendo a David que estaba con la boca abierta- ¿Qué te dijo Dave?- pregunte tratando de olvidar la grosería que acababa de hacer aquel hombre, mientras Bill le aventaba un poco de aire a Tom que parecía estar a punto de explotar del coraje
-Pues me llamo hace un par de días, pidiendo las razones por las cuales no habías ido, le dije que estaban fuera del país, amenazo con venir a verte en cuanto regresaran y aquí esta, la verdad no tengo idea de que ha pasado con todo ese asunto, pero no podemos perder el tiempo la gira da comienzo en diez días
-No te preocupes, mañana iré, soltaré todo lo que se y me dejaran ir, no tienen razón alguna para involucrarme en ninguno de los dos asesinatos- la verdad me costaba trabajo pensar que tenía que enfrentarme a las pruebas, se había dio que una foto mía estaba en la escena del crimen, todo ese asunto se me había olvidado, pero algunas veces despertaba sobresaltada pensando en que clase de foto podía tener ella, que significaba que estuviera ahí. Necesitaba saberlo todo
-¿Y ahora que hicieron?- se escucho la voz de Jay al fondo- Mira que hasta la policía ha venido ¡Haruka!
-Yo no fui bro- le dije esperando su abrazo- te juro que yo no fui
-Esta bien, te creemos- me dijo Javy extendiendo los brazos mientras caminaba hacía mi, con una sonrisa, pero sin ella a la vez, los demás ya estaban haciendo bolita sobre el sofá a Jay
Al ver el ambiente que se estaba formando en casa a la llegada de los J’s, Jost decidió marcharse esperando que las noticias de mañana fueran mejores que las del día de hoy.
Prácticamente dos minutos después Andreas ya tenía a Javiera asfixiada con tanto beso, los demás nos ocupábamos en preparar la comida de ese día, cuando Jay de pronto se quedo perdido en sus pensamientos y dejo de moverse
-¿Qué pasa?- le pregunto Bill asomándose para ver su expresión de inminente tristeza
-Nada- le dijo nuestro joven Jaden apurándose a borrar cualquier indicio de lágrimas
-¿Es algo que paso con Dalila?- pregunto Tom curioso y él lo miro confundido- Vamos man, sabes que puedes confiar en nosotros
-No es que no confíe chicos, no mal interpreten- nos dijo sentándose en el banco más alto de la barra, suspirando- Dalila es muy hermosa, pero cuando yo fui a México ya estaba con alguien más, y sigo estando con ese alguien, Dalila y yo tenemos muchas cosas en común, en esas dos horas que estuvimos juntos la sentí como mi hermana, además de que Fefe es mi novia, no tengo permitido dejarla, mucho menos pensado hacerlo, todo en ella me gusta, me encanta, me fascina, la quiero chicos, y mucho
-¿Fefe?- pregunte idiotizada por la manera en la que hablaba de todo ese asunto, del cual la verdad me encontraba un poco ausente- La chica del bar- dije en una afirmación y el asintió con la cabeza de manera perezosa, pero sin dejar de sonreír
-Ella es maravillosa, espero puedan conocerla algún día
-Invítala a comer- le dijo Bill extendiéndole el teléfono, con una mueca de aceptación que a Jay termino por animar
-Aún debo contarle que Lau está muerta, no sé qué dirá sobre esto…
¿Cómo explicar nuestra reacción? Los tres Kaulitz presentes nos quedamos mirando atónitos cómo es que lo había dicho de forma tan natural, pero a la vez preguntándonos si se trataba de la misma mujer, la misma chilena con la que pase un par de noches. Era una cosa bastante curiosa que todo lo que nos rodeaba estaba conectado, los chilenos estaban conectados, por cuadras, países, secciones, una fiesta. Javy y Jay junto a Lauren, siendo vecinos, y no sé qué relación tiene esta última con mi nueva cuñada, Fefe.
Se hizo presente la pequeña novia de Jay tan solo media hora después de la llamada, la comida estaba lista y solo la esperábamos a ella, es pequeña, de linda piel morena y ojos pizpiretos más una sonrisa encantadora. Cuando ya todos empezábamos a comer, Jay y Javy comenzaron hablando de lo que habían pasado en su país, ahí fue cuando nos enteramos de que Fefe y Lauren eran primas lejanas…
-¿Pero cómo fue?- pregunto ella una vez que se Jay dijo que lo único que había pasado era eso
-Pues al parecer tuvo un accidente en el auto, uno muy extraño, tú sabes que era una excelente conductora
-Mi pobre prima- dijo Fefe no muy consternada, al perecer eran más que lejanas- ¿Tu la conocías Matilda?
-Sí- conteste secamente pensando en… ella de nuevo. Lo poco que realmente conocí de Lauren era su más que magnífica manera de conducir, los detalles que decía Jay indicaban que había sido un sabotaje a los frenos, un clásico mata gente…
Sin querer, nos quedamos en un minuto de silencio hasta que escuchamos a Gustav llegar, el traía el postre. Se nos olvido rápidamente que mi ex amante ahora estaba bajo tierra y disfrutamos del rico pastel que Gis había preparado. Pronto llego la noche y todos se fueron a sus respectivas casas y habitaciones, cuando Tom ya estaba roncando, no pude evitar pensar en la cita que tenía mañana para declarar… ¿Qué cosa? No tengo la menor idea…
…
-Toma asiento- me dijo el compañero mudo, el agente Maurer, un hombre mucho más amable que el otro pedante- Disculpa el comportamiento de mi compañero, esta en plena jubilación y trae un carácter que nadie lo aguanta, por eso seré yo tu policía bueno
-Me parece perfecto- le conteste suspirando, él me sonrió y en seguida fue por un tipo de cuestionario que me aplico, qué tipo de relación tenía con Marco y con Alice, como nos habíamos conocido, después él comenzó a hablarme de la manera en la que murió Alice, ahorcada, sin ninguna pista que diera la idea, más que un asesinato ocurrido un poco después, el de mi ex novio.
-Y se que te habían mencionado algo acerca de una fotografía, pero creo que se trata de otra Matilda- dijo el agente confundido, me mostro la foto que estaba muy bien resguardada tras una bolsa aparentemente de plástico, lo primero que vi fue el nombre, escrito con delicadeza en letras cursivas y tinta roja
-Esta letra yo la conozco- dije levantando una ceja, él me miraba más atento que nunca esperando lo que estaba a punto de decir, cuando di la vuelta a la fotografía, para mis sorpresa no estaba yo en ella, sino nada más y nada menos que una de las gemelas Radovechich
-Y bien Matilda, creo que has descubierto algo- inquirió rápidamente colocando sus codos sobre el escritorio
-Esta letra es de Catalina y la de la foto, no sé si es ella o es su hermana- conteste automáticamente, el comenzó a anotar cosas. Después paso a preguntarme quién era Catalina y le dije todo, sobre su casa en Sisak, en México y todo lo que sabía sobre ella y la gente que la rodeaba. No había de otra, Catalina había matado a Marco, pude comprobarlo cuando vi el listado de cosas que estaban en la habitación, aparte del sadomasoquismo, las botellas de Hennessy fueron las que me hicieron comprender lo que ella era capaz de hacer. Así que, no sé en qué momento, el oficial Maurer llamo a Sisak, no sé para qué, cuando ya le había dicho que ellos no sabían cosa alguna de ella… o al menos eso era lo que todos creíamos.
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