Capítulo CVIII-Extraños

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¿Qué tal se encuentran los chicos de Tokio Hotel esta noche?

Gritaba un hombre justo en medio de la alfombra roja. Resulta que lo que todos nosotros, ajenos al país, pensamos que era el festival de Sapporo, aquel famosísimo festival de la nieve, termino siendo una cosa completamente distinta... Digamos que nos equivocamos de fecha, ese famoso festival, es en febrero.

Entrega de premios del Japan Cable Music, donde las celebridades más representativas de las distintas categorías estaban presentes, me toco codearme nuevamente con la señora Saakamoto, y para nuestra sorpresa, Shim y Jun estaban ahí, para la entrega de los mejores actores del año. ¿Qué hacía Tokio Hotel ahí? Estaban nominados a la mejor banda extranjera representativa, no sabíamos muy bien en qué consistía el premio, a todos nos tomo por sorpresa.

Me toco babear ahí frente a Megumi Hayashibara y las CLAMP, que ya están bastante avejentadas, pero su talento lo siguen teniendo, son las autoras de los mejores soundtracks y mangas que leí. Sin mencionar a mi Hiroyuki Takei-sama, aquel hombre que fue creador del mejor manga japonés que leeré jamás, mi favorito para toda la vida.

-Nos sentimos bien- contesto Bill algo aturdido, la sorpresa no nos dejo planear nada, Harley fue la que escogió nuestros atuendos, todos en tonos elegantes y combinados con la nieve, nosotras íbamos en vestidos blancos de distintos estilos- Estamos muy felices de estar en este lugar, es un verdadero honor para nosotros

-Y usted Tom-kun- se dirigió una bella reportera con ojos rasgados y cabello platinado- se ve que está muy bien acompañado esta noche-

-Soy Tom-kun, no se podía esperar otra cosa de mi- respondió orgulloso, acercándome más a él, y también a Harley, que estaba sujeta de su brazo izquierdo, con su hermosa sonrisa resplandeciente y robándose más de una mirada.

-¿Usted es la novia de Tom-kun, no es así?- se dirigió a mí, con una mirada amable… pero…

-Sí- conteste pasados unos segundos. La verdad es que no estaba segura de qué contestar. Sí, me gustaba el juego, eran nuestras cosas, cosas de tres. No me gustaba la manera en la que todos nos veían, a Harley que es más famosa que el ramen, y ahora todos cuchichean que ella y mi supuesto novio son más que amigos. No me sorprende, la manera en que la mira definitivamente no se parece en nada a una amistad.

Ellos se acarician, se miran y sus ojos destellan…

-¿No es hermosa mi cuñada?- intercedió Bill, él, tan astuto como siempre, sabía el aprieto por el que estaba pasando, le dirigió una mirada de decepción a Tom, mi novio no supo cómo responder y me soltó fácilmente de su mano

-Claro que lo es- contesto la reportera más que confundida, además de su mirada perdida sobre los hermosos ojos de Bill- ¿Planes de boda?

-Esa es información clasificada- interrumpió Gustav, jalándome delicadamente del brazo. Gisela caminaba tranquilamente a mi lado, ella estaría verdaderamente poco tiempo en el evento

-Gracias- les dije acomodándonos en nuestro lugar, una hermosa área VIP con luces parpadeantes y colores chillantes

-Sabes que no es problema- dijo Bill sentándose a mi lado y tendiéndome un vaso de jugo

-¿No lo es?- pregunte fastidiada. Las cosas se estaban saliendo de nuestro control. Sí, no era un secreto lo que estábamos haciendo, sí, estaba mal y nos valía un reverendo pepino. Sí, ya todo Japón lo sabe y el último de los sí… Sí quiero llorar, huir…

La noche avanzaba lentamente, entre sonrisas fingidas y felicitaciones a los chicos, fotos extrañas, de parejas extrañas, donde Harley posaba su rostro en mi… en Tom.

-Te lo dije niña bonita- escuche la voz salvaje de un japonés en mis oídos, sonaba tan sensual. Era imposible no reconocerla

-Que tal Shim- le conteste recibiendo sus labios en mis mejillas, se sentó a mi lado, empujándome al respaldo, donde los dos nos recargamos a mirar la gente pasar. Bill hablaba con modistas japonesas y estaba realmente entusiasmado, seguramente ahora que estaríamos de vacaciones, podría diseñar de nuevo. Gustav regreso al hotel junto a Gisela y el premio, y Georg, no tengo idea de donde este. ¡Oh sí! Esta donde el sexy Jun, presentándole a una cuantas chicas. Creo que me falta alguien, pero no estoy segura de quién sea.

-Te lo dije- se burló- Que ella te cuidaría la espalda y no te iba a gustar

-No sabía que con mi espalda te referías a Tom- le conteste irónica, tomando de su bebida, en menos de dos segundos ya teníamos una botella solo para nosotros dos

-¡No sabía que planeaba también estar con la manita sudada!- contesto riendo golpeando sus rodillas con sus manos

-¡Cállate!- le dije yo también riendo, el alcohol estaba haciendo sus efectos – Ella es jodidamente sexy, como esperabas que le dijera que no

-¡Tremendo escote y piernas largas!- dijimos al unísono atacándonos todavía más de la risa

-Mira- me dijo en secreto, moviendo su dedo de manera graciosa, o al menos eso creo…- la verdad es que yo no sabía que pensaba en tu Tomasito, yo sabía que ella te quería a ti, eres el tipo de persona que ella siempre ha querido ¡Ella me lo dijo!

-¿En serio?- le dije parpadeando de manera constante, el sueño me estaba atacando, yo veía seis botellas en la mesa…- Pero hubiera sido más fácil que me lo dijera

-Ella es muy extraña- confesó encendiendo un cigarrillo para cada quién- mira, te voy a decir su plan- comenzó a cuchichearme cosas, ahora todo tenía más sentido… aunque bueno ¡En este momento ese hombre de color rosa tiene sentido!

-Veo que te diviertes- dijo Tom tocando mi hombro, al parecer ya es hora de irnos, me veía con el gesto enfurecido

-No tanto como tu cariño, te lo aseguro- y comencé a reírme, trate de levantarme y mis piernas se doblaron, Tom me cargo entre sus brazos

-No, no. Yo puedo sola- le dije necia, el brazo de Shim me esperaba, ambos lo suficientemente ebrios para morir en ese instante, caminamos a la salida, donde seguramente infinidad de cámaras captarían nuestros momentos de vergüenza

-No seas necia Matilda- dijo Tom tomándome de la mano, jalándome hacía él

-¡No me interesa seguir hablando contigo!- le grite empujándolo con mis manos, Bill lo tomo de los hombros antes de que pudiera caer al suelo, inmediatamente Georg me tomo del brazo y “camino” conmigo hasta el auto, entre risas me despedí de Shim, con la promesa de vernos un día de estos.

Me senté en medio de Bill y Georg, ambos me tenían sujeta de los brazos, como impidiendo que saltara por la ventana, yo no veía al frente, ahí estaban sentados ellos, Harley y Tom. No sé en qué condiciones, mi vista esta nublada, mi cabeza pesada, solo quiero que esto termine.

…Bill Kaulitz…

Ya no éramos una familia, ni siquiera el intento de una. Después de aquella entrega de premios, todo se fue abajo. Haruka y Tom buscaban cualquier pretexto para estar alejados, pero Harley también se había alejado de ellos, como si su plan hubiera sido únicamente el de separarlos.

Las fotos rodearon las cuatros islas japonesas en menos de lo que canta un gallo, primero ellos tres, después Tom y Harley y más tarde Shim y Matilda.

Pero… ¿Por qué? En qué momento paso todo esto… no lo entiendo. ¿Habrán tomado una decisión sin decirle a nadie? Imposible, Tom me lo dice todo

Pasamos por varias ciudades, en estos 15 días que quedaban del mes, porque, oh sí. Mañana es nuestro cumpleaños.

Pasamos por Hakodate, en Hokkaido, llegamos a Honshu, la isla más grande de Japón y de hecho la central, donde dimos muchos conciertos y varias entrevistas, en su mayoría nos preguntaban sobre los sospechosos asuntos que se traían mi hermano y Matilda.

Visitamos Aomori, Akita, Fukushima, Chiba, Kanagawa, Fukui y Kyoto. Celebraríamos nuestro cumpleaños en Tokio, al parecer nos tienen una sorpresa increíble. Después de nuestro cumpleaños, seguiremos viajando, es una verdadera estupidez estar ya en Tokio y no hacer los conciertos planeados para este lugar, visitar las dos islas que quedan y regresar aquí para terminar con la gira…

Idioteces.

Al fin, es jueves 1 de septiembre…

…Tom Kaulitz…

Es el primer cumpleaños que paso así, tan desconcertado de todo lo que me rodea, ella esta aquí conmigo, pero no esta…nadie sabe que dormimos en camas separadas desde aquella noche, cuando me dijo que no quería escucharme más.

Harley y ella hablan, las he visto sonreírse, intentos de beso, caricias….

Pero hoy es un día especial. Es el tercer cumpleaños que paso junto a ella, seguro que Mat también lo recuerda. El primero de ellos la hice llorar… el segundo… perdimos a nuestros bebes… en el tercero… no quiero perderla a ella también.

-¿Has visto mis aretes?- entro al cuarto en ropa interior, yo acababa de salir de la ducha, descansaba en la cama, mejor dicho, meditaba.

-No- le conteste en un suspiro- Mat, hoy es un día especial

-Claro que lo es- respondió gustosa, al parecer con los dichosos aretes en las manos- Es su cumpleaños, y no quiero decir que el primero que pasamos completamente juntos. Tu sabes, el día aún no termina y podrían pasar cosas

-No creo que nada peor de lo que nos pasa ahora- le confesé. Ella se quedo mirándome, y yo como un idiota, sentía mis ojos brillando a causa del esfuerzo que hacía por no llorar.

-¿Ves esto?- me dijo levantando la mano, asentí confundido- Yo tampoco comprendo las cosas, pero ahora no tenemos tiempo para hablar. Este anillo en mi mano, es muestra de nuestro compromiso, Tom.

-Debemos hablar- le dije levantándome

-No hay tiempo- me dijo suspirando- vístete que llegaremos tarde. Te espero afuera.

Salió de la habitación, ella traía un vestido en purpura, su cabello alaciado, maquillaje y accesorios perfectos. Ella es perfecta

Salí al cabo de unos minutos, ella platicaba animadamente con todos, me miro extendiendo su mano, la cual tome gustoso entre la mía…

…Georg…

Nadie sabe con exactitud que es lo que acaba de pasar. No sabemos si ellos solo juegan con nosotros, o juegan entre ellos, la verdad es que no nos ha dado tiempo de hablar

-Al fin- dijo Harley en el lobby, muy guapa también.

Por motivos de seguridad, preferí llevarla de mi brazo. Al parecer a ella le quedo bien, acepto más que gustosa, si puedo presumir.

Llegamos al fin a la fiesta, una con varios toques, desde lo más refinado, hasta lo más común. Videos de nuestra trayectoria, pero sobre todo, videos de ellos. Los gemelos.

Sé que nadie quiere arruinarles la noche el día de hoy, pero no comprendemos, tanto Gustav como yo, que tenemos tanto tiempo de conocernos, no sabemos que es lo que pasa.

Ella lo mira, él no la mira, Tom… él esta mirando a Haruka, Harley voltea a verla también…

Es hora de los abrazos, primero, los efusivos entre los hermanos, entre la banda, después Haruka, quien abraza con ganas a sus gemelos favoritos, y Harley, que se ha portado sencilla, cordial, pero sobre todo como la gran amiga que es de los tres, Bill, Tom y por supuesto Haru.

-Vamos a bailar- dijo Harley en voz alta, echando una mirada general, esta termino por posarse en Thomas. Ahí empezó el declive de todo.

Ahí, todos entendimos lo que pasaba. Estábamos aquí, pasándola excelentemente bien, mientras ellos, que se aman, aparentaban hacerlo… y ante nuestros ojos no son más que un par de extraños. Ese no es el rostro de un Tom enamorado, y menos de una Haru enamorada.

-Lamento arruinar tus planes- dijo Mati interrumpiendo el hilo de mis pensamientos, sin mencionar el que todos la volteamos a ver, incluido Tom, quién, de un segundo a otro, la miro como si ella fuese una Diosa

-¿Los míos?- pregunto Harley un poco confundida

-Los de cualquiera- le respondió Haruka con despotismo, levantando una ceja y poniendo una expresión altamente peligrosa para nuestro buen amigo Tom, pero sobre todo, peligroso para el abanderado que trae bajo los pantalones

-¿Pasa algo, mi vida?- le pregunto Tom, con un aire de esperanza

-Quiero bailar contigo- le dijo Haru, como una orden, Tom se levanto echo un rayo de la silla- toda la noche.

-Vamos Matilda, no arruinas mis planes- le contestó Harley, con un tono de “que bien quede” que no pudo ocultar- Tom es tu novio, y es su…

-Nos vamos a casar en poco tiempo- la interrumpió Mat, con orgullo, ese tono helado que casi nos fractura la espina dorsal a todos

Nadie más dijo nada, creo que mis pensamientos fueron adelantados, los de todos, y nos da gusto saber que Mat sigue queriendo a Tom.

Lo haces únicamente por marcar territorio

¿Aun me quiero casar?

Estoy seguro que dudas sobre nuestro matrimonio… la verdad es que yo también

Ella vino a cambiar todo nuestro mundo

¿Hay solución a nuestro engaño?

Sólo bésame, hasta que ya no pueda respirar…

Otro cumpleaños sin ti.

-Miren a ese par- dije feliz de verlos comiéndose mutuamente

-¿Es verdad que se van a casar?- pregunto Harley, no estaba triste, más bien tenía mucha curiosidad

-Lo dudo- respondió el más pequeño de los festejados, en un murmullo que apenas yo pude escuchar, un tono lleno de decepción, mirando a los dos.