Parecía que ella huía de mí, entro a su habitación y la seguí, definitivamente teníamos que solucionar este problema, y ahora era el momento indicado
-¡Yo ya no puedo seguir con esto!- me dice Matilda entrando en desesperación, pateando el banquillo que estaba justo a su paso
-¿Y tú crees que para mí es sencillo? ¡Eh!- le dije más que molesto, la situación en definitiva se nos había salido de las manos y ahora hasta mi hermano había salido mal de todo esto
-Vete de aquí Tom, no te quiero ver- me dijo entrando a su alcoba y azotando la puerta
-¿Y tú crees que es de mi agrado estar viendo tu cara de amargura todo el tiempo?- le dije recargándome en la puerta, escuchaba su caminar desesperado, seguramente se estaba arrancando el cabello y caminando alrededor de la cama…buscando los cigarrillos para poder calmarse
-¡Solo vete Tom!- me dijo en llanto, joder… lo que menos buscaba es hacerla llorar…pero estaba muy molesto como para preocuparme en consolarla
-¡Vamos Matilda! No seas necia, ven conmigo- le dije tratando de calmarme…
-¡No! ¿Qué no entiendes? ¡No me voy a ir contigo a ningún lado!- gritaba
-¡No!- le dije- Matilda, si yo me voy tú te vas conmigo. ¡No quiero que estés cerca de ella!
-¡Lárgate Thomas!- volvía a gritar, ahora sus puños golpeaban la puerta, podía sentirla tan cerca pero tan lejos
-¡Quédate con ella! – dije lo más alto que pude, sintiendo mi voz quebrarse, tome un florero y lo avente contra la ventana de la habitación, haciendo un escándalo más que apantallador
-¡Tom!- dijo Harley entrando de pronto a su cuarto, admiraba el desorden y la sangre de mis manos…
-Harley- le dije respirando con dificultad, estaba esperando que se acercara, para torturarla…
Joder, pienso desesperada ¿Ese ruido? No me digan que ha sido la ventana… ¿Y si Tom se aventó….?
-Tom- dije titubeando y apresurándome a salir, abrí la puerta lentamente, y los vi…
Era ella acercándose a él, su rostro lucía tan preocupado, él la recibió con las manos extendidas, ella sonrío como una tonta, la tomo de las muñecas y la acerco a él… la beso, la abrazo y la levanto del suelo…
No, no estaba alucinando… ellos acaban de caer al sillón…
Y yo que tontamente pensé que podríamos salir de esto… ¿Qué puedo pensar si después de esta discusión él va corriendo tras ella? Sabe que estoy aquí… y de todas maneras la besa…
¿Qué hago? Tengo ganas de vomitar. Cierro la puerta con el mismo sigilo que cuando la abrí, y me voy al baño. No a cortarme las venas, a sacar todo esto que tengo dentro, de manera muy literal.
-¡Suéltame!- grita arañándome la cara. Hemos caído al sillón y ella forcejea
-Me has quitado lo que más quiero ¿Qué más da si me meten a la cárcel por asfixiarte?- le digo, sintiendo la sangre hervir por todo mi cuerpo
-Por favor Tom, tu y yo podemos intentarlo, niégame que te gusto- me decía insistente
-Si me gustarías es una fina caja de cristal cortado- le dije sonriendo orgulloso de mi buen inventado comentario
-¡No Tom!- me decía en llanto- No me hagas daño por favor… Tú sabes que Matilda me ama ¿Qué pensará de ti si me matas?
-No le quedará de otra que estar conmigo- le conteste aún más enojado
-Sabes que eso no funcionará Tom, suéltala- decía la voz de mi hermano, pero no quería, aunque mis manos cada vez la presionaban con menos fuerza, no quería dejar de lastimarla
-Tú no entiendes Bill- le dije soltándola por completo- tú no sabes lo que es estar perdiendo
-Sí lo sé- me interrumpió- Lo acabo de ver, siento que estoy perdiendo a lo que más quiero
Y voltee para mirarlo, estaba ahí su delgada figura, con sus ojos llorosos, diciéndome que fuera a abrazarlo, sentí toda esa angustia que le estaba causando, el dolor de ver mis manos heridas y supongo que la desesperanza de ver salir huyendo mi cordura
-Bill- apenas pude articular
-¡SEGURIDAD!- grito ella, no nos dio tiempo de pensar en nada, me apresure al costado de mi hermano cuando los hombres que se encargaban de su seguridad personal ya estaban junto a ella
-¿Quiere que los saquemos señorita?- dijo uno de los hombres mirándonos con desprecio
-Así es, y no quiero que entren a mi habitación jamás- les repitió ella con júbilo en su mirada- Y si quieres hablar con Haruka, tendrán que preguntárselo a ella primero, aunque podríamos ahorrarnos ese paso ya que dudo que ella quiera volver a ver a cualquiera de estos dos
-No puedes hacer esto Etsuko- le dijo Bill caminando hacia ella, fue detenido dos pasos después por la mano de un hombre enorme
-Sólo Hime puede llamarme Etsuko, ahora váyanse de mi habitación- el hombre muy amablemente nos indicó donde se encontraba la salida…
…Bill Kaulitz…
Estamos a punto de renunciar, desde lo sucedido las cosas se han puesto en verdad serias, Jost sabe que algo no anda bien entre nosotros, pero nos ha pedido que resistamos, en realidad faltan pocas fechas para acabar con toda esta farsa de armonía.
Hemos pasado por Fukuoka, Sasebo, Nagasaki y ahora nos encontramos en Kagoshima, en el extremo de la isla de Kyushu, pasado mañana volaremos a Tokio, lo que significa que en menos de una semana estaremos de regreso en casa. Lo que no estamos seguros es si todos regresaremos a ella.
Etsuko se ha puesto roñosa y nos deja encargados de miles de personas distintas y nos han invitado a una infinidad de eventos que no hemos podido rechazar, donde su sonrisa fingida engalana la fiesta y es el rostro de Matilda el que no he visto, no sé cómo esta…
Sé que debo decirle tantas cosas, y estoy seguro de que ella a mí también…confío en que hoy sea el día en que me haga caso. Tengo media hora esperando en el jardín del hotel, acabamos de llegar de una fiesta y su amiguita va más borracha que nunca, así que solo es cuestión de que Haruka quiera salir de su habitación.
Necesitamos hablar, por favor. Te espero en el jardín. Le mande en un texto…ella no me ha contestado…
-Perdón por la tardanza- dice sacándome de mis pensamientos, ahí está. Tan delgada y demacrada que apenas y puedo creer que sea ella
-¿Qué te ha pasado?- le pregunto asustado acercándome a ella con velocidad
-No he dormido bien- me contesta con simpleza, dejándose abrazar por mí. Apenas y escucho sus latidos y su respiración tan dramática
-Pronto esto acabara y regresaremos, debes alimentarte correctamente Mat- le digo tratando de animarla, sin embargo creo que he causado el efecto contrario
-Yo no estoy segura de querer regresar a Alemania con ustedes.- dice y me envuelve ahora en sus brazos. Puedo oponerme si así lo quisiera, pero en su discurso ocupa las palabras “no quiero”, y yo no puedo oponerme a sus deseos
-De cualquier modo te voy a encontrar, en cualquier parte del mundo donde estés- le digo, sin querer indagar más en sus razones y aferrándome a lo que he visto y a lo que creo. Ellos ya no están bien juntos.
-Te quiero Bill- me dice apretándome más y más- te voy a extrañar…
-Y yo a ti- le contesto acariciando su cabello, dejándome llevar por su perfume…
…Georg…
-Tienes que hacer algo man, las cosas no se pueden quedar así- le digo a un Tom que se la pasa acomodado en el sofá viendo la televisión fumando cigarrillo tras cigarrillo
-¿Qué quieres que haga si ya no me quiere?- me contesta secamente, cuando en el fondo, los tres sabemos que él no quiere dejarla ir
-Seguro hay algo que puedes hacer- intervengo en su vacilar, apagando el televisor y tratando de que nos enfoquemos en esto
-Déjala ir- interrumpe Gustav nuestro momento kodak. Tom abre los ojos como un enorme sapo y se nota que quiere agarrarlo a palos, al cabo de unos segundos, Tom baja la mirada y suspira
-Voy a perderlo todo- dijo resoplando como negándose a aceptar ese hecho-No puedo
-Yo sé- dijo Gustav pidiéndome el turno para hablar- que este asunto aún es muy difícil de entender tanto para Geo como para mí, pero no somos ciegos y mucho menos estúpidos. Nos hemos dado cuenta de sus faltas, de sus desvíos y de la debilidad que sufrieron con ella. Se han dicho cosas horribles, ya no se respetan
-Gustav, estas siendo muy duro- le dije tocándole un hombro, el hombrecillo me cayó con una mirada asesina
-Pueden pedirse perdón, hacerse de la vista gorda si quieren, pero aceptémoslo Tom, será muy difícil vivir con eso. En este momento, ya no importa quién le hizo qué a cual, lo que importa es que tu no has buscado los medios para conseguir hablar con ella, y a Matilda no le interesa verte
-Gustav- trate de detenerlo, esta platica ya la habíamos tenido hace un par de días, el final no es nada lindo
-Cállate Georg- me ordena nuestro baterista y Tom nos mira cada vez más ansioso- Creo que no hay dudas en las preferencias de cada uno de ustedes.
Joder que este hombre tiene razón, pero aun así. Yo no puedo resignarme tan fácilmente.
…Tom Kaulitz…
Estamos haciendo maletas, ayer, de la manera más extraña posible, Bill no llego a dormir, pero algo me decía que estaba bien, los G’s me han venido atormentando, esto es demasiado confuso para mí.
Hoy, hay una fiesta en Kagoshima, una tardeada por así llamarlo, así que todos arreglamos nuestras cosas para volar de madrugada a Tokio y huir de este país que tantas desgracias nos ha traído
-¿Estás seguro?- me pregunta Bill temeroso, ya con su atuendo listo para el evento
-Sí- le respondo nervioso- confió en que no se negará a verme y al fin podremos hablar en paz- le sonrío como un estúpido
-Me da tanto gusto que luches por lo que tanto quieres Tom- me dice ruborizado- estoy orgulloso
-Gracias- le respondo en un abrazo que no dura ni 5 segundos, cuando me decido a ir a buscarla, esperando que me reciba con una sonrisa
No estoy segura de querer ir a este baboso evento, las cosas no están bien para hacer fiestas, Etsuko ha insistido demasiado. Mi anillo de bodas es tan hermoso, si el mundo pudiera conocer su secreto.
Tienes que abrirme la puerta Mat… Bien, eso no será necesario, es mi día de suerte ¡Esta abierta!
Eres el anillo más hermoso que he visto en mi vida, me repito a mí misma admirando el anillo sobre la palma de mi mano, cuando…
-¿Mat?- le digo tocando la puerta, sé que está ahí dentro, así que me abro paso sin esperar una contestación y la veo, con un hermoso y corto vestido, se que tuvo poco tiempo de arreglarse ya que estuvo hablando por teléfono con su hermano, su cumpleaños me trae recuerdos hermosos
-¿Cómo entraste?- dice suspirando, hasta parece que veo una sonrisa en sus labios, una muy discreta, pero sonrisa al fin… ¿Dónde está su anillo?
-Debo decirte algo- cierro la puerta a mi espalda y ella se voltea completamente, mi corazón comienza a latir como el de un roedor, al darme cuenta del paso que daré, sonrío sin querer, negando con la cabeza y mirando mis pies
-¿Qué pasa?- me dice risueña, caminando un paso adelante, aproximándose lentamente a donde estoy
-Ya no te amo- le digo…
Fue tan fácil cuando lo ensaye en la ducha ¿por qué me ha costado tanto trabajo decirlo?
-Haruka- digo tragando saliva al ver que ella se ha quedado estática, con una extraña expresión- Ya no te amo- y lo digo de nuevo, esta vez hasta parece que hablo con la verdad
-Tom…- me dice mordiéndose el labio y caminando con pasos lentos y cortos a donde estoy ¡Lo sabía! Va a retarme a que se lo repita mirándola a los ojos… Eso tiene que hacerlo… ¿Por qué?
Camina lento, me mira, me toma de la mano y me abraza, respira tranquilamente…
-Yo tampoco- me contesta, en un susurro, uno helado y con tanta verdad, apenas y puedo creer que lo haya dicho…-Tampoco te amo Tom…
¿Y todavía lo repite? Se separa de mí y me mira, no sé de qué manera… y se va, camina a la puerta, escucho que la abre, escucho que la cierra, la sigo.
Al salir, en efecto, ella ya no está… Ya no estará más…
Lo único que quedó, fue su anillo, sobre la palma de mi mano…
4 comentarios:
O_O
¿Y si te digo que mi rostro se quedó con una expresión como esa antes de soltar una risita de nervios?
Puff... es obvio que Tom y Haruka no se separarán (¿Qué clase de cuento sería este si lo hicieran?) pero de todos modos me duele ver todo esto. De alguna forma, te conozco tú galleta.torturadora.de.mentes y sé que de encontrarás la manera de que todos (o casi todos, no me molestaría la infelicidad de Etsuko) sean felices.
Te amo. Excelente capítulo.
La verdad es que no se que decir...Enserio.
Paso justo lo que no quería que pasara.
Y esos ''ya no te amo'', los sufrí.
Amo como escribes, Bye.
Citemos a los colegas de Chile y sus adversos...
La concha de mi madreeee!, La gran puta! Qué chingados!
Joder, que me he quedado con la misma expresión que la Harlu, es más no sé ni que decir, como dice Feffy...
No sé que es más deprimente si es capítulo (que BTW lei cuando era de madrugada y tenía aarrrta tamperatura) o la pinchi canción que se te ocurrio meter wee!
Neeee memeeees!
(ves? ves? me estoy preparando bien para la letanía de palabrotas que soltaré xD)... (aunque sí me están saliendo del alma lo juro)
Te mega excediste con la canción esa, la trama bueeee... recurso tonto que siempre utlizan pa' decir toooodo lo contrario.
Ya se parecen a un fic que conozco y que el bajista y una cinematografa na' más se hacen como que la vigen les habla...
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