-Yo tampoco- me dice dando vueltas por alrededor de la cama
-Pero... ¿como?- le pregunto poniéndome de pie, sujetándole los hombros
-Es lo que quisiera saber.... me tendieron una trampa....- me dice casi al borde del llanto...- no puedo creer que ellos creyeran que soy una espía, por Dios... se supone que me conocían...
-Calmate Rob- le digo obligándola a que se siente en la cama. Ella comienza a respirar con mucha velocidad.... se pondrá mal otra vez
-Dejame ir por...- me pide suplicante- solo un poco
-No- le respondo de inmediato – enfrentalo en tus 5 sentidos
-¿Como pretendes que....- dice poniéndose de pie de nuevo, doy un par de pasos hacía atrás, tengo miedo y creo que no soy muy buena disimulándolo puesto que ella se vuelve a sentar en la cama....- que supere esto sola..?
-Pero si no estas sola- le digo acariciando su cabeza- lo mejor es que regresemos a Madrid, va anochecer aquí y las noches son muy frías
-De todas maneras será helada- dice dejándose caer en la cama. Me quedo mirándola unos minutos, me doy cuenta de que se ha quedado dormida con el rastro de un par de lágrimas en su rostro. La cubro con una frazada y salgo de la habitación. Bajo por el elevador cuando mi celular comienza a sonar, una tras otra, al ver que se trata de un número privado, ignoro el tintineo y sigo caminando, voy al bar, pido un poco de whisky, al meter la mano dentro de la sudadera, siento el sobre que Robín tanto cuida, me alegro que este conmigo, sería horrible encontrarla de nuevo en pleno viaje sobre el suelo.... Lo más horroroso sería que mi papá se enterara... otra vez...
Me dirijo al lobby, le pediré a la recepcionista que nos reserve el vuelo más cercano con destino a Madrid, y es cuando caigo en cuenta de que mi teléfono ha sonado todo este tiempo.
No quisiera contestar y que sea el Abuelo de Robbie pidiéndonos una explicación, ni como es que le fue en su trabajo... no queremos que sepa que así resultaron las cosas...
-¿Por qué demonios no contestas el teléfono? - me dice una voz de galán de película tomándome del brazo y obligándome a girar en el suelo.
-¿¡Qué demonios te pasa a ti imbécil!?- grito safandome de su mano y doy un par de pasos hacía atrás, antes de que pueda ver de quien se trata, otro hombre ya me jalonea y me dirige a un “lugar alejado del bullicio”
-Ya calmate- me dice en voz baja un tipo enorme y con capucha. Pienso.... ¿Quién podría hacernos esto?
-Hey, te juro que ella esta bien.... pero si se entera de que nos estás espiando tan de cerca se va a enojar- vi como volteo a verme y trataba de descubrir quien era. Caminamos a la par hacía el elevador y nos subimos, nosotros dos y otros tres hombres...- Disculpa... ¿Acaso hicimos algo malo? ¿Ramón esta bien?- le pregunto a este igualado que no me ha dado ni la cara..... no me gustaría saber que el abuelito ha muerto y por eso hacen tanto drama
-¿Nunca puedes dejar de hacer preguntas?- dice la voz del otro chico alto
-¿Bill?- pregunto completamente confundida, el se quita el gorro y al fin puedo verlo
-¿A quién esperabas? ¿David Hasselhoff?- dice con su voz irónica
-¿Por que demonios hacen tanto drama?- le digo abrazándolo- me asustaron, pensé que algo le pasaba a nuestro viejo
-¿Donde esta el petirrojo?- me pregunta el chico que me jaloneaba hace un rato, ahora puedo ver que es Tom
-¿Para que la quieres?- le digo cruzando los brazos y cambiando mi tono de voz a uno mucho más serio
-Necesito hablar con ella- me dice insistente
-No creo que quiera- le digo deteniendo el ascensor un piso más arriba de donde estaba ella
-Por favor Shara- dicen a dúo los G's, se sonrojan y cruzan los brazos también.
-¿Que quieren con ella?- les pregunto tratando de ocultar mi risa
-Necesito hablarle ¿Acaso debo darte una bitácora de todas mis actividades?- me pregunta el mayor de los gemelos de manera un tanto agresiva
-Tom...- dice Bill tomando uno de sus hombros, Tom hace un gesto de enojo y bufa- Por favor Óscar... es que... verás...
-Ya lo sé- le digo interrumpiéndolo en medio del pasillo - ¿Tu crees que ella quiera ver de nuevo a Tokio Hotel?
-No me interesa que vea a Tokio Hotel- dice Tom de nuevo- quiero que vea a sus amigos
-Los que acaban de tragarse la mentira de que es un espía
-Por eso necesito hablar con ella- me dice hablando entre dientes con la cara roja de la molestia que le causa darme explicaciones
-Vamos Tom, seamos honestos.... saben que Rob no es de las reinas de la primavera, ella confió en ustedes
-No es verdad- dice Tom cabizbajo- jamás nos dijo que su abuelo era un ministro de España
-¿Y eso importaba?- pregunto un tanto sorprendida por lo que me dice, supongo que su querido jefe se los dijo
-Se trataba de ser honestos- me dice
-Pero esto no es igual, ella guardo esa información por su propia seguridad... imagínate que hubiera pasado si los medios se enteraran de que la única nieta de dicho ministro era la mejor amiga de una banda de rock alemán... la prensa los despedazaría
-No era- dice Gustav acariciando mis dedos de manera disimulada- es nuestra mejor amiga, de nosotros Tom, Bill, Geo y yo... olvida a la banda... no era nuestra amiga....sigue siéndolo
-Eso yo no lo puedo asegurar...- le digo endureciendo el gesto, ellos siguen mirándome – No me vean así- les ordeno sintiéndome acosada
-Perdonanos- me dice Georg- pero... es nuestra única oportunidad, sino no podremos verla después
-Eso lo hubieran pensado antes de darle la espalda de esta manera- lo digo al fin... ellos se quedan sorprendidos; son mis amigos, pero Rob es mi hermana, no permitiré que nada más le haga daño
-Dejame hablar con ella- me dice Tom con la cara agachada- tiene derecho a escuchar lo que paso
-Y también tiene el derecho de no escuchar más estupideces- le digo y doy la vuelta sobre mi propio eje, comienzo a caminar a las escaleras cuando me doy cuenta de que Robbie esta parada frente a mi, observándonos
-Todo estará bien- me dice con una tibia sonrisa, sé que nada la detendrá para que hable con ellos... honestamente creo que es lo mejor, aunque no me guste nada la idea
-Te veré en la habitación, regresamos a Madrid en unas horas, prepararé las maletas
-Gracias- y me da un beso. Camina con dirección a ellos. Los veo caminar hacía un rincón...
Tokio Hotel
-Rob- dice Gustav con la suavidad que lo caracteriza, ella solo suspira y voltea a ver al horizonte que se difumina en pequeños rayos de sol por la ventana que esta a nuestro costado
-Es una hermosa tarde- dice ella cruzando los brazos. Ven algo sorprendente, saca una cajetilla de tabaco y lo enciende con tal naturalidad que hasta parece que lo hace desde hace mucho tiempo- ¿Gustan?- nos extiende la caja. Sorprendidos somos incapaces de hablar... excepto Tom que extiende su mano y saca con agilidad un palo lleno de cáncer, ella sonríe y le extiende el encendedor
-¿Crees que es una hermosa tarde?- le pregunta Tom, que es el único que al parecer sabe que ella fuma
-Parece ser que sí- le afirma ella con seguridad, y siguen viendo un rato hasta que el sol se oculta completamente
-Rob, nosotros... estamos muy apenados con lo que paso- dijo Georg, ella no se exalto ni hizo un movimiento; dudaban que ella estuviera escuchando sus disculpas
-Nosotros... eres nuestra amiga Rob, no tenemos más excusas, solamente se nos calento el cerebro. Debemos de...
-Ya escuche suficiente chicos- dice al fin, aún sin verlos a la cara- yo no se que siento con respecto a eso
-Perdoname- dice Tom tomando una de sus manos, ella la quita suavemente y cruza los brazos- yo no quiero que nos vayamos así...
-¿Como se atrevieron si quiera a pensar que los traicionaría? Son los únicos amigos que tengo...
-Por eso te pedimos nos perdones- dijo Bill sonriendole apenado...- sabes... también eres la única amiga que tenemos, no queremos perderte
-¿Como me encontraron?- pregunta ella
-No es difícil- dijo Gustav- hablamos a Bravo, ellos las hospedaron aquí
-Que inteligente, Gummy bear- dijo escondiendo una sonrisa llena de goce
-Estamos hablado en serio Rob- regresa Tom la seriedad de las cosas
-Yo también hablo en serio- dice ella más agresiva que su amigo- no quiero que piensen que los traicionaré en cada oportunidad que tengo. Yo no puedo tener amigos así....
-Eres amiga nuestra- dice Bill- no de la banda... no debes preocuparte más por eso. El viejo lo ha comprendido...
-¿De verdad?- pregunta bufando- el les pidió que se aseguren de que no hablaré y de que jamás los volveré a ver ¿Cierto?
-En parte- dice Tom de manera seria, todos se quedan pasmados y no saben que más decir. El mayor de los Kaulitz la mira profundamente y Robbie también lo observa, sin sorpresas ni nada, ella esperaba que justamente él se lo dijera- pero, no hemos venido porque el nos lo ordenará. El quería que hiciéramos una llamada telefónica a la revista para que te corran, que firmarás y además prometer que no volveremos a verte...
-Diganle a su jefe- dice ella interrumpiendo bruscamente a Tom, levantando la voz y viendo a todos de re ojo- que no tiene que preocuparse por esta escuincla. Llame a Bravo, he renunciado a mi trabajo, prometí firmar ese estúpido acuerdo, y no volveremos a vernos.
-Yo no quiero eso- le dice Tom bajando el tono
-No queremos eso, ninguno de nosotros- agrega Gustav, viendo a Tom de manera obvia
-Ni yo- dice ella suspirando- pero así las cosas deben ser. Ahora ya lo saben chicos, soy nieta de Ramón de Azbaje, no tengo nada que hacer aquí, voy de metida de pata en metida de pata, esto solo parará cuando yo me regrese a casa a cumplir con mis obligaciones
-No- le dice Tom- no me importa si Jost decide dejarnos solos, yo no dejaré de verte y eso debes entenderlo, quieras o no. Yo no me voy a desprender de ti así porque sí
-No nos queda de otra, ustedes se van a América, yo me quedaré aquí y he cambiado de división, voy a dedicarme a otra cosa, nada que ver con ustedes, no sabrán de mi, ni yo de Tokio Hotel- les dice con cierto resentimiento
-No vas a renunciar solo porque Jost esta de menopausico
-Demasiado tarde, ya lo hice. Adiós – les dice dejando caer la pelota que Tom le había dado hace un rato
-¡No voy a dejarte ir!- grita Tom, ella no voltea, solo llora... y se arrepiente...