Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.

¡Bienvenido seas alma perdida!

Anteriormente, hablando del año 2009, este espacio estaba dedicado a la publicación de sandeces, aka fan fiction de la banda alemana de poprockpunknoseque Tokio Hotel.

Sin embargo, después del tiempo que ha sucedido, la temática ha cambiado y, aunque en los archivos están aún esas sandeces, probablemente los escritos que aparecerán próximamente sean más de otros temas, que de la misma banda.

Éste sigue siendo su espacio, éstas siguen siendo sus letras, y esta siempre será la agonía de las palabras.


jueves, 25 de noviembre de 2010

Capítulo 17 - Matthew y Minerva Bellamy

-Ya bebé, duermete, con mi amor te arrullare- escuchaba a Minerva cantando a nuestra pequeña hija, su voz rebotaba por las paredes de nuestra hermosa casa

-Creo que ella tendrá muy dulces sueños- le digo en un susurro, ella aún tiene a la niña en brazos, me ve y me sonríe de esa forma tan tradicional de ella

-Es tan pequeña ¿No lo crees?- me dice riendo después de dejar a Robín sobre la cuna

-A mi se me hace muy grande para su edad- le digo seriamente, aunque claro que estoy bromeando, nuestra hija apenas y tiene un año y medio

-No puedo esperar para verla crecer- se regocija en mis brazos

-Yo tampoco- le digo y la tomo de la mano, caminamos juntos a la sala, nos recostamos en el sillón y me quedo pensando en como fue que llegamos a esto

-Matt- me dice pausadamente- ¿Crees que sería una buena idea avisarle a mis padres que hace mucho nació su nieta?- pregunta temerosa

-No lo se mi cielo- le digo honestamente- me parece una buena idea, aunque no creo que le guste mucho...

-Algún día tienen que aceptar que yo elegí esta vida- me dice viéndome a los ojos- yo quise irme de su lado para tener lo mío propio

-No creo que duden eso, saben de tu determinación y de todos tus sueños a futuro- le digo

-El problema no es eso, amor- me interrumpe- el problema es que ellos jamás me consideraron capaz de hacer las cosas que siempre decía, era como si “la niña de papá” solo hablara y hablara y ellos dijeran “sí, sí hija... puedes volar si quieres” pero jamás me creyeron

-No te quedaste ahí, mi cielo- le digo acariciando su cabello- piensalo a profundidad, ellos creyeron que estarías en su casa para toda la vida, que escogerías lo mejor para ti y el estado.... y lo único que dijiste fue

-¡Quiero ir a la Universidad!- grita emocionada

-Exactamente, cariño- me río – y después fue un “Yo voy a decidir con quién me quiero casar”, que honestamente es lo que mas me ha gustado en toda mi vida

-¿Como no enamorarme de ti desde el primer momento?- me preguntó, yo la veo enternecido por la mirada que ahora me dedica

-¿A pesar de ser un Don Nadie?..-

-Eres todo lo que yo deseo y necesito, no tienes que ser como mis padres soñaban, eres como yo te soñé- me dice abrazándome

-Gracias- le digo, ella me observa con sus ojos centelleantes- sé a todo lo que tuviste que renunciar por estar conmigo, tu familia, tu país, todo el futuro que había sido diseñado para ti

-No renuncie a nada- me dice convencida- si no hubiera querido no estaría aquí, además de que ese fue el futuro que me diseñaron, yo me hice uno mucho mejor

-Aún no puedo creer que estamos aquí- le digo riendo de nuevo

-Ni yo- me dice y también ríe- definitivamente no es la vida que tenían planeada para mi, pero es la vida que quiero, tu y nuestra bebé, sé que mis padres a la larga van a entenderlo y nos recibirán en su casa, seguro querrán venir de visita

-Seguro querrán cruzar el gran charco que tenemos por obstáculo – la ánimo. Ella se queda pensando y ya no me dice nada más, sé que lo sabe... sus padres jamás vendrán a vernos; seguro he de ser su peor enemigo al llevarme a su hija y no solo lejos de casa, sino en el continente americano, en un país llamado Canadá, en una casa pequeña, con un simple Ingeniero en Ciencias, 3 años mayor que ella, sin familia alguna... solo un corazón para amarla... a ella y a nuestra hija.

No hay comentarios: