-Llevate la moto, ya se te hizo tarde, yo me llevaré tu coche- le aviento las llaves, ella me guiña un ojo y sale de la casa.
Tenemos apenas un mes viviendo aquí, en Madrid, nuestros escoltas al fin se han marchado y parece ser que la vida de adolescente común no me viene tan mal, Óscar y yo hemos aprendido a dividirnos todo y cuando tenemos tiempo libre y coincidimos, siempre salimos a algún lugar. Es bastante divertido... las calles, las luces de la ciudad, mucho más maravillosas de lo que creí. Apenas y puedo creer mi buena suerte, no sé mucho del mundo... pero tengo dos excelentes amigos que me han mostrado todo lo que saben, Shara y Tom.
-¿Dónde estará Tom?- me pregunto terminando el desayuno, entro pasado el mediodía a la Universidad, así que tengo tiempo..
Enciendo la lap top, reviso mis mails, entre otras cosas, y comienzo a escribir a ese contacto que quiero tanto. Le pregunto que como esta, que tanto ha hecho... como le esta yendo con la preparación de su nuevo disco... y es en ese momento cuando veo su ventana de conversación parpadear del lado inferior de mi pantalla. Al instante mi corazón se acelera como un tonto...
-¡Hey Rob!- leo que me ha puesto- ¡Que bueno que te veo! ¿Cómo estás?
-Hola Tom- contesto de inmediato- Muy bien, gracias ¿Y tú?
-Muy bien también, ¿Sabes? Estaba pensando en ti...
-¿De verdad?- y me regocijo para mis adentros- Yo también
-Copiona- y deja de escribir unos segundos, me desespero.....- estoy en tu amada ciudad ¿Tienes tiempo? ¿Te veo en el hotel?
-Dime donde- trato de no leerme ansiosa, pero no puedo evitarlo. Me dice en donde es que esta y corro al auto de óscar, lo abordo y manejo. Después de... media hora, estoy a las afueras de su lujoso hotel, entro como toda una turista, pregunto por el en la recepción, al parecer ya dijo que me estaba esperando. Subo al elevador y después de 2 minutos, estoy tocando en la puerta de su habitación
-¡Dichosos los ojos!- le digo cuando lo veo parado frente a mi- Me da tanto gusto verte
-A mi también, pasa- y sonriente, entro a su habitación. Los otros chicos también están ahí, Gustav me sonríe alegremente y me besa ambas mejillas, al igual que Georg. Bill me abraza cariñosamente y acaricia mi rostro...
Comenzamos a hablar, mi vida en la universidad, su vida con este nuevo disco sin nombre, sus premios, los países que han podido visitar
-¿Sorprendida de conocer el mundo fuera de un castillo?- me pregunta Gustav con una sonrisa
-Podría ser- le respondo- la verdad es que es casi como me lo imagine
-¿Feo y sucio?- bromea Bill riendo
-Aparte- y bebo un poco del café- es como ver un mundo que jamás creí conocer, mientras todos me presumían de su existencia....es el mundo detrás de 4 paredes tapizadas con forros elegantes- y pienso...
-Esa...es una buena idea- me detiene Tom y toma la guitarra entre sus manos- ¿Es triste?
-Un poco- le confieso y comienza a rasgar las cuerdas...
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