-Pero no tiene porque hacerlo ¿Oh si?- me insiste y levanta su par de cejas en sincronía
-Por lo menos dime el motivo- le pido emocionándome un poco
-¡Motivos sobran Robbie! - aplaude frente a mi y camina a la sala- bueno, este lugar es pequeño pero cabemos 30 personas sin dificultad... ya sabes, solo amigos cercanos
-Pero yo no tengo amigos cercanos más que tu- le digo sonriendo torpemente- sabes que me cuesta trabajo socializar...
-Es normal niña- y me empuja a que me siente en el sofá- llevamos apenas tres meses en la escuela y tu salón esta lleno de ñoños que se la pasan con la cabeza metida en los periódicos y revistuchas de moda
-Shara, te recuerdo que mi carrera es
-¡Ya sé!- me interrumpe- solo bromeaba... hey Rob.... yo sé que no estas acostumbrada a tratar con gente, pero esta es una excelente oportunidad...
Me ve con esos ojos de sol a los que jamás me he podido negar, asiento levemente con mi cabeza rogando porque mi abuelo no se entere de nada.
Pasadas unas horas, veo a óscar completamente engalanada y me obliga a que me ponga algo de acuerdo a la ocasión, así que opto por un pantalón de esos con los que dificilmente puedo caminar y una blusita sin mangas color negra...
-Te ves muy bonita- se para junto de mi y ambas nos vemos en el espejo- definitivamente, si tienes aire de ser de la realeza
-Payasa- le digo tarareando y cerrando la puerta de la habitación. Una hora más y las primeras 20 personas llegaron a casa, traen mucho alcohol, muchos cigarros y empiezo a creer que muchas otras cosas más, veo a los despistados de mi salón entrar uno por uno y saludarme con un leve movimiento de cabeza, yo les sonrío naturalmente y me alegro de que alguien al fin se de cuenta de que estoy en el mundo
-¿Tú eres Robbie verdad? De primero...- se acerca a mi un galán de esos de películas, primero me quedo estupefacta admirando la belleza de su rostro, parece que me pregunta algunas cosas pero yo solo puedo admirar el leve movimiento de sus labios abriendo y cerrando
-Sí, soy yo- respondo cuando me doy cuenta de que se ha quedado callado, me siento la persona más estúpida del mundo y hundo mi cara en el vaso de refresco que estoy bebiendo
-¿Que tomas?- me dice y sutilmente me arrebata el vaso, ingiere un poco y hace una mueca graciosa- Vamos, toma un poco de esto- y me empina el vaso, es alcohol y muy cargado para mi gusto, hago un gesto de desaprobación y comienza a reír. Su risa es hermosa y me río un poco con él- Yo soy Cobeta- y me da la mano, le doy la mía y la besa suavemente
-Un placer Cobeta- y vuelvo a reír, pero esta vez tomo de su vaso.
Nos hundimos en una platica agradable por un par de... no sé... horas, tal vez. El me agrada, creo que yo también. Cuando me doy cuenta ya hay más personas de las que aquí pueden entrar sin sentirse aplastados por los demás, Óscar esta fuera de mi visión y la verdad no me interesa... solo quiero estar con Cobeta...
-Vamos a otro lugar- me susurra en el oído con delicadeza..
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