Ya habían pasado tres semanas desde el accidente, mi tobillo esta casi recuperado. Si me esfuerzo al caminar comienza a dolerme, a últimas fechas dejo de importarme. Lo más horrible es estar acostada en la cama todo el día. Sola.
Extrañaba a los J’s, los chicos están casi todo el día en el estudio y no los veo… Gisela viene seguido y me la paso las horas jugando con ambos niños, aunque Allison se deja llevar muy rápido por la bella mascota de Bill.
Scottie está todo el tiempo a los pies de la cama, a veces duerme junto a mí, ya que ese lado ha estado vacío desde…. Aquella vez.
Hoy es el día libre de todos. Viernes 18 de Septiembre, cumpleaños de mi querido hermano, este año también le envíe con anticipación una guitarra. Su favorita, una Les Paul color negro, ya le he llamado y emocionado me cuenta que ya la tiene en sus manos. Me tarde cerca de dos horas hablando con él. Le conté lo que nos había sucedido, es algo que necesitaba descargar con alguien fuera de este abrumador ambiente en el que estoy viviendo… el solo me escucho sollozar por un tiempo prolongado, sin decirme nada… solo consolarme. Prometimos no decir nada a nadie más. El circulo que sabía lo que había pasado era reducido: Gisela, Georg, Andreas, los gemelos, mi hermano y por supuesto yo. Por vergüenza, por miedo, por tristeza, o por lo que fuera, yo no me había atrevido a decirles a los J’s lo que había pasado. Ni siquiera a Gustav, que a últimas fechas lo veo más que a mi novio.
He bajado a la cocina después de la llamada, Jenn me recibe amigablemente, ve un poco mis ojos, están un poco rojos, se siente intimidada por mi mirada y se voltea avergonzada a otro lado. Estamos preparando sushi.
-¡Ya llegamos!- dijo Bill entrando en la cocina- ¡Mat! Me da mucho gusto verte de pie- dijo acercándose y besándome en ambas mejillas, sonreí levemente y también bese las suyas- ¿Cómo te sientes?
-Ya no duele- dije girando el tobillo- gracias, ahora vamos a comer, esto ya está listo
-Déjame ayudarte- dijo amablemente mientras entre los “tres” llevábamos las cosas a la mesa, ya que con una mano no podía hacer más que llevar la salsa de soya. Tom estaba metiendo a Scott que el día de hoy dio un paseo por el estudio. La bella mascota pasa por mi costado y acaricio su cabeza con una de mis manos.
-¿Es sushi?- dijo Tom una vez que Scott se había retirado- se ve delicioso- me sonrío, como hace muchos días no lo hacía. Se acerco a mí y me tomo de la mano, me acompaño hasta la silla y él se sentó de otro lado.
Mantuvimos una charla más o menos constante, conciertos para navidad y ese sin fin de cosas. Varias veces quiso salir el tema del cumpleaños de Gustav, que después de tantas cosas, no se había realizado. Pero cada que salía un poco a la luz, cambiábamos a otro rápidamente
-Hoy es cumpleaños de tu hermano ¿No es así Mat?- pregunto Bill tratando de tomar nuevamente el pedazo de salmón con los palillos
-Sí, es hoy. Ya le he llamado, los manda saludar- yo también intentaba dominar los palillos.
-Sería bueno que fueras con ellos un tiempo- dijo Tom tragándose un pedazo del sushi- nosotros ahora estamos muy ocupados y estas aquí todo el tiempo, sola
-Voy a empezar a salir, necesito ver a los J’s y hablar con el señor Mintz- le dije colocándome en la mejor posición posible sobre la silla
-No lo creo, es sumamente peligroso que salgas ahora. Además si la gente te ve con ese yeso comenzarán las preguntas y no tengo ganas de hablar nada con la prensa
-Pero Tom, ella puede ir y venir a casa de- intento interceder Bill por mí, solo consiguió que su hermano lo volteara a ver de manera grosera y retadora
-Lo mejor es que te vayas a México- y parecía que había terminado su flamante discurso.
-Muy bien, llamare ahora mismo al aeropuerto- solté los palillos y retire la silla, levantándome hacía… lejos…. Solamente lejos…- me hubieras dicho que te molesta tanto mi presencia y desde hace mucho tiempo me hubiera largado- Subí las escaleras rápidamente, escuche el recorrer de ambas sillas. Parecía que venían siguiéndome, sin embargo yo había azotado la puerta y le había puesto el cerrojo. Ponía algunas de mis cosas en la Geo-bolsa.
…Tom…
-Demonios- dije levantándome en cuanto ella subía las escaleras- ¿Y ahora qué?- pregunte a Bill que también se había levantado
-No sé… ella ha estado muy sensible estos días… habla con ella- me pidió y caminamos hacia su habitación.
Azoto la puerta y se escuchaba que caminaba apresurada dentro de su refugio, toque varias veces y ella jamás contesto.
Es mi habitación, tengo la llave. Así que la gire un poco y Bill me dio el paso, ella estaba sentada sobre la cama, acababa de colgar el teléfono, cerré la puerta y fue cuando volteo a mirarme
-Mi vuelo sale en 4 horas- dijo… tan triste…-Supongo que estarás feliz de que me vaya…
-Creo que lo mejor es que te calmes- dije en un intento por acercarme a ella… es lo más inteligente que pude articular…- Hablemos…
¿Hablar? En realidad ambos lo necesitamos… pero no sé qué debo decirle… estos días me alejé de ella buscando un tipo de consuelo qué solo recíprocamente podríamos darnos. Un bebé… un nuevo Kaulitz que se había ido… ¿Cómo debo mirarla? ¿Podré tocarla nuevamente?
-¿Hablar?- dijo furiosa- ¿Cómo de qué quieres hablar conmigo?
-Vamos Mat, cálmate, te hará mal- estaba histérica, en sus ojos podía ver que su dolor estaba a punto de hacerle daño…
-¿Me hará mal? Cómo si eso te importará…
-Tú no sabes- le dije enojado también- Por supuesto que me importa
-¿En serio?- dijo sarcástica- Oh si ya comprendo, demuestras tu preocupación esquivándome a cada segundo, ignorando mi presencia en tu casa ¡Qué bueno que te importo!
-¡No eres la única aquí que está sufriendo!- le dije igual de furioso que ella, nuestros ojos estaban crispados y nuestras pieles enrojecidas de coraje- ¡A mí también me duele!
-¡Sí, se nota!- volvió a gritarme, se agacho y dejo de hablar por un segundo- Voy a irme a mi país- me dijo respirando agitadamente- lo único que estoy haciendo aquí es estorbar…
-¡Deja de hacerte la victima!- me acerque a ella y la tome por los hombros, ella me miro sorprendida, con gruesas lagrimas que tendían de sus hinchados ojos- ¡Yo también perdí a mi hijo!- lo había dicho, eso que días me aprisionaba el pecho… ¿Cómo me sentí en ese momento? No lo sé…
-¡Tus hijos!- me grito en la cara- ¡Eran dos! ¡Gracias por preguntar cómo me siento Thomas! Gracias por preguntar cómo me he sentido, que pienso y que haré con mi vida… gracias por qué te importo y me has dado un beso de buenas noches… ¡GRACIAS POR MANDARME DE REGRESO A MI PAÍS!
Ella cayo inconsciente al suelo, yo no pude detenerla ¿Eran dos? Bill entro en seguida y llamo a un médico, me hizo a un lado y la levanto del suelo colocándola en la cama y gritando desesperado, mientras yo veía caer el agua sobre mi rostro…
-¿Qué paso?- me pregunto angustiado- Sólo los escuchaba gritar…
-Iban a ser dos…- dije poniendo los dedos en mis ojos, tratando de secar las lágrimas, él me miro sorprendido y yo me deje envolver en su cálido abrazo. Daba palmadas suaves a mi espalda mientras yo desahogaba mi pena más grande…
¿Estaba listo para ser padre? Eso no lo sabré…
¿Estaba listo para perder a mis hijos? ¿Sangre de mi sangre? ¿Mi más grande orgullo? La más bella de las creaciones. En definitiva eso es un no…
¿Estaba preparado para perderla a ella…?
Jamás.
1 comentario:
agh! dios mio.
la sensibilidad agudizada de haru me desespera, pero es muy entendible.
bang bang! un golpe duro.
mexico´s travel.
espero que mmy no la deje ir, ( sí sí se que Koni te extraña, pero aún así, no debe marchar )
no debe...
<3
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