Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.

¡Bienvenido seas alma perdida!

Anteriormente, hablando del año 2009, este espacio estaba dedicado a la publicación de sandeces, aka fan fiction de la banda alemana de poprockpunknoseque Tokio Hotel.

Sin embargo, después del tiempo que ha sucedido, la temática ha cambiado y, aunque en los archivos están aún esas sandeces, probablemente los escritos que aparecerán próximamente sean más de otros temas, que de la misma banda.

Éste sigue siendo su espacio, éstas siguen siendo sus letras, y esta siempre será la agonía de las palabras.


martes, 9 de febrero de 2010

Capitulo LXIII - Sálvame

Llegue a casa pasada la media noche, me había quedado vagando sin rumbo, esperando ver algo que me llevara al lugar indicado… vi varios rostros familiares en las calles… pero en realidad no son familiares…. Yo no conozco muchas cosas de aquí…

Al entrar, todo estaba apagado… parecía que no había nadie ahí, pero en cuanto di un paso, las luces de la sala se encendieron , me sentí como una adolescente descubierta después de una fiesta

-¡Matilda!- grito Georg levantándose del sofá y abrazándome- Nos tenías tan preocupados ¿Dónde te habías metido?

-Bueno yo, lo siento…. Es solo que necesitaba- decía entre pausadamente ¿Cómo decirles que me he dado cuenta que tengo lagunas mentales? ¿Qué no sé ni con qué motivo llegue a Alemania…? ¿Qué tengo sueños extraños con gente que jamás he visto en mi vida?- un poco de aire

-Pero si pasa de media noche- dijo Andreas poniéndose a mi costado, cuando caí en cuenta de que todos estaban en la sala. David, Dunja, Gisela con Luca en brazos y Gustav con Allison en los suyos, Andreas, Georg, Rick, Martin, Natalie, Simone y Gordon…

-oh Dios, ¡Aquí estas!- dijo Tom atrayendo la atención de todos, el venia de… de otro lado junto con Bill, que me sonrío aliviado. El mayor de los gemelos se acerco abrazándome y besándome la frente- estaba tan preocupado ¿Dónde te metiste? – me tomo de los hombros y me sacudió un poco- Alice llamo hace una eternidad pidiendo le informara cuando llegaras a casa, que saliste de su consultorio en malas condiciones y decides desaparecerte medio día ¡Dios!

-Ya Tom- dijo Bill tomándome de una mano y sentándose junto conmigo en el sofá, donde todos voltearon a verme esperando que diera una explicación- a ver Mat ¿Dónde estuviste?

-Lo lamento- dije suspirando, empezando a ponerme nerviosa… ¿Qué iba a decir?

-Mira Mat- comenzó Gordon dirigiéndose hacia mi entrelazando las manos a la altura de la boca- lo único que queremos es protegerte

-Lo sé, en verdad lo siento- dije interrumpiéndolo, Tom se sentó al otro lado…

-¿Qué hubieras hecho si Catalina te encontrase?- pregunto Gustav

-¿Quién?—pregunte frunciendo el seño- No conozco a nadie con ese nombre, que yo recuerde…- y ese es el problema, no recuerdo muchas cosas…

Las reacciones fueron variadas, sorpresa, alivio, confusión, tristeza… desconcierto…

-Mat- interrumpió David- lo que debes de hacer es no volver a salir sin seguridad de casa, hoy te nos escapaste- volteo a ver a Rick y Martin quienes agacharon la mirada un poco arrepentidos- pero eso jamás se repetirá de nuevo

-De verdad lo lamento Dav, jamás sucederá de nuevo- dije apenada, él se levanto junto con Dun y Natalie, se despidieron de mi con un millón de recomendaciones.

-Vendremos a cenar mañana, cuídate mucho- me dijo Simone tras un dulce beso, seguida de Gordon quien me estrecho en sus brazos.

-Creo que lo conveniente sería irnos a casa, pero no puedo quedarme así Mat- me decía Gisela tomándome de las manos, mientras yo observaba a Luca quien dormía profundamente en los brazos de Andreas… un bebé…

-No debes preocuparte Gis, yo solo estoy un poco confundida. Pero tampoco permitiré que se vayan a esta hora a casa, quedémonos todos aquí, hay suficientes habitaciones

-Me parece una excelente idea bombón- festejo Andy- pero antes me gustaría saber qué es lo que sucede, te has puesto intensa

-Sólo un poco- dije sonriendo como ya típicamente lo hacía sin ganas - han sido días raros

Gustav acompaño a Gisela a dejar a los niños sobre una de las camas, una habitación para ellos y otra para los niños, una para Georg y Andy, quienes se mostraron felices de compartir habitación con bromas toscas y bastante desviadas, Bill se quedaría en su habitación y Tom y yo en la de él, que ya era prácticamente nuestra.

Bajamos a charlar un poco y terminamos todos dormidos en la sala, Bill en el pequeño sofá, Gustav y Gisela en el mediano y Georg y Andreas muy abrazaditos en el otro. Tom y yo estábamos en el suelo, él me abrazaba y me transmitía un poco de paz, pero no era suficiente. Necesitaba encontrar una manera de regresar todos esos recuerdos a mi cabeza…

Me levante y salí al patio, el aire frío me daba en la cara, le di una vuelta a la piscina, me senté en la orilla, quite mis zapatos y metí los pies al agua helada, y con los pies ahí, me recosté sobre el pasto humedecido por el rocío de la noche

-¿Qué me está pasando?- pregunte al cielo poniendo una mano en la frente- ¿Por qué se te ha olvidado la mitad de tu vida? ¿Qué es lo que quieres olvidar? – seguía preguntándome, extrañada de la reacción de mi consciencia ante un hecho que desconozco…

Trate de hacer un recuento de los últimos días en la universidad, pero esas fechas también se habían vuelto confusas, había muchos rostros que no identificaba y se repetían con constancia

-Llegaste junto con Catalina el 8 de enero del año pasado- dijo Tom parado lejos de mí, me incorpore y él se acerco a donde me encontraba, se quito sus tenis y metió los pies al igual que yo en el agua- ella y tu se llevaban muy bien.

Y comenzó a contarme muchas cosas, detalle a detalle muchos de los días que ella y yo pasamos juntas, y que él y yo habíamos pasado juntos también. Hasta que ella se enfado y se fue de nuestro lado, todo lo que había hecho después, sobre Marco, Lauren y lo que él sabía… hasta que formalizamos, lo que habíamos crecido, nuestros pleitos, celos y caprichos. Hasta el día de su cumpleaños, hace unos meses…

-¿Un bebé? ¿Tú y yo?- dije sintiéndome más que miserable, no solo por lo que había pasado, sino porque ni siquiera podía recordarlo.

-Supongo que veremos qué hacer para que puedas recordarlo todo, amor. No debes preocuparte- me abrazo al pie de la piscina, nuestros dedos estaban helados, desde hacía un rato los habíamos sacado del agua, besaba mi frente mientras un par de lágrimas incomprensibles salían de mis ojos

-Debo pedirle ayuda a Alice de nuevo… después de una disculpa, le dije que era una incompetente por que no había podido ayudarme- le confesé un tanto avergonzada

-Seguro que ella aceptara- acercamos nuestros labios… no sé si él sintió esto que me hace temblar. Es como si lo besara por primera vez.

Unas horas después del amanecer, Bill fue a buscarnos, estaba amodorrado y tenía frío. Se hinco junto a nosotros y nos abrazo, ahí estábamos los tres unidos por un fantasma que mis ojos no querían ver. Por una mujer que me ha hecho la vida imposible y que para mí es irreconocible. Como si mi mente decidiera que borrarla era la mejor opción.

Al entrar a la sala, ya todos estaban despiertos, Geo y Andy tenían cara de asco al descubrir que habían dormido juntos, mientras que los Schäffer se ocupaban en dar de desayunar a sus hijos que al parecer habían madrugado.

-¿Me permites cargarlo?- le pregunte a Gis, ella me miro, se levanto y coloco al niño en mis brazos- Es tan bello- le dije sonriendo mientras lo mecía levemente- mira, me sonríe- le dije a Tom quien de inmediato se asomo a ver al risueño bebé que cargaba en mis brazos. Como sintiendo un alivio extraño. Una sensación de bienestar que me hacía falta.

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