Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.

¡Bienvenido seas alma perdida!

Anteriormente, hablando del año 2009, este espacio estaba dedicado a la publicación de sandeces, aka fan fiction de la banda alemana de poprockpunknoseque Tokio Hotel.

Sin embargo, después del tiempo que ha sucedido, la temática ha cambiado y, aunque en los archivos están aún esas sandeces, probablemente los escritos que aparecerán próximamente sean más de otros temas, que de la misma banda.

Éste sigue siendo su espacio, éstas siguen siendo sus letras, y esta siempre será la agonía de las palabras.


sábado, 13 de febrero de 2010

Capitulo LXV – Amanecer

Paso otra semana, miércoles 9 de diciembre y viernes 11… parecía que cada vez se vislumbraba más la hora en la que las terapias terminarían y podríamos vivir como siempre lo habíamos estado haciendo, con sus faltantes, con los sufrimientos, pero al fin y al cabo nosotros.

Lo que estaba por venir ninguno de nosotros se lo esperaba…

-¿Entonces están todos ahí?- pregunte a Bill quien acababa de llamarme desde casa, al parecer todos habían acordado ir a comer aquel sábado

-Sí, y ya los están esperando ¿En donde están?-pregunto impaciente

-Fuimos a ver unas cosas- le dije rápidamente mientras tomaba la mano de Haru- llegamos en menos de 10 minutos- dije y colgué

-Algo va a salir mal Tom- me dijo ella presionando su mano a la mía- lo puedo sentir, Simone esta sospechando que las cosas no están bien

-Calma, algo podremos hacer al respecto- le dije un poco nervioso. Ella me sonrío condescendiente, pero no convencida de mis palabras.

Acabábamos de ir a un parque, nos la pasamos ahí toda la mañana, ella me lo había pedido… según ella el recorrer lugares le ayudaría, aunque yo no he visto cambio alguno.

-Estamos aquí- dijimos al unísono al cerrar la puerta, entramos a la sala donde todos estaban, esperándonos con la mirada de exigencia a una explicación, trague saliva y la tome de la mano

-Sabemos que algo no anda bien- comenzó Dav- y no solo nosotros, la gente comienza a murmurar que están visitando a un psicólogo, y luego llegan y te vemos así- volteo a ver a Mat- ¿Qué es lo que está pasando?- estaba preocupado, y ese sentimiento incremento al ver el aspecto de Haruka, mucho más delgada, pálida, sin sonrisas y con la mirada perdida…

-Yo- dijo ella entre abriendo un poco sus labios- voy a decirles que es lo que está pasando

Soltó mi mano y camino a la sala, se sentó en el pequeño sofá frente a todos que ya la esperaban expectantes

-Suéltalo Mat- dijeron Geo y Andy al mismo tiempo, rieron y los hijos de Gustav los imitaron sacándonos unas carcajadas… más bien, sacándoles. Nosotros no reíamos. Inclusive Bill no reía, el también estaba preocupado, podía sentirlo

-Pues -comenzó ella- a últimas fechas se que no he sido yo y necesitan una explicación… he perdido muchas cosas… y no termino de comprender el por qué…- fueron sus primeras palabras

Todos la veíamos con sorpresa exagerada, ella hablaba de lo último que habíamos estado haciendo, las alucinaciones y aquella persona a la que había olvidado y evocaba muy pocas veces, como algo que no existe.

Algo “bueno” paso, ella me había aclarado que recordaba muchas cosas, pero que no lograba sentirlas, y en esta ocasión contó aquel hecho que nos hizo sacar lágrimas, dolor, coraje, miedo, impotencia…

Ella me tomo de los hombros y me empujo escaleras abajo, yo sólo recuerdo su silueta parada al extremo del lugar, ella me observo hasta que caí en el abismo…

Mi madre, Javy, Dunja y Gisela comenzaron a llorar, Matilda lo hizo por un reflejo. Andreas también se había puesto sentimental y Gustav molesto por qué no sabía nada del asunto. David hizo un sin fin de llamadas para rodear la casa con seguridad extrema y buscarían un nuevo lugar de residencia para los Schäffer. Natalie nos mostro su apoyo incondicional, como siempre. Abrazo a Mat que parecía haber entrado en un estado de shock, hasta que la sangre comenzó a salir fluidamente por su nariz.

Llamamos a los doctores (Alice y Adolfo) y fue cuando nos dimos cuenta de que estábamos rodeados, nuestra casa estaba abarrotada de gente, por dentro y por fuera

-No es tiempo de dar una conferencia David- le dije molesto, el asintió dándome la razón y se dirigió afuera “a ver qué podía hacer”

En lo que los hombres de ciencia daban un chequeo, los hombres de negocios trataban de calmar a la gente que ya se había vuelto loca con esta situación.

- Al final hemos podido calmarlo- dijo Dun un rato después, los médicos aún no salían- pero tendremos que ser más discretos con todo esto

-La psicóloga puede venir acá a las sesiones, o nosotros podríamos ayudar a trasladarla siendo más discretos- dijo Jay, estaba preocupado

-Lo mejor es que ella ya no salga de casa- dijo Geo- ¿no han visto su expresión? En verdad no es normal en ella

-¿Hace cuanto que no la escucho reír?- pregunto nostálgico Andreas- creo que después del par de idiotas ella es lo más divertido en…

-Ella no es un bufón- le dijo Bill golpeándole el brazo, ofendido

-¡Vamos!- le respondió Andy sobándose el brazo- No me refería a eso…

-Ya están saliendo- dije caminando hacía la escalera para toparme con el temeroso Adolfo- ¿Qué pasa?- le pregunte de inmediato, el volteo a ver a todos, tenía el plan de decirme lo que sucedía a mi solo- Nos incumbe a todos- interrumpí su pensamiento- por favor

Caminamos hacía la sala junto con Alice, quién también se veía preocupada.

-Les voy a ser muy sincero, esto que le ha pasado en definitiva no es normal. Tengo que revisar su actividad neuronal- dijo Adolfo cabizbajo

-¿Por qué?- pregunto mi madre angustiada- ¿Es que acaso ella esta tan mal?

-Sufre de alucinaciones severas que incluso le provocan hematomas, no sabemos si son provocadas o es reacción de su cuerpo… pero sea como sea, algo no anda bien con ella- intervino esta vez Alice

-Tiene síntomas de Leucemia- nos cayó Adolfo, mirándome profundamente, escrutando mi cara, rompiéndome el corazón en mil pedazos- Tengo que llevármela al hospital ahora mismo

Nos bastaron esas 7 palabras para empezar la movilización, mientras Javy y Jay acomodaban las cosas de Mat, los TH restantes retenían a la gente con una coartada improvisada. Gisela se ocupaba de dirigir a los de seguridad mientras nuestros administradores ya tenían un automóvil listo en la puerta trasera de la casa, por donde seriamos libres por unos segundos. Yo fui por Haruka cuando me dieron la orden, la cargué en mis brazos y salí lentamente con ella hasta la camioneta que sería conducida por mi hermano.

Al parecer nadie nos había visto salir y nos daba tiempo de llegar al hospital y desaparecer la evidencia.

-¿Quién es Katherina?- me pregunto Alice en el camino- Ella la nombró hace un rato, en la habitación

-No tengo idea- le conteste sinceramente- aquel día en tu consultorio llamo a su… a ella con ese nombre… no sé si sea parte de lo que le está pasando…

-Hemos llegado- dijo Bill deteniendo el auto mientras todos bajábamos con prisa.

-Todo saldrá bien chicos- nos dijo Adolfo llevándose a Haruka en una camilla. Durante 5 días estuvo en observación minuciosa, exámenes de esto, de lo otro, de aquello, se ha descartado la Leucemia y eso sin duda nos tiene un poco más tranquilos.

-Pues hasta ahora la actividad cerebral es normal, lo que nos preocupa ahora es su estado de inconsciencia, no sabemos si es inducida o voluntaria- nos dijo Adolfo al sexto día, cuando al fin me permitieron pasar a verla.

-Hola muñeca- fue lo que dije en cuanto la enfermera nos dejo solos, ella estaba acostada como un pequeño oso de felpa, tan tranquila, su piel había recuperado el color y sus labios volvían a estar ligeramente rosados. El brillo de su cabello volvía a impactar en mí mirar. Me senté a su lado, sobre la cama, tomando una de sus manos entre las mías. Estaba un poco fría -¿Cuándo te vas a dignar a verme?- le dije sonriendo nostálgicamente- Estoy gravemente ofendido por tú indiferencia, pero puedo reconsiderar el perdonarte…- y había comenzado a llorar, como un niño pequeño, sin consuelo. Entre hipidos y sollozos le pedía que volviera, no sé si gritaba o murmuraba… no sé si ella era capaz de oírme

-Si lloras así me harás sentir como la peor de las basuras- dijo ella acariciando mi cabeza, en un tímido movimiento, mis hipidos cesaron de inmediato y mis ojos se cruzaron con los de ella, amodorrados, un poco hinchados… ella también lloraba pero sonreía al mismo tiempo- espero que en verdad reconsideres el perdonarme- me dijo en una sonrisa y yo la levante de un solo jalón, pegándola a mi cuerpo, tal vez lastimándola… ella también me tomo por la espalda con la poca fuerza que tenía

-Me has tenido tan abandonado- le dije limpiando mis lagrimas- en verdad estoy muy enojado- me reí un poco

-Lo lamento, cielo- me dijo también limpiando sus lágrimas y recargándose en mí pecho- ¿Si te doy un beso me perdonas?- sentí como sonreía

-Si son dos estarás cerca- le dije y ambos nos soltamos a reír, voltee a mirarla y ella a mí… nuestros labios se acercaban con cautela…

-¡Matilda!- grito Bill desde afuera de la habitación, Haru incluso brinco un poco, después le extendió los brazos y él entro a la habitación para abrazarla- me da tanto gusto que estés bien ¡En verdad!- le decía animado- ya no sabía qué hacer con este soquete todo deprimido. ¡Ya nadie lo aguanta!- levante mi dedo medio y los tres nos echamos a reír como lo que somos…

-Bola de imbéciles- nos reclamo Georg- ¿Es que pensaban decirnos que ya está bien el próximo verano?

-Vamos Georg, acabamos de enterarnos de que está bien… a medias- le explicaba Bill- el doctor está dando un último chequeo, tal vez hoy mismo regrese con nosotros a casa

-Eso espero- intervino seriamente David- la próxima semana tenemos que volver al trabajo

Tenemos tres conciertos, dos el 26 y uno el 27 de diciembre, la fecha se está acercando. Uno en Hamburg, otro en Magdeburg y por ultimo en Berlín. Cosa del estado y niños en situaciones de calle, nos emociona bastante participar en ese tipo de eventos.

Ya todo estaba listo, todo preparado y todos de regreso a casa. Los Schäffer son nuestros nuevos vecinos, han adquirido una vivienda que queda apenas cruzando la calle, y como Gisela y Javy se han hecho excelentes amigas, los J’s también compartirán el techo por un tiempo. Ellos regresaran pronto a su país natal. Mati ya está en casa, regresamos el domingo 20 por la noche y ella durmió como…un bebé.

-Estas oficialmente dada de alta Mat- festejo Adolfo junto con Alice, todos comíamos en el patio celebrando el recién regreso de Haruka a nuestra vida anormal

-Por mi parte también te doy de alta- agrego Alice-espero que estés de acuerdo

-Por supuesto, y de nuevo debo darte las gracias por ayudarme- le devolvió la sonrisa.

Al parecer el evento traumático fue la pérdida del conocimiento de una persona, en este caso Catalina. Ella se negaba a reconocer que su vida era parte de una mentira lo que la estaba haciendo pasar por un desorden neurológico, que termino casi por matarla con la perdida de nuestro hijo. Lo que más afecto en este último asunto fue esa persona. Matilda sabe quién es, sabe todo, sus recuerdos están frescos, pero las sensaciones sobre ella aún no regresan, y lo que más me preocupa, su rostro esta desvanecido de la mente de Mat.

-Extrañaba tanto el hogar- me dijo aquella bella noche del lunes- y a Scott, a Bill y a….- se puso un dedo en la boca, tratando de recordar…

-¿Al hombre más sexy del mundo?- le dije acomodándome a su lado en la cama, levantando una ceja y sonriéndole

-No- me contesto después de pensarle un poco- extrañe tanto al depravado de mi novio- dijo riendo volteando a verme, brinco sobre el colchón y quedo acurrucada a mi lado, le pase el brazo por el rostro, bese su frente- te extrañe tanto Tom, como no tienes idea

-Yo te extrañe también minino- acaricio mi nariz con la suya- me haces tanta falta

-Aquí estoy Tom- me dijo, ya medio dormida- siempre estaré aquí.

Parecía que todo había terminado.

Esta etapa de traumas, remordimientos y desoladores eventos que casi nos conducen a la locura. Ella ya ha superado el desorden inconsciente que traía cargando, nuestros amigos nos acompañan y nos apoyan incondicionalmente. El trabajo está a punto de empezar de nuevo, poco a poco. Catalina no ha dado señal alguna, no hay pista de su paradero.

-Te amo Mat- le dije besando nuevamente su frente, la aprisione a mis brazos mientras ambos suspirábamos- no te alejes de mi lado

-No lo hare- me dijo sonriendo- te amo Tom y si este amor me llevará a la tumba, la aceptaría sin quejarme

-Tonta- le dije abrazándola más a mí. Sentí como ese comentario la alejaba lentamente, pero al ver su cuerpo enlazado al mío, aquél loco pensamiento me abandonaba. Terminaba siendo un par de palabras engolosinadas por parte de la mujer que más amo en la vida.

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