Capitulo LXXVII – Medio tiempo

La cruda fue fatal, estábamos desayunando al medio día con un dolor extremo en la cabeza, mientras los demás se burlaban de nuestras expresiones.

Nuestro vuelo saldría mañana a media tarde, así que teníamos que aprovechar el día, por lo que, y sin pedir nuestra opinión, nos fuimos en busca de aventura… una llamada “Vomito, mareos y nauseas al por mayor”, conocido mundialmente como Six Flags.

-No creo que a Melissa la dejen estar en las rusas- dijo Geo con ella en brazos

-Podemos encargársela a Rick- le dije guiñándole un ojo mientras el guapo chofer asentía con complicidad

-Me encantará quedarme con la pequeña de usted joven Listing

-Vamos Rick, te hemos dicho mil veces que nos hables de tú

-Lo siento, no me acostumbro- hizo bailar sus pupilas y reímos sin control

Arrancamos y durante el trayecto, cantábamos canciones, nos entreteníamos viendo todo a nuestro alrededor, riendo y discutiendo. Al fin llegamos…

-No, por favor, saben que jamás he soportado subirme ahí, y si lo hago ahora lloverá mi vomito- les rogaba a las chicas que ya me llevaban a jalones para ir al Kilauea

-No seas marica- me dijo Dalila cuando ya estábamos ahí, a mis costados ella y Zel. Tom me miraba divertido desde abajo mientras, antes de subir al suicidio, le soltaba una seña obscena…

-Tampoco es necesario que yo me suba- decía Tom a las chicas

-Lo siento cuñado- le dijo Kony- pero aquí nos vamos a subir todos, bueno, la casi mamá no porque nuestro sobrino nacerá prematuro

Después de ver la terrorífica cara de los chicos, y que el club de fans se bajara por tercera vez del endemoniado juego, dimos un paseo por el pueblo polinesio, dando un tour y comiendo esas ya conocidas papas al horno…

Después continuamos con la inminente tortura…. Las montañas rusas.

De reversa, de cabeza, con las manos al aire, con los pies flotando, que ahí abajo esta la piscina, la casa del terror, huye de Piolín, corretea a Silvestre, sácate fotos con todo el mundo, fueron las odiseas siguientes, acabando con nuestro apetito, tratando de encontrar un equilibrio y que tus ojos no bailaran tanto, regresábamos a casa en cuanto el parque cerró sus puertas.

-Quiero vomitar- dijo Bill con la cabeza recargada en el hombro de Dianizz

-¿De nuevo?- le dijeron al unísono Kony y Zel para después estallar en risas

-Creí que eran los amos de los parques de diversiones- se burlo Dalila

-Sí- dijo Tom- pero después de una cruda y veinte vueltas en cada una de las rusas, es difícil mantener el estomago dentro del cuerpo

-Lo que sucede es que son unas nenas, los dos- les echo burla Geo y Diana y yo lo vimos tan feo, que Zay tuvo que salir a su defensa, y fuimos nosotras las que nos quedamos calladas

Llego la noche y el club de fans tenía que marcharse a casa, prometimos vernos mañana para la próxima despedida.

Zay y Geo se fueron a acostar temprano y aprovechamos para hablar de ese secreto que nos incumbía a los 4

-Entonces la familia Kaulitz crecerá de un día para otro- dijo Bill tomando de la mano a Dian, quien le respondió con un tierno beso en la punta de su nariz

-¿Qué haremos ahora que se irán?- le respondió ella nostálgica

-Podemos convencer a David que nos deje tomarnos nuestras siempre vacaciones en las islas, podrías ir con nosotros- ideo Tom

-Me encantaría que así fuera- respondimos ella y yo al tiempo, para después tomarnos de las manos y reír.

Lo que siguió fue tan extremo, que apenas puedo creerlo. Hablamos con David, quién en un principió se negó, después acepto que Gustav y Gisela se fueran a París, Geo se quedará en México y Diana viajará con nosotros tres a las famosas islas maldivas por tres largas y reparadoras semanas.

-Entonces nos veremos para la boda de tu hermano- nos despedíamos del club de fans y de Zay ese día en el aeropuerto

-Me ha dado mucho gusto verlas otra vez- les dije extendiéndoles varias cajas- les debo muchos regalos, ahí están todos y puede que uno más

-Sabes que el mejor regalo siempre es que vengas – me dijo seriamente Dalila

-Sabes que- empecé a hipar y después nos reímos nostálgicamente, abrazándonos con la promesa de vernos en abril.

Llegamos a Hamburgo, estuvimos menos de 24 horas ahí, hablamos con David quién nos proporcionó el triple de seguridad

-A ver- nos indicaba- Rick se ha quedado con Georg, está enamorado de la hija de Zayra, no crean que no me di cuenta, ¡ama a los bebés! Por eso tiene seis. – sé decía a sí mismo -Martin irá con ustedes más Paul y Fred y otros más y con Gustav estarán los guardaespaldas de sus suegros y William también, sí, creo que ya estamos bien organizados. Su madre está bien cuidada al igual que todas sus familias, incluida las suyas- nos señalo, asentimos con gratitud- el expediente te lo daré al regreso, por lo pronto disfruten de sus vacaciones.

Salimos del estudio con dirección a casa de Simone. Al llegar nos recibió bastante animada, al ver a Diana no pudo evitar festejar, aunque Bill no le dijo sobre sus planes. Nos quedamos a comer en su casa, lamentablemente no por mucho tiempo.

Fuimos de compras con el tiempo contado, apenas pudimos escoger unas decenas de cosas xD.

Y ya íbamos en pleno vuelo a las Maldivas.

Llegamos a dormir, nuestras habitaciones eran contiguas así que entramos, nos tumbamos cada uno en su King size y dormimos como bebés por largas horas.

...

-¿Cenar?- le pregunté a Tom mientras apenas abría los ojos- ¿Qué hora es?- me reí

-Pues según Bill son las ocho, que debemos ir a cenar para después volver a dormir

-¿Qué día es hoy?

-Estamos terminando el seis de enero ¿Por qué?- me pregunto curioso

-Hoy cumplimos 9 meses- le dije aventándome sobre él- feliz aniversario- besé su rostro entero mientras él trataba de darme un beso

-¿Me darás un regalo?- pregunto curioso

-Si te portas bien- le dije apuntándolo con el índice. Me cargo hasta el restaurant donde la otra feliz pareja nos esperaba

-Ya hemos ordenado, espero que no les importe- nos dijo Dian

-No, para nada- les contestamos al unísono. Diana y yo no pudimos evitar reír, el estar aquí nos traía muchos recuerdos de nuestras propias vidas y de nuestras fantasías

-Entonces- dijo Bill cuando ya degustábamos la cena- de aquí nos vamos a la promoción a África, nos prepararemos para la boda del hermano de Haruka, pasaremos una temporada en México, después iremos a Asía… estaremos libres para octubre, tendremos como… ¡un año!

-¿Un año?- pregunte confundida - ¿Por qué tanto tiempo?

-Por qué acabaremos con la gira de este disco y aún no tenemos preparado el siguiente- contestó Tom naturalmente- Tal vez nos tomemos unas largas vacaciones para la realización del séptimo, aunque creo que inspiración no nos hará falta

-Yo debo organizar la mejor boda de todas- festejo Bill- con la mujer más hermosa del mundo- dijo mirándola enternecido mientras le tomaba la mano y al tiempo le propinaba un beso en la frente

-Con la segunda mujer más hermosa del mundo- le debatió Tom… y así empezó una discusión en la que terminaron aventándose la pasta en el cabello.

Lo más extraño de todo es que hablábamos del próximo compromiso del menor de los Kaulitz cuando ellos tenían "tan poco tiempo de estar juntos", mientras nosotros… vivíamos juntos y la idea de matrimonio no se nos ha pasado por la cabeza. O por lo menos no cuando estamos hablando de nosotros.

Hicimos casi todas las actividades del hotel en la primer semana que estuvimos ahí, ahora Bill y yo nos ocupábamos de planear una hermosa velada para el cumpleaños de Diana, una cena para ellos dos solos, mientras Tom se ocupaba de entretenerla con su millón de aventuras.

Lo conseguimos y ella sin sospechar nada, y siendo distraída igual que siempre, nos creyó nuestro cuento chino de ir a ver la luna llena justo en medio de la playa.

Había un camino de rosas y velas adornando sus pasos, a lo lejos se podía ver a Bill vestido de blanco con una enorme sonrisa y un par de músicos que los esperaban para bailar su pre vals nupcial.

-Somos increíbles planeando fiestas sorpresa- me dijo Tom satisfecho al tiempo que caíamos en la cama

-Estoy segura de que será una velada extraordinaria- dije sonriéndole al techo, estábamos agotados de este par de días.

Cerré mis ojos y estaba por quedarme dormida cuando una muy buena idea me llego a la mente. Me levanté para apagar las luces, encender los candelabros y cerrar muy bien la puerta.

-Tom, ¿Puedes venir aquí un momento?- le dije sentada en el tocador que daba justo frente a la cama, el enderezó un poco su cabeza pero no conseguía verme, se incorporó hasta que me vio ahí sentada, levanto una ceja y en un sutil movimiento de mis piernas, lo invite a acercarse a mí, lo hizo con velocidad, jale su playera hasta que mis labios se estamparon a los suyos.

Como si jamás los hubiera probado, mis manos serían más que traviesas por esta noche, mostraban el deseo insaciable que sentía por volver a tocar su piel. Desgarre sus playeras y el volteo a verme excitado, se acerco de nuevo y lo abracé con mis piernas, el besaba mi cuello mientras yo acariciaba toda su piel, desabotonó mi blusa, le ayude a quitármela y después se concentro en besar mi pecho, me quité el sostén y el pego su cabeza a mí, golpeándome en el espejo que estaba a mi espalda. Bajo y bajo y bajo, me tomo por sorpresa y cambio de escenario acostándome rudamente sobre el suelo alfombrado. Rápidamente cambiamos de posición quedando yo arriba, sostuve sus manos mientras besaba su abdomen y con mi cuerpo acariciaba la erección que se veía claramente bajo su ropa. Ahora fui yo quien bajo y bajo y bajo, lo despojé de su pantalón, lo aventé, mordí el borde de sus bóxers, los deslicé con mis dedos y ayudados un poco con mis dientes, mientras él me sonreía y ponía sus manos bajo su cabeza. Después se mordió el labio e intentaba sin mucho éxito callar sus placenteras reacciones, mientras hacía movimientos con las piernas y trataba de controlar mis succiones con mis dedos dentro de su boca, me detuve y él se quedo con los labios entre abiertos, descansaba, así que sin más preámbulos caí sobre su miembro mientras este me penetraba con ferocidad, no se lo esperaba, así que soltó un gemido que me hizo retumbar, volví a detenerme, con él dentro de mí, esperaba que me mirara, no lo hizo y yo seguía sin moverme, hasta que el astuto movimiento de su pelvis me sorprendió, una sorpresa que me lleno todavía más de placer, convirtiendo nuestros movimientos combinados, en una de las más excitantes noches de nuestras vidas, en esta semana. Empezamos a reír ya que de la nada nos habíamos quedado mirándonos sin hacer movimiento alguno, nos levantamos y, sin saber por qué, voltee a verme en el espejo, recargándome con ambas manos en el borde del tocador, mi respiración era tan agitada. Abrí la botella de agua y tome un poco, Tom me la arrebato y vertió el vital líquido por todo mi torso, mientras podía ver su satisfecha expresión en el gran espejo que estaba frente a nosotros, pensé en voltearme, sin embargo, lo único que hice fue inclinarme hacía el frente, él me enderezó, podíamos ver nuestros extasiados rostros y el movimiento de nuestras manos. Cuando paseaba sus dedos entre mis pezones, mi expresión era una, y cuando con su otra mano comenzó a acariciar mi sexo, fue una completamente diferente, podíamos ver al espejo nuestros múltiples gestos orgásmicos que nos pedían más y más. Al fin me penetro de nueva cuenta subiendo todavía más el éxtasis, mientras no perdíamos ni un segundo la expresión del otro, era tanto el placer que terminamos ahí mismo y nos dejamos caer en el suelo.

-Demonios- dijo como buscando algo- aquí también te meterán a la cárcel

-Pero- le dije con la respiración más cortada que nunca- si tú fuiste el de la idea

-Y tú eres la del rico cu- colocó una mano en su pecho y la otra en mi cintura, el veía al techo y yo veía a través de su pecho la pared

-¡Tom!- le dije dándole un golpe en el estomago interrumpiendo su fino y halagador comentario- No hace falta que le presumas al mundo entero lo sabroso de…. Mi persona, muy amable de tú parte

-Oh Vamos- al fin nos levantamos y me cargo entre sus brazos a la cama, nos volvimos a acurrucar- Sería incapaz de hacerle promoción a mi nena

Me lleno de besos, escuchamos que la feliz pareja llego a su habitación, venían bastante tomados y hacían mucho escándalo, por fortuna nosotros conseguimos quedarnos dormidos más rápido de lo que imaginamos.