-¿Quiénes?- pregunte confundida y Zvonimir salía de lugar con una expresión fantasmal
-¿¡Quién eres y a que has venido!?- gritó Danica poniendo alerta a toda la servidumbre- ¡Contesta!- volvió a gritar, estaba por salir corriendo por la primera de las ventanas cuando una mujer, de aproximadamente 50 años, poso su mano en el hombro de la enfadada chica, haciéndola brincar y después tranquilizarse
-Ven conmigo- me dijo la mujer extendiéndome una mano, yo la seguí. Subimos las escaleras a velocidad media, entramos a una de las habitaciones, me ofreció el sofá y mando traer un poco de té- lamento que mi sobrina te haya gritado- me dijo sentándose frente a mí- Zvonimir me ha dicho que vienes con algún asunto relacionado con los Radovechich
-Yo lamento haber causado tanta confusión. Yo vine a Sisak por esta fotografía- se la extendí, ella se puso sus anteojos y comenzó a acariciar el papel con tristeza- Necesito saber quiénes son las personas que están ahí, vera, ese papel se encontraba en mi casa, en México, necesito saber por qué
-¿Cómo fue que llegaste a nuestra casa precisamente? ¿Por qué preguntaste por mi esposo? ¿Qué es lo que sabes?- a pesar de que su tono era duro, sus palabras no me parecían ofensivas, más bien, al igual que yo, la estaba carcomiendo la duda
-Encontré esa foto hace poco, vi en el reverso que decía “Sisak, Croacia”, después, la mamá de una amiga comento que el doctor Dubocovich atendería el parto de su nieta, vine aquí sin información de nadie, solo con un nombre con la esperanza de que pudieran ayudarme a encontrar algo, para mi es igual de sorprendente que éste aquí precisamente…
-Me gustaría que te quedarás en nuestra casa, sino te importa. Debes decirnos tu historia para nosotros contarte la nuestra
-Pero- trate de interrumpir, sin embargo, ella ya había salido de la habitación. Un joven fue por la dirección del hotel y el permiso para recoger mis cosas. Así fue como cayendo el atardecer, me llamaron al estudio de la genial casa en la que me encontraba ahora
-Buenas noches- dije entrando al estudio donde me esperaba la señora, acompañada por una visión, un hombre de cana cabellera terriblemente familiar
-Buenas noches jovencita, toma asiento- me dijo el hombre amablemente- ya debes conocer a mi esposa, Draga Dubocovich- la mujer me sonrío complaciente mientras yo asentía – soy Darko Dubocovich, debes saber que me encuentro abrumado por lo que me han dicho mis sobrinos y mi mujer, hace mucho tiempo que no escuchaba un relato tan aterrador
-Discúlpenme si he venido a causarles disgustos, es solo que no sé a quién más puedo recurrir
-Vamos a escucharte pequeña- me dijo Draga poniendo una de sus manos sobre la mía- puedes comenzar por decirnos por qué piensas que podemos ayudarte
-Pues verán, es una historia un tanto traumática- cambiamos de escenario, parece que hay más gente inmiscuida en este lugar, y el matrimonio prefiere que esto quede entre nosotros tres. Entramos a otra gran habitación, esta fue devastadora, hay una fotografía enorme de la familia Dubocovich, entre hombres y mujeres son como veinte personas, entre ellos, un rostro familiar…es el hombre de París, pensé acercándome demasiado a la fotografía
-Te escuchamos- interrumpió mi pensamiento el señor, era mi turno de contar algunas cosas
-Ella decía llamarse Catalina Rivera, nacida en el Distrito Federal, en México, conocí a la familia, íbamos seguido de visita, ahora que lo pienso, jamás aclaro nada sobre quién es su padre o su madre…
-Ella se fue de pronto, y no la volví a ver de la misma manera, se apareció en nuestro viaje a París, me golpeo y caí inconsciente, ese hombre de la fotografía nos estaba siguiendo, supongo que estaba con ella, ya que nos dejo en la acera un anillo que fue regalo de Catalina en su cumpleaños
-Se metió al que era nuestro departamento, me espío mientras yo dormía debido a la ingestión accidental de un veneno que ella resguardaba en unas botellas de vodka
-Me empujo, no se con que intenciones, perdí a mis bebés por eso, no sé si ella sabía que estaba embarazada, no sé por qué lo hizo
-La olvide, no podía recordar su rostro a pesar de que la veía en sueños, y no sé si a sabiendas de mi situación, se me apareció en el supermercado y charlamos un poco, ella se mostraba triste y preocupada, se presento como Katherina, me dio otro de los anillos que con anterioridad le había dado, ahora su cabello está teñido de rojo, o lo estaba en ese entonces
-Creo que ella mato a mi ex novio, ellos tenían una relación desde antes de que me lo presentara. Sé que es una acusación muy grave, y no he sabido nada más al respecto, pero él no conocía a nadie más en Alemania que no fuese ella o yo
-Al regresar a México, recordé un momento en el que ella me dijo su escondite, sobre lo que ella en verdad era, que tenía que comprender que todo lo había hecho para encontrar la felicidad. Pero para nuestra mala suerte, encontramos los papeles en muy mal estado, y esa fotografía estaba detrás del espejo de su habitación.
-No sé si ella tenga algo que ver con esta familia, se suponía que entre ella y yo no había secretos y de un día a otro todo cambia volviéndose caótico…
-Has venido al lugar indicado- me dijo Darko después de extenderme un pañuelo, mi llanto comenzaba a mojar mi blusa- esa foto que tienes en las manos fue la última que se tomo la familia junta. El hombre que dices te seguía en París es mi hermano, Luka. También es médico, después de la tragedia él se mudo al país donde lo encontraste
-¿Tragedia?- pregunte en voz alta lo que más bien debió quedarse como un pensamiento, ellos volvieron a mirarme, se notaba que no tenían ni idea de que decirme
-El hombre de la fotografía era Tomislav Radovechich, el y yo fuimos excelentes amigos durante toda nuestra infancia, hasta que el decidió estudiar ingeniería nuclear y yo estudiar obstetricia. Él se caso cuando termino la carrera, con una estudiante de veterinaria, Ivanna. Ellos en verdad eran muy felices, afortunadamente me dio la oportunidad de estar al cuidado del embarazo gemelar de Ivy.
-Ivy era una chica extraordinariamente gentil- continuo Draga- tenía muchos deseos de estar en una gran familia, su padre se fue cuando era muy pequeña y su madre… pues su madre está recluida en un asilo mental, o eso es lo que hemos sabido. Con sólo 22 años de edad fue madre de dos hermosas niñas, las que ves en la fotografía, Lucija y Katherina
La fotografía se me resbalo de las manos, no sólo no era ella con la que había vivido, sino que además de todo tenía una hermana gemela a la que me había estado ocultando
-¿Dónde están ellos?- pregunte con la voz un poco cortada
-Murieron hace 20 años- me dijo Darko con sobriedad, me dieron unas ganas verdaderamente horribles de vomitar que no sé cómo pude controlar.
-Déjame continuar Matilda- me pidió Darko, asentí esperando el vomito no me traicionara- Las gemelas eras dos de las criaturas más bellas que me han permitido ver mis ojos, desde su nacimiento despedían un brillo singular, sus padres eran más que felices al tenerlas, mis sobrinos fueron muy amigos de las dos
-Dos años después nació el pequeño Tomislav, era idéntico a su padre, cosa que sin duda los lleno más de orgullo. Todo parecía perfecto hasta que entraron a la elemental. Había disputas entre las gemelas, Danica y Zvonimir eran los únicos amigos que tenían, se habían convertido en seres egoístas y hasta crueles
-Su madre, Ivy- continuo de nuevo Draga- tenía miedo que la enfermedad de su madre la tuvieran sus hijas, por lo que las traía seguido a la clínica, otro de los hermanos de Darko fue quién las atendió, Isus, él vive en México. Ambas niñas eran muy sádicas y casi imposibles de identificar la una de la otra. Es una cosa que sólo sus padres y su hermano lograban.
-Tomo decía- siguió hablando Darko- que Katherina despedía un aroma a azahares, mientras que Lucija frecuentaba la vainilla
-¿Lucija?- interrumpí- discúlpenme pero Catalina, o bueno, ella, la chica con la que vivía es la que huele a vainilla, y ella fue la que me dijo llamarse Katherina…
-Pues- dijo Darko mirando a su esposa que también lo miro preocupado- Eso se debe a lo que paso después, pero creemos que lo mejor será esperar hasta mañana
-No, por favor deben continuar- dije impaciente
-¿Me mandaste llamar Tío?-Entro Zvonimir quedándose parado detrás de mí
-Lleva a Matilda a su habitación, por hoy ha sido suficiente- dijo Darko al tiempo que los tres nos levantábamos. Les dije buenas noches esperando impaciente que llegará la mañana para terminar la historia
-No sé a qué has venido aquí- dijo Zvonimir al tiempo que entraba a mi habitación- sólo espero que no te quedes mucho tiempo, buenas noches- cerró la puerta tras él dejándome perpleja y sin algún argumento para defenderme.
Me encontré con mis maletas al pie de la hermosa habitación en la que me encontraba, la cena estaba en la pequeña salita al costado de la cama ¿Qué más podía hacer? No tengo absolutamente nada de sueño, así que me he puesto a observar. Se abre una puerta que pensé sería el vestidor, pero era una biblioteca, una pequeña, parecía que nadie había entrado en años. Lo único que pude ver fue una fotografía, una donde Luka Dubocovich cargaba a las gemelas en sus piernas, donde ambas sonreían…
4 comentarios:
Zvonimir me cae mal ¬¬...
AAAAAAAAAAAAAA!
cómo que mañana??!!
Ivy y Tomislav OMFG!!
pero qué enfermedad tenía Ivy?!
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
publica el otro ahorita mismo! xDD...
Te amoooooooooooo♥ooooo[..]oooooo♥
Al fin !
yo ya me estaba desesperando :)
'Ora resulta weee
Entre tanto nombre impronunciable ve na' más de lo que se entera uno
Tsss son las viejas sádicas esas...
Ves por qué siempre me cayó mal
xD Zay ``entre tanto nombre impronunciable... ´´
Sólo diré que esa familia ma aterra.
Te Love You Mucho <3
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