Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.

¡Bienvenido seas alma perdida!

Anteriormente, hablando del año 2009, este espacio estaba dedicado a la publicación de sandeces, aka fan fiction de la banda alemana de poprockpunknoseque Tokio Hotel.

Sin embargo, después del tiempo que ha sucedido, la temática ha cambiado y, aunque en los archivos están aún esas sandeces, probablemente los escritos que aparecerán próximamente sean más de otros temas, que de la misma banda.

Éste sigue siendo su espacio, éstas siguen siendo sus letras, y esta siempre será la agonía de las palabras.


martes, 22 de junio de 2010

Capítulo CXVI – Si lo hubiera hecho hace 6 años


MusicPlaylist

Ya han pasado decenas de días desde que te vi, has cambiado tanto; ya no eres la persona que conocí.

Si supieras que se todo de ti desde que nos separamos, que aunque estamos en países distintos, escucho amables noticias tuyas de vez en vez, y lo que no, sé que puedo llamarle a tu hermano, él siempre está dispuesto a decirme como estas…

¿Cómo te va con tus sobrinos?

Sé que son dos hermosos niños, tal y como en aquel sueño ¿Recuerdas? Cuando estábamos juntos y sabía que podía sonreír porque estabas ahí…

Te extraño, esa es la verdad. Con cada amanecer, cada que se pone el sol, con el humo del cigarrillo que inunda mi habitación… ¿Pensarás en mí? Desearía saber que así es, pero aún no encuentro la forma de leer tu pensamiento…

Yo puedo confesarte, amor mío, que estás conmigo día a día, y daría mi vida entera por verte a mi lado…

También quisiera pedirte perdón ¿Demasiado tarde? Creo que sí, fui tan cobarde al dejar que todo terminara, yo jamás dejé de amarte, sigo amándote… Ven conmigo…

¿Por qué te casaste? ¿Acaso fui tan poco para ti?

Haruka… ojala ese sueño se hubiera cumplido, estaríamos rodeados de nuestros bellos hijos y nuestra más que perfecta familia, pero no. Me olvidaste tan rápido, y así como paso te casaste con él. ¿Eres feliz? Me conformo con saber que sí…

Me he vuelto un loco, lo sé ¿Te parece enfermo que sepa hasta la hora en la que te duermes? No lo puedo evitar, cada que abrazo la almohada pensando que eres tú, viene a mi mente tu cuerpo rodeado de unos brazos que no son míos. La sola idea de verte sonriendo con otro que no soy yo me pone mal.

¿Por qué te fuiste? Yo te perdone, yo te amé, yo te amo. Me equivoque pensando que todo sería como siempre y te deje ir… Pero Mat… desde aquel día, aquel día que no regresaste a Alemania, te he extrañado como el sol extraña al alba, solo tengo de ti tu recuerdo vivo en el pensamiento, tu perfume y aquel anillo que amablemente pusiste en mi mano el día que dije la mentira más grande. Aquella que me ha costado la vida.

Si te dijera que te amo como siempre y más que nunca, ¿Regresas?

-¿Tom?- pregunta ella, al borde de la puerta puedo ver sus dedos tratando de abrir

-Pasa- le digo guardando aquella carta, una de tantas que no he podido mandar

-Ya está aquí- me dice con una sonrisa en el rostro. Sé que le emociona verla, a todos…

-Bajo en seguida- le digo sonriente, al salir Diana, rápidamente me miro al espejo, mis 33 años no me hacen ver mal. Me pregunto cómo ha de verse ella…

-Hey hermano- entra Georg con uno de sus hijos en brazos- ¿Vas a bajar?- pregunta curioso

-Claro- le respondo extendiéndole los brazos al pequeño rubio que abraza, el niño brinca de inmediato - ¿Por qué no?

-No quisiera verte mal otra vez Tom- decía mirándome temeroso

-Nada puede ser peor que verla entrar a la iglesia para casarse con alguien que no soy yo- le respondo simplón

-Está bien Tom, solo quiero que sepas que ella viene sola y se quedara aquí por dos días.

-No creo que se divorcié por que venga sola- le digo caminando al pasillo, preparado para bajar al primer piso

-Yo tampoco, hombre- dice codeándome- pero has querido decirle tantas cosas desde hace tanto

-Y estamos casi seguros de que ella a ti- agrega Gustav con la enorme Allison de su mano

-¿Estas emocionado por ver a Matilda, Tío Tom?- pregunta la pequeña sin preámbulos

-Claro que estoy emocionado- le confieso sonriéndole con complicidad, bajo los escalones con cuidado debido al hombrecillo que trepa mis hombros, y escucho sus risas, acompañadas por las de sus amigas, las reinas magas unidas de nuevo

-¡Allison!- grita ella emocionada, la pequeña infanta corre y trepa por los brazos de Mat, ellas se ven seguido y se llaman con mucha frecuencia, también Allison es una de mis espías preferidas. Para nuestra, mejor dicho, mi mala suerte, Mat no venía a casa desde la última vez que estuvo aquí, todos se veían con ella en lugares lejanos, excepto yo, que la veré después de 6 largos años

-Me da tanto gusto verte Mati- le dice la niña llenándola de besos, paso seguido Gustav la levantaba en sus brazos y ella sonreía, tal y como la recordaba, plena y feliz entre nuestros brazos

-No han perdido el tiempo- decía poniéndose de rodillas y prácticamente enumerando a los hijos de Gus y de Geo que por ahí se paseaban, traviesos y felices de tener a una nueva persona en casa

-Ya ves comadre- le contestaba Zaybet con una sonrisa fraternal, abrazándola emocionada

-Tú también te ves muy bien, los años no pasan en vano para ustedes chicos- me sonreía. Se estaba dirigiendo a mí, y yo apenas y pude enchuecar la boca y suspirar lo más discretamente posible.

Así paso la tarde entre cada aventura que ella nos contaba, jamás tocaba el tema de su marido, se la pasaba viviendo tras el cuidado de los hijos de su hermano, tenía proyectos nuevos y viajaba bastante. No dejaba que tocáramos el tema de las relaciones amorosas a menos que se tratara de las que ya existían ahí frente a nuestros ojos

La hora del postre fue celestial, los niños nos habían abandonado junto a Gisela y Gustav, al parecer los pequeños se entretenían con las nuevas mascotas, ellas platicaban como si jamás se hubieran separado.

Ya había llegado, la hora del sagrado sueño en el que todos nos ocupamos de arrullar a los bebés, algo me decía que ella y su esposo estaban mal… o al menos eso me convenía creer…

-¡Mat, que sorpresa!- le dije aparentando esa emoción, encontrármela en el patio con sus famosos cigarrillos, paseándolos entre sus manos, sin encenderlos, meciéndose en el columpio

-Vaya que nos ha costado trabajo dormir a esos bebés- me dice sonriente tallándose sus ojos- Creo que muero de sueño pero mi flojera de subir es más grande- y se ríe

-Creía que estabas acostumbrada, por los hijos de Carlos- le conteste alzando los hombros

-Sí, pero cuando ellos duermen yo ya no estoy ahí sino en casa- me dice levantando su mano- ¿Ves esto?- me señala una pequeña cicatriz en la palma de su mano

-¿Qué es?- le pregunto curioso y sin querer, tomo su mano entre la mía, acariciando la suavidad de su piel, noto como ella se estremece, y no puedo evitarlo, también lo hago yo

-Es la recomendación que te doy de que jamás le prestes a los niños unas llaves- dice sonrojándose, agachando la mirada y apartando su mano de la mía. Lo hace sin disimular

-Supongo que te haré caso- le contesto y me río al notar lo rojizo de su rostro- Si gustas puedo llevarte cargando a tu habitación

-No te preocupes, y debo irme ya que seguramente los bebes se despertaran temprano- dice levantándose rápidamente y caminando a la puerta

-Sabes que no es molestia Haru- le digo y ella se detiene, me voltea a ver con esa mirada que declara lo nerviosa que está y las ganas que tiene de huir

-Lo sé Tom, pero prefiero caminar- abre la puerta de la cocina, está se cierra lentamente, pero no tengo tiempo de pensar. Ya me espere 6 años…

-Muy bien Thomas- dice la voz de mi hermano en la sala, me ha sorprendido que este ahí, y no solo es él, sino todos- Anda ve- los miro confundido, entre sonriente y sorprendido

-Sé que ella te está esperando aunque lo niegue- me guiña el ojo Diana y me da confianza para seguir… así que ahí estoy parado en la puerta de su habitación, con la carta que le acabo de escribir, esperanzado en que ella abra la puerta sin querer

Pero no lo hace, así que me tomo la molestia de hacerlo yo. Su ropa esta regada por todos lados, tal y como la recuerdo, toda la habitación huele a ella y me llena de felicidad. Como acostumbra, ha puesto varios portarretratos junto a su cama, fotos de ella con nosotros, con el club de fans y con su hermano… extraño ver nuestras fotos por todos lados

¿Dónde estás? Pregunto para mis adentros esperando que ella llegue de la nada, pero tampoco lo hace. Así que me siento sobre la cama y me quedo ahí por largo rato, casi hasta quedarme dormido

-¿Qué haces?- pregunta ella frente a mí, apenas y me doy cuenta de que estaba dormido sobre su cama, ella me observa entre confundida y divertida

-Te estaba esperando, es que quiero hablar contigo- le digo bostezando y levantándome, de un brinco ella se hace para atrás, alejándose de mí

-Bueno, pero que sea corto, ya te dije que debo despertarme temprano- me contesta esperando que le hablara, pero no me salían las palabras, así que simplemente le extendí la carta

-¿Qué es?- pregunta curiosa tomándola entre sus manos

-Es una de las cientos de cartas que te he escrito- le digo respirando cada vez más rápido, ella abre sus ojos- en todas te pido que regreses…

-Pero Tom- comienza, otra vez negando con la cabeza, sin darme tiempo de hablar. Así que lo primero que hago es correr a la puerta y cerrarla con seguro, poniéndome en ella para que no salga huyendo, como la última vez

-Nada de “pero Tom”- le pido- necesito que me escuches, jamás lo haces…

-Y no tengo porque hacerlo ahora- contesta gruñona cruzando los brazos

-Vamos Haruka, solo escúchame- le digo de nuevo, al parecer ella acepta- Sólo te lo diré una vez, así que pon atención

-Estoy ansiosa- me responde con ironía

-Te amo y jamás deje de hacerlo, y sé que tú tampoco- le digo caminando a donde esta ella, con una expresión de, no sé de qué…

-¿Qué quieres que haga al respecto?- me contesta volteando la cara cuando siente la mía prácticamente sobre sus labios- Tom, soy una mujer casada

-No me interesa- le contesto abrazándola- fuiste, eres y seguirás siendo mi mujer…

-Ya no Tom- me dice, cuando siento sus brazos rodearme la cintura, siento que estoy en el cielo

-Deja de ser tan necia y bésame- le digo haciéndome el gracioso y acercando sus labios a los míos, ella responde de inmediato y el calor comienza a embriagarme de nuevo. Nos quitamos la ropa mutuamente y nos besamos con mucha pasión, cuando de pronto ella me separa a la fuerza

-No Tom- me dice poniéndose de pie- Yo no puedo hacer esto

-Vamos Haru, por favor, además sé que me amas…

-Sí- me responde llorando- pero no puedo estar contigo sabiendo que estoy embarazada de otro hombre.

6 comentarios:

sthefk dijo...

qqqqqqqqqqqq????!!!!
me he quedado sin palabra alguna :O
no puede ser xq Haru??? :(
o MFG!!
solo puedo pensar q ya kiero el siguiente capitulo

Anónimo dijo...

Increíble!!!

F. dijo...

Haruu ¬¬

Y yo que me había hecho la millonada De Ilusiones .___.

Exijo el siguiente!

''-Sí- me responde llorando- pero no puedo estar contigo sabiendo que estoy embarazada de otro hombre.''

Eso me mato x_____X
Con que estuvieran separados ya era suficiente u,u

...Sabes? presiento algo xd

Harlu dijo...

Y por alguna razón, este capítulo me dejó muy triste.

Te amo.

MARYGAZETTA dijo...

O.o mi dios kede sin palabras
aaaaaaaaaawwwwwwwwww pobre tom
esto se pone bueno
ya muero de ansias x leer el otro

@ZaybetFrias dijo...

Me gustó....