Capítulo CXXVII – ¿Que haría yo sin ti?

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Ya han pasado varias semanas, no sé cuantas exactamente, los días con ellas aquí se pasan como arena entre las manos. Curiosamente nadie nos ha preguntado que paso con Haruka y conmigo. Solo saben que estamos aquí.

Mañana es el cumpleaños de Zaybet, Matilda esta vuelta una loca junto con Diana, aunque esta ultima se muestra más pasiva, a mi chica parece que la cordura se le olvido en uno de sus bolsos.

Georg se la pasa con sus hijas, se ve realmente...lindo, debo admitirlo. Me gusta observar como se ha convertido en una persona mucho más feliz desde que esta casado con Zayra. Ahora ellos también planean su boda religiosa, creo que será en México, la fecha... creo que será en diciembre de este año. Bill esta en casa también, se la pasa tocando el piano, practica y practica, puedes escucharlo cantar todo el santo día.

El y Diana se ven endiosadamente, duermen juntos, cálidos y felices. A diferencia de nosotros parece que no hay problemas entre ellos. Podría justificarme diciendo que no se han visto diariamente, pero ¿Es que acaso yo me he cansado de ella?

Gustav por otro lado, se encuentra desaparecido completamente, desde el nacimiento de las gemelas no ha salido de su casa, y pueden escucharse sus berridos cada mañana cuando les canta a sus adorables 4 hijos.

Melissa y Allison están casi todo el tiempo juntas, se entienden muy bien, y si aquél sueño mio se vuelve realidad, están destinadas a ser las mejores amigas. Gisela esta muy sensible, puede llorar por cualquier cosa, pero se encuentra más feliz que nunca. Puedes verla con sus gemelas en los brazos, Allison apoyándola en algún lugar de la casa y Luka muerto de la curiosidad. Es el hombrecito consentido por todos. Ahora que me doy cuenta, estamos rodeados de nenitas.

Parece ser que seré yo quién poblé a esta casa de varones guapos y rudos como su padre, bellos y necios como una mula, es decir, como su encantadora madre.

-Tom- me dice azotando la puerta de nuestra habitación- ¿Has visto a Zaybet?- me pregunta curiosa mientras se pasea por el cuarto buscando algo diferente que ponerse, se agacha para ver debajo de la cama

-No- le respondo apagando la televisión- Creo que salio con Georg y sus hijas

-¡Ay!- me dice enderezándose de la nada- Esa mujer, le estoy diciendo que me avise si va a salir y no me dice- comienza a vociferar

-¿También eres su mamá?- le digo divertido

-No babis- me dice aventandome la blusa que traía puesta y entrando al baño en ropa interior- Sabía que iba a salir, pero se supone que le encargaría algo

-¿Para qué?- la cuestionó acercándome a ella

-Para algo- me responde saliendo con el cepillo de dientes a punto de entrar a su boca. Se vuelve a pasear buscando por toda la habitación, yo enciendo la tv de otra vez.

-Oye- le digo cuando ella ya sale del baño de nueva cuenta y se dirige al vestidor- Haruka- le hablo de nuevo y ella se mete ahí sin hacerme caso. Me enfado, así que camino hasta donde se escucha que mueve algunas cosas

-No voy a estarte rogando toda la vida para que me hagas caso Matilda, te estas poniendo insoportable- le digo tratando de ubicarla, solo veía la ropa danzar a mis costados y cuando me di cuenta, la puerta del vestidor se cierra de un golpe, al voltear, ahí esta ella

-Iba a encargarle que no regresará hasta mañana- me dice con su voz seductora

-Ah bueno- le digo trabándome un poco- ¿Porque no lo dijiste desde un principio?

-Por que te hubieras lanzado sobre mi sin darme tiempo de nada más- me contesta levantando una ceja y mojándose los labios- Seguramente por tu cabecita pasan muchas ideas sobre la vida perfecta de los demás y nuestras raquiticas muestras de cariño

-Eh- trate de detenerla

-Callate Thomas- me dice aventándome una media- es hora de recompenzarte

Lo nuestro definitivamente no puedo describirlo como algo común, siempre me hace cambiar de parecer y estoy seguro de que ella ha de pensar cosas locas de igual manera. Lo único que me importa en este instante es que ella siente cosas por mi, sé que las cosas serán difíciles en un principio, pero todo puede regresar a lo que era antes... o al menos eso creo.

Después de estar jugando al gato y al ratón por más de medio día, nos dimos cuenta de nuestra soledad, sin querer o sin haberlo planeado o pedido, la casa estaba solo para nosotros

-Creí que no les habías dicho nada sobre no regresar- le comenté dejando una charola de comida en la cama

-Yo no les dije nada- me responde sonriendo- Supongo que Bill te leyó el pensamiento y prefirió no interrumpir

-Le agradeceré cuando regrese- le dije acomodándome a su lado, ella recargo su cabeza sobre mi abdomen

-Amor ¿Te he dicho lo sabroso que estas?- me pregunta con una mirada perdida en el techo y poniéndose el índice en la boca

-Nunca de esta forma- le digo tratando de no reírme

-¿Te he dicho que amo el olor de cada centímetro de tu piel? ¿El color de tu cabello? ¿La manera en la que me miras? La manera en la que duermes y me besas, cuando me tomas por sorpresa y me dejas sin respiración contra una pared, sin importar que los demás estén mirándonos. Cuando me sonríes maquiavelicamente pensando en como ponerme y en que lugar. Cuando te haces el que no me ves, cuando después de un beso apasionado finges que nada paso.

-Yo amo cuando tu estás molesta y duermes volteando a otro lado, sin saber que yo te veo toda la noche esperando que voltees tu mirada y se encuentre con la mía, besarte hasta el amanecer. Amo cuando te ríes de mis pésimos chistes, cuando me celas aunque finjas no hacerlo, cuando te emocionas porque llueve o por cualquier cosa simple. Amo que estés aquí conmigo y te pongas romántica

-Amo que seas un cursi- me dice riéndose- Thomas te ordeno que me sometas en este instante con un beso apasionado- me dice con su voz recia y cambiando de gesto repentinamente

-Pero Haruka, si acabamos de coger- le digo según yo mortificándome- Esto nos hará mal, no hemos salido de la habitación en toda la mañana

-¡Como no!- me dice berrinchuda, poniéndose sobre mi de la nada y pegando su frente a la mía- ¡Saliste a la cocina por mi comida!

-Eso no cuenta- le digo suspirando

-¡Thomas ya no quiere coger conmigo!- empieza a gritar sacándose la blusa de la nada y después comienza a reír como loca- ¡Mi novio ya no me desea!

-Pues yo puedo hacerte el favor si quieres muñequita- dice Andreas abriendo la puerta de la habitación. Del susto, Haruka cae al suelo semi desnuda frente a toda la familia

-¡Cierra la maldita puerta depravado!- Le grito aventándole la sábana a Haruka en todo el cuerpo, ella estaba tan sorprendida que ni se movía, un segundo después recordé que también estaba desnudo y pff...

-Hola cuñado- me dice Zay levantando la ceja, según ella, de manera sensual. En menos de un segundo me tape con una almohada

-Mi papá tiene uno igual- dice Melissa señalándome

-El de papi es más grande- le responde Zayra

-¡Claro que no!- les digo indignado

-Podrían salir de mi habitación y cerrar la maldita puerta al cerrar...salir... ¡No se dan cuenta que estamos desnudos o que demonios!- grita Haruka horrorizada. Al instante, Bill cierra la puerta poniéndole el seguro por dentro y escuchamos sus pasos alejarse

-Maldita la hora en la que regreso Andreas de donde quiera que anduviera- digo ayudando a Haru a levantarse del suelo

-¿Te das cuenta?- me dice sin soltarse de mis brazos- Si hubiéramos comenzado y nos hubieran visto...

-Se les hubiera antojado- le digo reflexionando

-¡Ay mi vida! No me refiero a eso- me dice sonriendo- Que vergüenza...

-Bueno, yo pensé- me acerco para darle un beso- Bajemos a ver que chisme traen

-¿Me llevas al guardarropa?- me pide con su sonrisita

-Lo que me pida mi princesa- le contestó sobando mi nariz con la suya

-Te amo Tom Tom- me dice recargando su cabeza en mi cuello- mucho...pero bésame primero...