Todos alguna vez estaremos Oliendo Pelusas.

¡Bienvenido seas alma perdida!

Anteriormente, hablando del año 2009, este espacio estaba dedicado a la publicación de sandeces, aka fan fiction de la banda alemana de poprockpunknoseque Tokio Hotel.

Sin embargo, después del tiempo que ha sucedido, la temática ha cambiado y, aunque en los archivos están aún esas sandeces, probablemente los escritos que aparecerán próximamente sean más de otros temas, que de la misma banda.

Éste sigue siendo su espacio, éstas siguen siendo sus letras, y esta siempre será la agonía de las palabras.


jueves, 16 de septiembre de 2010

Capítulo CXLVIII – Déjame irme contigo


MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com

...Diana...

-¿Quieres saber que me pasó el otro día?- me dice Matilda sonriendo como ella jamás lo hace, con nostalgia, después de un suspiro amargo

-Claro encanto, dime- en ésta ocasión, se quedará en mi casa, ya se han ido todas. Teníamos una pseudo fiesta sin razón alguna

-Pues, me sentía muy mal- y se ríe. Matilda es una persona muy sensible, muy temperamental, emocional, si está triste te lo dice y si esta muy feliz no hace falta que lo haga; su rostro entumecido de tanto sonreír la delata

-¿Por qué?- pregunto pasando mi brazo por sus hombros

-Pues, él me engaño- y reía. Estaba saliendo con un tipo que a mi jamás me cayó bien. No era nada serio, sin embargo ella se estaba encariñando con él

-Mi amor, sé que odias que te diga esto pero

-Me lo dijiste, ya lo sé- me interrumpe y se levanta del sofá, camina dándome la espalda y se soba el brazo, está nerviosa...

-¿Qué paso después?- he notado que se ha puesto tensa. No es que ella me oculte las cosas, pero puede tardarse horas en contarme algo...

-Es algo muy estúpido, te vas a enojar conmigo- dice aún sin darme la cara

-Vamos, encanto- la ánimo, ella como que se ríe, como que suspira, como que intenta no llorar

-Sabes que lo que más me afecta en la vida, no es decepcionarme de la gente, sino que, por creer en ella, decepcionarme de mi misma... con él pasó lo mismo que con todos los demás. Y simplemente ya no supe que hacer. Lloré varios días en la oscuridad de mi habitación, no tenía a nadie que me diera consuelo, solo tenía que encontrarme a mi misma otra vez- y voltea a mirarme con sus bellas lágrimas amenazando con salir a cántaros de sus ojos

-Estás aquí, eso me hace pensar que estás mejor- le digo intentando no cometer un error. Su sensibilidad a flor de piel y mi objetividad no siempre son la mejor combinación

-Sí- me sonríe- pero para lograrlo... tuve que sentir el aire colarse entre mis brazos... el aire helado golpeándome el rostro, eso me hizo sentir de nuevo aquí, segura de que mis pies tenían que estar sobre esta tierra y no en otro lado

-Matilda- le digo seriamente- ¿Como lograste eso?

-Me subí a una azotea- y bufa irónica, se sienta en el sillón frente a mi y agacha su cabeza, hasta meterla entre sus rodillas

-Podrías decirme, si eres tan amable ¿Qué carajos hacías allá? ¿Qué estabas buscando? ¿Que tratabas de hacer?- le pregunto exasperada, no es que mi mejor amiga venga de pronto y me diga que intentaba suicidarse

-Solo quería sentir el viento en mi rostro otra vez- me dice romántica, volteando a ver el techo de la casa, me quedo sin nada que decirle- ¿No estás creyendo que intentaba lanzarme verdad?

-¿Qué quieres que piense si de pronto me dices que estando deprimida subiste a una azotea?- le regreso la pregunta asustada por sus capacidades, pero sobre todo por su imprudencia

-Sería incapaz de atentar contra mi vida. Además, si quisiera matarme, no lo haría de un segundo piso... ¡unos 9 ya son considerables!- bromea, pero yo no le veo la gracia

-Me asustaste, tonta- le reclamo

-Perdón- me dice cambiando el tono- es muy gracioso lo que paso estando allá arriba, podía escuchar mi voz diciéndome que me diera otra oportunidad y que no saltara, me lo repitió muchas veces mi voz interior “Don't Jump”

-Nunca dejes de repetírtela Mat- le pido un poco más tranquila, ella me ve y me sonríe...

-Más vale que no te la dejes de repetir- digo manejando como una loca, sé lo que está pasando, sé lo que esas palabras quieren decir. Matilda se esta despidiendo de nosotros, ella se quiere ir con él...

Sin comprender aún como es que Bill no sabe que paso, trato de llegar lo más rápido posible, estaciono la camioneta en la calle y me asomo. Tengo miedo de ver la silueta de Mat en el edificio, me alegro al ver que no esta ahí.

Subo las escaleras corriendo y entro al departamento. Bill apenas trae su pantalón puesto y toma algo de jugo. Me saluda efusivo, después... llora, mucho.

-Lo lamento tanto cielo- le digo abrazándolo, busco a su espalda a Matilda

-Yo no sé que paso- me dice calmándose un poco- no sé como es que llegue aquí... no sé que hice...

-No tengas miedo- le pido- aquí no paso nada malo Bill

-¿Estás segura?- me cuestiona - ¿Cómo sabes que no hice algo malo?

-¡Estás loca!- entra Andreas enojado a donde estamos, nos ve, suspira- como se te ocurre salir así de la casa...

-¿Donde esta Mat?- me pregunta Bill de pronto

-Andreas- le ordeno con la mirada que se quede ahí- ahora vuelvo...

Y yo solo quiero estar a tu lado, completamente a tu lado. Ya te lo había dicho, te lo había repetido, para mi no hay nadie como tu... jamás habrá otro amor más que tú, lo eres todo para mi Thomas Kaulitz...

-¿Matilda?- me paro en medio pasillo, sé que no me contestará... pero tengo mucho miedo de subir a la azotea, muy profundamente sé que ella está ahí...

Subo lentamente, escalón por escalón, al estar completamente ahí... veo a ...Tom..

-¿Mati?- pregunto sintiendo un nudo en la garganta, el aire comienza a zumbarme en los oídos, se quiebra una botella... no tengo idea de que hace en este lugar... Ella voltea, me ve con sus ojos completamente enrojecidos... esta vestida completamente como Thomas, sus tenis, sus pantalones, sus camisas y una gorra...

-¡No te acerques!- me grita a lo lejos, hace la mueca de alejarme con su mano

-Matilda, ven.... hablemos- le pido y siento una lágrima rodar

-¿De qué?- se ríe- ¿De Tom? ¿De Bill? ¿De mi? ¿El futuro? Dime cual te gusta más, pero que no sea muy largo, ya sabes... Tom me está esperando

-Te estas poniendo muy insufrible- le digo y me acerco unos pasos

-¡Te dije que no te acerques!- me vuelve a gritar, me paro en seco y siento miedo. Vuelve a soplar el aire y veo como se balancea levemente en la barda...

-Demonios Matilda, por favor bájate – le pido llorando- por favor

-¿Para qué?- dice llorando

-Solo no me dejes- le pido y... lloro como una niña pequeña, sollozo, ella sabe el trabajo que me cuesta llorar, sabe lo que odio que la gente me haga sollozar, sabe que no lo hago muy a menudo

-No llores, no podré irme si te veo llorar- me dice tratando de sonreír- debes entenderlo Diana... tu tienes una razón para seguir, yo ya no la tengo. Tom está ahí arriba... quiero irme con él...

-¿¡Y yo!?- le grito- ¿¡Dónde quedo yo!?

-Tu no me necesitas, encanto- dice con ese tono de comprensión que uso con ella- tienes a Bill, tendrás una familia

-Tú también Mat, tienes a tu hermano, a tus padres, a nosotros... solo baja de ahí Mat- le digo de nuevo, acercándome, en ésta ocasión, ella no me aleja

-No mi amor- me dice caminando otros pasos, queda realmente en el abismo- te veré después ¿Está bien? Te amo- y se voltea, abre los brazos y siento miedo... mucho miedo

-¡No Mat! ¡No!- grito corriendo hasta ella y la abrazo de las piernas, mojo su pantalón debido al llanto, mientras grito y le pido que no me deje- por favor Mat... debes darte otra oportunidad

-Cuando ya no tienes una razón por la cual luchar, ya no vale la pena- dice y... no me queda de otra

-Espera- le pido y limpio mi rostro, se que estoy con el maquillaje corrido por toda la cara- la tomo de la mano y ella me ve... me ve parada a su costado

-¿Qué estas haciendo?- pregunta extrañada, tratando de que la suelte

-¿No te sabes la canción, bolita?- le pregunto melancólica- Si no puedo sostenerte aquí, yo saltaré por ti

-¡No!- me grita asustada- no no no -repite de nuevo negando con la cabeza

-Sí...-

La tomo fuertemente de la mano, ella me ve. Ambas lloramos y solo entrelazamos nuestros dedos. Ya se a lo que ella se refiere con esto del aire frío, es una sensación extraña, se huelen también varios perfumes. Se escuchan muchas cosas, el ruido de los autos, alguien que grita allá abajo, podemos ver también las luces de los edificios.

-Estoy contigo- le digo nuevamente, ella solo asiente y llora más...- juntas somos invencibles... ¿Recuerdas?- vuelve a asentir... se que no cambiará de opinión...

-Gracias Lubby- me dice mirándome y me abraza. Nuestros pies están a punto de falsear en esta angosta barda...- te veré allá...

1 comentario:

•Lubby Guru• dijo...

A vers lo primero y lo mas importante. Que cosa mala hizo Mr Bill que se acuso el solito? (mentira, si es importante pero no tanto, hay algo mas) es un capítulo muy emotivo.. En cuanto te bajes de ese edificio te voy a enseñar a morir pero en vida x_x' te amo mocozilla insolente <3