Capítulo 26 - Mamá

-Te juro que es el más rico postre que jamás en tu vida has comido- me dice orgullosa mientras caminamos a su casa. Llevo... no se cuanto tiempo viviendo aquí, la gente dice que como dos meses, pero yo creo que son años... feos años.

-¿De veras?- le pregunto emocionada, pero no solo por el postre, sino también por conocer a su mamá...

-Sí- me dice tomándome la mano- mi mami es muy buena cocinera, ella me ha dicho que mi papá le decía que cocinaba muy rico pero que sus postres eran un madajo

-¿Un qué?- le pregunto confundida- ¿Es una palabra que usan aquí en España y yo no conozco?

-No creo- me dice tocando la puerta- Pepa lo dice- y se abre lentamente su casa. Puedo ver que esta decorada con pequeños floreros con mucho color, pero no hay muchas cosas aquí adentro y es una casa muy pequeña... yo creo que es del tamaño del estudio de mi abuelo- ¡Ya llegamos mami!

-Ya las escuche mi amor- escucho su voz... y de pronto la veo. Es tan bonita, sus ojos son como el cielo y su cabello es tan rubio, su piel es dorada y brilla con el sol... o al menos eso me parece- ¿Como están?- nos pregunta sonriente y deja el plato que traía sobre la mesa, Shara corre hacía ella y su mamá la levanta, mi amiga se acurruca en sus brazos y yo ... me siento sola...

-Ella es Robín ¿Te acuerdas que te conté mucho de ella mami?

-Claro que si- le dice poniendo a Shar sobre el suelo de nuevo y ella se agacha y se me queda viendo, después se sienta en el piso- Soy Olivia- me dice y me sonríe- me da mucho gusto conocerte al fin pequeña Robín

-A mi también señora- le digo muriendo de felicidad, pero a pesar de todo me quedo ahí en mi lugar... quiero correr y abrazarla... pero sé que no puedo- Shara me ha contado mucho sobre usted

-Y a mi ella sobre ti- me dice sonriéndome de nuevo- ¿No quieres darme un abrazo?- me pregunta extendiéndome la mano...

-¿Si puedo?- le pregunto y siento como algo dentro de mi se esta calentando

-Claro que si, pequeña. Ven- y corro hacía ella, la abrazo... puedo oler su perfume y al fin ver el color de su cabello, como es que se siente su cara cuando la toco y la blancura de sus dientes, el brillo de sus ojos, lo bonito que se escucha cuando ríe.

Después de este momento, creo que ya no me quiero ir de aquí. Shara y yo nos hemos sentado en la mesita y ella nos da una rebanada de una tarta que hizo

-Recuerdo que a tu mamá le gustaba mucho la tarta de ciruelas, tu abuela se la hacía seguido- me contaba mientras se acomodaba frente a nosotras

-¡Esto es un madajo!- celebró Shara

-Manjar, mi amor, manjar- le dijo riendo mientras colocaba un mechón de su cabello tras su oreja, mi amiga comenzó a reír como una loca y su madre también...

-Sí mami, un madajo-... recuerdo que mamá y yo también nos sentábamos a desayunar y tardábamos horas en terminar, siempre estábamos hablando de algo nuevo...después... papá llegaba y le traía flores y a mi me traía chocolates. Tengo apenas 7 años... y... siento que nada es como debería ser, siento que no vivo la edad que tengo... siento que sufro los males que no son míos y extraño a mis padres más que a nadie...

Estar aquí solo me hace ponerme muy triste...

-Robín- me dice y yo volteo a verla, como si despertara de un sueño, hago un ruido extraño, como si le preguntara que es lo que necesita...- Tu siempre serás bienvenida en este lugar, esta será tu casa las veces que la necesites...

-Gracias- le digo sonriendo de oreja a oreja, tanto que siento como me duele la cara...