...Bill Kaulitz...
-Yo sé Tom- le digo un poco abochornado por tener que tocar el tema
-¿Entonces por qué te pones tan histérico?- me contesta con esa sonrisa burlona
-¿Como que por qué?- le digo – Estamos a media tarde, tranquilamente y de pronto ustedes ya en pleno, es incomodo
-Perdón- me dice sonriéndome- pero es que pf, no lo podemos evitar
-Pues deberían intentarlo. Imagínate que un día entren las hijas de Zaybet, los de Gustav o los que sean y los encuentran haciendo niños ¡No me jodas!
-Ya Bill, no me regañes- me dice sonrojándose- Es que ¡La amo!- me dice juntando sus manos al pecho- mucho mucho
-¿Qué demonios te pasa Tom?- me río con él- ¿Te pico el bichito del amor?
-Desde hace tiempo hermanito- me dice mirándome con sus ojos de borrego a medio morir
-Esta bien- consiento- pero hay lugares
-¿¡Y a ti que te pasa!?- entra Matilda enojadisima a la cocina, poniéndome alerta y a Tom un tanto aturdido
-¿Perdón?- le pregunto confundido
-¿Quién demonios te crees como para andarme cuidando por mi embarazo?- me reclama y yo me sonrojo
-Bueno Mat, perdón- le digo tratando de acercarme a ella, cuando me doy cuenta de la mirada perdida de Tom
-¿Estás embarazada?- le dice esperanzado
-Claro que no- le responde con un gesto, de inmediato Tom endurece el suyo
-¿No?- le pregunto confundido
-No, y no se como fue que te llego la idea a la mente- me dice. Algo en mi cabeza comienza a dar vueltas, es verdad ¿Qué me dio por pensar que estaba embarazada?
-Pero, es posible- le dice Diana, tratando de defenderme
-Lo dudo mucho- le dice Mat
-¿Estas usando pastillas y no me dijiste?- le dice Tom parándose de la silla
-No- le dice Mat negando con la cabeza- Si estuviera embarazada yo lo sabría
-No lo sabías la última vez- le dice Tom tragando saliva y provocando un silencio sepulcral
Ella se le queda mirando, y después me ve a mi, se que me reclamaba en silencio, mi ilusión o no se que, hizo que imaginara cosas que no son, y ahora estos dos saldrán peleados otra vez. Bufa y da la vuelta. Podemos escuchar como sube corriendo las escaleras y después cierra la puerta de un azotón.
-Yo voy- dice Diana caminando
-No- le dice Tom- yo la regué
-En realidad fui yo- le digo sentándome en la silla y suspirando- perdónenme, es que ¿Han notado el brillo en sus ojos? La vez pasada ocurrio lo mismo
-Ahora que lo dices- comienza Diana- pero, no. Creéme, ella no permitiría que pasara de nuevo, no sé que tipo de método use- ambos volteamos a ver a Tom y el solo volteo el rostro
-No sé yo tampoco- nos dice- pero voy a averiguar.
Antes de que podamos decirle algo, él ya camina a pasos lentos al otro piso.
-Creo que la regué- le digo a Diana
-No, amor- me consuela- solo creo que nos adelantamos
...Tom Kaulitz...
-¿Matilda?- digo tocando la puerta con los nudillos. Nuevamente ese silencio enfermo invade todo el espacio, así que me dispongo a abrir. La puerta hace un chillido del estilo película de terror y no alcanzo a verla.
Vuelvo a preguntar por ella y nuevamente no responde. Al sentarme sobre la cama, me doy cuenta de que ella esta en el baño. No hace ruido alguno, seguro esta sentada frente al inodoro abrazando sus rodillas.
-Voy a pasar- le aviso girando el picaporte para encontrármela en esa posición. Me siento junto a ella y estiro mis manos, ella las toma entre las suyas y sin mirarme, apoya su cabeza en la pared
-El doctor me hablo del riesgo de embarazarme y al comentarle nuestros arranques – ella se ríe tímidamente- me recomendó unas pastillas. Según me iban a estabilizar ya que lo que ocurrió no fue algo que quepa en lo normal, así que pues las tome y me provocan cosas extrañas. Además, hemos estado un poco alejados
-Lo sé cariño, perdón- le digo acercándome a ella y tomando su barbilla- fui estúpido allá abajo, perdóname en verdad
-También perdoname, es que me saco de balance que Diana de pronto me dijera “y tu embarazo”, me dio miedo no lo voy a negar
-¿Miedo?- le pregunto confundido
-Sí, tu sabes- me dice acercándose a mi- La última vez no fue nada agradable, como siempre la he imaginado, pensé que las cosas se saldrían de control. Además que me imagine un Bill con calendario de mis periodos y esas cosas- se detuvo un momento- supongo que cualquiera lo puede llegar a pensar conociéndonos- ella me sonríe- pero creo que somos cuidadosos
-Lo somos- le di la razón- no es que todo el mundo tenga que saber las artes místicas de nuestros métodos
-Estabas emocionado- me dice bajando la mirada, sonríe con nostalgia- yo... bueno, me gusta mucho la idea de tener hijos, solo que aun no estoy lista. Han pasado tantas cosas entre nosotros que la verdad, tu sabes, nuestra relación se volvió inestable y todo me daba miedo, que te alejaras de mi, perderte y no volver a verte
-Ven aquí- le digo abriendo mis brazos, ella en seguida se acurruca en ellos, estábamos en una posición bastante incomoda, pero la verdad poco me importaba, ella estaba sufriendo, la vez pasada poco la apoye debido a mi shock, pero ahora estamos bien, podía hablar con ella- Hemos pasado por tantas cosas Mat, tanto buenas como malas. Si jamás en la vida me paso la idea de vivir sin ti, en este momento menos. A mi también me emociona mucho la idea de que tengamos hijos pero creo que aun nos falta madurar un poco
-No hay que hacer de prisa lo que es para siempre*- me dice abrazándome con más fuerza- pero no es el momento y no estoy embarazada, aún no debo hacerlo
-¿Algo malo te ocurre?- le pregunto preocupado
-No es eso, esa cosa, la verdad no recuerdo el nombre ni nada, me cuidaba, como que ayudaba a que lo malo que había pasado se restaurara, según Adolf, lo mejor era no embarazarme por un año
-Ya pasa del año- le digo besando su cabello- así que habrá que tener más cuidado con tus saltos del ropero
-Nuestros hijos tendrían aproximadamente cuatro meses- me dice suspirando- seguro que serían hermosos niños
-Claro que sí- le digo recordando aquel sueño- tendrán tus ojos y mi nariz, tu color de cabello, mis cejas
-Amo tus cejas- me dice divertida- ¿Y sus nombres?
-Paul y Johan- le contesto de inmediato- y ambos son una bomba y jamás me hacen caso, siempre corren tras tus brazos
-Son hermosos nombres, y serán hermosos por que tu eres hermoso- me dice sonrojandose
-Hey- me quejo- estas haciendo que me ponga rojo también
-¿Tu?- me dice extrañamente divertida viéndome a la cara- El señor Thomas Kaulitz sonrojándose por culpa mía ¡Eso es noticia para Bild!
-Guarda silencio- le digo apenado- además tu también estas roja
-Yo no soy rompe corazones a nivel mundial y jamás aparente ser una conquistadora
-Pues el que no lo hicieras no quiere decir que no lo seas- le digo ayudándola a levantarse del suelo. Salimos del baño y nos acomodamos en la cama, acostados viéndonos fijamente, ella me miraba esperando que le dijera algo más -¡Digo! A mi me conquistaste desde el primer momento en el que te vi
-Tu hiciste lo mismo conmigo- me dice acariciando mi mejilla- y yo apenas y te vi detrás de una pantalla
-Eres para mi- le digo tomando su mano con la mía- estas hecha a mi medida- nos levantamos de la cama y nos quedamos viéndonos, parados uno justo frente al otro con varios centímetros de distancia- Mira como tu cuerpecito se amolda al mio tan perfectamente, como tu mano cabe en mi mano, como tus labios se acoplan a los míos, como tus brazos están hechos a la medida para alcanzarme
-Como el ritmo es sincronizado- me dice poniendo la palma de mi mano en su pecho y ella colocandola en el mio- ¿Puedes sentirlo? Como brincan al mismo tiempo
-¿Por qué me miras así?- le pregunto enternecido- Así, como si ya no hubiera mañana y tuvieras tantas cosas que decirme
-Por que hay muchas cosas que aún no te digo y toda una vida para decírtelas al oído
-¿Sabes como se le llama a eso?- le pregunto cargándola por la cintura, ella me abraza por el cuello, siento sus pies volar a la altura de mis rodillas
-¿Ser muy cursi?- me pregunta divertida
-Sí, eso también- le digo regresándole la sonrisa- yo diría que se llama amor ¿Lo conoces?
-Sí, se llama Tom- me responde viéndome y atravesando mi alma con todas esas emociones
-Que curioso, para mi se llama Matilda- y me besa emocionada, paseando su lengua por mi boca y respondiendo a mis caricias con pasión...justo es el momento para saltar del ropero
-¡Ustedes solo buscan un pretexto para estarse cogiendo!- dice Diana abriendo la puerta del cuarto y carcajeándose de lo lindo
-¡Si no cierras la puerta lo haré frente a ti y se te antojara!- le dice Mat bajandose de mis brazos
-Vamos ganosos, lo harán después, es hora de cenar y Bill se ha quedado un poco preocupado, tienen toda la vida para amarse y esas cosas que tanto les gusta hacer en la sala y en todos lados
-Solo porque me muero de hambre- le responde volteando a verme y estirando sus manos hacia mi- Despues le toca a usted señor mío
-Eso espero- le contesto tomando sus manos y caminando junto a Diana por el pasillo. Ella se ve tan feliz que... bueno, no lo puedo explicar con sencillas palabras.
Bill nos espera con una cara de angustia, al ver a Mat, abre la boca, seguramente para soltar un buen discurso, sin embargo Haruka no le da tiempo, corre a él para abrazarlo fuertemente
-Te daré hermosos sobrinos- le dice mirandolo, el la ve estupefacto, después me ve a mi y sonriendole el comienza a ser feliz- pero aun no es tiempo- Bill la abraza enternecido
-No hay como el hogar Kaulitz- les digo recibiendo a Mat en mis brazos mientras cursimente nos vemos y empalagosamente nos amamos. Vuelvo a confirmar que para mi no habrá mujer a quién ame más.
1 comentario:
¿Y qué dijeron eh? está ya esta otravez de encargo xD fue un buen: Choro los engañé
Cuanta mieeeeel puaggggg!
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